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Voces UNIVA

Los santos inocentes

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

En México el adjetivo “inocente” tiene por lo menos cuatro acepciones: menor de edad, ingenuo, no culpable, o francamente tonto. La segunda semana de este mes que ya termina tuvimos el inicio de la jornada de los santos inocentes, la inmediata segunda temporada de la serie televisiva “los secretos de Lozoya”.

Como en toda serie que se respete, el hilo de la trama se acompaña por otros temas tales como el cumplimiento de la catástrofe anunciada, es decir, los sesenta mil fallecidos por COVID-19, negro telón de fondo de la serie; la agudización de la crisis económica mundial, peor que la recesión de 1929, como el ambiente en que los hechos se desarrollan; los efectos especiales gratuitamente ofrecidos por la delincuencia organizada, desordenada o eventual, todo acompañado por la increíble campaña en favor de la comida chatarra, para que mejor disfrute de esta nueva producción.

Es verdad que el derecho afirma que nadie está obligado a acusarse a sí mismo, pero también es cierto que aceptar las consecuencias de los propios actos es un signo de madurez, una sociedad formada por inocentes crónicos es una sociedad infantil que no merece confianza ni es digna de asumir responsabilidades; si quienes conforman la clase política son personas infantiles e inmaduras ¿qué clase de país podemos tener?

Que las declaraciones, videos de unos y otros, señalamientos y acusaciones se filtren a los medios es parte del misterio, pero sobre todo, evidencia de que en las mazmorras del Poder Judicial, las cosas siguen sin cambiar, ¿o será que incurrir en esta clase de filtraciones o no es delito o si lo es no se sanciona?

Una gran parte de la sociedad mexicana sabe que la transformación del país no es algo en lo que se deba creer como se cree en una doctrina religiosa, sino algo que se debe hacer y demostrar con evidencias, porque la corrupción no se abate con series televisivas de policías y ladrones, sino con reformas muy concretas de las leyes, por ejemplo, que los delitos de corrupción no prescriban, que los errores procesales no permitan la liberación de delincuentes, sino la sanción inmediata a quienes levantan mal los procesos,

que a los gobernantes se les prohíba promoverse, pagando con nuestros impuestos tiempo aire en los medios de comunicación, que la mayor y principal sanción a los políticos corruptos, consista en la devolución de lo robado con los intereses que correspondan, estas reformas sí que nos hablarían ya en serio de una genuina transformación, más allá de escándalos tanto más fugaces cuanto más impactantes e inútiles, habida cuenta de que antes de lo que uno se imagina, aún los personajes más demonizados, acaban siendo liberados para que disfruten de lo mucho que se robaron, y todos felices.

Entre ingenuos o tontos seríamos los ciudadanos que nos creyéramos cuanto vemos, leemos u oímos sin someterlo todo a comprobación y análisis, con base a una duda no obsesiva sino pedagógica, tarea que compete a todos pero que, como tantas cosas, hemos descuidado permanentemente.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y su impacto por el COVID-19 para alcanzarlos en el 2030

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dr. Francisco Navarrete-Báez • Docente-Investigador UNIVA Plantel Guadalajara

 

Se ha comentado desde su lanzamiento, que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el año 2015, serían utópicos. Que lo planteado en esa convención en la ciudad de Nueva York, no era otra cosa que un listado de buenos deseos propuestos por gente ilusa apartada de la realidad.

Como contexto general, los ODS son la ruta y el reto más promisorio de la humanidad en su conjunto de las últimas décadas, por rescatar a nuestro planeta como un todo. No sólo en el aspecto ambiental, que ha sido impactado terriblemente en los últimos 50 años, sino también en el aspecto social, en el cual la brecha entre la pobreza de muchos y la riqueza de muy pocos es cada día mayor, aspectos que indudablemente dificultan concretar los objetivos propuestos.

De un camino serio, objetivo y sistémico que comenzó prácticamente cuando la II Guerra Mundial terminó, con una trayectoria de múltiples esfuerzos entre las distintas naciones que iban conformando la ONU, pasando por los primeros impactos a través del Club de Roma, por los acuerdos como los de la Cumbre de Río-92, sobre las bases y convenios concretos sobre el medioambiente y el desarrollo, la misma Cumbre de Río-2012, celebrada a propósito de los 20 años cumplidos, enfocada específicamente al desarrollo sostenible, hasta la Cumbre de Desarrollo Sostenible del 2015 en la cual se acordó la denominada Agenda 2030.

Esta cumbre organizada por la ONU desarrolló la denominada Agenda 2030, que se enfoca en 17 grandes propuestas, denominadas ODS, con sus respectivas metas e indicadores (en total 169), surgida no sólo por los gobiernos de cada nación, sino por la participación de diversas ONGs y la misma ciudadanía; cuyo cumplimiento y compromiso fue el de alcanzarlos al cien por ciento el año 2030 por todas las naciones firmantes (por cuestiones de espacio y para mayores detalles consultar: https://sdgs.un.org/goals).

