Daniel Hurtado Yépiz • Coordinador de Vinculación Internacional UNIVA Guadalajara
La Internacionalización es un elemento clave en el quehacer social de toda institución de educación superior. Desde mejorar la calidad académica de la universidad, incidir en el incremento del desarrollo humano a través de la formación integral de los estudiantes, hasta contribuir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Son múltiples los espacios que pueden verse favorecidos a través de la dimensión internacional para el logro de sus objetivos. Sin embargo, los beneficios de un proceso de internacionalización no siempre son evidentes, por lo que resulta interesante poder ahondar en este tema con mayor profundidad. Esto es lo que nos trae a redactar este texto: poder comenzar una conversación con miras a ofrecer espacios dinámicos para el diálogo sobre el futuro de la internacionalización y su papel en la construcción de una sociedad más justa, incluyente y pacífica.
¿Qué es la Internacionalización? ¿Qué nos viene a la mente cuando escuchamos esta palabra que hasta a veces es difícil de pronunciar? ¿Intercambios? ¿Viajes? Y cuando creemos entender lo que este concepto significa, ¿realmente entendemos su esencia? Es fácil comprender por qué la Internacionalización no es un concepto sencillo de explicar. De hecho, me atrevería a decir que la Internacionalización es intencionadamente difícil de comprender. Con esto me refiero a que el impacto causado por una experiencia internacional no siempre es evidente. Por ejemplo, cuando un estudiante regresa de su intercambio académico puede compartir que conoció a personas de diferentes culturas, que visitó varios países, que se tomó fotos, videos…, pero lo más interesante comienza cuando relata aquellas situaciones que lo sacaron de su zona de confort, cuando se enfrentó a las diferencias culturales que pusieron a prueba sus habilidades de adaptación y resiliencia. Ese choque cultural que invita a la autorreflexión y al autoconocimiento, es decir, a aquellos procesos en los que se da cuenta de que existen diferentes formas de pensar, de enfrentar las dificultades, de vivir.
Estos procesos nunca terminan. Porque se puede conocer a una persona de cierta cultura, pero dentro de una cultura nacional, ya sea la mexicana, la alemana, la rusa o la brasileña, se encuentran aún más culturas con sus propias tradiciones y cosmovisiones, con sus propias valorizaciones de lo que es o no importante, además de las diferencias particulares de cada individuo. Son procesos que se mantienen constantes y que se aceleran y se incrementan con cada experiencia intercultural que se vive. Cada una de ellas aporta nuevas formas de entender el mundo, cómo es que cada sociedad se comporta y cómo se relacionan entre sí. De aquí es posible comprender la complejidad de nuestro entorno, de lo que nos hace diferentes, pero también de lo que nos une, de lo que tenemos en común: problemas, actitudes, motivaciones, sueños, anhelos.
Pero regresemos a las preguntas iniciales. ¿Qué es la Internacionalización? Como todo concepto con cierto grado de complejidad posee múltiples definiciones que intentan brindar una mejor comprensión tratando de abarcar sus diferentes características. Para el autor Óscar J. Comas Rodríguez (2019), la Internacionalización de la educación superior “… propone pensar en redes de conocimientos heterogéneos donde participen instituciones de todo el mundo, que permitan la certidumbre de una formación ampliada y como consecuencia el acceso exitoso al empleo de sus egresados, así como un reconocimiento y un fortalecimiento del trabajo docente. Si logramos esto, podemos frenar las imposiciones de la globalización y ver en las universidades la oportunidad de la transformación social”. ¿Pero cómo logramos esta transformación? ¿Cómo puede incidir una universidad en este proceso? Hay que recordar la herramienta más poderosa que tenemos: la enseñanza. Nuestra función central se encuentra en la formación de ciudadanos globales, de personas con una conciencia social sólida, personas preocupadas por los problemas del mundo, y capaces de proponer e implementar soluciones sostenibles.
