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Comunicación Sistema UNIVA

Se realiza la 3.ª Sesión del Encuentro de Buenas Prácticas ODUCAL

Por Noticias Sin comentarios

El pasado miércoles 1 de julio se realizó la Tercera Sesión del Encuentro de Buenas Prácticas de la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL). Evento virtual efectuado bajo la temática “Una oportunidad de diálogo y reconocimiento de experiencias de las universidades católicas en la coyuntura actual”. La sesión contó con la participación de académicos de 11 instituciones educativas distintas, quienes expusieron diferentes temáticas relacionadas al eje central de la reunión.

El orden del día comenzó con los mensajes de inauguración del Pbro. Lic. Francisco Ramírez Yáñez, rector de la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA, México) y presidente de la ODUCAL, y del Dr. Ignacio Sánchez, rector de la Universidad Católica (Chile).

La primera intervención corrió a cargo del Dr. Daniel Eduardo García Suárez, jefe de la Oficina de Fomento de la Responsabilidad Social Universitaria Pontificia Universidad Javeriana (PUJ, Colombia), con el tema “Prácticas sociales en el marco del aislamiento preventivo en la PUJ”.

Posteriormente el tema “Plataforma de Innovación Social”, por Emilio Ricci, director del Proyecto Innovación Social Universidad Católica del Norte (UCN, Chile).

Enseguida, Luz Marina Rodas Chamorro, representante de la Universidad Católica de Oriente (UCO, Colombia) expuso el tema “Maratón radial por el territorio: Un espacio de debate, reflexión y apuestas en común para el desarrollo sostenible”.

El director de la Escuela de Ingeniería Comercial Universidad Católica del Maule, Pedro Severino González (Chile) explicó el proyecto de «Directrices para el fortalecimiento de las responsabilidades sociales del estudiante universitario. El caso de Chile y El Salvador».

Por parte de la Universidad Católica de Colombia, Aníbal Hernández Salazar expuso el tema “Vinculando e integrando las familias en las actividades universitarias a través de la creatividad”.

«Responsabilidad Social en tiempos de cuarentena» fue el título de la participación de Helmer Teófilo Chávez Pérez, director de Responsabilidad Social de la Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote (ULADECH, Perú).

La intervención de José Ramón Barreiro Iglesias, director de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle (México), se centró en el tema de “La Universidad como agente de cambio ante los retos de la pandemia: Acciones que transforman”.

Continuó con las participaciones el R. P. José Hipólito Purizaca Sernaqué, director de Responsabilidad Social Universitaria de la Universidad Católica de Trujillo, (Perú) con el tema de «Proyectos de Responsabilidad Social Multidisciplinarios frente al COVID-19 en zonas vulnerables”.

Finalizó la sesión Lina Marcela Flórez Loaiza, coordinadora Emprende de la Universidad Católica de Manizales (UCM, Colombia) y líder de Mesa Económica SUMA, bajo el tema «Mesa Económica Sistema Universitario Manizales (SUMA)».

El Encuentro de Buenas Prácticas, en su tercera edición, tuvo una duración aproximada de dos horas, en la que las universidades pertenecientes a ODUCAL pudieron compartir distintas ópticas en torno a las situaciones actuales en la región de Latinoamérica y el Caribe.

La epidemia que se aproxima

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dra. Sandra Pascoe Ortiz · Docente-Investigadora de UNIVA plantel Guadalajara

 

Como todos sabemos a raíz de la aparición del virus SRAS-CoV-2 (Síndrome Respiratorio Agudo Severo CoV-2) se ha incrementado dramáticamente el uso del equipo de protección personal (EPP), no sólo entre el personal de salud, sino entre la población en general, todo esto con el fin de evitar la propagación del virus y el incremento de contagios. Dentro del EPP sugerido por el Lineamiento Técnico de Uso y Manejo del Equipo de Protección Personal ante la Pandemia por COVID-19 del Gobierno de México, encontramos los cubrebocas quirúrgicos, respiradores, gorros y batas desechables.

