Laura O. Robles Sahagún • Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo
Ya en alguna ocasión hablamos del Karoshi, palabra japonesa que significa “muerte por exceso de trabajo”; fenómeno que inicia posterior a la 2ª Guerra Mundial, cuando quisieron reconstruir Japón y sus habitantes se hicieron adictos al trabajo, sin embargo, es hasta 1987 cuando el Ministerio de Salud de dicho país lo reconoce y comienza a recopilar evidencias y estadísticas. En 2015 el número ascendía a las 2,310 víctimas.
Si un juez en Japón determina que una persona falleció por Karoshi, el gobierno tiene que aportar a la familia una cantidad similar a 20,000USD y la compañía puede llegar a pagar más de 1,5 millones de dólares como indemnización. Es así que, en Japón, ya se están tomando medidas para que las jornadas laborales sean menores y los periodos vacacionales mayores.
Recordemos que el Karoshi es un fenómeno social grave porque es la consecuencia de jornadas extenuantes de trabajo y para que sea considerado como Karoshi, se debe haber laborado más de 100 horas extra en el mes anterior a su muerte u 80 en dos o más meses consecutivos de los últimos seis. Trabajar 55 horas o más a la semana se asoció con un 35 % más de riesgo de accidente cerebrovascular y un 17 % más de riesgo de morir por una enfermedad cardíaca. Otro dato preocupante publicado en el estudio al que hacemos mención es que, a menudo, las muertes ocurren incluso décadas después. Por su parte la Organización Mundial de la Salud, el exceso de trabajo y estrés laboral provocaron 745 000 muertes por accidente cerebrovascular y cardiopatía isquémica en 2016.
La pandemia por COVID-19 ha modificado la forma y los tiempos de trabajo, ha quedado demostrado que, al estar trabajando desde casa, las horas acumuladas se incrementan y, aunque el Karoshi se asocia a la cultura laboral japonesa, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), indica que México ocupa el 4º lugar en donde las personas trabajan más horas y en 5º lugar se encuentra Japón.
Para muchos, en México, las condiciones laborales empeoraron con el confinamiento y aunque también ya está en vigor la NOM 035 que regula los riesgos psicosociales en el trabajo, no se ha notado mejoría y los trabajadores continúan incrementando su nivel de estrés y el riesgo de fallecer de manera repentina, aunque no se incluya en las estadísticas del Karoshi.
Estas cifras indican que en nuestro país la gente está más expuesta a sufrir accidentes cerebrovasculares y a morir por enfermedad cardíaca, y aunque aquí no está aún reconocido el Karoshi como en otros países, sus efectos ya nos alcanzaron.
Publicado en La Crónica de Hoy Jalisco del 11 de junio de 2021.