38 años enfermo…. ¿Qué sentiría, qué pensaría al estar estancado durante toda una vida? ¿Sabría el propósito de su vida o simplemente no tenía?
Mientras reflexionas, te doy chanza de darle unos sorbitos a tu macchiato sabor Nescafé….
No basta simplemente con resistir y permanecer aferrado en tu situación, problema o enfermedad. Aun en esas situaciones debemos de mantener el propósito de nuestra vida, de nuestro día, de nuestro trabajo y hasta del formato que con tanta insistencia me piden llenar. Te invito a ir más allá y enfócate en lo esencial (aunque muchas veces el sistema no lo haga).
Qué nada te aparte de la mirada de Jesús, déjate llenar del sentido de vivir/sufrir por causa suya. Naciste de lo alto para cosas grandes, naciste para la eternidad y con eso debes endulzar no solo tu café, sino tu vida toda.
Pidamos la intercesión de María, nuestra Madre, para que nos ayude a agradar en todo a Jesús, haciendo la caridad y haciendo sagrado nuestro tiempo de vida.