Lo que muchos ignoramos es que la mayoría de esas prendas están confeccionadas con telas sintéticas, derivadas del petróleo, es decir, estas telas son fabricadas a partir de diferentes polímeros (plásticos) como el polietileno, poliéster y polipropileno. Los respiradores N95 por ejemplo, están hechos con tela de polipropileno, el pellón, que sirve para la confección de cubrebocas, gorros y batas desechables es un poliéster, otros cubrebocas se fabrican con tela non woven o trilaminada SMS que son de polipropileno y existe tela quirúrgica de polietileno, poliéster y de polipropileno que se utiliza en las otras prendas del EPP. Entonces, el uso de EPP nos protege del contagio y es indispensable, pero genera a su vez un problema ambiental, no sólo por el riesgo de que alguna persona pueda adquirir el virus si el equipo está contaminado y es desechado inapropiadamente, sino porque la cantidad de basura plástica producida diariamente se está incrementando considerablemente.

En los últimos días han circulado en diferentes medios de comunicación, una serie de fotografías y videos de cubrebocas y guantes que se han encontrado tirados por las calles, carreteras, alcantarillas, playas y en el mar lo que hace suponer que no se está teniendo el cuidado necesario para el desecho de estos residuos, y que además, no se cuenta con programas para el tratamiento adecuado de los mismos; según Laurent Lombard de la Asociación Mar Limpio, el encontrar un guante o un cubrebocas en el mar es excepcional, pero es una realidad desde que la gente empezó a salir de sus casas después del confinamiento por COVID-19, y es un nuevo tipo de contaminación.

Es sabido, que muchos de los plásticos derivados del petróleo no son biodegradables, entre ellos se encuentran el polietileno, el polipropileno y el poliéster, de los que estamos hablando, sin embargo podrían reciclarse, aunque por tratarse de EPP es poco probable debido al riesgo sanitario que representa. Un cubrebocas sintético tarda entre 200 a 400 años en desintegrarse, dependiendo del material con el que está fabricado; y cabe señalar que desintegrarse no es lo mismo que biodegradarse, en el caso de la desintegración estamos hablando de que el cubrebocas se degradará formando pequeñas partículas plásticas llamadas microplásticos que seguirán existiendo y contaminando agua, suelo y aire afectando a plantas y animales, inclusive al ser humano. China en un solo mes exportó 4 millones de cubrebocas, así que ya nos podemos ir imaginando el tamaño del problema ambiental o epidemia que se aproxima.

En un trabajo realizado por los investigadores Miguel Canals, William P. de Haan y Anna Sánchez Vidal de la Universidad de Barcelona y publicado en la revista Marine Pollution Bulletin se encontró que el polietileno y polipropileno están entre los tipos de microplásticos más abundantes en las aguas costeras del Mediterráneo, esto antes de la pandemia de COVID-19 que estamos viviendo. Además, hay evidencias de que el poliéster puede liberar tan sólo en una lavada hasta 1´000,000 fibras que terminan contaminando el agua; así que si el EPP termina en el mar o en los ríos, el problema será difícil de resolver.

Pero qué podemos hacer entonces, en estos momentos es importante saber que somos parte del problema pero también de la solución, debemos tomar conciencia de las acciones que realizamos y de cómo éstas afectan el medio ambiente; sería importante comenzar a diseñar estrategias de recolección del EPP y procesos para el tratamiento adecuado de estos residuos, incluso su reciclaje, con las medidas necesarias para evitar la propagación del virus, se trata de ser innovadores y encontrar soluciones, en cada problema existen áreas de oportunidad; además cada uno de nosotros podemos comenzar a ser responsables de dónde y cómo desechamos estos residuos y también disminuir la producción de los mismos, simplemente, si empezamos a utilizar cubrebocas reusables, es decir, que podamos lavarlos y volverlos a utilizar un gran número de veces, eso disminuirá los residuos generados y si además estos cubrebocas que utilicemos están confeccionados con telas naturales como por ejemplo algodón, lino o bambú mucho mejor, ya que al momento de ser desechados en el lugar adecuado estamos seguros de que serán integrados nuevamente a la naturaleza sin causar un daño ambiental; todo aquello que hagamos en favor del medio ambiente vale la pena y puede revertir el desastre ambiental en el que nos encontramos.

