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Voces UNIVA

Efectos del azúcar refinada en la dieta

Por Líderes Universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Grecia Stephanie Ríos Corral · Pasante de la Licenciatura en Nutrición

 

El azúcar es un tipo de carbohidrato que se genera a través de la eliminación de la fibra y las proteínas del jugo de la caña de azúcar. A finales del siglo XIX su producción mundial se disparó de 250 mil toneladas por año a 8 millones de toneladas anuales. Fue durante los años 1900 que su consumo se introdujo de manera masiva en el mercado, principalmente en bebidas azucaradas como refrescos y jugos. Diversos estudios han identificado que el azúcar es uno de los alimentos más consumidos en el planeta, y se ha demostrado que puede ser tan adictiva como una droga.

La adicción al azúcar se genera a través de un proceso de tres partes. La primera etapa se identifica por atracones, es decir, un consumo ilimitado de azúcar. Esto nos hace sentir bien debido a la liberación de dopamina, causando una sensación de felicidad, pero conforme pasa el tiempo el cuerpo se acostumbra a tener estos niveles de azúcar en sangre así que la dosis debe ser cada vez mayor para poder lograr el estado de felicidad deseado. La segunda etapa se llama codependencia, y es aquí cuando la persona ya se volvió dependiente a la sustancia, por lo cual, si pasa largos periodos sin su consumo aparecerán síntomas parecidos al síndrome de abstinencia (temblores, debilidad, escalofríos, cefalea y deshidratación). La tercera etapa consiste en el deseo por volver a consumir azúcar y por ende la recaída, la cual casi siempre consiste en consumir la sustancia en cantidades mucho mayores a la última vez, y así es como comienza el círculo vicioso.

Es claro que el azúcar es necesario en pequeñas cantidades para generar energía. Sin embargo, un consumo en exceso puede llegar a desencadenar enfermedades crónicas-degenerativas. Estas pueden tener un factor en común: los malos hábitos de alimentación, que pueden causar el síndrome metabólico. Este síndrome puede afectar a todo el cuerpo y abarca las siguientes enfermedades: cardiopatías, obesidad, diabetes, hipertensión, problemas renales, algunos tipos de cáncer, hígado graso, inflamación, ovario poliquístico, etc.

Debido a su alta incidencia, el síndrome metabólico ha llamado la atención de muchos investigadores y hoy en día se sabe que el consumo excesivo de azúcar actúa como un factor importante en el deterioro de la salud a nivel mundial, por lo cual es importante ser conscientes de la cantidad de azúcar que consumimos, y llevar una alimentación balanceada y lo más natural posible, evitando productos procesados y con azúcares añadidos.

 

Bibliografía

Palma Ramirez, G., Navarro Fernandez, A., Lozada Castillo, I., & Hernandez Valdes , F. (2015). El azúcar, tannociva como cualquier droga. UAEH .

Perez Montaño, R. (2017). Las 5 enfermedades con mayor tasa de mortalidad relacionada con el consumo de azúcar «Azúcar la punta del Iceberg». UnADM, 1-20.

Sierra, A. (2015). Azúcar: Dulces sabores, amargas consecuencias. Wellness Ecoosfera.

Cuando el barco se hunde

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtra. Laura O. Robles Sahagún · Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo

 

Ahora sí que como dice el dicho: “si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. Es momento de aprender de la experiencia ajena, de ver lo que sucede en este tiempo de crisis mundial con otras empresas, organizaciones o profesionales.

El sector empresarial de Jalisco estima que en el 2020, se perderán 155 mil empleos formales en la entidad. Recordemos que este Estado es el segundo, a nivel nacional, en el número de asegurados en el IMSS, solmente después de la Ciudad de México y antes que Nuevo León y Estado de México. La cifra de pérdida no es menor y eso será el resultado de cierres parciales o totales de centros de trabajo.

Muchas mermas económicas, muchas organizaciones disminuyendo su planta laboral, otras cerrando por completo, y aun así, hay colaboradores que no ven que el barco se hunde y siguen llevando sólo agua para su molino.

Es el momento de sumar, de cuidar el trabajo, de abonar al objetivo de la organización para la cual se trabaja, de darle rumbo al barco y de remar todos en la misma dirección. Pero ¡Ah no! Hay quienes pelean aún el status, les gana el ego. En estos momentos no se vale demostrar quién puede más, sino, cómo puedo sumar con mi fuerza.

