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Líderes de opinión

La importancia de los movimientos feministas en México

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dra. Lucía Almaraz Cázarez • Docente de Ciencias Sociales y Humanidades

 

A través de la historia, las mujeres hemos luchado por la igualdad y por contar con los mismos derechos que los varones. Es así como el primer movimiento de mujeres surge en Europa en la Revolución francesa en el que se demandaba igualdad, debido a que se cobraba la mitad del salario solo por el hecho de ser mujer. En 1791 surge la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadanía, este es uno los avances históricos que decretaron la igualdad de derechos y el derecho al voto.

En lo que respecta al movimiento sufragista en Inglaterra de 1913, Emily Davidson se coloca en un circuito de carrera de caballos y muere. Ella, junto con otras compañeras del movimiento fue encarcelada en diversas ocasiones por participar en actos violentos, como romper ventanas del parlamento o incendiar buzones de correos y orinar en sedes diplomáticas, consciente de que estas acciones no conseguían resultados tangibles.

La aparición del feminismo como movimiento colectivo, se inició en la ciudad de Nueva York en 1848, en donde se demandaba la igualdad de género, la no discriminación y se reclamaba el derecho al voto.

En México el feminismo se origina a finales del siglo XIX y principios de XX debido a las desventajas sociales que vivían las mujeres. Es en Yucatán donde surge el primer movimiento feminista que buscaba reivindicar temas educativos y sociales.

La tendencia a nivel Latinoamérica respecto a movimientos feministas surge en Argentina, Brasil y Chile. Actualmente en México nos encontramos con diversos movimientos que reflejan el hartazgo social de nosotras las mujeres. Cada cuatro minutos una mujer sufre una violación, las denuncias por agresiones sexuales a mujeres se incrementaron un 20% en el 2019; en cuanto al acoso se integró el movimiento Me Too, el cual logró que las mujeres denunciaran a sus acosadores. Frente a esto, las primeras expresiones fueron brillantina y pintura morada, migrando recientemente al perfomance “El violador eres tú” replicado en varios estados del país.

La importancia del evento Paro Nacional de Mujeres de este pasado 9 de marzo, tiene que ver con la ola de violencia que hemos sufrido las mujeres, pero sobre todo con el tratamiento que se le ha dado al tema de la violencia sistemática, feminicidios, desapariciones y delitos sexuales contra las mujeres. El sentimiento de indiferencia por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno, la falta de incapacidad institucional en la atención a víctimas mujeres, la violencia generalizada, la corrupción, la impunidad y la ausencia de políticas públicas integrales dirigidas a las mujeres, nos duele ahora más que nunca, por ello no es menor que hoy tenga tanta relevancia unirnos a este movimiento y visibilizar la importancia de la mujer en los diferentes ámbitos de la vida social. Nunca nada se ha logrado sin acciones de re-evolución, sobre todo tratándose de feminismo.

La realidad no es destino

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtro. Arturo Fregoso Flores • Docente de Ciencias Sociales y Humanidades en UNIVA Plantel Puerto Vallarta

 

«La realidad es, en última instancia, un acto selectivo de percepción e interpretación. Un cambio en nuestra percepción e interpretación nos permite romper viejos hábitos y despertar nuevas posibilidades de equilibrio, curación y transformación». David Simon

Indudablemente medimos la mayor parte del tiempo a través del color del cristal con que se mira, de nuestra percepción se deriva la realidad, una que atraviesa los sentidos y nos invita a juzgar; la percepción por momentos muda y terca se desliza sobre los más frágil que tenemos; los sentimientos. Sentir viene del latín “sentire” es un estado de ánimo que surge por causas que nos impresionan, experimentamos una sensación, pero también está vinculado a una raíz indoeuropea “sent” que significa ir adelante o tomar una decisión y es en la que me quiero centrar. Cuando estoy en clases siempre aprendo de todos y al estar hablando de voluntad, empatía o compromiso es inevitable que no les cuente la siguiente historia.