Dengue: el inquilino peligroso

Por Líderes Universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Hernández Uribe Adriana Margarita, López Barrientos Nayeli Margarita, Sánchez Navarro Daniela, Ulloa López Gabriel Alberto (estudiantes de Medicina). Coordinación: Dra. Ana Karina García Suárez.

 

Con 390 millones de contagios alrededor del mundo cada año, el dengue es, sin lugar a dudas, uno de los problemas epidemiológicos más importantes a nivel global, y eso incluye al país azteca, México; no sólo por la gravedad de la enfermedad, sino por la forma en cómo se transmite y sobrevive en el ecosistema.

Perteneciente a la familia Flaviviridae, del género de los Flavovirus, que a su vez se engloba en el grupo de los Arbovirus (virus trasmitidos por artrópodos), el dengue llega al interior de nuestros cuerpos utilizando un “vehículo” que en términos médicos se denomina “vector”, el mosquito.

Ahora bien, no todos los mosquitos tienen la capacidad de portar aquel infame microorganismo, pues de las diferentes especies conocidas, sólo 2 subespecies del género Aedes (género perteneciente a la familia Culicidae), se consideran potenciales vectores: Aedes aegipty y Aedes albopticus, de los cuales el primero es el que, a nosotros, como mexicanos, nos debe importar, pues su primo Albopticus habita fuera de las fronteras de nuestro territorio.

Hoy, contamos con información de sobra para conocer a estos pequeños animales y al microscópico “virus” que portan, y aquí se tratarán de sintetizar páginas y páginas de contenido con el objetivo de hacer llegar a las personas información clave que permita contener y controlar, en la medida de lo posible, su propagación.

La vida del vector

Hay que conocer al enemigo para combatirlo de manera efectiva, y eso implica conocer bien, entre otras cosas, ese vehículo que utiliza para llegar a nosotros.

El mosquito Aedes aegipty, así como sus congéneres, necesita alimentarse de sangre de vertebrados para poder llevar a cabo el proceso de ovogénesis –esto es, el proceso mediante el cual fabrica y pone sus huevecillos-, lo que implica entrar en contacto con aves, reptiles y mamíferos, y entre estos últimos nos encontramos nosotros, los humanos. El mosquito intentará permanecer cerca o dentro de nuestros hogares, en aquellos rincones en los que haya encharcamientos o recipientes que contengan agua, y debido a que requiere una temperatura de entre 15° a 40° C aderezada con un poco de humedad, las ciudades y suburbios de una gran parte de nuestro país están bajo su asedio.

Al igual que la mayoría de las formas de vida animal, los mosquitos se reproducen de manera sexual, es decir, se necesita que un macho fecunde a una hembra para traer más de estos pequeños vectores al mundo. Igual que nosotros, ambos sexos se diferencian uno de otro gracias a ciertas características anatomo-fisiológicas, lo que en biología se conoce como dimorfismo sexual: la hembra posee antenas con pelos cortos en la parte superior de su cabeza, y en la parte inferior de la misma tiene unos pequeños pero efectivos palpos, nombre que se le da a las pequeñas hebras a manera de antenas que muchos insectos utilizan para identificar y sujetar su alimento. Dichos palpos miden un tercio de la longitud total de la proboscis, que es un tubérculo grande ubicado en la punta del hocico; por otro lado, el macho presume unas antenas plumosas con pelos largos y abundantes, y unos palpos tan grandes como la proboscis. Los machos procuran alimentarse de néctares de plantas ubicadas cerca de los puntos en los que se concentran las hembras, lo que ayuda a elevar su tasa de reproducción. Su principal característica son esas líneas blancas que revisten sus pequeñas patas como si de las mangas de la camisa de un mimo se tratase. Sin duda, lo delatan ante nuestros ojos -siempre que pongamos atención, claramente-.