En días pasados el subsecretario de Salud, López Gatell, declaró que vamos a mitad de la pandemia, lo cual significa que en términos financieros se avecina la peor parte. ¿Quién asegura a esos “poderosos” de las empresas que saldrán bien librados de esta crisis? Y volvemos a un término muy utilizado últimamente pero no tan practicado como algunos quisiéramos: la empatía. Ser empático con los empleadores y con el resto de los colaboradores, podrá hacer que de manera solidaria, la empresa se fortalezca y pueda salir adelante, lo menos afectada posible.

El trabajo coordinado, el seguimiento puntual de los objetivos y las metas, el uso eficiente de los recursos y el trabajo hombro con hombro, serán el soporte valioso que tendrán las organizaciones para salir adelante. Sin su fuerza de trabajo, sin su talento humano y la voluntad de éste, será muy difícil sobrellevar esta crisis. Además, obvio, de una buena administración financiera.

Así que para quien no quiere que su fuente de trabajo se pierda, pues es momento de analizar honesta, sencilla y objetivamente su actuar en ésta. Ya no es tiempo de intocables, ya es tiempo de resultados, efectividad y trabajo en equipo. Evaluémonos, antes que nos reprueben otros.

 

Publicado en La Crónica de hoy Jalisco del viernes, 17 de julio de 2020.

El abrazo de Zapopan

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Del abrazo de Acatempan hemos llegado al abrazo de Zapopan. En efecto, en Acatempan se abrazaron Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, inicialmente rivales y finalmente amigos y asociados por la causa común de la independencia nacional.

En Zapopan se abrazaron Manuel López Obrador y Enrique Alfaro, inicialmente rivales, en una polémica que desató y sostuvo con vehemencia el gobernador de Jalisco, y que en cierto modo ya había causado la caída del súper delegado federal morenista, contendiente a la gubernatura de nuestro Estado, designación que, a decir de muchos, había sido muy imprudente y que no podía tener buen fin.

Los acontecimientos inéditos del pasado 4 de junio llevaron esta lucha a situaciones críticas, siendo el clímax del combate luego de año y medio de dimes y diretes cuyo epicentro siempre fue Jalisco.

Al igual que en tiempos pasados, muy pasados, el gobierno de Jalisco, en su diferendo con el gobierno federal, había intentado incluso hacer una coalición, convocando a otros estados vecinos, como aquella que en el siglo XIX se llamó la coalición de los estados del Occidente y que era anticonstitucional, que porque iba en contra de la federación.

Tanto el grave problema de la inseguridad, que sigue sin resolverse, como la actual pandemia, fueron ocasión para ahondar las diferencias y entrar en una especie de competencia entre federación y estado, por lo mismo, la renuencia de Jalisco a participar en las mesas de seguridad, el rechazo a cualquier indicación que viniera del doctor Gatell, y la iniciativa de revisar el pacto federal en materia fiscal.

Hasta la fecha ignoramos las causas reales y profundas de esta guerra, aunque haya muchos opinadores que la interpretan de múltiples formas y maneras, sin que sea posible probar sus dichos, ya que de las intenciones personales resulta imprudente juzgar.

Diversas personalidades en nuestro estado consideraban que tal polémica no era sensata, sino desgastante y perjudicial para Jalisco, que toda la vida el mejor camino ha sido aceptar los hechos consumados y adaptarse en aras de objetivos más altos; que el bienestar y la prosperidad de la sociedad, tan ajena a las motivaciones de semejantes peleas, debería priorizarse, pues resultaba criminal el que la gente quedara entre dos fuegos, el estatal y el federal, pagando las cuentas de una lucha que ni era suya ni le beneficiaba, hasta donde sabemos.

Así las cosas, el presidente Andrés Manuel, de regreso de Estados Unidos, nótese, hizo su gira por los estados actualmente más violentos del país, Guanajuato, donde matan a la gente por cientos, Jalisco, donde la desaparecen por miles, y Colima, que va por el mismo rumbo.

Ignoramos las causas, motivaciones, razones o circunstancias que han llevado a un cambio de actitud, a una conciliación pública que tuvo lugar en Zapopan, en las instalaciones de la zona militar, pero esperamos que dé un resultado positivo en la solución a los problemas graves que aquejan al estado y a la nación.