A partir de ese momento, los países involucrados se plantearon políticas públicas propias para llevarlas a cabo de acuerdo con sus necesidades y posibilidades específicas, que fueron difundidas a todos los niveles de gobierno y que involucró también compromisos con el sector privado, académico y sociedad en general. Cada nación desarrolló su propia plataforma para ir monitoreando los avances de cada ODS como país y por cada región (para el caso particular de México, consultar: http://agenda2030.mx/#/home).

A cinco años de haberse implementado, los datos no son muy alentadores, el promedio mundial ha avanzado alrededor de un 28%, con algunas naciones mucho más avanzadas, principalmente las denominadas desarrolladas, y la mayoría, las denominadas en vías de desarrollo, con pocos avances.

Cabe aclarar que hay ODS con más avances que otros, como el de “energía asequible y no contaminante” (ODS 7), “trabajo decente y crecimiento económico” (ODS 8) y posteriormente el de “salud y bienestar” (ODS 3), los cuales tienen progresos alentadores. Otros como el de la “reducción de las desigualdades” (ODS 10), principalmente la de ingresos, “el fin de la pobreza” (ODS 1), “hambre cero” (ODS 2) y “educación de calidad” (ODS 4), son vistos por los expertos como poco probables de que se logren. Por lo que el camino aún es largo.

Añadiendo que este análisis aquí mostrado fue reportado a principios de este 2020 antes de la pandemia sanitaria provocada por el COVID-19, que ha azotado terriblemente a la humanidad en todos los aspectos posibles, hasta el momento hay fuertes indicios de que muchos de los avances antes señalados han sufrido un retroceso y los que estaban más rezagados han sido impactados con mayor fuerza.

Podemos poner varios ejemplos: la cuestión de la salud, ahora enfocada principalmente a atender a pacientes con coronavirus, ha dejado de prestar servicios hospitalarios secundarios, producción de medicinas básicas o limitado las campañas de vacunación. El impacto económico derivado del confinamiento ha generado el cierre de empresas o reducción de las plantas productivas, por lo que se han perdido millones de empleos alrededor del mundo. En otros casos, los salarios se han reducido, y no se pronostica una recuperación del empleo como se tenía a finales del 2019 hasta el año 2022. Por lo que las desigualdades (ODS 10) están siendo más pronunciadas, generando así el epíteto de la pobreza.

Otro impacto colateral que los ambientalistas resaltan es el uso masivo de mascarillas, guantes, caretas y todo tipo de equipo de protección personal (EPP), utilizados para protección propia ante la exposición y generación de una posible infección, que por higiene son casi en su totalidad desechables y que inevitablemente se están utilizando, llegándose a perder el control de los residuos generados por los mismos. En la mayoría de las poblaciones a nivel mundial no se cuenta con la infraestructura ni la cultura cívica para darle un buen cause. Además, hay que sumar el incremento del uso del plástico para transportar como recipiente, principalmente comida y artículos de primera necesidad, que por el temor de estar infectado no se reutiliza ni se recicla, generando en conjunto miles de toneladas de basura al día.

Por lo tanto, el panorama de los ODS a cumplir al 2030 no es nada alentador, se le suman al rezago, el retroceso y la poca atención puesta en los mismos, por obvias razones, las naciones están preocupadas por salir de esta pandemia lo antes posible y con el menor impacto en las personas y en sus economías. Aunque todavía es muy pronto, es muy probable que la ONU se replantee su horizonte para que los ODS sean realmente factibles. Pero, lo más importante es que el cumplimiento de cada uno de los 17 ODS no está solamente en manos de los países, está en cada uno de nosotros, como individuos que a pesar de las actuales vicisitudes podemos y debemos seguir contribuyendo y promoviendo su importancia dentro de nuestra sociedad.

Efectos a corto plazo de una dieta vegetariana baja en grasa en dislipidemias

Por Líderes Universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Cinthya Guadalupe Mora Torres · Pasante de la Licenciatura en Nutrición

 

En la actualidad, las dislipidemias se ubican entre los principales factores de riesgo para presentar enfermedades cardiovasculares, las cuales se encuentran entre las primeras cuatro causas de mortalidad en México. La tendencia a la adaptación de estilos de vida que propician el sedentarismo y las pautas alimentarias inadecuadas, han influido en el crecimiento de la prevalencia de las dislipidemias, el sobrepeso y la obesidad.

La dislipidemia es una concentración elevada de lípidos en la sangre (colesterol, triglicéridos o ambos) o una concentración baja de colesterol rico en lipoproteínas (HDL), las principales causas que desencadenan esta patología son sobrepeso, obesidad, hipertensión, hipotiroidismo, sedentarismo, diabetes y la alta ingesta de grasas, comidas hipercalóricas y alimentos ricos en harinas refinadas.

