Skip to main content

El costo de la humillación en el aprendizaje de los futuros médicos

Jennifer Anaid González Copado · Estudiante de la Licenciatura en Médico Cirujano, UNIVA Guadalajara

«Ser estudiante de medicina no solo es tener una pasión por ayudar; es ser consciente de las barreras que existen» — Diego Triste, estudiante de medicina de la Universidad Cuauhtémoc.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara que cada año más de 720,000 personas fallecen por suicidio, siendo esta la tercera causa de defunción entre personas de 15 a 29 años.

A nivel de Latinoamérica, la ideación suicida entre estudiantes de medicina presenta una prevalencia aproximada del 13.78 %, mientras que el intento de suicidio se encuentra entre el 2 % y el 5 %, de acuerdo con un meta-análisis regional. En un estudio específico en México, se observó que cerca del 10 % de los estudiantes de la UNAM reportaron al menos un intento de suicidio durante sus estudios, asociado con el alto nivel de estrés y exigencias académicas de esta carrera. Una proporción significativa de estos casos ocurre de manera impulsiva, en respuesta a problemas específicos. En el contexto médico, especialmente entre estudiantes en formación, esto puede suceder en hospitales o escuelas, donde algunos profesores humillan a sus alumnos, llevándolos a sentirse insuficientes. Esta situación puede derivar en deserción escolar o en casos de suicidio, incluso entre estudiantes capaces de llegar a ser excelentes médicos. Estos problemas se ven agravados por el acoso moral perpetuado y legitimado por algunos docentes.

Es fundamental que los profesores traten a sus estudiantes con respeto, ya que muchos de ellos son humillados y maltratados por no saber algo que sus profesores han estudiado durante años. No obstante, no solo los profesores incurren en estas prácticas; también los propios estudiantes tienden a humillar a sus compañeros de primeros semestres. Además, deben lidiar con el estrés, la ansiedad y la depresión que causa la competencia en la carrera, ya que constantemente se les exige demostrar quién es el mejor médico, sin mencionar la carga de trabajo y papeleo en los hospitales.

Es impactante la cantidad de estudiantes del área de la salud que denuncian estos actos, los cuales comienzan desde los primeros años en la universidad y continúan en los hospitales. Se trata de una cadena en la que «los mayores humillan a los más pequeños», bajo la justificación de que así “mejoran su aprendizaje”. Sin embargo, es esencial fomentar el respeto para asegurar una convivencia sana y cómoda, especialmente en entornos donde estudiantes y profesores pasan gran parte de su día, durante años.

Ser estudiante de medicina implica mucho más que adquirir conocimientos diarios para ayudar a los demás; también supone un constante sacrificio de la salud mental. Un reporte de 2017 del Consejo de Acreditación para la Educación Médica de Posgrado (ACGME) concluyó que el suicidio es la segunda causa de muerte entre médicos residentes en Estados Unidos. Esto plantea una pregunta: ¿por qué un joven médico, con una carrera aparentemente exitosa y la oportunidad de ayudar a muchas personas, decidiría poner fin a su vida a pesar del brillante futuro que lo espera?

El pasado 17 de julio de 2024, la doctora Catalina Gutiérrez Zuluaga, quien estaba en su primer año de especialidad en cirugía general en la Universidad Javeriana de Colombia, redactó una carta de despedida antes de suicidarse. En su mensaje escribió: “A todos los residentes, gracias, de cada uno me llevo muchas enseñanzas. Siempre los llevaré en mi corazón. ¡Ustedes sí pueden! Ánimo.”

El sistema se ha deshumanizado y sigue la creencia de que «la letra con sangre entra». Como explicó el doctor Luis Carlos Leal, egresado de la Universidad Nacional, en un video de su cuenta en X: “La justificación de muchos docentes es: ‘A mí me tocó, yo viví peor que usted, a usted no le ha tocado una cuarta parte de lo que me tocó a mí’” (Vásquez, J. P., 2024, 28 de julio).

Es urgente implementar un ambiente de respeto y apoyo, en el que los errores se perciban como oportunidades de aprendizaje y no como razones para humillar. Esto es fundamental para que los estudiantes desarrollen resiliencia, confianza y una ética profesional sólida. Es necesario reducir los ambientes de toxicidad, aplicando sanciones justas a quienes perpetúan la creencia de que “la letra con sangre entra”.

Debemos formar médicos empáticos y con corazón, capaces de brindar una mejor atención. No permitamos que el costo de la humillación sea pagado con los sueños de quienes buscan ayudar.

 

Referencias:

 https://www.slu.edu | SLU Commentary: Address Systemic Issues to Change Toxic Health Care Environment. (s. f.). https://www.slu.edu/news/2016/september/slavin-addresses-toxic-stress.php

Osorio-Durán, C. & Méndez-Vizcaya, C. (2022). Depresión, ansiedad y conducta suicida en la formación médica en una universidad en México. Revista Latinoamericana de Salud Mental, 15(2), 92-100. https://doi.org/10.1016/j.rlms.2022.04.002

Vásquez, J. P., Vásquez, J. P., & Vásquez, J. P. (2024, 28 julio). “No se puede permitir la continuidad de los abusos y malos tratos”: llueven cuestionamientos al modelo de educación médica en Colombia. El País América Colombia. https://elpais.com/america-colombia/2024-07-28/no-se-puede-permitir-la-continuidad-de-los-abusos-y-malos-tratos-llueven-cuestionamientos-al-modelo-de-educacion-medica-en-colombia.html?outputType=amp

Watson, H., & Salazar, M. (2020). Curando a quienes curan: los desafíos emocionales de los estudiantes de medicina. Revista de la UNAM, 19(5), 58-65. World Health Organization: WHO. (2024, 29 agosto). Suicidio. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/suicide

Comunicación Sistema UNIVA

Author Comunicación Sistema UNIVA

More posts by Comunicación Sistema UNIVA