La psicología y la esperanza

Por Líderes Universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

María Fernanda Alujas Hernández · Pasante de la Licenciatura en Psicología

 

Inició el año 2020 y con este se vinieron planes, propósitos y metas. Unos eran relacionados con nuestra profesión, con la salud, con nuestra economía, relaciones interpersonales o incluso únicamente para nuestro entretenimiento: viajes, eventos… en fin: querer cumplir los sueños y disfrutar nuestra vida al máximo, siempre enfocados en el exterior. Cada uno pensando en su propio crecimiento y bienestar personal. Al parecer “nos sentíamos dueños” de nuestra propia vida. Sentíamos “que sabíamos” realmente quiénes éramos. Sin embargo, jamás pensamos que una partícula microscópica, mejor conocida como COVID-19 se convertiría en el tangible reflejo de cómo estábamos llevando nuestra vida.

Empezamos a escuchar como el coronavirus fue tomando la salud y vidas de personas que estaban a 100, 1,000, 10,000 kilómetros de distancia: nunca dimensionamos que “eso” que se veía y escuchaba en las noticias, terminaría llegando a nuestra vida. El momento de encerrarnos llegó, y no me refiero únicamente encerrarnos en nuestras casas sino encerrarnos en nuestro propio ser. Varios de nosotros tardamos algunos días para asimilar qué era lo que estaba pasando, no lo sabíamos… pero había algo que sí teníamos claro, no querer que el coronavirus llegará a nuestro cuerpo… aunque déjame decirte que sí lo hizo; tú, mi estimado lector: fuiste y eres víctima del coronavirus.

Tal vez no se manifestó a través de los síntomas que engloban el cuadro clínico, pero se manifestó en esa ansiedad que comenzaste a sentir por no poder salir, esa desesperación por tener que cuidar a tus niños 24/7. Esa incomodidad de no saber cómo relacionarte con los miembros de tu familia. Esa tristeza de no poder llevar a cabo tus planes y proyectos. Esa nostalgia de no poder ver a tus amigos. Esa incertidumbre de saber qué era lo que iba a pasar con la economía. Ese enojo e impotencia contra el gobierno. Esa sensación de vacío interior, de darnos cuenta de que todo lo que en algún momento escondimos e intentamos evitar salió a flote gracias al coronavirus.

Es momento de la esperanza, darle un sentido positivo a todo lo que estamos viviendo; principalmente dar gracias a Dios que nos permitió vivir este confinamiento para que nos diéramos cuenta de que estamos llevando nuestra vida por otra dirección, agradecer a nuestra familia o personas cercanas que todavía están con nosotros, agradecer la oportunidad que se nos dio en nuestro trabajo de hacer “home office”, a las plataformas virtuales que nos han permitido continuar con nuestros estudios y por qué no, también ver a nuestros amigos. Cierro con esta frase de Víctor Frankl que me gusta: “Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos”. Es momento de hacer mancuerna desde la psicología y con esperanza, para la construcción del nuevo nosotros.

 

Nutrientes, microbiota y sistema inmune

Por Líderes Universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Ana Sofía González · Alumna de la Licenciatura en Nutrición

 

La relación entre nutrición e inmunidad es un campo muy atractivo y complejo. La nutrición es un componente determinante en el desarrollo y mantenimiento de la respuesta inmune. Los datos epidemiológicos existentes relacionan la presencia de déficits nutricionales con desequilibrios inmunitarios e incremento del riesgo de infecciones. En la última década se ha investigado para conocer a fondo el papel de ciertos micronutrientes sobre el sistema inmune, como el hierro, el cobre, el zinc y las vitaminas liposolubles (sobre todo la A, D y E); pero también se han obtenido nuevos datos que abogan por la importancia de otros micronutrientes como el selenio, la glutamina, los aminoácidos ramificados y algunas vitaminas, como la vitamina D. (Segurola Gurrutxaga, Cárdenas Lagranja, & Burgos Peláez, 2016)

Las vitaminas, minerales y los elementos traza ejercen un papel importante como cofactores de muchas vías metabólicas y se consideran esenciales para la integridad y el perfecto funcionamiento del sistema inmune. Algunos micronutrientes como la vitamina A (beta-caroteno), ácido fólico, vitamina B6, vitamina B12, vitamina C, vitamina E, hierro, zinc, cobre y selenio, ejercen efectos inmunomoduladores e influyen en la susceptibilidad del huésped a sufrir infecciones (Nova E. , Montero, Gómez, & Marcos).