Estudios realizados en Valencia, España han demostrado que la intervención dietética lacto-vegetariana y baja en grasa hipocalórica, en la cual se incluyeron frutas y verduras como base de la dieta, cereales integrales y tubérculos como carbohidratos de bajo índice glucémico y en menor proporción las leguminosas, los frutos secos y el yogur desnatado como fuentes de proteínas, por último, como aporte de lípidos al aceite de oliva extra virgen en frío, aceitunas y aguacate; predominaron el consumo de alimentos hervidos, al vapor y al horno. Fueron excluidos el consumo de azúcares, edulcorantes artificiales, café, té, refrescos y alcohol. Dicha intervención incluyó a mujeres y hombres, entre 20 y 80 años cuyo índice de masa corporal (IMC) se situará entre 18.5 y 34.9 kg/m2, perfil lipídico alterado (colesterol total, colesterol LDL y triglicéridos elevados y colesterol HDL disminuido) sin ningún tipo de tratamiento farmacológico. Durante 15 días los pacientes se sometieron a este régimen alimenticio, al terminar se llevó a cabo un análisis de todos los parámetros lipídicos de los cuales se obtuvo un cambio estadísticamente significativo: colesterol total, colesterol LDL y triglicéridos disminuyeron significativamente, también se observó un descenso en el colesterol HDL, lo cual, se esperaba por la dieta baja en grasa.

Esta alternativa como tratamiento nutricio en dislipidemias leves a corto plazo podría ser útil, ya que en general las dietas ricas en fibra y bajas en ácidos grasos saturados (AGS), los cuales son elevados en alimentos de origen animal, ayudan a controlar los niveles de lípidos en sangre, predominando el consumo de alimentos ricos en fibra, vitaminas, minerales, de menor densidad calórica y más saciantes. Sin embargo, el apego a este tipo de dietas es muy bajo, ya que la población actual está acostumbrada al consumo de proteína animal.

Aprender leyendo

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dra. Josefina C. Santana Villegas • Docente UNIVA Online

 

Desde fines del siglo pasado, universidades mexicanas comenzaron a incluir el aprendizaje del inglés dentro de sus planes de estudios y ahora una gran parte de las instituciones de educación superior exigen cierto grado de dominio entre su alumnado como requisito de graduación.

La exigencia tiene sentido desde la perspectiva universitaria. Quienes hablan inglés tienen más oportunidades de empleo, generalmente con mejores sueldos. Asimismo, pueden pensar en continuar sus estudios en instituciones extranjeras. La universidad misma puede ampliar sus redes de colaboración con universidades alrededor del mundo, con las ventajas que esto conlleva. Sin embargo, no todos los alumnos tienen la misma facilidad ni las mismas oportunidades para aprender el inglés. Lo que parece ser una medida excelente de beneficio para los graduados, puede convertirse en una herramienta más de discriminación.

En México, a pesar de que el estudio del inglés es obligatorio a nivel secundaria y preparatoria, suele haber una brecha importante en cuanto al aprendizaje del idioma entre las escuelas públicas y las privadas (Davies, 2011). Esto se debe a una variedad de razones, incluyendo menor “capital cultural” entre los alumnos de escuelas públicas. Esto se traduce en que tienen menos acceso en casa a libros, diccionarios, computadoras, y otras herramientas que son importantes para el aprendizaje.

Sin embargo, hay estudios que indican que existe un remedio efectivo, y relativamente fácil y barato que puede ayudar a cerrar la brecha en dominio del inglés entre alumnos con diferentes oportunidades. Este remedio es leer en inglés.

Estudios realizados entre universitarios mexicanos en diferentes ciudades del país señalan que la frecuencia con la que los alumnos leen en inglés es el mayor predictor de dominio, incluso más que haber vivido en el extranjero (Eccius-Wellmann y Santana, 2020). Otros estudios señalan que leer desarrolla también otras áreas lingüísticas (Renandya y Jacobs, 2016) y que este impacto se extiende a otros dominios también. Es decir, leer más en inglés ayuda a mejorar la comprensión lectora en español, y viceversa.

Es verdad que México no es un país de lectores, pero debe comenzar a serlo. Los profesores debemos fomentar la lectura en nuestros alumnos y esta debe ser lectura por placer, no por tarea. Las escuelas deben facilitar libros para quienes no los tienen en casa. A nivel superior, los artículos de investigación –escritos en su mayoría en inglés- pueden contribuir tanto al aprendizaje de contenidos como al dominio de la lengua. Pequeños cambios de esta naturaleza pueden lograr grandes beneficios para todos y contribuir a cerrar la brecha entre los que más y menos tienen, así como a disminuir la discriminación.

 

La guerra de los pasteles

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Desde hace años habíamos comprendido, aunque no necesariamente asumido, que la comida chatarra no nutre, pero sí daña. Las frituras, los refrescos, y un sinnúmero de productos que se ofrecen por todas partes caen bajo esta denominación.