Una vez que el macho y la hembra han llevado a cabo el proceso de apareamiento, la hembra busca un pequeño charco o recipiente con agua en su interior y deposita sus huevecillos, tan cerca como puede del vital líquido. Luego de apenas 3 días, los huevecillos habrán hecho eclosión y encontraremos un montón de pequeñas larvas nadando en el agua. Las larvas demorarán 5 días en pasar a su siguiente estado, la pupa; finalmente, al cabo de otros 2 días, estas pupas serán ya unos mosquitos adultos hechos y derechos. El mosquito adulto deberá mantenerse alejado de temperaturas inferiores a 4° C o superiores a 40° C para vivir tanto como un mosquito puede vivir: aproximadamente 7 días.

Muchas veces, es uno mismo el que le facilita el trabajo al enemigo, y la batalla que el ser humano libra con el dengue y su molesto vector no es la excepción: el cambio climático, provocado en buena parte por el ser humano, ha hecho que áreas antaño templadas incrementen su temperatura, expandiendo así el terreno que el mosquito es capaz de ocupar. Diferentes países en América, África, Oriente Medio, Asia y las islas del Pacífico están registrando nuevos brotes de esta enfermedad en zonas en las que antes no la había.

Actualmente se reconocen 4 serotipos: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4. Los serotipos DENV-2 y DENV-3 son los generan más preocupación en el sector salud, pues tienen la capacidad de derivar el cuadro patológico en un caso grave. Además, infectarse con dos serotipos distintos de manera sucesiva también es un factor de riesgo para desarrollar alguna de las formas graves de la enfermedad.

A manera de conclusión, se puede decir que la batalla que se libra contra el dengue se remonta a cientos de años atrás. Es una batalla que ha cobrado la vida de millones de personas y, quizá, lo seguirá haciendo mientras no colaboremos en un plan de combate. Conocer las características de su vector, aquel pequeño y alado vehículo que utiliza cual avión de combate para llegar a nosotros, es esencial para inclinar la balanza a nuestro favor en esta lucha. Evitar encharcamientos y limpiar nuestros hogares es quizá la mejor manera de mantener a raya a este inquilino.

 

Desmantelando “las fábricas de ensamblaje” de su “vehículo aéreo”, será mucho menos poderoso.

-Gabriel Ulloa

 

 

 

 

Literatura del acontecimiento

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtra. Jazmín Velasco Casas · Docente de UNIVA Online y del departamento de Arte y Cultura de UNIVA Plantel Guadalajara

 

Sin afanes de apelar a ningún purismo académico, sino más bien al de una curiosidad antropológica, me pregunto a menudo al leer novelas hechas por jóvenes (menores de cuarenta) a dónde se ha ido aquella tradición literaria o mejor dicho, a dónde se han ido aquellos escritores que buscaban sugerir y explorar el mundo interno y externo de los personajes; que ofrecían capítulos como edificios de más de cincuenta páginas donde poco pasaba afuera, pero sucedía mucho en el flujo de conciencia del narrador; donde las descripciones eran extensas en cada sutileza en la casa del protagonista con correlatos afectivos en otro espacio-tiempo; aquellos que discurrían en monólogos políticos, asociaciones psicológicas, relatos de sueños o ensoñaciones, poemas entreverados con la prosa, epístolas con carga filosófica, diarios para desvelar los reveses de la mente que se desarrollaban en el paso de las páginas sólo porque eran otras vías para conocer al personaje y utilizar la palabra.

Las letras jóvenes evidencian la tendencia actual de exponerlo todo y enfocarse en las acciones, en el acontecimiento. Construyen personajes que gravitan en el qué hace o qué le sucede, en lugar del quién es o cómo es su subjetividad; presentando en un estilo narrativo que se sirve de un lenguaje que opta por los caminos directos y coloquiales, en vez de urdir figuras o adornos que ingenien juegos lingüísticos propios para el universo o la trama.