Dicen que había un ciego sentado, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera en la cual se leía: “POR FAVOR, AYÚDENME, SOY CIEGO” Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y vio unas pocas monedas en la gorra. Tomó el cartel, le dio la vuelta y escribió otro anuncio. Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó qué había puesto en el cartel. El publicista le contestó: – “Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras”, sonrió y siguió su camino. El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía:

“HOY ES PRIMAVERA Y NO PUEDO VERLA”

En el libro “detrás de la apariencia” de Matilde de Torres Villagrá aparece un término que es muy necesario para ser y hacer por uno mismo y por los demás, ella lo llama “descondicionamiento de la percepción”, que significa aprender conscientemente.

No tengo duda que podemos ser ese publicista y colaborar en la oscuridad de otros, los pequeños cambios dan sentido a la existencia, la realidad no es destino, es una apreciación con mucho peso, pero que puede ser modificada. Nuestro cerebro tiene una capacidad inmensa para dar volteretas y marear a la realidad. ¡Nunca te detengas!

El valor para perseguir tus sueños

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Jessica González Guerrero • Alumna de la Licenciatura en Nutrición

 

¿Dónde encontrar valor para perseguir tus sueños? Como universidad católica, uno de nuestros grandes pilares para lograr nuestro propósito de vida ha sido nuestra fe en conjunto con las enseñanzas de la Iglesia católica.

Sin embargo, por la vida rutinaria, nos encontramos inmersos en actividades cotidianas sin dar nuestro máximo potencial e incluso perdiendo el sentido de realizar las actividades que solíamos disfrutar.

En estos momentos, recordar la palabra del Señor puede ser de gran utilidad, es por esto que te quiero compartir las siguientes palabras de aliento, (a mí me han sido de bastante entusiasmo), para de esta forma, hacer frente al día a día, con una actitud optimista y una dirección que probablemente nos llevará a lograr nuestros sueños.

Es importante, en primera instancia tener nuestros objetivos bien definidos y nuestro camino a recorrer para llegar a la meta, una vez establecido esto, los siguientes 3 pasajes bíblicos resultan ser muy útiles.

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Yavé tu Dios será contigo en donde quiera que fueres.” (Josué 1:9)

Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios.” (Pedro 1:5-6).

“Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que (el Señor) ha prometido a los que le aman.” (Santiago 1:12)

Estas 3 citas bíblicas comparten un mensaje o una clave común: Dios estará con nosotros para lograr nuestro propósito, dándonos la guía o los diferentes atributos que deberían caracterizar nuestro crecimiento (fortaleza, valor, dominio, conocimiento, perseverancia y excelencia).

De esta forma y recordando estas palabras, podemos hacerle frente a los obstáculos que se presenten en el camino, a recorrer en la persecución de nuestros anhelos, recordando que muchas veces no será fácil, más mantener una estrecha relación con lo que nos dictan las escrituras nos brinda un enfoque más acertado. Invirtamos el tiempo en lo que realmente vale la pena, trabajemos día con día con una dirección y de esta forma no temeremos a los cambios que se presentan en la vida misma, permaneciendo fiel a nosotros mismos.

La Medicina en la Filatelia: La Cruz Roja Mexicana, sus primeros 110 años

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dr. Enrique Fernández Valadez, Profesor de Cardiología • Ciencias de la Salud plantel UNIVA Guadalajara

 

Porfirio Díaz, presidente de México promulgó, el día 21 de febrero de 1910, el decreto número 401 por medio del cual se reconocía de manera oficial a la Cruz Roja Mexicana. El primer lugar donde estuvieron las instalaciones de la Cruz Roja fue en la calle de Rosales N.° 20 en el centro de la Ciudad de México y su historia está ligada de manera inseparable con la historia de la Cruz Roja Internacional.

