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Comunicación Sistema UNIVA

El agua

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

La Guadalajara de los primeros dos siglos, que nunca llegó a veinte mil habitantes, sacaba el agua de pozos, manantiales y ríos, de los que estaba rodeada. Solamente el río de San Juan de Dios era más o menos permanente, pero estaban al alcance las fuentes del Agua Azul y las de Toluquilla, además de las acequias naturales que bordeaban la ceja poniente de la actual Calzada Independencia. Cuando la ciudad creció, en el siglo XVIII, se hizo necesario construir un acueducto que trajera a la ciudad las aguas de los Colomos, frescas y abundantes, obra de ingeniería hidráulica realizada por el franciscano Pedro Buzeta.

Pero cuando la ciudad rebasó todos sus antiguos límites ya no hubo recurso que bastara y comenzó a padecer una constante escasez, limitándose igualmente su prosperidad económica, ya que una nueva industrialización requería de aguas más abundantes y aseguradas. Fue así que decidió echar mano de las aguas de Chapala, por más que dicho recurso estuviera a cuarenta kilómetros de distancia. Pero parecía infinito e inacabable, así que Guadalajara se permitió cuanto abuso le vino en mente el resto del siglo XX y lo que va del XXI, hasta situarnos ante la problemática que hoy tenemos.

La solución al problema del agua tiene que ser multifactorial e interdisciplinaria, con soluciones bien planeadas a corto, mediano y largo plazo, incluye la suspensión temporal e inmediata de todo permiso de construcción para nuevos fraccionamientos o edificios habitacionales en toda el Área Metropolitana de Guadalajara, inversión prioritaria en la sustitución de redes viejas o dañadas, educación cívica permanente sobre el uso del agua, acompañada de sanciones específicas que sí se apliquen, ampliación del sistema de pozos de absorción de agua de lluvia, rescate de las presas ya existentes, tratamiento efectivo de las aguas residuales, revisión del manejo que hacen todas las industrias y empresas cuyo negocio tiene al agua como principal factor productivo, desarrollo de nuevas tecnologías para la generación de agua, regionalización de las soluciones, aún dentro de la misma área metropolitana.

Todo este programa requiere capacidad de diálogo por parte del gobierno y de sus equipos, se hace necesario “deszapotillizar” la cuestión del agua, pues el tema de esta presa ha constituido un nudo ciego que cerró toda otra posibilidad,  y ha dejado en la sociedad la sensación de no tener un gobierno que defienda sus legítimos intereses, pese a los abundantes y bien fundados cuestionamientos que han surgido desde la universidad pública, y desde otros diversos analistas que en lo público y en lo privado han tratado de ser escuchados; se trata de instituciones y de expertos por la actualidad probada de sus conocimientos, pero también de expertos por la experiencia de los muchos años que han dedicado al estudio, análisis, trabajo, y generación de propuestas inteligentes y prácticas.

La buena noticia es que las cosas están realmente cambiando. El presidente de la República despejó la bruma, separó la presa del Zapotillo del problema de abasto de agua para Guadalajara, y así, proyectos serios y bien pensados que se habían dejado en el olvido, ahora son nuevamente asumidos como una solución práctica, lógica y efectiva al problema que la zona metropolitana ha venido padeciendo.

 

Publicado en El Informador del domingo 11 de julio de 2021

Si fuera mi caso

Por Tendencias, Voces UNIVA Sin comentarios

Judith Jiménez López • Alumni de la Licenciatura en Nutrición UNIVA Guadalajara

 

—Tengo un agujero— me dijo

—Y cuando lo siento me asfixia, me consume. No quiero sentirlo, pero llega.

—Necesito llenarlo con algo. Comienzo buscando aquello que logre sacarme del espacio en el que me encuentro. Como.

—Siento ansiedad. Hice un test sobre eso y ya sé cómo se llama.

—He hecho tanto, he logrado estar en el peso que me gusta, pero hoy estoy pasada del ideal…

—Estoy gordita. Siempre he pensado que no quiero que esto ocupe demasiado espacio de mi mente, debe haber otras cosas.

 

Fue una pequeña pero profunda conversación.

La comparto para que podamos comprender que antes de un peso, de una talla, de un estereotipo hay un ser humano sensible, con una historia, experiencias y vida única; y nos la entrega para ser validada, escuchada, vista. Para cuidarla con profundo respeto.

No soy partidaria de pasar por las tablas de peso ideal a nadie. Ni siquiera a mí misma, que tengo algunos ayeres de vivir la nutrición.

Y no es que en algún momento de mi ejercicio profesional no me haya obsesionado con la locura del peso perfecto, de la cintura de muñeca o la musculatura de hierro. Es un bombardeo masivo y constante. Todos caemos en el pensamiento de “inaceptable”, “inadecuado”.

Pero es necesario conectar con algo más que solo el físico cuando nos encontramos con los otros, con nosotros mismos. Es básico comenzar a entrenar el corazón para que nuestra respuesta vaya más allá de contar las calorías que consume el paciente y recomendarle comer menos. Seguro eso ya lo intentó. Necesitamos sensibilizarnos ante la idea de que ya pasó muchas otras cosas. Que no viene a la consulta para ser juzgada o juzgado o para ser utilizado como promoción si logra sus metas, estas no son para presumirlas en redes como si fueran nuestras. Hemos llegado al punto de usarnos unos a otros como ejemplo de eficacia.