Aquí el juicio no es negativo, sino de inquietud. Podría apuntar al posmodernismo y sus acompañantes: aceleración, inmediatez, consumismo, aburrimiento, narcisismo, pensamiento débil. O bien, cambiar el reflector y culpar a cierto lenguaje cinematográfico por su influencia en esquemas mentales que producen en los literatos noveles un condicionamiento a narrar fotogramas en movimiento, diálogos explicativos, aproximaciones a mundos fragmentados. Esto es loable si se ha firmado un contrato para adaptación, pero cuestionable si la intención es hacer literatura. Podría también denunciar el triunfo del internet y la mercadotecnia como ejes que orillan a planear historias formulaicas o estereotipadas que enganchen -y vendan- en las primeras dos hojas, sentenciando a muerte, dicho sea de paso, a otra hermosa actividad y experiencia, la editorial impresa y la vida analógica.

En estas lecturas percibo en mí una urgencia por recuperar el pasado literario, y con esto no me refiero sólo a expresiones clásicas, barrocas o decimonónicas, sino a las que aún surgían hace cincuenta o treinta años y no me causaban la intuición de que nos estamos perdiendo algo de humanidad al despedir esa tradición que con lentitud llevaba a generarnos las representaciones de los personajes, adentrarnos en sus teorías sobre el mundo y experimentar su singular y compleja intimidad.

Queda claro que hemos transfigurado la praxis literaria a voluntad y conscientemente a una más sencilla, simplificada, que explique mejor y evidencie los acontecimientos; igualmente es claro que estas nuevas voces literarias escriben rápido, piensan rápido, sin ideologías que sostengan el discurso y, en muchas ocasiones, y como fin último del acto creativo, buscan mercantilizar.

El futuro de la narrativa es resbaladizo y un tanto desesperanzador para los que buscamos en este arte un lugar para habitar y encontrarnos, pero conviene seguirlo para observar su constitución, no sabemos aún si sea capaz de reflejar con potencia lo humano a pesar de sus apariencias y alcanzar una belleza que tal vez aún pocos sabemos apreciar.

 

Época de dictaduras

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Nadie se esperaba que el pensamiento débil de la postmodernidad que había generado gobiernos endebles, produjera enseguida, en la híper modernidad, dictadores, pero lo estamos viendo.

Desde luego estos dictadores híper modernos son una combinación de populismo y de energía bruta que lo mismo captan abundantes seguidores en Estados Unidos, que en el Reino Unido, en Venezuela o en Brasil. Lo cierto es que al margen de las enormes diferencias entre estas naciones, en el fondo sus gobernantes son muy similares, se promovieron garantizando mano dura, sea en favor de los obreros norteamericanos de Detroit, que en pro de la lucha antimperialista bolivariana, o del Brexit duro, son capaces de seducir a multitudes y fomentan una y otra vez el odio, sea entre grupos raciales, que en contra de los emigrantes, de los chinos, de los ricos o de los pobres, una y otra vez lanzan amenazas incendiarias contra medio mundo, y les da a todos por minimizar las emergencias sanitarias, llamándolas “gripitas” o conjuras orientales, razón por la cual se exhiben dondequiera sin llevar cubrebocas, son incapaces por igual de admitir sus errores y muy proclives a buscar culpables siempre más allá de su círculo de confort.

También son oportunistas, y ante la posibilidad de aparecer ante las cámaras, hacen chuza con todos sus colaboradores para aparecer siempre ellos hablando de lo que sea y en lugar de todos los demás.

Desde luego, hay dictadores más serios y presentables, incluso, más coherentes con la idiosincrasia de sus países: Rusia y China. El caso de China no debe sorprender a nadie, dado que sigue siendo un país donde existe sólo un partido político, y los líderes suelen ser tan vitalicios como lo fueron los emperadores. En Rusia la duma sigue estando hoy, más que antes de la URSS, al servicio del presidente, de manera que todas las acciones del ejecutivo se van legalizando en la medida que se producen de tal modo y manera que a los zares les daría envidia. Pero dado que chinos y rusos experimentan notables beneficios en su vida cotidiana y doméstica, e incluso, gozan del orgullo de ver a sus naciones convertirse en grandes potencias mundiales, se sujetan a la dictadura sin mayores reconcomios.