Es necesario y de la más elemental justicia mencionar a Henry Dunant (Ginebra, Suiza 8 de mayo de 1828 – 29 de octubre de 1909) un comerciante suizo que casualmente le tocó ver el 24 de junio de 1859 a miles de heridos en la batalla de Solferino en el norte de Italia, entre los ejércitos de Francia y Austria, lo cual le causó una fuerte impresión al ver que muchos heridos morían sin que se les prestara ayuda, por lo cual convenció a la gente de los pueblos vecinos para atender a los heridos en un hospital improvisado en la iglesia del poblado, sin importar el bando al que pertenecieran. Años después escribiría en un libro, Recuerdos de Solferino, “¿no se podrían fundar sociedades voluntarias de socorro cuya finalidad sea prestar o hacer que se preste asistencia a los heridos en tiempo de guerra? ¿No será necesario en primer lugar, que esta idea, polarice la atención y gane las simpatías de todos los que tienen un alma noble y un corazón capaz de conmoverse por los sufrimientos del prójimo?”. Y sin más dilación se dio a la tarea de hacer varias y diferentes gestiones para lograr al fin en las conferencias que tuvieron lugar en Ginebra, Suiza, los días del 26 al 29 de octubre del año de 1863 la fundación de lo que sería el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) con la adhesión de cinco países fundadores: Inglaterra, Austria, Francia, Alemania y España. Como es fácil suponer no fue fácil el arranque de las negociaciones pero rindió sus frutos y se establecieron las normas de operación, en primer lugar el emblema distintivo que es una Cruz Roja sobre un fondo blanco, es decir, la bandera de Suiza pero con los colores invertidos, a manera de tributo al país de su fundador. Y se convirtió en un signo protector ya que se acordó unánimemente respetar a los médicos, personal de enfermería, vehículos de transporte y hospitales, puesto que se trataba de un organismo neutral e independiente de socorro. Los principios fundamentales que garantizan la operatividad de la labor humanitaria de la Cruz roja son: a) Humanidad, b) Imparcialidad, c) Neutralidad, d) Independencia, e) Voluntariado, f) Unidad y g) Universalidad.

En lo que respecta a México, el año de 1898 el presidente Porfirio Díaz recibió una solicitud de la Cruz Roja Española acerca de los servicios de ambulancias existentes en el país y su relación con la Unidad Sanitaria del Ejército Mexicano en caso de conflicto armado; por lo que Don Porfirio Díaz encargó al Dr. Fernando López y Sánchez Román, entonces director del Hospital Militar, realizar un estudio para dar respuesta a la solicitud enviada; el estudio fue mandado a España, sin embargo pasaron varios años sin que se le diera importancia en nuestro país a las sugerencias del Dr. Fernando López. Pero fue necesario que su esposa, la Sr. Luz González Cosío de López retomara el proyecto del establecimiento de una Cruz Roja en México con entusiasmo, perseverancia y determinación, de tal suerte que sostuvo varias entrevistas con el general Porfirio Díaz sin un resultado favorable, principalmente por cuestiones económicas. Fue hasta el año de 1907 en que el general Díaz aceptó la propuesta de la Sra. Cosío de López y giró órdenes a la Secretaría de Hacienda para que se designara una partida presupuestal anual de $15,000.00 para los trabajos iniciales de la institución. En agosto de 1907 México se adhirió al Convenio de Ginebra de 1864 para Aliviar la Suerte de los Heridos y Enfermos de los Ejércitos en Campaña y dos años más tarde, en julio de 1909 fue nombrado el general Manuel Mondragón presidente de la Mesa Directiva Provisional de la Cruz Roja Mexicana, con trabajos más formales y definitivos para su creación.

Uno de los eventos que casualmente precipitó o detonó la fundación de la Cruz Roja fue una tromba que cayó los días 26 y 27 de agosto de 1909 en Monterrey, N.L. El río Santa Catarina se desbordó arrasando con todo lo que encontró a su paso causando pérdidas incalculables. El general Porfirio Díaz citó a su despacho a los esposos López y les mencionó: “Fernando las ocasiones se aprovechan y no tienen ustedes ninguna mejor para dar a conocer la Cruz Roja, que ésta que se ha presentado”.

Seis meses después, el día 21 de febrero de 1910 se fundó lo que entonces era la Asociación Mexicana de la Cruz Roja ya que el general Porfirio Díaz promulgó el decreto por medio del cual se creó oficialmente la Cruz Roja Mexicana a instancias de la Sra. Luz González Cosío de López. Por esta razón el 21 de febrero se celebra su aniversario y la Sra. Luz González Cosío de López es considerada con justa razón como la fundadora de la Cruz Roja Mexicana. El nacimiento de la Cruz Roja Mexicana coincide con el de la Revolución Mexicana prácticamente. La institución forma parte de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