También es necesario mencionar que, si se quiere lograr esta incidencia en los procesos de aprendizaje de los estudiantes, hay que mantener una atención lo más personalizada y especializada posible. No se trata de cantidad, sino de impacto. Se trata de la calidad con la que se asesora al estudiante y con la que se busca su participación en el escenario global. Los estudiantes deben de estar conscientes del propósito de su participación en una experiencia internacional. Deben estar conscientes de los beneficios que pueden obtener, y mantener una mente abierta y un espíritu humilde y de aprendizaje. Esto no significa que deba reemplazar su identidad, sino que pueda afianzar los aspectos que más le agradan de la misma y renovar aquellos aspectos que considere necesarios de moldear. El pensamiento analítico y la innovación, la capacidad para resolver problemas complejos y el liderazgo y el desempeño social son solo algunas de las habilidades más importantes para el año 2025 según el Foro Económico Mundial (2020), y para esto las universidades tienen un papel muy importante para desempeñar.
Una universidad es un centro de conocimiento, es un espacio en donde convergen las ideas, el diálogo, pero dentro de un entorno académico que se rige por el propósito de aprender, pero también de generar nuevo conocimiento y nuevas ideas. Una institución de educación superior debe tener un rol activo y relevante en una sociedad debido a que ofrece el componente académico y científico al debate público, aquel componente que da fundamento a las problemáticas que se discuten en el ámbito público (y sobre las que no se discuten), aquel componente que da validez a las políticas públicas que se deberían estar llevando a cabo para contrarrestar dichas problemáticas. Y es justo este punto la médula de esta reflexión: la internacionalización posee la capacidad de abrir el abanico de aportaciones científicas y de buenas prácticas que pueden enriquecer el currículo de los programas académicos. Es posible mencionar un ejemplo de internacionalización originado en nuestro país, en la ciudad de León, cuando una comisión de funcionarios públicos viajó a Brasil para conocer el desempeño del transporte público. En este viaje conocieron un medio de transporte que se comenzaría a implementar en las principales urbes mexicanas: el macrobús que, teniendo sus pros y contras, funge como uno de los medios de transporte urbano más importantes en el país actualmente.
Y como este existen múltiples ejemplos, así como de investigaciones que se han visto enriquecidas por el intercambio académico y cultural internacional, de ideas que se han visto fortalecidas por las aportaciones de distintos paisajes y horizontes. A modo de conclusión, creo que también la Internacionalización es para los valientes. Porque significa exponerte. Significa aceptar que no estás sólo en este mundo. Que no eres único. Ni el mejor, quizá. Y que hay aspectos en los que se puede mejorar. No necesariamente igualar, sino mejorar. Significa no estancarse, sino evolucionar, y evolucionar para bien. Como la naturaleza, la cual aprende del presente y cambia con el tiempo. Y hablando de cambios, ¿para qué esperar por el momento adecuado cuando tenemos el ahora?
Comparto algunas lecturas recomendadas:
- Anna, D., Devin, F. y Marina, G. (2011). Future Work Skills 2020. University of Phoenix. Recuperado de:
https://www.iftf.org/uploads/media/SR-1382A_UPRI_future_work_skills_sm.pdf
- Kate, W. (2020). These are the top 10 job skills of tomorrow – and how long it takes to learn them. World Economic Forum. Recuperado de:
- Maria, D. y Clarissa, B. (2020). Internacionalization of higher education: institutions and knowledge diplomacy. Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS). Recuperado de:
https://www.scielo.br/j/soc/a/gGxRnkpVnt66mMXyTZKW5hn/?lang=en
- Oscar, Comas. (2019). La internacionalización de la educación superior. ANUIES. Recuperado de: http://resu.anuies.mx/ojs/index.php/resu/article/view/943/386
- Santos, L. (2016). Reseña: Perspectivas globales de la educación superior. ANUIES. Recuperado de: http://resu.anuies.mx/ojs/index.php/resu/article/view/121/89