Probióticos y prebióticos

El término microbiota hace referencia a la comunidad de microorganismos vivos residentes en un nicho ecológico determinado. El ecosistema microbiano del intestino (microbiota intestinal) incluye especies nativas que colonizan permanentemente el tracto gastrointestinal y una serie variable de microorganismos vivos que se encuentran transitoriamente en el tubo digestivo. Las bacterias nativas se adquieren al nacer y durante el primer año de vida, mientras que las bacterias en tránsito se adquieren continuamente a través de los alimentos, bebidas u otras fuentes (Ruiz Álvarez, Puig Peña, & Rodríguez Acosta, 2010).

Los probióticos se definen como microorganismos vivos que, al ser ingeridos, en la cantidad adecuada, producen un efecto beneficioso al contribuir al equilibrio de la flora intestinal y potenciar el sistema inmunológico. Los microorganismos considerados como probióticos son: Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus termophilus (utilizados en la fermentación del yogur), Bifidobacterium bifidum o Lactobacillus bifidum; Lactobacillus casei, Lactobacillus acidophillus, Lactobacillus reuteri, etc. (Rosas, 2011).

Dieta equilibrada

La ingesta energética tiene una clara influencia en la actividad inmunológica, tanto por exceso como por defecto de calorías. El aporte excesivo de energía puede afectar a la capacidad del sistema inmunológico de combatir infecciones, por lo que la obesidad está ligada a una mayor incidencia de enfermedades infecciosas. Además, las personas obesas son más propensas a desarrollar enfermedades cardiovasculares que, a su vez, están relacionadas con alteraciones de la función inmunológica (Vilaplana i Batalla, 2015).

Cultivando nuestra fortaleza

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dra. María Cristina Martínez Arrona · Jefa de UNIVA Online

 

Tenemos la fortaleza para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos,

sin importar en la difícil situación en la que nos encontremos.

Elke Van Hoff

 

En lo que va del año, se estima que más de un tercio de la población mundial ha sido puesta bajo un tipo de cuarentena. En México, estamos en el cuarto mes de confinamiento y no se ve que vaya a terminar pronto, de ahí la importancia de recordar que las personas tenemos la capacidad para reinventarnos y recrear nuestra vida, incluso en tiempo de contingencia. No podemos vivir este año como “un paréntesis”, “un tiempo que no aportó nada”, “un lapso que tuvimos que soportar de la mejor manera”.

En la vida buscamos crecer en lo intelectual, económico, social, sentimental, emocional, pero en ocasiones descuidamos una dimensión importante de nuestra persona: la espiritual. La voz spiritus significa ‘respiro’, la espiritualidad es el cultivo de la esencia de uno mismo, el poder detenernos para dar un respiro y encontrar sentido a lo que estamos viviendo, no es un refugio para los momentos de crisis, sino la capacidad para trascender.

Vivir desde el espíritu nos permite afrontar situaciones difíciles, de ahí la invitación a tener un tiempo destinado para hacer silencio y dialogar, ¿cuánto hace que no estamos solos con nosotros mismos? Hablando con sinceridad, de corazón. Las personas de fe le llamamos oración “un diálogo de amistad, a solas, con quien sabemos nos ama” (Sta. Teresa de Jesús). La vivencia en el espíritu ofrece una nueva perspectiva a la vida.

Viktor Frankl afirmaba que la libertad espiritual hace que la vida tenga un propósito, y para lograr la trascendencia proponía tres valores -actitudes- importantes: ser recíproco, vivir con gratitud y la capacidad de elegir, de enfrentar la adversidad.

La espiritualidad nos permite contemplar la realidad dejándonos afectar, que lo que estamos viviendo cambie algo en nuestra vida, aunque sea sólo la mirada, la actitud con la que enfrentamos las cosas. No dejemos que el contexto nos impulse a dejar nuestros sueños o que la rutina ahogue nuestros proyectos.

Cultivar el espíritu reconstruye nuestra fortaleza interior, nuestra esperanza para seguir confiando en la vida. Las personas con espiritualidad fuerte no son egoístas, ni se encierran, enfrentan la realidad con actitud positiva, ejerciendo la solidaridad. Son las pequeñas elecciones y decisiones las que conforman nuestro presente y nos adiestran para las grandes resoluciones en el futuro.