Correos de México emitió el día 21 de febrero de 2010 una estampilla postal con valor facial de $10.50 conmemorativa del centenario de la fundación de la Cruz Roja Mexicana, con diseño de Vivek Luis Martínez Avín, la cual tiene la fotografía de la Sra. Luz González Cosío de López y la leyenda “Cruz Roja Mexicana 100 Años Gracias a ti”. Se muestra media planilla con 10 estampillas y en medio de ellas un gutter (canal) que muestra en el lado izquierdo una de las primeras ambulancias con las que se empezó a brindar atención a urgencias. También aparece el local donde se construyó el “Nuevo Hospital Central de la Asociación Mexicana de la Cruz Roja”, y una enfermera sosteniendo la bandera de la Escuela de Enfermeras, mientras que en el lado derecho se hace evidente la modernidad en el edificio de la sede nacional en la colonia Polanco y una de las ambulancias que están completamente equipadas, así como una rescatista sosteniendo en sus brazos a un niño. Algunos filatelistas coleccionan planillas enteras o fraccionadas, en este caso la planilla tiene un gutter (conocido como puente en el argot filatélico), entre las dos hileras de estampillas.

En nuestro país la Cruz Roja cuenta con 536 delegaciones a todo lo largo y ancho del territorio nacional. En el estado de Jalisco fue el Dr. Fernando Banda Iturrios quien influyó decisivamente en la formación de la Cruz Roja para brindar ayuda con motivo de un fuerte sismo que ocurrió el 7 de junio de 1911 y afectó la zona cercana al Nevado de Colima. El Dr. Banda encabezó una comisión que se trasladó por tren desde Guadalajara hasta Zapotlán, para brindar auxilio a los damnificados por el sismo.

La Cruz Roja tiene además varias escuelas en donde se imparten cursos de capacitación especializada en primeros auxilios para el público en general y para profesionales, como son la escuela de enfermeras, la acuática, rescate urbano, desastres, paracaidismo, espeleología, alta montaña, socorristas y técnicos en urgencias médicas.

Es una institución no lucrativa y con carácter voluntario que nació para auxiliar sin distinción de raza, religión, credo político o condición económica, en pocas palabras, a quien la llegue a necesitar. “Nadie es tan rico que no pueda necesitarla, ni tan pobre que no pueda ayudarla”, como rezaba uno de sus lemas.

 

Lecturas Recomendadas

Cruz Roja Mexicana. (1995). Una obra de mexicanos en beneficio de la humanidad 85 años de la historia de Cruz Roja Mexicana. México: Artes Gráficas Panorama

Fototeca Milenio. (2020). La Revolución, epidemias, y sismos; Cruz Roja cumple 110 de servicio en México. Febrero 23, 2020, de Milenio digital Sitio web: https://www.milenio.com/politica/comunidad/cruz-roja-mexicana-historia-110-anos-fundacion

Cruz Roja Mexicana. (2020). Cruz Roja Sede Nacional. Febrero 24, 2020, de Cruz Roja Mexicana Sitio web: cruzrojamexicana.org.mx

Oliver, LV… (2014). Historia de las primeras delegaciones regionales de la Cruz Roja en el estado de Jalisco. Febrero 26, 2020, de Universidad de Guadalajara Sitio web: http://www.publicaciones.cucsh.udg.mx/pperiod/Lhistoricas/pdfs/Lhistoricas11/p10.pdf

¿Desde el Génesis?

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Estamos asistiendo a una verdadera revolución cultural que de lograrse establecerá las bases de un nuevo pacto social de proporciones impresionantes. Un nuevo pacto entre el hombre y la mujer.

Desde la antigüedad, por lo menos la escrita, se fue consolidando una cultura social que hizo de la diferencia un fundamento para la desigualdad, y de la desigualdad una justificación para el sometimiento, la presión resultante de este grave error de discernimiento llevó incluso a la depravación, desde el momento en que la parte sometida acabó pensando que eso era lo correcto, incluso, que el sometimiento era su condición natural, hasta su privilegio.

Venimos de una cultura social donde el hombre llegaba a su casa, se sentaba a la mesa, en tanto la esposa iba y venía a la cocina para atenderlo, a él y a los hijos, para luego sentarse ella a comer y a lavar los trastes. Una cultura donde la propia ama de casa, si tenía una trabajadora doméstica, la llamaba despectivamente “sirvienta”, o “muchacha”.

En esa misma cultura deplorable el marido tenía el privilegio de la infidelidad; la fidelidad sólo obligaba a la esposa, de tal manera que lo que en el marido era “normal”, si lo hacía la esposa, constituía un grave delito que se pagaba hasta con la vida.

