Mi Padre trabaja siempre y yo también trabajo.
Buen día, querida comunidad. Espero que todos estén disfrutando de un rico café y listos para escuchar el mensaje de Dios de este día. El evangelio de hoy habla de una verdad muy profunda, dice Jesús: Mi Padre trabaja siempre y yo también trabajo. Dios es omnipresente, está en todos lados actuando, más aún, presente íntimamente en todas las creaciones, sosteniéndola y haciéndola crecer. Y con nosotros sucede lo mismo, trabaja en nuestra persona, mostrando su voluntad y animándonos a cumplirla, especialmente en este tiempo de Cuaresma. ¿Qué actitud tomar? Dejarlo trabajar. No está lejos de nuestra conciencia, nos habla todos los días. Pero si buscas un mensaje más claro, ahí está la Sagrada Escritura, en ella Dios manifiesta su plan, su deseo y como está trabajando conmigo y contigo. El Padre y el Hijo siempre trabajan, la Cuaresma aún no termina y un excelente propósito sería, a partir de ahora, dejarlos trabajar en mí.
¡Excelente día!