Reducimos nuestras capacidades como profesionista en la salud, a la cantidad de kilos bajados. Es triste escuchar tanto de pacientes, como de “profesionales”, algunas ofertas en redes como: ¡Pierde 10 kilos en una semana! Cuando científicamente, es riesgosa una reducción tan drástica; es un foco rojo de alerta, no de oferta.

Con regularidad necesitaremos entender que esto es a lo que estamos acostumbrados. A publicidad sensacionalista. A milagros en tabletas, jugos de mezclas raras y cremas reductivas.

No es ético, pero todos lo hacen. Me dijo una persona. Otra me contó que su nutrióloga  le dijo que ya no la vería más porque le hacía mala promoción, porque no lograba bajar los kilos de la lista que le mostró el primer día. ¿En qué momento convertimos a las personas en tarjeta de presentación? Cuando hacemos eso reducimos la ciencia a cenizas, y no solo eso… nos deshumanizamos.

Qué sucede cuando te preguntan: ¿El doctor es bueno?

¿En qué basas tu recomendación?

Cuando hablamos del ejercicio del profesional de la nutrición, no mencionamos: “Ahora tomo más agua, dejé de comprar basura en el supermercado, mis hijos están comiendo más sano, a mi hija se le regularizó la regla, duermo mejor, mi esposo está feliz hemos ahorrado en la despensa, comemos más natural y en lo que cabe recién hecho. Ya no tengo dolores de cabeza, mi colesterol está estable.” O el aprendizaje… “Para mi edad necesito estar al pendiente del calcio, del hierro, del magnesio; por fin logré que mis nietos dejaran el refresco y ahora tienen vitamina C del agua de guayaba, entendí a que se debía que mi glucosa no bajara, mi hija embarazada toma ácido fólico” etcétera…

Cambios aparentemente muy simples y que no se reflejan en kilos directamente. Pero que son logros verdaderos, maravillosos y que hablan de compartir, de crecer, de trascender. Importantes para aquellos que son beneficiados con el conocimiento y las nuevas prácticas.

Entendamos que el paciente no es el malo de la película, la comida no es la mala de la película, el profesional de la salud no es el malo de la película. Por raro que parezca en esta historia no hay malos. No hay nadie en contra de nadie. Hay solo una enorme necesidad de crear conciencia y responsabilidad. Hay buscadores de respuestas. Hay personas frente a personas.

Saben… una serie de recomendaciones pueden ser un buen inicio, pueden engancharnos, pero a veces necesitamos la voz que nos acompaña en el proceso del cambio, alguien que despierte nuestra capacidad auto-reguladora. Un viajero, un observador, un igual con otros ojos que pueda brindarnos una perspectiva distinta.

Trabajamos con material sensible. Trabajamos con seres complejos. Eso somos.

Pareciera que no nos hemos dado cuenta o se nos olvida que hemos vivido momentos donde estamos vulnerables, donde necesitamos al otro, urgentemente.

No limitemos nuestras capacidades a una báscula y a una cinta. No es lo único que la nutrición hace, aunque se haya tratado de reducir a eso.

A veinte años de ser egresada, sigo creyendo que hay mucha nutrición y para rato. Creo en la naturaleza, en las bondades de los alimentos que no son solo material que engorda o no engorda.

Nuestras capacidades pueden no ser totales, ningún profesional lo sabe todo. Por suerte.

Pero cuantas veces hemos cambiado a un “buen” dentista porque ni siquiera se aprendía nuestro nombre.

Por supuesto que en emergencias nadie hace amigos. Pero cuando nos volvemos a ver en la consulta o los pasillos esperamos algo más que un número en un expediente y una lista de desperfectos a corregir. ¿No es cierto?

Buscamos una mirada humana. Una que nos diga: —Aquí estoy, podemos hacer esto… te escucho, ¿cómo te sientes?

Esperamos poder confiar nuestra salud a este ser humano al que ayer no conocíamos. Y en ello no hay número de seguidores.

Es importante que dejemos de promover resultados ambiguos. Si trabajamos en la salud, pues promovamos eso como número uno. Conozco historias de logros hechos a base de dolor, de ataque emocional y hondas cicatrices. De la destrucción de la identidad y la salud en busca de la satisfacción del cliente o del profesional.

Algunas veces nos tocará decir no, no es sano, vamos por este otro camino. Esto puede traerte repercusiones. Nos tocará quedarnos sin un paciente o varios. Eso pasa.

Pero esta no es una competencia entre profesionales por el número de clientes, no sé en qué momento pensamos que lo era. Es una mejora personal para ampliar las herramientas al servicio de otro ser humano. Tal y como si fuera para nosotros mismos.

En la voz de una maestra: “A veces en la consulta solo se trata de mirar y acompañar. Puede que presencies el milagro, el momento en el que el otro se encuentra con el impulso del cambio. Lo acompañas a abandonar viejas formas, estás ahí para atestiguarlo”.

Mientras escribo y releo el artículo, mi hija me pasa un papelito con una frase que les comparto: “No importa la talla, sino cómo se siente tu corazón”.

Breve explicación para entender qué son los Derechos Humanos

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtro. Francisco Eduardo Cuéllar Cabrero • Docente UNIVA Querétaro

 

Cuando hablamos sobre Derechos Humanos entendemos a estos como el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral de la persona. Este conjunto de prerrogativas se encuentra establecido dentro del orden jurídico nacional, en nuestra Constitución Política, tratados internacionales y las leyes.