En nuestro pasado reciente, esta desigualdad se ha reflejado en todos los aspectos: salarios, oportunidades, espacios laborales, vestimenta, acceso a universidades, participación política, etc.

En el mundo judeo-cristiano todo quiso justificarse “bíblicamente”, pero interpretando la Biblia desde los prejuicios de una cultura ya bastante hundida en este pacto desigual, el mejor ejemplo de ello es la manera en que se ha leído el libro del Génesis y su relato del “primer” pecado. El texto, en realidad, no habla de uno sino de varios pecados cometidos en los orígenes, así: 1er. pecado, Romper la comunión con Dios. 2º. Culpar de ello a la mujer. 3º. No aceptar las consecuencias de los propios actos. 4º. Arremeter en contra de la naturaleza. 5º. Violentar la relación entre los seres humanos.

Culpar a la mujer ha sido justamente un grave pecado, el texto del Génesis lo delata, pero sus intérpretes lejos de entenderlo como una denuncia, lo consideraron como un hecho: “la mujer era culpable”, error de interpretación de lamentables consecuencias. Adicionalmente, por milenios la exégesis bíblica se atuvo a la interpretación textual, desconociendo por completo los géneros literarios y el aporte cultural humano a la hora de parabolizar la revelación divina. Lo mismo sucedió, desde luego, con las demás religiones, antes y después de Israel, y aún hoy día existen sectas que obligan a las mujeres a andar cubiertas para no “provocar” a los hombres.

Urge un nuevo pacto social que supere esta larga historia de desigualdad e injusticia, que transforme esta cultura y nos lleve al justo medio, trabajo que compete a todos los miembros de la sociedad, y a todas sus instituciones, a fin de que una muy justa lucha no se desvíe hacia nuevas violencias, desquites o posturas pendulares, la vida presente y futura de la humanidad requiere de “nuevas alianzas”, de nuevas solidaridades entre los hombres y las mujeres, como ha enseñado el Papa Francisco.

 

Publicado en El Informador del domingo 1 de marzo de 2020

 

La cultura de la honestidad

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dra. María Cristina Martínez Arrona • Jefa de UNIVA Online

 

“La integridad es decirme a mí mismo la verdad.

La honestidad es decir la verdad a otra gente”

(Spencer Johnson)

 

Un estudio sobre Religiosidad y Jóvenes realizado por Zepeda (2019) a 495 universitarios de 30 centros de estudios en la Zona Metropolitana de Guadalajara afirma que el 78% de los estudiantes considera que no es justificable sobornar o aceptar la corrupción, ni admitir cosas que se saben de antemano ilícitas o quedarse con dinero que no les pertenece, pero justifican la evasión de impuestos o la posibilidad de obtener dinero fácil.

Ante esta realidad pregunto: ¿se puede ser honesto sólo para algunas cosas? ¿dónde aprendieron nuestros universitarios el considerar que la evasión de impuestos u obtener dinero fácil no es una forma de robo? ¿quién o qué determina cuando aceptar o no la corrupción? ¿se puede ser integro, pero es justificable “hacer” cosas deshonestas, según sea a quién se las hago?

La formación ética (ethos=hábito) busca formar el carácter, tarea titánica para las instituciones educativas y las familias cuando el ethos está determinado por el contexto social más que por principios, con otras palabras, los jóvenes –las personas en general- adquirimos los valores y principios que nos ofrece la convivencia, los hábitos y las costumbres. Aprendemos más de lo que vemos hacer y nos relacionamos en lo cotidiano, esto es la cultura (o culturas), que lo que se pueda decir o analizar a través de un tratado de principios éticos, sociológicos, religiosos o morales a favor de la honestidad.

Actuar con rectitud, responsabilidad, legalidad y transparencia, respetar las reglas de la sana convivencia, buscar la verdad, promover con acciones la dignidad humana, el bien común y el desarrollo sostenible, son características de una persona honesta, esto es, su hacer es proyección de su Ser.