Solamente la Europa continental se mantiene fiel a las democracias postmodernas, aún en el caso emblemático de Ángela Merkel, que es la funcionaria menos débil de la política europea.

Hay otras dictaduras de las que nadie habla aún si se dan en territorios de gran importancia económica, y cuyos gobernantes son tan híper modernos como cualquier líder latinoamericano, me refiero a las dictaduras de Asia menor y central, en países como Irán, Kirguistán, Kazajistán, Turkmenistán.

La coincidencia para nada casual, es que estos nuevos e híper modernos dictadores se han dado solamente en los grandes países, sea por su territorio, por su dominio político o por sus recursos económicos, habría que averiguar el porqué de este fenómeno tan actual y visible.

Se realiza la tercera sesión del seminario virtual “Tejiendo redes en clave de responsabilidad social”

Por Noticias Sin comentarios

Se llevó a cabo el tercer conversatorio del seminario virtual “Tejiendo redes en clave de responsabilidad social”, organizado por el Comité Base de la Red de Responsabilidad Social Universitaria de la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL). Este evento favorece y enriquece la reflexión en torno a los desafíos de la misión universitaria, vinculada con la puesta en acción de sus principios éticos.

Con la moderación a cargo de la Dra. Gladys Jiménez, primera coordinadora de la Red de Responsabilidad Social Universitaria de ODUCAL, se dio la palabra a las autoridades que inauguraron el evento, iniciando con el Mtro. Andrés Barba, representante de la UNIVA (México) y secretario de la actual presidencia de ODUCAL.

Las participaciones iniciaron con los conferencistas el Dr. Jonathan Hermosilla y el Lic. Jorge Magasich, con la temática “Sentir de los jóvenes, recesión global”; en la que el Dr. Hermosilla recorrió históricamente las crisis económicas más significativas del último siglo. Posteriormente, el Lic. Magasich alentó a los consumidores a tener una mayor responsabilidad en la búsqueda de una transformación positiva bajo la actual lógica del mercado.

El evento fue clausurado con las palabras de la Dra. Omayra Parra, coordinadora de la Red de Responsabilidad Social Universitaria de ODUCAL. El seminario virtual tuvo 130 participantes de diversos países de Latinoamérica y el Caribe, tanto de universidades pertenecientes a la red ODUCAL como invitadas. La próxima sesión está programada para el día 29 de julio del 2020, bajo el tema “Ética del cuidado y la compasión”.

El dengue en tiempos de pandemia

Por Líderes Universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Jocelyn N. Fuentes Contreras, Claudia A. Ramírez Galicia, Ángel Ruíz Anguiano y Oswaldo Torres Madrid Palacios. Estudiantes de Medicina, 4.º semestre, Epidemiología.

Coordinación: Dra. Ana Karina García Suárez

 

Mientras el mundo te aconseja que te quedes en casa para cuidarte del COVID-19, en los jardines de las casas mexicanas podemos encontrar la causa de una enfermedad igual de grave o incluso con daños a la salud con mayor impacto.

El dengue no es una enfermedad nueva para la sociedad, sólo es una enfermedad que no recibe la atención que se merece. Por ejemplo, ¿sabías que tan sólo esta semana fueron detectados 3,673 casos nuevos1 en todo el país? ¿Qué en comparación con el año pasado, en esta semana se registraron alrededor de mil casos más? O incluso, ¿Qué el estado de Jalisco es uno de los estados que más casos reporta cada año?1

Bueno, después de todo esto cabe preguntar, ¿qué tanto conoces del dengue?