Estos derechos son inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen, color, religión, lengua o cualquier otra condición; sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles.

Los derechos humanos son universales y están contemplados para su respeto en la ley y garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho internacional consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho internacional.

El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de alguna manera en otras, a fin de promover y proteger el cumplimiento de éstos, y las libertades fundamentales de los individuos o grupos.

Las principales características de los derechos humanos son las siguientes:

1.- Son inalienables. No deben suprimirse, salvo en determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales. Por ejemplo, se puede restringir el derecho a la libertad si un tribunal de justicia dictamina que una persona es culpable de haber cometido un delito.

2.- Son iguales y no discriminatorios. La no discriminación es un principio transversal en el derecho internacional de derechos humanos. Está presente en todos los principales tratados de derechos humanos y constituye el tema central de algunas convenciones internacionales como la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.

3.- Incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar los derechos humanos. La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute de ellos, o de limitarlos.

La aplicación de los derechos humanos a la que se encuentran obligadas todas las autoridades se rige por los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.

4.- Son universales. Todas las personas son titulares de todos los derechos humanos. Dicho principio se encuentra estrechamente relacionado con la igualdad y no discriminación. No obstante, para lograr la igualdad real se debe atender a las circunstancias o necesidades específicas de las personas.

5.- Son interdependientes. Cada uno de ellos se encuentra ligado a otros, de tal manera que el reconocimiento de uno de ellos, así como su ejercicio, implica necesariamente que se respeten y protejan múltiples derechos que se encuentran vinculados.

6.- Son indivisibles. Los derechos humanos no pueden ser fragmentados sea cual fuere su naturaleza. Cada uno de ellos conforma una totalidad, de tal manera que se deben reconocer, proteger y garantizar en forma integral por todas las autoridades.

7.- Son interdependientes e indivisibles. Todos los derechos humanos, sean estos los derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida, la igualdad ante la ley y la libertad de expresión; los derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho al trabajo, la seguridad social y la educación; o los derechos colectivos, como los derechos al desarrollo y la libre determinación, todos son derechos indivisibles, interrelacionados e interdependientes. El avance de uno facilita el avance de los demás. De la misma manera, la privación de un derecho afecta negativamente a los demás.   

8.- Son progresivos. Constituye una obligación del Estado para asegurar el progreso en el desarrollo constructivo de los derechos humanos, al mismo tiempo, implica una prohibición para éste, respecto a cualquier retroceso de los mismos. El Estado debe proveer las condiciones más óptimas de disfrute de los derechos y no disminuir ese nivel logrado.

Crónica: Alejandro Gónzalez Iñárritu

Por Tendencias, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtro. J. Daniel Meza Real • Coordinación de Calidad Académica del Sistema UNIVA

 

Nueva York puede ser una ciudad calurosa, estresante e incluso intimidante, sus calles se mueven como una maquinaria sin fin, desde la altura de sus más grandes construcciones se observa como un enorme hormiguero donde no importa si es de día o de noche, nunca tendrá tranquilidad.

En lo profundo de un teatro de Broadway un actor rodeado de decenas de personas moviéndose al ritmo de la ciudad, reflexiona sobre el libreto que tiene en las manos, las luces están listas, los ingenieros de audio hacen las últimas pruebas y los camarógrafos dan los últimos toques a la fotografía mientras reciben instrucciones del gran Lubezki. El actor sigue reflexivo, observa la ventana, no sabe si lo que tiene en sus manos es ficción o una autobiografía. Alejandro se acercó a él y con un ligero toque en su espalda le preguntó -¿quieres que nos tomemos unos cuantos minutos?-. A lo que Keaton sólo asintió con una sonrisa.

“Muchachos, tomaremos un descanso de 5 minutos”.

Alejandro decidió que también necesitaba distraerse un poco, llevaban casi una semana de rodaje continuo y sentía que divagaba demasiado en sus pensamientos. No podía creer que estaba ahí, de nuevo filmando, sabía en su interior que esta sería su gran oportunidad, tenía que serlo, estaba a punto de cumplir 50 y no podía dejar pasar un minuto más, pero llegar a la cima sólo lo hizo pensar en el camino recorrido.

Mientras caminaba hacia el área de catering con la intención de disfrutar unos momentos a solas con un café y una dona, llamó su atención un joven asistente, tendría cerca de 17 años, su energía y entusiasmo lo delataba, a pesar de estar en el descanso, se escabullía ágilmente entre las grandes cajas de equipo de grabación para alcanzar un par de cables. La escena inmediatamente hizo viajar al director en el tiempo, 33 años para ser específicos…

Las cajas de equipo electrónico, demasiado grandes para subir a un avión hacían que el joven Alejandro pasara desapercibido mientras se escabullía en el barco carguero que iba con rumbo a España. El joven lleno de energía había terminado la preparatoria con éxito en la Ciudad de México, lugar donde nació y vivió durante sus 17 años de vida. Aún no estaba listo para enfrentarse a la vida y la aventura de llegar a Europa de contrabando en un barco resultaba ser el sueño de cualquier adolescente.

Su aventura de 6 meses se alargó durante 3 años y lo que vio en las calles de Europa y las comunidades de África, quedo guardado en su mente y se plasmó como a cuentagotas en cada uno de los trabajos que lo convertirían en uno de los más grandes del cine. Ahora estaba listo para regresar a su país.