Lo grave de tener una cultura que promueva la deshonestidad no es el cumplir o no una norma, el engañar al que se considera tiene de más de una forma no ética, sino que se está distorsionando la dignidad de la persona, el concepto del bien común, y con ello la paz y la justicia, pilares de la sociedad como lo afirma los Objetivos del Desarrollo Sostenible, de ahí la necesidad de no acostumbrarnos, ni hacer cultura de formas de coexistir que amenazan la convivencia, no debemos aceptar que la corrupción forme parte de las costumbres, ideas o práctica de nuestra vida, familia, comunidad y/o instituciones.

Que la realidad de desigualdad e injusticia social que vivimos no nos empujen a buscar dinero fácil o evadir responsabilidades. No nos acostumbremos a ver series y escuchar canciones que promueven el enriquecimiento con acciones deshonestas, generemos otro tipo de cultura, otra forma de ser y de relacionarnos, ya que como afirma el libro de Proverbios 16,8 “más vale un poco con justicia que muchas ganancias injustas”.

 

Publicado en El Semanario Arquidiocesano de Guadalajara del domingo, 23 de febrero de 2020.

Vulnerables

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Somos los sobrevivientes de una historia de epidemias que a lo largo de dos millones de años han asolado a la humanidad, haciéndola más fuerte pero nunca invulnerable.

En la memoria escrita de los seres humanos, por lo que se refiere a la cultura occidental, ninguna nos ha marcado tanto como la “peste negra” que a mediados del siglo XIV mató en tres años a la tercera parte de los habitantes de Europa, un colapso poblacional verdaderamente desastroso. Por siglos ésta y muchas otras enfermedades contagiosas serán endémicas, así la viruela, el cólera, la malaria, el tifo, la influenza, el sarampión, la varicela, etc. Por siglos también los humanos buscarán todo tipo de respuestas a estas enfermedades, con altibajos, avances y retrocesos, hasta llegar a la moderna ciencia médica, sin duda la más destacada de toda nuestra historia, y, aun así, enfermedades nuevas y antiguas siguen retando los mayores avances y las más calificadas certezas.

Justo hace ciento dos años la humanidad enfrentaba una epidemia mundial llamada “influenza española”, que era igualmente un coronavirus al parecer surgido en granjas de Estados Unidos, y que fue luego llevado a Europa por soldados contagiados que iban a combatir en la Primera Guerra Mundial. En ese entonces el virus entró por Francia y luego de tres años se había ya cobrado la vida de cincuenta millones de personas por lo menos.

El SARS por su parte se reveló en el año 2002 como una nueva mutación del coronavirus de la influenza, altamente contagiosa y en determinadas condiciones, mortal, mientras que el dengue, enfermedad tropical cuyo transmisor se ha ido adaptando paulatinamente a mayores alturas, ha resultado ser también una epidemia devastadora que ahora, en México, y más concretamente en Veracruz, se está presentando como otra mutación más virulenta.

En cuanto al COVID19, nombre dado por los científicos a esta nueva forma del SARS y del coronavirus histórico, se destaca su carácter altamente contagioso, si bien, su mortalidad al presente no ha rebasado el tres por ciento de los infectados.

Tratándose de un virus es muy improbable que no llegue a México, desde la antigüedad la movilidad humana no solamente ha transportado mercancías o personas, también enfermedades de todo tipo, como la viruela, traída a América por los europeos del siglo XVI, en tanto que la peste negra fue llevada a Europa por las pulgas que viajaban en el ganado caballar desde el Medio Oriente.

Tenemos la trágica experiencia de la epidemia del dengue en Jalisco, que tuvo el año pasado el primer lugar nacional de infectados, en un escenario chusco donde los responsables declaraban todo tipo de cosas en tanto la población padecía este mal, contándose también varias personas fallecidas. Con el ocaso del invierno y la llegada del calor, reinicia la temporada del dengue, la sociedad, experimentada por los hechos, debe de exigir ya desde ahora la toma de todas las medidas preventivas necesarias para que no nos vuelva a ocurrir lo mismo. Pero también debemos de hacernos todos más responsables en lo que nos toca, ya que las autoridades, aún si hacen lo que deben, no son ni pueden ser la única ni la más efectiva respuesta.

