Mtra. Laura O. Robles Sahagún • Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo UNIVA
Iniciamos el año y muchos, muchísimos, seguimos trabajando, estudiando y haciendo nuestras funciones desde casa. La pandemia del 2020 ya comenzó a tomar parte del 2021 y por el alto nivel de casos de COVID-19, no visualizo un pronto retorno a la presencialidad.
Por lo menos en Jalisco en ningún momento desde febrero del año pasado, se habían visto y escuchado tantos contagios, ni se había evidenciado la falta de espacios en los hospitales para atención de pacientes como está sucediendo en este momento.
Hubo (y yo me cuento entre ellos), quienes llegamos a pensar que en enero podríamos regresar a nuestros centros de trabajo y ¡oh sorpresa! No será posible y esto me ha puesto a pensar en la forma tan relajada que algunos se están tomando ya el “home office”.
Si bien es cierto que al inicio del confinamiento las horas de trabajo se alargaron, que las horas de capacitación y de aprendizaje de uso de plataformas se extendieron, que todos tardábamos más en hacerlo, ahora he notado que hay gente que empieza a hacer como que trabaja. Aquí hago una nota importante: no estoy generalizando, para que no se ponga el saco quien no le queda.
Es así como la disciplina, las mediciones de resultados y la productividad, serán nuevos retos para las empresas. Desde ahorita, si es que vamos a seguir confinados, se tiene que reevaluar el seguimiento a las funciones de los colaboradores porque las condiciones económicas tampoco están como para mantener personas que simulan trabajar.
¿De qué hora a qué hora se trabaja? ¿Qué se hace durante ese tiempo, qué resultados se obtienen? ¿Se inicia y se termina puntualmente el horario establecido en el contrato de trabajo? ¿Cómo podemos saber quién dedica su tiempo laboral a la empresa que le paga? ¿Quiénes se han dedicado a tener otras ocupaciones para sacar más dinero mientras su jefe cree que trabaja en lo convenido?
Y una vez concluido el confinamiento ¿los colaboradores recordarán las políticas y los reglamentos de trabajo? ¿cumplirán las reglas establecidas? ¿Serán puntuales? ¿Se acostumbrarán a las jornadas completas de trabajo? ¿cómo hacer para que todos los equipos se vuelvan a motivar y trabajen con orden y disciplina?
Grandes retos seguiremos teniendo los empleadores y los colaboradores. Las empresas no solo deberán cuidar toda la normatividad a cumplir en cuestión sanitaria por pandemia, sino también lo establecido por las reformas laborales y las políticas institucionales.
Ahora sí, a demostrar que nos merecemos estar en donde estamos y que apoyamos a las empresas que, pese a la crisis, nos siguen dando trabajo y un salario para vivir. Empecemos el año con honestidad, un gran valor en estos momentos.
Publicado en La Crónica de Hoy Jalisco del viernes, 8 de enero de 2021.