Contemplar, agradecer, soñar, hablar con nosotros mismos y con Dios, las dificultades, frustraciones, ansiedades, pero también nuestros logros y sueños, permiten, desde la experiencia, dar sentido a nuestra vida. En ocasiones vivimos muy conectados con lo material, con lo que hacemos, con lo que tenemos, pero es importante vivir más allá de nosotros mismos superando así nuestros límites “porque el Señor no nos dio un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de ponderación” (2 Tim 1,7).

 

 

Publicado en El Semanario Arquidiocesano de Guadalajara del 12 de julio de 2020.

 

¡Es el colmo!

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtra. Laura O. Robles Sahagún · Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo UNIVA Plantel Guadalajara

 

De verdad (y me disculpo por iniciar de esta manera mi colaboración) me llena de indignación y repugnancia la insensibilidad de algunas personas ante la situación que viven niños y adultos enfermos. Y no solo me estoy refiriendo a quienes están en el poder (no les puedo llamar políticos), también hago alusión a todos aquellos ciudadanos que los defienden y que abogan por las posturas que toman y las grotescas frases que utilizan.

¿Acaso habrán visto alguna vez el sufrimiento de un paciente con cáncer? ¿Acaso habrán visto la sonrisa llena de dolor, pero también de esperanza de un niño que está luchando por vivir? ¿Acaso creen que a ellos no les va a pasar o a algún familiar no les va a pasar?

No se trata de dinero, no se trata de poder, se trata de enfermedades que no respetan condición alguna (ni económica, ni de género, ni de posición social, ni laboral). Se trata de padecimientos de organismos y eso, por lo que sé, todos estamos integrados de lo mismo.

Uno de los mayores problemas que existen actualmente es el desabasto de los medicamentos para las quimioterapias, pero ¿qué hay de las diálisis y hemodiálisis? ¿qué con las vacunas? Y tantas enfermedades que requieren tratamientos muy costosos y que no son entregados a los pacientes.

Leía en días pasados la relatoría que una amiga hizo acerca de su sesión de quimioterapia, en donde estaban regresando a muchos pacientes porque no se les podía proporcionar su tratamiento. La desesperación de la gente porque ya llevan muchos días sin medicamento. Me partió el alma solo de ponerme en los zapatos de esas personas, de sus familiares.

¿No tenemos ya demasiado con la pandemia, los desastres naturales, la crisis económica como para que no haya sensibilidad, empatía y responsabilidad hacia los enfermos?

¿De qué les sirve tener grados académicos si no los ponen al servicio de los demás? ¿Para qué quieren estar en el poder si solamente les sirve para su propio bien?

No señores, no se trata de partidos políticos ni de preferencias ideológicas. Se trata de humanismo, se trata de ética, de responsabilidad, de lealtad a la patria y a los ciudadanos ¿Acaso no juraron cumplir y hacer cumplir la ley?

Y esos defensores de lo indefendible, rueguen porque nunca necesiten un solo medicamento, ni ustedes ni las personas a las que quieren (supongo que por lo menos habrá alguien por quien si sientan compasión), para que no tengan que pasar por este sufrimiento aun mayor de no contar con los insumos para su salud.

Quien está contribuyendo para hacer frente a este desastre, es la sociedad civil organizada, los particulares, pero la situación económica de muchas personas se está viendo afectada y no podrán seguir aportando tan fácilmente a estas causas ¿qué va a suceder entonces? ¿Muertes masivas? Entonces, que pongan en los certificados de defunción: muerte por negligencia e irresponsabilidad de X y Y que estaban en el gobierno y no le entregaron su medicamento.

Y recordemos la protesta que hacen los presidentes de México: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si no lo hiciere, que la Nación me lo demande”.

Pues ¡Ya se los demandamos!

 

 

Publicado en La Crónica de Hoy Jalisco del viernes 3 de julio de 2020

 

El uso de plasma convaleciente en pacientes críticos de COVID-19 como alternativa de tratamiento

Por Líderes Universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Estrella Aguilar Reyes · Alumna de la Licenciatura en Médico Cirujano  

 

El día 30 de enero del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el mundo se encontraba bajo amenaza de un nuevo virus, conocido ahora por todos como SARS-CoV-2. Sumergidos en el término de pandemia y de la nueva enfermedad que esta causa (COVID-19), la comunidad científica de todas las naciones se ha encontrado en una batalla contrarreloj, aún hoy, a casi medio año de su descubrimiento, a pasos acelerados se realiza la búsqueda de soluciones y respuestas, pero hacen falta piezas en el rompecabezas.