No obstante, dichos productos se han seguido publicitando cotidianamente en casi todos los medios de comunicación, pero nunca habían sido defendidos o justificados, sino hasta que se prohibió venderlos a menores de edad.

No se entiende la indignación promovida, ya que desde hace años también se prohibió vender a menores de edad cigarros y alcohol.

El hecho es que de pronto, en el canal televisivo ADN40, se proyecta un reportaje, desde luego, editado, sobre el tema. Ahí aparece una sufrida ama de casa de clase entre media y media baja, confesando que ella da a sus hijos comida chatarra, acompañada de su respectiva coca cola de dos litros, porque la coca es más barata que la leche. Sin duda muchos de los espectadores que fueron expuestos a este “reportaje” le dieron la razón a dicha señora, y a pocos se les habrá ocurrido pensar que un agua de horchata es mucho más barata y nutritiva que la coca cola.

Contemporáneamente hicieron su aparición nutriólogos y psicólogos para insistir en que la prohibición de la comida chatarra no es la solución para promover una sana alimentación y que, además, las prohibiciones incitan más que ahuyentan.

¿Cuánto estará costando esta contra campaña? No lo sabemos, pero seguramente quien la financia tiene mucho que perder con la prohibición y mucho que ganar atacándola.

El contexto de esta nueva guerra de los pastales es el COVID, que se ha cobrado la vida, sobre todo, de personas con problemas de obesidad y de diabetes, ambas condiciones favorecidas por una alimentación chatarra.

Pero desde luego hay otros contextos, si consideramos que un conocido empresario, abierto y declarado enemigo de la 4T, tiene crecidos intereses en la materia.

Muchas cosas hay que lamentar en este episodio, así: que una medida de por sí admisible, como es dicha prohibición, se pueda opacar por su colindancia con asuntos personales entre gobierno y empresarios, que reconocidos profesionales de los noticieros televisivos se presten tan alegremente al juego, sin importar la confusión que generan entre la gente, sobre todo, la que tiene menos recursos para analizar críticamente lo que ve y lo que oye, que el interés por la ganancia económica se siga poniendo por encima de la salud pública, también, que el gobierno dé la impresión de usar la contingencia más como un pretexto que como una honesta preocupación por la salud de la sociedad, o que haya empresarios que busquen manipular al país con el poder de su dinero.

El peor de los sistemas políticos es aquel en el que nada es lo que parece, formalmente somos una democracia, pero detrás de ella se han dado lo mismo dictaduras dosificadas que plutocracias disimuladas; creeremos que una semejante situación se está realmente combatiendo, cuando sea de verdad pareja, de lo contrario, pasaremos de una simulación a otra.

 

 

Publicado en El Informador del domingo 23 de agosto de 2020

La Pedagogía Interactiva, certidumbre de nuestra calidad educativa

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtra. Rocío Mijangos Méndez • Docente UNIVA Online

 

Desde hace 52 años de la fundación de la Universidad del Valle de Atemajac cada ciclo escolar ha sido especial y único, sin embargo, no cabe duda que, el ciclo 2020-3 (mayo-agosto) ha sido un cuatrimestre muy diferente a cualquier otro, la pandemia del COVID-19 no sólamente trajo un panorama de incertidumbre social, de inseguridad en el tema de la salud, nos trajo una serie de retos que cada uno de los miembros de esta gran comunidad ha tenido que enfrentar.

Preguntas como: ¿Podré trabajar desde casa?, ¿será que puedo llevarme mi computadora?, ¿podremos regresar a las aulas?, ¿cuándo podremos volver a nuestro ritmo acostumbrado?, ¿será que ahora debo acostumbrarme a impartir mis clases en línea?, ¿podré seguir mis estudios?, ¿podré ser capaz de impartir mis clases?, ¿es mi internet o el de ellos? empezaron a rondar por nuestra cabeza y muchos de nosotros hemos experimentado quizá la inseguridad de poder superar todos y cada uno de estos retos, mismos que me hicieron recordar la quinta regla de la primera semana de los ejercicios de San Ignacio de Loyola que es “En tiempos de turbación nunca hacer mudanza”. Por el contrario, es necesario fortalecer nuestras certezas y aprendizajes ya adquiridos, un ejemplo claro de esto es la Pedagogía Interactiva que surge como modelo educativo en el año de 1984 fruto de una serie de reflexiones de Mons. Santiago Méndez Bravo, el doctor Baltasar Castro Cosío y el maestro Adolfo Valdez Rivas, las cuales dan relevancia al proceso de aprender, facilitando la autogestión para convertir al egresado en un profesional crítico, responsable, entusiasta y promotor del cambio, tomando en cuenta nuestro contexto personal y social.