De regreso a los pasillos del teatro de Broadway, el director seguía su camino hacia la mesa de bocadillos, que aunque no estaba tan lejos, parecía que nunca lograría llegar, ya que se cruzó con otro asistente que lo detuvo enérgicamente, como si llevara tiempo tratando de hablar con él. El joven de mediana edad le entregó un CD en una caja de plástico:

– Aquí está la música que pidió- dijo el joven esperando atento a la reacción de su jefe.

– ¿Cómo le hiciste? Eso estuvo muy rápido- respondió Alejandro con una sonrisa que pudo haber sido de acusación o complicidad.

-Aquí en Nueva York hay una gran variedad de estaciones de radio y pues, sólo fue cuestión de poner un poco de atención a los locutores-.

Alejandro asintió satisfactoriamente, reacción que el joven interpretó como una despedida. Iñárritu se quedó viendo el disco y automáticamente se volvió a transportar al mundo de sus recuerdos.

El joven y enérgico Alejandro sostenía un disco en sus manos, era de los primeros que se veían en el mercado, cada día se desplazaban más y más a los casetes. Estaba a unos segundos de regresar del corte comercial y del otro lado de la cabina le hacían señales de que se preparara, habían pasado 4 años después de haber terminado la carrera de comunicación en la Universidad Iberoamericana y aunque su paga no era del todo buena, él entendía que apenas comenzaba su vida profesional, a diferencia de otros, aún siendo recién egresado, contaba ya con su propio programa de música en la WFM y era un trabajo que disfrutaba profundamente, qué más podía pedir si le pagaban por escuchar y programar música.

Pero aunque su contrato sólo le demandaba programar las canciones de la estación y hacer algunas intervenciones entre los cortes, su nata habilidad creativa lo llevó a hacer mucho más. Al regresar de los cortes comerciales, presentaba la música a través de narraciones que él mismo creaba. Esto no fue en vano, tres años después fue nombrado director de la estación sin mencionar que durante los 5 años posteriores se dedicó a entrevistar a estrellas mundiales del rock. Dentro de su trabajo, la música lo llevó a conocer un mundo que él albergaba en su corazón, pero que no había conocido personalmente. El en ese momento DJ de radio, compuso la música para seis películas mexicanas. Su carrera en ese instante comenzaría una gran trasformación.

Alejandro seguía caminando por los pasillos del teatro, cada paso que daba podía sentir más cerca el olor del café y las donas, era la única sensación que lo traía de vuelta al mundo real.

–Alejandro, llegó una notificación de los dueños del teatro-. Le dijo un hombre que por la manera de dirigirse al director se notaba era de su más íntima confianza. –Nos dicen que ya tiene fechas apartadas para algunas obras que no puede cancelar y que quiere que desalojemos en máximo una semana más–. El director observó detenidamente el documento como si lo leyera, aunque realmente pensaba solo en como resolver el problema.

–Es que ya tenemos más de 4 meses usando el lugar… déjame hablar con él, gracias. – Dijo Iñárritu mientras le daba una palmada en el hombro a su comensal, quién respondió con una sonrisa burlona. –Era más fácil cuando hacíamos comerciales, ¿no? –.

El comentario tocó una fibra sensible del director y solo asintió sonriendo mientras, quizá por el hambre, quizá por el ambiente tan reflexivo, comenzó a volar de nuevo en el pasado.

Era la primavera de 1990, en las calles de la Ciudad de México se sentía un calor fatigante, pero Alejandro tenía la piel erizada como si un aire frío tocara suavemente su piel, quizá era solo el frigorífico que mantenía la oficina del gran Azcárraga a una temperatura agradable; leía lentamente cada una de las cláusulas del contrato que tenía en sus manos, él conocía de antemano lo que decía, pero no podía dejar de pensar en las palabras de sus amigos “lee cada palabra, no te vayan a hacer buey”. Al llegar a la última página bajó lentamente el documento, mostró una sonrisa de satisfacción y firmó para convertirse en el creador de la campaña publicitaria de la televisora más importante de México.

Un año bastó para que Alejandro González tuviera lo suficiente para fundar su propia casa productora: Zeta Films.

El camino que iba a seguir estaba cada vez mejor trazado, aquel muchacho que se había ido a viajar a Europa sin saber que quería hacer de su vida, ahora había encontrado su verdadera vocación, un lienzo en blanco en el que plasmaría su gran genio y talento.

Era hora de dar el último paso de preparación para el éxito. En 1992 viajó a Estados Unidos a conocer un nuevo mundo, a tener un punto de comparación con el propio. Estudió cinematografía en Maine, bajo la supervisión del aclamado director Ludwik Margules y en Los Ángeles con Judith Weston. Y más allá de lo que aprendió en el aula de clases, vio una realidad que lo convirtió en exiliado voluntario, en el inmigrante conquistador.

De regreso en México, ya como un cineasta preparado, realizó uno de sus últimos trabajos con la televisora en un cortometraje llamado “detrás del dinero” en el que participaba Miguel Bosé y Damian Alcázar. Mientras tanto “El negro” Iñárritu conoció a un gran amigo y socio con el que cambiaron el mundo del cine, se complementaron el uno al otro en un estilo naciente de las películas no lineales; Guillermo Arriaga.