Ya conocemos su forma de contagio, su periodo de incubación, sus síntomas y diagnóstico, pero aún no hay certeza cuando hablamos sobre el tratamiento; es conocido por el personal de salud que la base del abordaje médico es tratar la sintomatología, siendo este campo muy amplio donde se han probado varios fármacos como la hidroxicloroquina, remdesivir, lopinavir/ritonavir interferón β-1ª, entre otras terapias innovadoras. Sin embargo, también se apuesta por lo ya conocido, aquello que ha demostrado tener eficacia en escenarios similares al que hoy tenemos sobre la mesa, como fue el caso de SARS en 2002 y MERS en el año 2012 virus similares a SARS-CoV-2, el uso de plasma convaleciente.

Pero ¿Qué es el plasma convaleciente y por qué es tan importante?

Se define como plasma al componente líquido de la sangre que se obtiene una vez retirados los elementos formes. Este líquido se encuentra conformado por agua, iones, gases aminoácidos y proteínas. Entre las proteínas que conforman el plasma (albumina, globulinas y fibrinógeno), las globulinas son las que en este momento representan el punto de investigación más importante.

Hay tres tipos de globulinas y cada una tiene un papel especifico, las gammaglobulinas o inmunoglobulinas son proteínas que se originan de las células llamadas linfocitos B, están encargadas de la producción de anticuerpos contra agentes patógenos y de memoria (para en caso de volver a contraer un mismo patógeno nuestro cuerpo esté listo para atacarlo).

Entonces, ¿qué papel juega las gammaglobulinas en todo eso?

El proceso de creación de anticuerpos por los linfocitos B (gammaglobulinas) tarda aproximadamente 3 semanas en desarrollarse en nuestro cuerpo, bastante tiempo de espera para un paciente grave que necesita un tratamiento lo más pronto posible, pero en el caso de aquellos pacientes que se encuentran en recuperación de la enfermedad o ya se encuentran completamente curados, la gammaglobulina ya está presente en su plasma y es capaz de proteger al individuo. De acuerdo con la hipótesis de transfusión de plasma convaleciente a pacientes críticos, esta podría ser una solución, en términos más prácticos esto significa darle al paciente crítico los anticuerpos que necesita para atacar al virus.

¿Cómo estamos seguros de que esto podría funcionar en el caso de COVID-19?

A lo largo de la historia el uso del plasma convaleciente ha demostrado tener eficacia como tratamiento de varios patógenos (como antes lo mencionamos), un ejemplo es el SARS en 2002 que comparte familiaridad con el nuevo SARS CoV-2. Actualmente, la FDA y la Organización Mundial de la Salud respaldan el uso de plasma convaleciente, estableciendo normas para su uso en investigación titulado WHO Blood Regulators Network.

Evidencia de esto fue la publicación en 2004 de la revista European Journal of Clinical Microbiology & Infectious Diseases; el ensayo clínico titulado Use of Convalescent Plasma Therapy in SARS Patients in Hong Kong pudo observar que en aquellos pacientes que recibieron plasma convaleciente durante los primeros 14 días del inicio de los síntomas, presentó una mejoría clínica del 58.3% versus 15.6% de mejoría en aquellos pacientes que recibieron la trasfusión después de 14 días del inicio de los síntomas, además de reducir la mortalidad de los pacientes.

Ante la premura del tiempo y la expansión de esta enfermedad, ya se están realizando investigaciones alrededor del mundo específicamente en SARS CoV-2. Journal of Medical Virology puso a disponibilidad en mayo 2020 la investigación Convalescent plasma transfusion for the treatment of COVID-19: Systematic review donde fueron evaluados 110 artículos de los cuales, 5 cumplieron con todos los criterios de selección (1 en Corea del Sur y el resto en China), en todos los estudios concluyeron que se disminuyó el índice de mortalidad, que la mayoría de los pacientes presentaron mejoría en los síntomas, disminución de las lesiones pulmonares, e incluso (en algunos casos) dejando el uso de ventilación mecánica, también representó ser un tratamiento bien tolerado.