Nuestra Pedagogía Interactiva en cada uno de sus siete procesos (Inclusión–conformación, codificación–redecodificación, autoaprendizaje investigativo, aprendizaje cooperativo-grupal, aprendizaje pro-tutoría personal, aprendizaje por interacción con el objeto de transformación, evaluación del aprendizaje) nos marcan muy claramente el rumbo y la forma de actuar para llevar a cabo nuestro quehacer educativo, con la misma calidad, en diferentes formas, pero con el mismo profesionalismo. Nuestra Pedagogía Interactiva es la certidumbre de nuestra calidad educativa en medio de un entorno plagado de incertidumbre, en UNIVA estamos más conectados que nunca.

 

La importancia de la educación sexual en la infancia como factor de protección

Por Líderes Universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Jessica Mariela Ledesma Pérez • Pasante de la Licenciatura en Psicología

 

La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.

Nelson Mandela

 

Empezaré por pedirte a ti lector, que recuerdes aquella manera en la que alguna vez te dijeron cuando eras niño, que podías referirte a tus partes íntimas… Te han venido a la cabeza un sinfín de palabras graciosas ¿cierto?… ¿confusas?, ¿sin sentido?…

Bien, este pequeño ejercicio es el claro ejemplo de que en nuestra sociedad aún existen temáticas tabúes: la educación sexual en la infancia, la cual, debido a mis recuerdos en la primaria, me atrevo a decir que fue limitado y, lamentablemente, aún continuamos con esa educación pobre en las escuelas de nuestros hijos, hermanos, primos, sobrinos, etc. Está información puede resultar demasiado confusa y contradictoria para un pequeño que se encuentra en una etapa donde conocer su cuerpo entero y qué función tiene cada parte de él, constituye su desarrollo. Resulta pertinente que esto cambie, y quizá te preguntes: “¿Por qué esta autora quiere que se incremente la información sexual en nuestros pequeños?” En realidad, considero que incrementar la información sexual, ayudará más adelante a los niños, adolescentes y jóvenes a poder“(…) disfrutar de su salud, bienestar y dignidad; entablar relaciones sociales y sexuales basadas en el respeto; analizar cómo sus decisiones afectan su propio bienestar y el de otras personas; y comprender como proteger sus derechos a lo largo de su vida y velar por ellos” (UNESCO, 2018).

Ahora, dicho esto, me dispongo a responder la pregunta anterior desde mi conocimiento y perspectiva personal: durante mi preparación profesional en psicología, tuve acercamientos a la realidad en la que viven algunos niños, realidad donde peligra su autonomía, donde se encuentran estadísticas alarmantes que describen que solo un 34% de los jóvenes puede probar su conocimiento sobre una enfermedad de transmisión sexual, donde en ciertos países, las niñas no sabían lo que estaba pasando en su primera menstruación, donde en México, se han encontrado casos de embarazos adolescentes justificando que habían hecho uso de anticonceptivo que les enseñaron en la escuela, sin embargo, no sabían que éste se colocaba en alguna parte de su cuerpo. ¿Suena imposible para ti? Así sonó para mí al enterarme de estos casos en específico. Pero tristemente es posible, y está en nuestras manos cambiar la realidad y el futuro infantil, cómo factor de protección.

La vacuna

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

La guerra por la vacuna muestra una vez más el fracaso de todas las iniciativas tendientes a generar una comunidad de naciones cooperativa, abierta y positiva. Desvanecida esta ilusión lo que se revela es el rostro permanente de los egoísmos nacionales y la soberbia de las potencias mundiales.

En el escenario emergen las nuevas alianzas, los liderazgos desempolvados de los últimos doscientos años, esos que provocaron en su momento dos guerras mundiales y una enorme devastación humana. La gloriosa aldea global se deshace en tribus ambiciosas, en pandillas de elite, donde apenas se salvan China y algunas otras naciones fuertes del sudeste asiático. El resto sigue siendo imperialista, ventajoso, y prepotente.

La Organización de las Naciones Unidas que rara vez ha tenido éxito en la prevención de conflictos militares, permanece anclada en el puerto de Nueva York, y eso en cierto modo lo dice todo. Ni más ni menos un retrato de familia, donde las cinco potencias mundiales se sientan blandiendo su derecho al veto, rodeados de todos los demás países, cuyos representantes desarrollan una trama simple, o protestan o aplauden, sin que eso tenga mayor significado.

Por lo tanto, las tribus humanas siguen sometidas a la ley del más fuerte, sólo que el más fuerte ya no es un personaje salido de las cavernas con enorme mazo en la mano, sino gente vestida con finos trajes perfumados blandiendo sanciones económicas, misiles de última generación, o botones rojos de alcance nuclear.