Juntos crearon alrededor de 11 cortometrajes donde reflejaban las contradicciones sociales del Distrito Federal. Después de 3 años y tres decenas de borradores, decidieron unir de una manera nunca antes vista a 3 de estas historias que a simple vista parecían no tener relación alguna, fue así como nació Amores Perros y también un nuevo estilo de narración que marcó el mundo del cine y le dio una firma característica al nombre Alejandro González Iñárritu. Esta película fue multipremiada internacionalmente y nominada al Óscar en la categoría de Mejor Película Extranjera.

Este fue el salto hacía las ligas mayores y el comienzo de una trilogía de fama mundial que marcó la época Arriaga-Iñárritu en la que estos dos cineastas, uno guionista y el otro director, respectivamente; filmaron siguiendo la misma estructura no lineal, contando 3 historias distintas que se entrelazaban a través de un acontecimiento específico.

Las nominaciones y los premios no dejaban de llegar y Alejandro dirigía a actores como Sean Penn, Brad Pitt y Kate Blanchet. Sin embargo, todo ciclo tiene un principio y un fin. Después de la última nominación a Mejor Película Extranjera, gracias a Babel, Guillermo Arriaga decidió romper la relación con el director, tal parecía que el sello de la pareja llegaba a su fin dejando atrás solo una trilogía.

La siguiente película Biutiful, una co-producción con España sorpresivamente, fue casi completamente lineal, ya no se mostraba el rompecabezas al que Alejandro tenía acostumbrados a sus espectadores, sin embargo, seguía siendo cíclica en la que el principio era al mismo tiempo el final de la historia. De nuevo y como de costumbre en un genio del cine, la película fue multipremiada en los festivales más importantes del mundo.

Pese a ello, aún quedaba una pequeña piedra en el zapato, era hermoso ser nominado al Óscar, pero la categoría “Película Extranjera” parecía no ser suficiente para un genio internacional. Años y años fuera de casa hicieron que el director viera el mundo como una comunidad global donde no había locales ni extranjeros. Era momento de ser un conquistador, ya lo había hecho un año atrás su amigo y socio Cuarón con una película que estaba literalmente fuera de este mundo. Muchos lo vieron como una excepción, pero él estaba determinado a demostrar que era regla y que el talento existe y no respeta nacionalidad.

De nuevo en el teatro, Alejandro estaba por fin frente al café y las donas, se servía y antes de dar el primer sorbo suspiró aliviado, había llegado lejos y ahora no iba a detenerse en el pasado. En ese momento su introspección se quebró con la llegada de su compañero Lubezki que agitaba un sobre de un sustituto de azúcar y lo vaciaba sobre un vaso de unicel. El director miró a los ojos a su fotógrafo mientras tomaba de su vaso; al sentir la mirada penetrante “El Chivo” volteó y sin decir nada, esperó cualquier cosa que Iñárritu tuviera que decir.

-¿Cómo ves todo?- preguntó Alejandro dejando entre líneas otra pregunta que era ¿crees que nos llevemos el Óscar?

-Por experiencia sé cuándo una película tiene lo suficiente, esta vez te lo vas a llevar, estoy seguro.- Y como si lo que acababa de decir no tuviera mayor importancia, se dio la vuelta y se dirigió a la escena donde iban a rodar.

Alejandro dejó su vaso de café a la mitad sobre la mesa y gritó: “Muchachos, volvamos a trabajar”.

Antes de caminar hacía el plato de rodaje, se detuvo tomando del hombro a uno de los asistentes encargados y viéndolo fijamente a los ojos y le dijo:

–En un mes terminamos esta, ya hay que comenzar a trabajar en lo siguiente, ya sé que es muy pronto, pero ve consiguiendo el número de DiCaprio-.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

130 años de Rerum Novarum

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtro. Francisco Meza Estrada • Coordinador de la Licenciatura en Derecho UNIVA León

 

El día 15 de mayo se cumplieron 130 años de la publicación de la encíclica Rerum Novarum que aborda la problemática de los obreros. Un documento fundante de lo que hoy conocemos como la Doctrina Social de la Iglesia y que principalmente, se refiere al discernimiento de la Iglesia Católica sobre los problemas sociales del mundo actual.

A partir de este texto del papa León XIII, vendrán una serie de encíclicas cada vez más amplias y estructuradas para ofrecer una luz a los católicos y a la humanidad sobre los desafíos propios de cada época.

CONTEXTO HISTÓRICO

La época en la que apareció la encíclica es a finales del siglo XIX (1891), donde la sociedad registraba cambios muy importantes, como: una abierta confrontación entre el capitalismo y el socialismo marxista que conducía a un conflicto de clases sociales, el auge de la industrialización y nuevas formas de propiedad y trabajo (Vélez, 2018).

El papa León XIII siguió muy de cerca el proceso de redacción de la Encíclica y básicamente tuvo que tomar una posición respecto a dos tendencias que se habían formado entre los católicos: la primera; la progresista, que se inclinaba por la intervención del Estado para establecer un nuevo orden y la segunda, la liberal que se oponía a este intervencionismo (Ramírez, 2020).

En nuestro país, la encíclica fue comentada por la prensa de la Ciudad de México y revisada por sacerdotes; sin embargo, la mayoría de los obispos no la difundieron (Guerra, 2021).

POSTULADOS DE LA ENCÍCLICA

Algunos de los principales postulados de la Encíclica son los siguientes (Quisbert, 2010):

  1. Reconoce el derecho de los trabajadores a organizarse y formar sus asociaciones.
  2. La prohibición del trabajo infantil.
  3. El reconocimiento a un salario justo.
  4. Reconoce la propiedad privada, pero dentro de los límites de la justicia.
  5. El Estado tiene como misión promover el bien público y privado.
  6. Promueve la colaboración entre clases sociales, como alternativa al socialismo y el liberalismo capitalista.