 

Publicado en El Informador del domingo 23 de febrero de 2020

La banalización de la vida cotidiana

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dra. Martina Carlos Arroyo • Coordinadora de Posgrados y Educación Continua UNIVA Plantel Puerto Vallarta

Cuando hablamos de vida cotidiana, hacemos alusión a una(s) forma(s) de vida que incluye aspectos de ser, de estar y convivir; por tanto, al hablar de formas de ser jugamos también con elementos de subjetividad e individualidad. Al referirnos al estar, necesariamente nos situamos en un contexto-espacio-tiempo, que marca las formas y normas de convivencia entre personas, géneros y ambiente.

Además de ello, la vida cotidiana incluye elementos práctico-comportamentales que pueden situarse en niveles de automatización y, por ende, en una baja capacidad de conciencia. Esto deriva en una secuencia de repetición del ser, estar y convivir cotidiano que corre el riesgo de naturalizar la socialización, por tanto, conduce a la banalización.

Entendemos la banalización como una percepción natural y válida de relacionarse tanto a nivel personal como a nivel colectivo que ejerce influencia sobre la subjetividad e identidad con una interdependencia entre lo individual y lo social, entre lo privado y lo público. Pero la banalización como un ejercicio de la naturalización, puede ofrecer al menos dos consecuencias:

  • Por un lado, entendiendo la lógica de una realidad en constante cambio, los procesos de aceptación de la diversidad cultural y de género abonarían a la construcción de una sociedad más libre, más justa. Los contextos y espacios caminarían en torno al tiempo, entendido éste como una construcción social que justifica las interrelaciones sociales.

 

  • Pero, por otro lado, la banalización de la vida cotidiana, puede llevar a la perpetuación de una sociedad carente de empatía, exigente de ritmos, formas de exclusión, de violencia que se vuelve imperceptible al vivirse todos los días, desensibilizando a las personas “que no la viven, que aparentemente no la practican”. La banalización de la vida cotidiana como un ejercicio diario carente de conciencia, puede llevarnos a una sociedad indiferente. La indiferencia sería la antesala de la deshumanización, del egoísmo en su máximo esplendor.

Resulta necesario entonces, que quienes estamos insertos en espacios e instituciones educativas, que quienes somos formadores, facilitadores, líderes o guías educativos, seamos punta de lanza de (auto) conciencias críticas, generadoras de espacios de discusión, de deconstrucción constante, de desafío de formas y pautas rígidas; que busquemos que, a partir de estos espacios socializadores de la educación, se genere una vida cotidiana más humana, más consiente, menos banal y más propositiva.

 

 

¿Refundar Guadalajara?

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Fundar y nacer son términos que se reclaman, de igual manera refundar y renacer, sólo que para que algo se re-funde debe previamente haber muerto, y, en consecuencia, re-nacer. Al igual que la vida de un ser humano, la vida de una ciudad es un continuo que se desarrolla a través del tiempo y en un espacio determinado, con un origen específico que puede alterarse pero nunca negarse, es un asunto tanto histórico como genético. Nadie, en este sentido, puede negar a sus padres hayan sido como hayan sido, porque negarse sería negar su propia naturaleza.

Guadalajara no es solamente una ciudad fundada en 1542, sino sobre todo una sociedad que a partir de ese año comenzó a construir aquí su propia historia, su personalidad, su manera de ser, su cultura. En 18 años logró conquistar su vocación de capital con la alianza de su geografía y de su clima, y a lo largo de los siguientes tres siglos maduró hasta decidir su independencia con respecto a España. Este acontecimiento ocurrido en 1821, no obstante, su enorme trascendencia, no llevó a nadie a pensar en que la ciudad debiera ser refundada, puesto que Guadalajara no sólo se conservaba viva sino extraordinariamente dinámica y propositiva, muy consciente de su antiguo origen y muy orgullosa de su trayecto por los años virreinales, sin los cuales nunca habría desarrollado el ideal emancipador.

La actual crisis de identidad que viven muchos habitantes de Guadalajara no es de origen genético, sino de origen educativo, tiene que ver con la inmigración galopante pero también con la incapacidad de las instituciones para arraigar a los nuevos habitantes, por lo mismo no se resuelve dando por muerta a la ciudad, y refundando otra, porque en primer lugar Guadalajara sigue viva y actuante, y no sería justo ni racional desconocer todo lo que Guadalajara ha sido para inventar una nueva ciudad desde el archipiélago de cotos culturales que hoy existen en nuestra área metropolitana.

