Realmente es grande el misterio del amor de Dios.
Amigos del Café con Dios, los invito en esta ocasión a disfrutar su café contemplando la familiaridad que nos presenta san Pablo en la carta que le escribe a Timoteo. Esto se alcanza a notar con expresiones como “Querido hermano”, “con la esperanza de ir a verte pronto”. Es este el espíritu de la Iglesia: cordial, familiar, cercano. Y es el espíritu con el que más propiamente nos debemos acercar al misterio del amor de Dios. Porque Dios es Persona, y su misterio no se queda en algo lejano y desconocido, sino que se manifiesta en Cristo, verdadero hombre, por lo tanto, cercano y disponible para todos. Esa es la experiencia del misterio del amor de Dios. Nosotros podemos acercar a Dios a los demás, imitándolo en su cercanía y familiaridad. Querida comunidad UNIVA, seamos cercanos, seamos familia, seamos Iglesia, seamos más. ¡Buen café!