La pandemia los puso a todos en pavoroso ridículo no porque debieran tener en la mano la fórmula mágica que resolviera el problema, sino porque lo pretendían con base a su soberbia histórica. No fue así, ningún gobierno podía estar a la altura de lo inesperado, aunque fuera previsible, no quedó otro remedio que la carrera por la vacuna, como antier era la carrera por la conquista del espacio. Y si aquella épica competencia no se detuvo en ningún tipo de consideraciones y los países implicados se valieron de lo que fuera para ganar, así también lo hacen ahora, es la práctica usual.

Rusia parece de momento tener la delantera, y ha de ser cierto si miramos la ola de críticas resentidas que ha desatado, de descalificaciones por parte de aquellos que no tienen ninguna garantía moral para hacerlo. Naturalmente tampoco les importa generar tan tremenda confusión en la opinión pública, por el contrario, confundir a la gente ha sido uno de los recursos más empleados en este tipo de guerras.

Al margen de los memes, los sesudos artículos científicos, las malévolas insinuaciones, lo cierto es que el debate no es sobre ideas, sino sobre hechos, por lo tanto, la vacuna legítima será la que dé resultados, independientemente de sus pasaportes.

Finalmente debemos recordar que ninguna vacuna es cien por ciento efectiva, lo muestra nuestro largo historial en este campo; por otra parte, el desarrollo de la ciencia ha sido siempre con base al ensayo y al error, y no tendría por qué ser de otro modo ahora si no intervinieran esos líderes peleoneros occidentales, tan decididos a comenzar una tercera guerra mundial si así conviene a sus intereses.

 

Publicado en El Informador el domingo 16 de agosto de 2020

Cómo vencer el maratón de los 30 km llamado ENARM: Consejos desde el punto de vista de un egresado de la Licenciatura en Médico Cirujano

Por Tendencias, Voces UNIVA Sin comentarios

Dr. Claudio Daniel Rojas Gutiérrez • Residente de Cirugía General del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI “Dr. Bernardo Sepúlveda”

 

Una breve síntesis de la carrera de 42 km

El Examen Nacional para Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM) es una prueba que explora la capacidad para la correcta utilización de los conocimientos médicos enfocados en salud pública, urgencias y medicina familiar en el contexto de las cuatro troncales especialidades troncales: Medicina Interna, Pediatría, Gineco-Obstetricia y Cirugía General. Es una prueba con reactivos en formato de casos clínicos con cuatro opciones y una sola respuesta correcta. En el 2019 la prueba constó de 450 reactivos (incluidos en el idioma inglés) y con una duración de 8 horas, la presente convocatoria aún no especifica la duración ni el número de reactivos, sin embargo, las tendencias en cada año han sido constantes.

El XLIV ENARM se encuentra próximo, la presente pandemia trae incertidumbre y es momento que los aspirantes viven el máximo momento de tensión. Un estudio publicado en la revista del Instituto Mexicano del Seguro Social (que valdría la pena revisar) muestra que el porcentaje promedio de selección para escuelas públicas y privadas hacia el año 2016 es aproximadamente del 25%, con un número creciente entre el número de sustentantes y de plazas con el paso de los años. Para el 2019 más 42, 000 médicos generales sustentaron la prueba para las 27 especialidades de entrada directa, sin embargo, sólo se ofertó un total de 9,480 plazas para médicos nacionales, un número despreciable tomando en cuenta la demanda de los aspirantes.

Romper la barrera entre la fatiga, el estrés y aprovechar al máximo lo que resta de energía

Como orgulloso egresado de la licenciatura de Médico Cirujano de nuestra Casa de Estudios también tuve la dicha de vivir esta situación; se hace presente la ansiedad, los desvelos y la inquietante pregunta: ¿Seré capaz de poder entrar a la especialidad de mis sueños? Lamentablemente no existe libro, curso, programa, fórmula o persona que pueda asegurar ser seleccionado y esto debe estar siempre presente en las profundidades del hipocampo del sustentante. No obstante, creo que existen algunas recomendaciones que pueden ayudar a los nuevos aspirantes a sacar el mayor provecho a estos últimos meses y lograr vencer el muro de los 30 km de este maratón llamado ENARM.

Primera recomendación: Para correr un maratón hay que haberse entrenado diariamente

Si bien ningún consejo es más importante que otro, este primer punto, hace excepción a la regla. De hecho, es el más importante. Nadie puede correr un maratón sin haber corrido antes un medio maratón, una carrera de 10 km o 5 km (aunque seguro debe existir alguien que sí lo haga). Lo mismo sucede en la preparación para el ENARM, se debe tener en mente que el tiempo enfocado previo al examen tan solo es un repaso de lo que ya se estudió durante la carrera, internado y servicio (si aplica). No es posible adquirir todo el conocimiento que se debió haber adquirido durante más de 4 años, sin embargo, con honestidad se puede tener un punto de partida para definir dónde nos encontramos y qué tanto se tiene que afilar la punta de lanza. A pocos meses resulta conveniente detectar puntos débiles con la finalidad de trabajar en ellos y concentrarse en lo que suelen ser los bloques que en proporción son más preguntados: Ginecología y Obstetricia y Pediatría (por la suma de sus reactivos).