A grandes rasgos, el dengue es una enfermedad causada por la picadura de mosquitos infectados con el virus del mismo nombre, que causa diferentes tipos de fiebre las cuales se mencionarán más adelante. 2,3,4,5,6,7

Los primeros registros que se han encontrado a lo largo de la historia van desde el siglo primero d.C., en unos manuscritos chinos, por lo que se cree que ahí pudo haber sido el origen de la infección. 4,6,8

En cambio, no fue sino hasta el siglo XVIII que llegó a otros continentes, incluyendo a América. Durante la década de los 60’s, se empezaron a registrar casos graves de dengue, por lo que para esas fechas se intentó exterminar la enfermedad del país; cosa que se logró y duró un par de años, hasta 1978, cuando resurgió para quedarse. 4,6,8

Hoy en día, esta plaga la podemos encontrar en 29 estados de la República Mexicana; entre los cuales se destacan Veracruz, Jalisco, Tabasco, Guerrero y Nayarit; por tener el índice más elevado de casos. 4,6,8

Aunque se ha visto que la enfermedad afecta a todos los niveles socioeconómicos, se han detectado con mayor frecuencia casos entre personas de bajos recursos que, además, tienen estilos de vida que les lleva a acumular objetos innecesarios en sus casas, que pueden ser criaderos de mosquitos.5 No sólo el hogar es escenario para el vector, incluso áreas de trabajo o escuelas.

Antes se pensaba que el tema estaba relacionado meramente con climas tropicales, 5,6 cálidos 4 y normalmente con mucha agua.11 No obstante, se ha visto en años recientes alteraciones en el ciclo de reproducción del mosquito debido a cambios climáticos cuyas repercusiones se han visto en el incremento de las precipitaciones (lluvia), así como por la creciente urbanización.2

¿Todos nos contagiamos?

La respuesta es no. Realmente no todos los mosquitos causan la enfermedad, así como no todas las personas van a desarrollarla con la misma intensidad, si es que se llegan a contagiar.

Para comenzar a explicar la transmisión se debe tener en cuenta que un mosquito nace sin el virus, este lo adquiere hasta al momento en el que se alimenta (con la sangre) de una persona que ya tiene la enfermedad. Luego de un periodo que va de 4 a 10 días17, este mosquito va a adquirir el virus, y ya va a ser capaz de transmitir el virus con cada picadura durante toda su vida.

Ahora bien, esa es la forma más común por la que una persona se puede contagiar, pero no es la única. También podemos conseguir enfermarnos por medio de transfusiones sanguíneas, trasplantes de órganos o durante el embarazo al momento del parto.5,12, 13

Cuando se adquiere el virus, suelen pasar de 4 a 10 días para empezar a ver los primeros síntomas. A partir de ese momento, nosotros podemos pasar el virus durante 4 a 12 días.14,15

¿Qué sucede en mi cuerpo?

Esta infección tiene la característica de aparecer con o sin síntomas. En el caso de tener síntomas, los podemos dividir en tres fases que a continuación se mencionan:

Fase Febril → Fiebre alta (40 °C) y repentina, los síntomas pueden durar de 2 a 7 días. Otros síntomas incluyen: Dolor en articulaciones o musculares, dolor generalizado, dolor detrás de ojos, dolor de cabeza, intolerancia a la luz, enrojecimiento de abdomen y/o pecho en las primeras 24-48 horas, sin embargo, al ser la fase no grave se acompaña de varios signos, es importante reconocer los datos de alarma que pueden condicionar la evolución a una fase grave, estos suelen ser aparición de puntitos rojizos en la piel, moretones, sangrado bucal, dolor al tragar, anorexia, náuseas y vómitos.12

Crítica → Conocido como dengue grave, es una complicación peligrosa o incluso mortal por sus sangrados severos o falla multiorgánica dentro de las primeras 24 a 48 horas. Después de un periodo de tiempo que va desde 3 a 7 días, también se puede presentar dolor abdominal intenso, vómitos continuos, respiración acelerada, hemorragia bucal, cansancio, inquietud o vómito con sangre. Estos síntomas deben de ser atendidos por un médico lo antes posible.12,16