Aunque esto suene prometedor, el estudio sistemático resalta que aún no se pueden atribuir estos beneficios únicamente al uso del plasma, ya que se presentan limitantes como la falta de estudios de alta calidad, así como de literatura científica y que, en las diferentes investigaciones, los pacientes también fueron multitratados con fármacos. Los resultados pueden verse influenciados por diversos factores como país y lugar de realización del estudio, la disponibilidad y cantidad de plasma, el sexo, la edad, el curso natural de la enfermedad, patologías ya existentes en los participantes, entre otros.

Se concluye entonces que, se necesitan urgentemente más ensayos clínicos multicéntricos de alta calidad y seguir investigando para encontrar una terapéutica efectiva “vamos por el camino correcto”.

Se levanta el viento: la romántica historia del inventor del avión Zero japonés

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dr. Fabian Acosta Rico · Docente-Investigador UNIVA Plantel Guadalajara

 

Imagina tener de vecino aun elemental o genio de la naturaleza: gigantesco, peludo y de rasgos felinos (como Totoro); o hazte a la idea de acompañar a un as de los vuelos en hidroaviones a quien un encantamiento convirtió en un puerco humanoide (Porco Rosso), igual de alucinante es seguir el nacimiento y el crecimiento acelerado de un delicada y exquisita princesa que brotó de un retoño de bambú, cuya belleza la hacía irresistible a todos los hombres (El cuento de la princesa Kaguya)… estas y otras muchas historias entran el abanico de fantasías animadas de los prestigiosos Estudios Ghibli. Netflix, hace poco tiempo, hizo tratos con dichos estudios para que todo su catálogo pudiera estar disponible en esta plataforma de streaming permitiéndoles a los usuarios disfrutar de clásicos como las premiadas películas: El viaje de Chihiro o La princesa Mononoque.

 

En una de sus producciones del 2013, Se levanta el viento, también disponible en la plataforma, reluce el nacionalismo y el orgullo étnico nipón de la casa de animación. Aunque basada en un hecho real, con sentido biográfico, la fantasía, sello de la Casa, está presente en esta película en el constante transitar de la vigilia al mundo onírico donde se va trazando el hilo conductor del destino. ¿Somos lo que soñamos o soñamos lo que somos? Posiblemente, ambas afirmaciones sean ciertas y ambos mundos estén interconectados por leyes y principios sólo explicables por una ciencia arcana o hermética.

En esta película se nos narra la historia de Jiro Horikoshi. Nuestro personaje no fue un prominente político ni un general o genio estratega: él se dedicó en vida al diseño de aviones. En el mundo futuro los grandes de la historia, sin duda, serán los inventores (algunos de ellos empresarios también): como Nikolas Tesla, Bill Gates o el propio Mark Zuckerberg. Horikoshi, diseñó el mortífero caza japonés Zero. Es muy probable que el caza imperial, el veloz Tie de la saga de Star Wars, este inspirado en este avión que, por cierto, participó con probado éxito en el ataque a Pearl Harbor.

Se levanta el viento, comienza adentrándonos en el mundo de sueños de una niño que fantaseaba con volar y en su onírico ensimismamiento conocía a Carponi, el famoso diseñador de aviones italiano. Despegar los pies de la tierra; surcar los cielos en naves de madera y metal; por innatural que en realidad parezca, para Horikoshi, un niño cuyos pensamientos nacieron con alas (de avión, no de pájaro ni ángel), esa era su pasión. La película discurre principalmente en el periodo de entre guerras, en un Japón que, tras el fin de la dinastía Meiji, muda de piel; transita del feudalismo a la industrialización: intenta con muchos esfuerzos y sacrificios estar a la par en tecnología con los países occidentales. Para esto envía a sus jóvenes más brillantes y prometedores a conocer y aprender de naciones como Francia, Alemania e Inglaterra…

En las universidades del Viejo mundo y de Norteamérica los jóvenes nipones asimilar, no sin asombro, los secretos de una poderosa ciencia capaz de obrar portentosos milagros de tecnología como la locomotora, los telares industriales, los trasatlánticos y los aviones; sí, sobre todos los aviones, esos pájaros metálicos impulsados por motores diésel que le faltan al respeto a la universal ley de la gravitación.

