Mtra. Eila Gisela Zalles Torres Docente de Ciencias Económico Administrativas UNIVA plantel Vallarta
Para la mayoría de nosotros, el problema no es apuntar demasiado alto y fallar, sino lo opuesto: apuntamos demasiado bajo y tenemos éxito.
- Sir Ken Robinson
Todos los días me encuentro en las aulas de la universidad con personas maravillosas llenas de sueños. Algunos se ven tan lejanos que dan miedo y por eso deciden no perseguirlos, la mayoría le apuesta a seguir el camino que de antemano tienen ante ellos: terminar la universidad, encontrar un trabajo (“¡de lo que sea, porque está difícil!”), generar experiencia, cambiar de trabajo y así, con mucho esfuerzo y con suerte, tal vez algún día tener un trabajo que medio les guste y en el que ganen bien. ¿En verdad esto es lo máximo a lo que podemos aspirar?
Creo firmemente en que hay un camino distinto, que también nos requiere pensar distinto y tomar acciones distintas. Se puede vivir de lo que te apasiona, sólo hay que hacerlo correctamente. En su libro “El elemento”, Sir Ken Robinson habla de trabajar en ese estado en el que todo fluye, cuando las horas pasan y ni cuenta nos damos, de tan absortos que estamos en lo que hacemos. Este trabajo maravilloso requiere de tres condiciones:
- Es algo que amo hacer.
- Tengo el talento suficiente para hacerlo.
- Puedo ganar dinero con ello.
Los japoneses van un paso más allá: ellos llaman Ikigai a la filosofía de vida que garantiza felicidad y un balance perfecto en la vida. Su fórmula incluye los tres elementos que mencionamos anteriormente, agregando uno más: es algo que el mundo necesita. Este último punto me parece muy relevante, aunque yo lo cambiaría a lo que tu entorno necesita, ya que, aunque el mundo lo requiera, si no hace falta en la comunidad en la que vivo, voy a tener dificultad para emplearme.
Entonces ¿se puede vivir de lo que te apasiona? Sí, pero hay que ser realistas. Te gusta, sí, pero ¿eres talentoso en ello? ¿lo suficiente como para que te paguen lo que quieres ganar? Para responder esto, es importante considerar qué tan competida es la industria en la que quieres trabajar, ya que de esto dependerá lo que se considera talento suficiente. Por ejemplo, me pareció sorprendente que en la edición 2019 de La Voz México, después de las audiciones, cada uno de los 4 coaches se quedó con más de 50 participantes para iniciar el programa. Esto es, más de 200 buenos cantantes, sin contar otros buenos cantantes que también salieron en las audiciones y no fueron seleccionados. ¿Qué significa esto? Que para triunfar en la música no basta ser bueno, no basta ser muy bueno… hay que ser DEMASIADO bueno y aún así, eso no te garantiza un lugar.
¿Qué pasa si lo amo, pero hay demasiada competencia? Eso no significa que tengas que dejar de hacerlo, mantenlo como tu hobby y busca desarrollar tu carrera explorando otras cosas que te encantan y que son necesarias en tu entorno.
¿Y si me encanta, pero no soy lo suficientemente bueno? Otra opción es prepararte hasta que lo seas. A veces no es que no seamos talentosos, simplemente nos ha faltado practicarlo, pulir el talento o desarrollarlo. Cristiano Ronaldo tiene talento, pero no estaría en el lugar en el que está si no le dedicara horas todos los días a entrenar y prepararse.