Segunda recomendación: Se debe conocer el circuito y tener un plan inteligente para recorrerlo

El modelo “SMART” (Inteligente por sus siglas en inglés) es un acrónimo comúnmente utilizado para establecer objetivos sobre todo en el ámbito de desarrollo personal y que resulta bastante útil particularmente en vísperas del ENARM. El acrónimo hace referencia a “specific”, “measurable”, “achievable”, “time-bound”. Si no se tenía un plan estructurado para este momento no es tarde para hacerlo. Se debe de tener un objetivo específico, medible, realizable y que tenga un límite de tiempo. En este caso se debe definir concretamente a qué especialidad se desea ingresar, evaluarse constantemente mediante simulacros y observar el progreso, ser conscientes del nivel competitivo en el que se encuentra y si se tienen los conocimientos suficientes para obtener el puntaje deseado (algo que puede ser duro de tragar) y finalmente establecer el margen de tiempo que queda para la preparación en cara el examen. En toda preparación existen altibajos, pero los ojos no deben estar separados de la meta.

Tercera recomendación: No hay que compararse con otros corredores, llegar a los 42 km debe ser una meta individual

El ENARM es una evaluación donde muchos aspirantes compiten por un mismo lugar y esto puede generar un sentido de competencia, inseguridad y sobre todo ansiedad. El aspirante debe de evitar a toda costa compararse con otros, todos tienen niveles diferentes de conocimientos con fortalezas y debilidades. El hecho de enfrentar un maratón de 8 horas con 450 preguntas es un logro monumental y si se corre de manera consciente se debe de saber que lo más importante no es en sí llegar a la meta sino todo el camino recorrido (porque hasta de los fracasos se aprende). Uno debe de concentrarse en sí mismo, mejorar en áreas de debilidad y evitar distractores a toda costa, ya que este es el más grande enemigo en la recta final, recuerda que del kilómetro 30 en adelante es muy fácil colapsar y no llegar a donde se desea.

Cuarta recomendación: Respirar adecuadamente y economizar energía para no parar antes de llegar a la bandera

Está bien demostrado que la privación del sueño tiene efectos negativos sobre las pruebas de memoria a largo plazo, las habilidades de lenguaje, en la capacidad de toma de decisiones, entre otras. Y si bien en esta carrera existe un paradigma donde los desvelos tienen que ser la regla más no la consecuencia del estudio efectivo, no dista de ser uno de los aspectos más contraproducentes de cara al ENARM. Por lo tanto, se debe de garantizar a toda costa un adecuado descanso durante la preparación para sacar el mayor provecho a las horas de estudio y la consolidación de la memoria a largo plazo. Un día inclusive quizás una semana antes del examen se debe de suspender todo estudio para despejar la mente y tener toda reserva de energía preparada para enfrentar los reactivos y las largas horas frente al monitor. Los maratonistas profesionales saben que dos días antes del gran día se tiene que parar. ¿Si ellos lo hacen porqué nosotros no?

Recomendación final: Ensayar el maratón es clave para que el verdadero sea sólo otro ensayo

Es muy importante practicar y ponerse en el escenario más apegado al ENARM. Actualmente no hay un estudio que demuestre una correlación entre el número y realización de simulacros con el resultado del examen, aunque es bien sabido que son una excelente herramienta para saber resolver casos clínicos y sobreponerse a la duración y contenido de la prueba. No hay mejor manera de saber cómo se siente correr 42 km más que corriéndolos y no hay mejor manera de conocer debilidades que poniéndose a prueba.

Estas recomendaciones fueron de gran utilidad durante los últimos meses de cara al ENARM, fueron clave para obtener el puntaje y la especialidad que deseaba además de que me permitió ingresar a una institución de gran prestigio a nivel nacional. Es importante estar conscientes que esta prueba no define la calidad de un médico, sin embargo, si se desea realizar un posgrado en este país es necesario dedicarle el tiempo y esfuerzo necesario para llegar a esa meta.

«En la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada» (Franklin D. Roosevelt)

 

*Fotografía tomada en el mural realizado en mosaico y bajo relieve en mármol del Centro Médico Nacional Siglo XXI en donde se hace homenaje al renacimiento del hospital, después de lo ocurrido el 19 de septiembre de 1985.

Familia moderna: Una serie sobre la inclusión social en tiempos postmodernos

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dr. Fabián Acosta Rico • Docente-Investigador UNIVA Plantel Guadalajara

 

Desde el éxito de los Pica-piedras a mediados del siglo pasado al que le siguió los Supersónicos recreando un futuro sobre-tecnologizado para la humanidad; los directores de las grandes cadenas han sabido que las audiencias les gustan las series cuyo personaje principal no es un individuo, sino un ente colectivo como lo es la familia.