Con estos postulados la Iglesia reconocía la situación de los obreros en una sociedad industrializada, que de manera general era explotada. Sostiene una serie de posiciones inéditas con el propósito de mejorar las condiciones de vida de la clase obrera y evita quedar atrapada entre la disyuntiva de la época: liberalismo capitalista o socialismo.

A partir de este documento, se irán definiendo algunos principios que hasta el día de hoy se siguen empleando para analizar la realidad.

RERUM NOVARUM, HOY

Naturalmente, el texto de Rerum Novarum debe leerse a la luz de su época y no pretender traer a la actualidad su contenido sin esta observación.

Sin embargo, la Encíclica nos deja algunas lecciones que no se pierden a lo largo del tiempo. Una de las principales, seguir dando respuesta ante las situaciones de injusticia y de los más necesitados. A pesar del progreso en varios ámbitos de la vida social, permanecen situaciones de injusticia que son necesarios revisar y proponer. Por otra parte, evitar quedar atrapados por falsas disyuntivas en donde todo parece reducirse a dos opciones, cuando es posible encontrar alternativas más constructivas. Finalmente, la idea de justicia social, por más utópico que pueda parecer sigue siendo la solución a los problemas sociales.

Los 130 años de Rerum Novarum nos muestran que ya se tiene un importante camino recorrido, pero que no está concluido; por el contrario, nuevos retos demandan un mayor entendimiento de los problemas y una renovada actuación.

“Déficit de naturaleza” El Reto de la educación actual: ¿Niños y estudiantes encarcelados?

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dr. Juan Manuel Madrigal Miranada • Docente UNIVA Uruapan

 

La expresión “trastorno de déficit de naturaleza” (TDN) es de Richard Louv, en su libro “El último muchacho en el bosque” (2005), Last child in the woods, editado en español (2012) como Volver a la naturaleza, Barcelona: Integral. Louv define la expresión TDN como “una atrofia de la conciencia, una disminución de la capacidad para encontrar sentido a la vida […]” (p. 24, edición española), lo cual afecta la salud física, mental y social.

Louv habla del “vínculo roto” en el ser humano, especialmente en los niños y estudiantes en general, separación de la naturaleza, vínculo hoy sustituido por estímulos electrónicos, por “la sobreexposición a multitud de estímulos fugaces”. Esta desvinculación fue estudiada en el siglo XX por Rachel y Stephen Kaplan quienes evidencian la relación entre los procesos de atención y la fatiga mental.

La “atención dirigida excesiva” (ADE) impide la “atención involuntaria” (AI). La ADE está relacionada con estímulos artificiales, lo cual causa irritabilidad e impulsividad, y este tipo de atención está vinculado a la sensación de encierro y aislamiento. La AI es denominada “fascinación” por los Kaplan, ligada a ambientes naturales, novedosos y muy atractivos.

Estos tipos de atención se dan en un contexto mundial dominado por el divorcio entre naturaleza y cultura, separación que caracteriza al núcleo de la cultura Occidental: la naturaleza es “algo”, un “recurso”, para dominarse y usarse sin medida pues supuestamente es infinita e inagotable. El escenario principal son gigantes empresas trasnacionales destruyendo en todo el planeta los bosques, selvas y otros ecosistemas, guiados miopemente por el afán insaciable de ganancias monetarias.

Por su parte, muchos pueblos originarios se relacionan con la naturaleza como con una gran persona, como alguien con quien se comparte un destino común. La naturaleza y sus miembros son sagrados, hermosos, dignos, valiosos en sí, hermanos; no son simples cosas utilitarias. La naturaleza es una gran familia, Madre Tierra.

Todo esto apunta a que debemos reconsiderar y sanar nuestra relación con la naturaleza. Por su parte, la ciencia ha mostrado que un estrecho contacto con la naturaleza, como los “baños de bosque” (paseos en silencio), nos sanan física, mental y espiritualmente, pues tranquilizan, serenan, pacifican, estimulan la inteligencia y creatividad, agudizan los sentidos, dan sano placer estético y espiritual pues conmueven con su misterio, diversidad, colorido y belleza inaudita…

Los Kaplan enfatizaron, pues, el efecto reconstituyente de natura sobre los procesos atencionales sanos y óptimos. Taylor, Kuo y Sullivan (2001), en Views of nature and self discipline (Journal of Enviromental Psychology, 21), concluyen estudios sobre niños citadinos, y afirman que el contacto regular de los niños con la naturaleza les mejoró la concentración, redujo su impulsividad, aprendieron a retrasar la gratificación, y lograron más autocontrol y autodisciplina. Descubrieron también que hay una estrecha relación entre violencia, dispersión mental y fatiga, debido en gran parte al déficit de naturaleza.

Wells y Evans (2003), en Nearby nature, muestran estudios sobre niños rurales, donde encontraron menos estados de estrés y más resistencia a retos. También documentaron el tratamiento de niños con síndrome de déficit de atención e hiperactividad, y descubrieron que en muchos casos sanó ese déficit debido al contacto sistemático con la naturaleza.