A veces puede uno pensar que a Guadalajara le sucede lo que a los conejos de la fábula, hallándose éstos en su madriguera se desató una terrible tormenta, razón por la cual un sapo corrió hasta ellos suplicándoles que lo dejaran entrar para guarecerse; no sin cierta aprensión lo dejaron entrar, pero apenas lo hizo comenzó a inflarse a tal punto que los conejos, propietarios de la madriguera tuvieron que salirse, mientras el sapo, muy a sus anchas se adueñaba del lugar, haciendo y disponiendo todo a su antojo.

Los individuos y los grupos que no logran o ni siquiera desean incorporarse al proyecto de la ciudad, a su historia y a su identidad, actúan muchas veces como el sapo de la fábula, se benefician de Guadalajara pero no aprecian la cultura que la hizo existir y acaban queriendo destruirla, mientras que aquellos inmigrantes que logran incorporarse a la ciudad resultan luego no solamente beneficiarios sino grandes benefactores de nuestro proyecto cultural, afortunadamente la lista de éstos es muy amplia.

Lo que a veces ha fallado y sigue fallando es la participación de los tapatíos de origen, en la defensa de Guadalajara, de su identidad y de su cultura.

 

Publicado en El Informador del domingo 16 de febrero de 2020

¿Y si hablamos honestamente?

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtra. Laura O. Robles Sahagún • Coordinadora de ALUMNI y Bolsa de Trabajo

 

Se dice que la honestidad es la base de las buenas relaciones y la convivencia, ya que genera confianza.

Para la UNIVA, los valores son imperativos en el educar. Por ello, en la filosofía institucional se enmarca que “antes de aprender a hacer, hay que aprender a ser”, frase íntimamente ligada con la honestidad sobre la cual señala: “Actuamos con rectitud, responsabilidad y legalidad, en congruencia con la búsqueda de la verdad y el respeto a las reglas de convivencia”.

Estuve preguntando a varias personas si conocían la diferencia entre honradez y honestidad y su primera reacción era tratar de buscarlo en Google para responder, en lugar de reflexionarlo. Hace algunos años estos términos tenían diferentes significados, sin embargo, en el uso cotidiano se han combinado sus definiciones, a tal grado que ya se ha generalizado su empleo como palabras sinónimas.

Los estudiosos del tema de valores mencionan que una persona honrada respeta las normas sociales, se comporta de manera justa, recta e íntegra; no roba, no miente, no engaña, no traiciona, respeta las leyes y a los otros seres humanos. Una persona honesta respalda sus acciones con la verdad y justicia, sin anteponer sus propias necesidades o intereses; es honesto primero consigo mismo, con sus gustos, sus pensamientos e intereses y a la vez lo es con el resto de la sociedad tanto en lo laboral como en sus relaciones afectivas como familiares.

Mientras que la honradez es definida por la Real Academia de la Lengua Española como rectitud de ánimo, integridad en el obrar, a la honestidad la señala como el ser decoroso, decente, recatado, pudoroso, razonable, justo, recto, honrado. Se considera a Sócrates como el descubridor de la definición de honestidad y determinaba que una persona honesta, es quien lleva una cualidad o valor humano propio y que se vincula con la justicia, la verdad y la integridad moral y que solamente puede ser honesto internamente con su propio “yo” cuando es razonable con lo que piensa y tiene un nivel de autoconsciencia.

Quisiera saber de alguna persona a la que le gusta que le mientan, que lo traicionen, que le den un mal servicio, que le oculten cosas o hechos; quisiera saber a quién le gusta que le roben, que lo extorsionen, que no le cumplan. Al momento, de verdad, no conozco una sola persona que diga ¡sí, a mí me gusta! Es así como nos empezamos a encontrar con los valores universales, esos que todos deberíamos conocer y practicar; esos que más allá de creencias, nos llevan a convivir en una sociedad en armonía y más justa.

¿Cómo queremos ser reconocidos los egresados UNIVA? Sí como profesionales exitosos, pero recordemos que ya somos muchos, entonces marquemos la diferencia siendo honestos primero con nosotros mismos y así será por añadidura en nuestros ámbitos laboral, familiar, social. Demostremos el por qué somos una familia con valores. Los egresados somos la cara de nuestra Universidad, somos el reflejo de lo que dentro de ella sucede.