Las comedias ligeras para televisión protagonizada por alguna singular familia siempre han sido muy rentables; radicalizando la nostalgia y haciendo un llamado a la vieja guardia del homo videns: quien con más de tres décadas encima no recuerda a los Locos Addams o a la Familia Monster. Un presente más cercano que igual nos sitúa pasando interminables tardes y noches frente a la caja-idiota: nos invita a hacer mención de dos de los pesos pesados en el entretenimiento con tinte a hogar disfuncional: los Simpson y Malcom el del medio.

Para los televidentes de estos tiempos, la serie que le dio continuidad a esta temática de la familia jocosa e inmersa en enredos de ocasión: es Modern Family o como la conocemos en el mundo de habla hispana: Familia Moderna. ¿Qué tiene de especial esta serie? ¿Qué nos muestra que no hayamos visto antes en la nutrida lista de comedias televisivas? Hay dos tópicos a ser destacados: el matrimonio gay y la disparidad de edades entre cónyuges. Este tipo de casos ya no son tan extraños o raros y resulta interesante que una serie de comedia los aborde.

La teoría antropológica describe a las familias nucleares como aquellas que están formadas por individuos de parentesco cercano o directo como lo son papás e hijos; una familia extensa incluirá a tíos, primos y parientes políticos como los cuñados y suegros. Cuando uno oye el término familia moderna nos viene a la mente la de tipo monoparental integradas básicamente por un solo progenitor y uno o varios hijos. No obstante, la familia estelar de nuestra serie es una de tipo extensa integrada por tres nucleares emparentadas sanguínea y políticamente. La familia central de la serie está conformada por un hogar del tipo compuesto, como fue en su momento el del expresidente Peña Nieto, en la que los hijos están repartidos entre: “los míos, los tuyos y los nuestros”. El hombre de esta familia (y patriarca de todas las demás) es un sexagenario de nombre Jay Pritchett, dueño de una fábrica de closet, es decir, es un empresario de dinero; él tuvo, llamémosle la fortuna, de casarse en sus segundas nupcias (tras su divorcio) con una mujer separada, madre de un hijo pre-adolescente, a la que le dobla la edad y que además es colombiana (este personaje es interpretada por la modelo y actriz Sofía Vergara).

De los hijos de Jay, Mitchell y Claire, se desprenden las otras dos familias de este trío. La de Claire es la típica con un papá, Phil Dunphy, y una mamá más tres hijos cuyas edades rondas los 12 y 18 años: Haley, Alex y Luke. Por su parte, Mitchell es un abogado homosexual que tiene una pareja de nombre Cameron (con la que pudo contraer matrimonio cuando este tipo de uniones fue legalizado en los Estados Unidos). Ambos adoptaron a un bebé vietnamita de nombre Lily.

Familia Moderna retrata una realidad de la sociedad estadounidense que nos remite al hecho de la superación gradual y constante de ciertos tabús. El primero que un hombre ya mayor vaya por sus segundas nupcias con una madre divorciada de la edad de sus hijos y que, además, para rematar, es de una raza o nacionalidad distinta a la suya. Todavía en los años sesenta del siglo pasado en los Estados Unidos eran mal vistas las parejas interraciales. En cuando a Mitchell los prejuicios abatidos en su caso son aún más polémicos pues el suyo es un matrimonio gay que adoptó una niña, nada más postmoderno. Los Dunphy son los más típicos o aparentemente ordinarios, en esta familia, los roles de género tradicionales aún se cumplen; Phil, el papá, es un vendedor de bienes raíces que desempaña con responsabilidad su papel de proveedor; por su parte su esposa, Claire, sacrificó su carrera para criar a sus hijos; se puede decir que es toda una ama de casa moderna.

La serie tiene la decencia de no adoctrinar a pesar de su marcado tono progresista o moderno; no hace apología de ninguno de los modelos de familia que nos presenta. En la discusión entre el deber y el ser; entre lo políticamente correcto o incorrecto; Familia moderna se concreta a retratar la realidad intergeneracional de los parentescos planteada por los nuevos y viejos modelos de familia: recrea los problemas y fortalezas de cada modelo dándole un toque de humor a los apremios, desentendidos y vivencias de sus personajes; los cuales, habrá que decirlo con toda pertinencia, están tan bien perfilados y caracterizados que no cae en los clichés comunes de los estereotipos. Todos lucen frescos y naturales: desde el abuelo con un machismo domesticado, hasta la niña cerebrito Dunphy siempre angustiada, como Lisa Simpson, en ser la número uno de su clase.

La última temporada de Familia moderna, la once, se trasmitió en los Estados Unidos, este pasado abril del 2020. Netflix tiene montado en su plataforma hasta la penúltima temporada. Si eres de los que disfrutó Malcom el del medio y se quedó con ganas de otra temporada; Familia moderna puede ser un buen y aceptable relevo dentro del género.