The American Institute for Reserch, en 2005, hizo un estudio sobre la salud y conducta con niños de nulo contacto con la naturaleza, comparándolo con otros con contacto asiduo, lo cual mostró que los segundos tienen amplias ventajas psicológicas de inteligencia emocional y salud. Se descubrió también que el simple ver imágenes (fotos, videos, etc.) de la naturaleza hace diferencias entre los niños, como las ventajas ya señaladas.

E. D. Wilson, en 1979 propuso la Hipótesis de la Biofilia: el ser humano por naturaleza tiene una tendencia empática hacia otros seres vivos. Wilson y Stephen Keller maduraron más tarde esta hipótesis en Nature and childhood development (2005) (Washington, DC, Island Press). Concluyeron que en el fondo, ser social significa “aprecio hacia otros seres” (biofilia).

Richard Louv (citado anteriormente) considera que la “sustentabilidad ambiental” solo puede penetrar más en la conciencia humana, si se centra en la renaturalización de la vida cotidiana (¿Qué consumimos y usamos? ¿Qué implica?).

Louv acepta la “mente hibrida” la cual hace un balance entre el mundo físico y el mundo digital. Cree que el problema no es la tecnología en sí, sino el mal uso de ella, pues está atrofiando “los lóbulos prefrontales” (directores de la orquesta cerebral).

El gran reto, cree Louv, es que los gobiernos, políticos y grueso de la población sean conscientes, se organicen y actúen efectivamente a favor de la naturaleza (nosotros mismos). Hasta hoy, han sido más bien inconscientes, de doble moral, y mezquinamente convenencieros, su fruto amargo: el calentamiento global y todas sus consecuencias.

Un tema recurrente

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtra. Laura O. Robles Sahagún • Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo UNIVA Guadalajara

 

Sí, ya es un tema recurrente pero que como sociedad no podemos dejar pasar porque se trata de un asunto que aplica a cualquier ser humano, en cualquier condición y estrato socioeconómico: las enfermedades y el desabasto de medicamento.

Mucho se habla acerca del desabasto de esos medicamentos que los niños necesitan para sanar del cáncer; la sociedad se ha movilizado porque en realidad es un tema que estremece el corazón, es muy duro, muy fuerte ver que los niños pierden la batalla contra esta terrible enfermedad por no contar con atención adecuada y oportuna. Más difícil se vuelve cuando ese paciente es cercano a nosotros. Pero la falta de medicamentos no es solo para niños con cáncer, hay otras enfermedades que aquejan a la infancia y que están siendo desatendidas como las renales, las psicosociales, la diabetes y muchas más, ¿qué decir de los niños con discapacidad en sus diferentes manifestaciones?

Los adultos no somos la excepción, ni en lo particular ni en lo privado hay medicamentos. Los doctores se ven imposibilitados, en ocasiones, a cumplir con el juramento que hicieron al obtener su grado de estudios. Aunque hay diferentes juramentos (no solo el de Hipócrates), todos están plagados de aspectos éticos para salvar vidas y contribuir con sus colegas y cumplir con el compromiso social que adquieren, ya que la salud pública es un asunto mayor. Los médicos tienen también el código internacional de ética médica y una gran cantidad de documentos con valores, que contribuyen con el ejercicio de su profesión en favor de los enfermos.

No se puede defender lo indefendible cuando escuchamos declaraciones insensibles y fuera de contexto por parte de las autoridades gubernamentales encargadas de la salud, en donde lo único que logran es hacer que la población actúe en consecuencia para exigir la atención médica que es un derecho humano.

¿En dónde están los organismos de derechos humanos para exigir medicamentos para los enfermos? ¿Por qué en la página web de la Comisión Nacional de Derechos Humanos encontramos información mínima acerca del Derecho a la protección de la salud? De hecho, lo único que hay es un apartado que dice: “Toda persona tiene derecho a la protección de la salud, si las personas hacen uso de los servicios de salud tienen el derecho de obtener prestaciones oportunas, profesionales, idóneas y responsables”. ¿Por qué no hay recomendaciones para las autoridades que han obstaculizado la compra de medicamentos? ¿Cuántos niños, jóvenes, adultos tienen que morir para que en México cambie esta situación? ¿Hasta cuándo se logrará respetar los derechos de todos los mexicanos de proteger su salud?

Felicidades a la sociedad civil que se ha organizado para ayudar a la población con cáncer a conseguir sus medicamentos. Hagamos valer nuestro derecho de protección de la salud.  Mi deseo es que ni la política ni los intereses personales cambien los valores y los compromisos que obtenemos al estudiar una profesión, sea la que sea y que siempre busquemos el bien común.

 

Piblicado en La Crónica de Hoy Jalisco del viernes, 02 de julio de 2021.

 

América “patina”

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Antes de juzgar los acontecimientos que están teniendo lugar en Nicaragua o en Perú, deberíamos detenernos a pensar en las causas de fondo que los producen. Durante ya bastantes años, diversos países de la Cuenca del Pacífico figuraron entre las naciones alineadas con Estados Unidos. Este país, desde hace doscientos años, ha mantenido una permanente política intervencionista que puede ser muy bien considerada la principal causa externa del estancamiento y deterioro de innumerables naciones latinoamericanas, particularmente en Centroamérica, pero igual, en todo el continente.