A este Japón abierto a Occidente y sobre todo, enamorado de Inglaterra y de su época Isabelina pertenece Horikoshi; este joven inventor y futuro ingeniero aeroespacial vive un romance de novela rosa con Naoko, hija de buena familia, a quien salva junto con su dama de compañía de un devastador temblor cuando era apenas una niña, durante un viaje en ferrocarril. Ella será su primer y último amor. Se reencontrará con ella en un hotel de Japón y tras esta oportunidad jamás volverán a estar separados el uno del otro. Se levanta el viento es una película que discurre entre los sueños del joven japonés, sus esfuerzos para realizarse como ingeniero aeroespacial y sus contados idilios con la mujer que tanto amo y a quien la tuberculosis le arrebato. Horikoshi es, sin duda, uno de los nuevos personajes a los que la historia moderna les otorga un protagonismo y una importancia mayor ya que, con su ingenio y creatividad, han contribuido a forjar la civilización moderna plagada de portentosas máquinas que parecen sacadas de las futurizas fantasías de los escritores de ficción.

 

La sociedad del bienestar

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

En los últimos cuarenta años la sociedad definió su concepto de estar bien en términos de certezas materiales: tener salario seguro, casa, acceso a la educación y a la salud, alimentación suficiente, vacaciones, ahorros para el retiro, todo en un entorno de derechos y libertades siempre más amplias.

Estas aspiraciones fueron suponiendo cada día un mayor número de requerimientos tecnológicos en función de la capacitación, el esparcimiento, y la comunicación, por lo mismo tener un mejor internet, mejores computadoras, mejores celulares, mejores vehículos espaciales, aéreos y terrestres.

Los jóvenes del siglo XXI nacieron en ese mundo de certezas tecnológicas que aseguraban la satisfacción de todas las necesidades, y un estilo de vida que combinaba el estudio y el trabajo con los fines de semana invariablemente invertidos en esos centros de diversión llamados antros, con la pre copa, la copa y el “after”, entre las nueve de la noche y las seis de la mañana. Puesto que a muchos no les bastaba el bienestar experimentado por la copa, la música y el baile sin más, comenzaron a estimular sus sensaciones con el recurso a las drogas, convirtiendo su tráfico en un negocio exponencial.

Con estas rutinas venía funcionando la vida en todas partes, con su diversidad de grados, cuando muy sorpresivamente se presenta en el mundo una novedad que la gente de los últimos cien años jamás había experimentado por lo menos en Europa y en América: una epidemia para lo cual no había solución alguna. Nunca la verdad del mundo había sido tan vacilante como en este año 2020. Fue como si de pronto la faja de oro que circundaba al planeta se mostrara quebradiza y falsa, pues ni todo el dinero de las naciones ha podido devolver a la gente la confianza que venía disfrutando.

Los pies de acero que daban sustento a los poderosos han temblado haciéndoles tartamudear sus discursos y mensajes otrora tan contundentes y asertivos. Los líderes que parecían tan grandes se han culpado unos a otros como niños asustados. Luego de mil explicaciones lo único que ha quedado claro es que nos hemos quedado sin explicaciones, nosotros que tan acostumbrados estábamos a tenerlas para todo.

De pronto todas nuestras velocidades se han frustrado, pues la realidad que enfrentamos no se modifica ni controla con medicinas al alcance de la mano o de la cartera, ya no basta con ir a Houston, no se resuelve el problema con teléfonos inteligentes, controles remotos o el internet de las cosas. Para muchos la vida ha dejado de ser cierta; nuevamente triunfa la precariedad propia de la naturaleza humana que a tantos parecía cosa del pasado. El saber que las personas se enfermaban y morían parecía algo que a nosotros nunca nos iba a pasar, o que ocurría solamente en el interior de África o en la remota Asia central, y que, de cualquier modo, la ciencia tan avanzada tendría siempre los recursos necesarios de manera efectiva e inmediata. Nadie se había tomado la molestia de averiguar lo que se tarda una vacuna en producirse, porque hacía años que las vacunas operaban sin ningún problema. Cierto, los hombres de verdadera ciencia sabían hasta qué punto el mundo de los virus y las bacterias es impredecible, pero eso era un conocimiento molesto que era mejor mantener reservado.

Quienes nunca aceptaron el futuro ahora ríen, aun estando en el mismo suplicio, porque la soberbia no es patrimonio del progreso, y sin embargo el futuro sigue existiendo, como siempre, para la gente de buena voluntad, gente que sigue rezando el “Padre nuestro”, plenamente consciente de lo que pide y confiesa en cada una de sus siete partes.