Durante el reinado de la Unión Soviética, Latinoamérica tuvo una alternativa para jugar con su adhesión a cambio de determinados beneficios, y con diversos resultados, esa posibilidad dejó de existir desde 1991. A partir de entonces la “amenaza comunista” se tropicalizó, y el sistema se volvió autónomo no por elección sino por el imperio de la realidad.  En adelante la apuesta por un comunismo marxista o maoísta no tendrá otro apoyo que el de países latinoamericanos semejantes, donde dicho sistema a fin de cuentas ha sido siempre una caricatura violenta y frustrada en el logro de los grandes ideales del paraíso proletario.

En contraparte, las elites beneficiarias del capitalismo salvaje han seguido operando con la colaboración de los gobiernos liberales o conservadores, pero también de las dictaduras seudosocialistas, como sucede en Nicaragua; Brasil es hoy día un pésimo ejemplo de lo que puede lograr la alianza entre el capital y el evangelismo, cuyos resultados los está pagando la amazonia y todos sus habitantes, sin hablar del destino de las clases sociales menos favorecidos del Brasil costero.

Lo cierto es que un capitalismo neoliberal como el que se ha impuesto en América latina desde hace treinta años ha fracasado tanto como el comunismo, en lo que se refiere a elevar las condiciones de vida de la gente pobre y de las mismas clases medias, unas estancadas y otras en retroceso, lo que no impide el que la sociedad a la hora de votar, desconcertada y desesperada, siga oscilando entre unos y otros. Lo vemos ahora en Perú dividido entre un candidato comunista como Pedro Castillo, y la candidata filocapitalista Fujimori, mientras que Daniel Ortega, dictador de facto, sigue encarcelando opositores en Nicaragua.

Es evidente que el sistema político latinoamericano tiene vicios de origen que lejos de superar hemos ahondado y hasta consolidado, de tal forma, que al margen de quien gobierne, sea de derecha, centro o izquierda, el sistema se mantiene y mantiene a la sociedad bajo el yugo de la parálisis democrática, con una lista interminable de oportunistas que llegan al poder con el compromiso básico de mantener el sistema político establecido sea bailando con la izquierda que con la derecha, y muy seguros, es parte del sistema, de que la gente seguirá pagando los gastos, de que los grandes capitalistas seguirán beneficiándose lo mismo en el Nicaragua socialista que con mayor razón en los países liberales, mientras las condiciones de vida se extreman entre la miseria y el lujo, la devastación ecológica y la devastación humana, entre la polarización ideológica y los connatos recurrentes de revueltas sociales, entre marchas, manifestaciones, y represiones de todo tipo, aunque no hayamos todavía llegado a los escenarios de Birmania.

 

Publicado en El Informador del domingo 04 de julio de 2021

Responsabilidad Social

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dra. María Cristina Martínez Arrona • Directora de UNIVA Online

 

 Necesitamos fortalecer la conciencia de

que somos una sola familia humana.

Papa Francisco

 

Diferentes estudios, como el que desarrolló el Centro de Especialización de Estudios Psicológicos de la Infancia, en el que muestra cómo la indisciplina y los hábitos que se han vivido durante el encierro han producido hostilidad, demora a la socialización e introversión por parte de estudiantes a nivel básico; así como la investigación realizada por la UNIVA1 en el que reconoce que la falta a eventos deportivos, sociales, culturales, así como la participación en celebraciones “fue lo que se percibió como la mayor afectación por todas las generaciones”, siendo los jóvenes los más perjudicados en sus relaciones sociales y, sobre todo, en la vida laboral.

No hay duda que los meses de aislamiento que vivimos como estrategia para la mitigación de la COVID-19 está afectando la dimensión social de la persona, y con ello, nuestro crecimiento integral y la proyección de futuro, ya que nos construimos y desarrollamos en la medida que convivimos, dialogamos y nos relacionamos con los otros; y ante un contexto de confrontación e incapacidad para el encuentro constructivo, se hace necesario recuperar, fortalecer y profundizar en la capacidad que tenemos todos de responder a los diferentes desafíos: la responsabilidad social.

Vivimos en una sociedad global en la que estamos interconectados, por lo que la responsabilidad no la podemos pensar de forma individual, de ahí la necesidad de reflexionar en el impacto que tienen nuestros actos al interno de las distintas organizaciones sociales en las que nos desenvolvemos o trabajamos. Cuidar la marca de nuestras acciones en la gente, en el futuro, en la cultura y en el medio ambiente, es una responsabilidad personal y colectiva.

En al ámbito universitario se le conoce como Responsabilidad Social Universitaria (RSU), que cuida, además de la dinámica organizacional y su extensión con la sociedad, los aspectos formativos buscando generar profesionales con una responsabilidad ante el futuro, y los impactos cognitivos, esto es, el producir investigación y conocimiento que pueda abonar al desarrollo integral y al bien común de la sociedad. La RSU es una parte constitutiva de la educación que concientiza a los estudiantes, y a la Institución misma, en trabajar en pro del bien común y el desarrollo sostenible.

El papa Francisco (2019) subraya que es vocación de la universidad preparar a los jóvenes para que sean no solo profesionales cualificados, “sino también protagonistas del bien común, líderes creativos y responsables de la vida social y civil”. La universidad es el espacio que promueve el encuentro, el diálogo y una cercanía que invita a la confrontación constructiva desde diferentes perspectivas.

 

Referencias

  1. De Regil Sánchez I.L. y González López L., (Coord.) (2021). Distanciamiento físico-social. Estudio sobre sus efectos en la vida de las personas durante la pandemia por COVID-19. Zapopan, Jal.: UNIVA.