De recuperación → Etapa en la que podemos ver una disminución de los síntomas, sobre todo, por la interrupción de los sangrados.12

Lo que se necesita saber de la prevención y control de esta enfermedad puede ser lo más básico, empezando desde el hogar, por ejemplo evitar tener criaderos de mosquitos en las casas, un criadero puede ser desde una maceta que contenga planta natural hasta una tapa de refresco que tenga algunas gotas de agua limpia, ya que es común tener agua estancada dentro de algunos objetos expuestos al aire libre.14 Otras recomendaciones incluyen el uso de ropa como barrera contra el mosquito, usar repelente o aplicar insecticidas en aerosol en los hogares.12

Como conclusión, se puede decir que el dengue es una enfermedad que está desde hace años, la cual no se le ha dado la importancia necesaria; pero ahora, con la llegada de COVID-19, se ha dejado en segundo término. Si bien es cierto, ambas enfermedades son peligrosas, sin embargo, con el dengue podemos tomar acciones que generen una gran disminución de contagios con cosas tan simples que podemos realizar en nuestras casas, así como evitar el aumento de contaminación para disminuir el impacto del cambio climático que hoy en día que pone en riesgo nuestra salud y nuestro planeta.

 

Referencias:

Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Panorama Epidemiológico de Dengue, 2020 [Archivo de base de datos en Internet]. México [Actualización: 8 de junio de 2020; Citado: 12 de junio de 2020]. Disponible en: https://www.gob.mx/salud/documentos/panorama-epidemiologico-de-dengue-2020

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Fajardo Dolci G, Meljem Moctezuma J, Vicente Gonzalez E, et al. El dengue en México, Conocer para mejorar la calidad de la atención. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. [Internet]. 2012 [Consultado: 2 de junio de 2020]; 50 (6): 631-639. Disponible en: http://revistamedica.imss.gob.mx/editorial/index.php/revista_medica/article/viewFile/1101/1733

Organización Mundial de la Salud. Dengue. Guías para el diagnóstico, tratamiento, prevención y control. [2009; Consultado: 2 de junio de 2020]. Disponible en: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/44504/9789995479213_spa.pdf;jsessionid=C0E23BFD7184CFE45B9AD5B07FD194C0?sequence=1

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Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades [Internet]. Estrategia de control de vectores en el escenario de transmisión simultánea de dengue y COVID 19 en México. [13 de mayo de 2020; Consultado: 7 de junio de 2020]. Disponible en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/551912/Estrategia_Control_Vectores_COVID-19_Mexico.pdf

Centros para el Control y Prevención de Enfermedades [Internet]. Dengue. [2020; Consultado: 9 de junio de 2020]. Disponible en: https://www.cdc.gov/dengue/

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Brady OJ, Gething PW, Bhatt S, Messina JP, Brownstein JS, Hoen AG et al. Refining the global spatial limits of dengue virus transmission by evidence-based consensus. PLoS Negl Trop Dis. [Internet] 2012 [Consultado: 12 de junio de 2020] 61760. doi:10.1371/journal.pntd.0001760.

Las lecciones de la epidemia

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

A tres meses de emergencia epidemiológica podemos ya identificar algunas lecciones o aprendizajes que este serio problema de salud nos ha dejado en México.

Una de esas ha sido el efecto colateral de la sobre información que hemos sufrido con mayor virulencia que la epidemia misma, particularmente desde las redes sociales y las diversas páginas de internet, como por ejemplo You Tube, y sus infinitas réplicas por todo otro tipo de medios que nos han dicho lo mismo que la epidemia es la más letal que podamos imaginar, o que todo es invención de los grandes consorcios garantes del nuevo orden mundial. Entre uno y otro extremo una increíble variedad de opiniones, declaraciones, conferencias, entrevistas ofrecidas por el más variopinto número de personas, desde las muy capaces e informadas, hasta aquellas que recibieron su información de parte de los extraterrestres o de complejas revelaciones divinas alertándonos de la conspiración mundial de los malosos en contra de las almas piadosas.

Otra importante lección ha sido constatar lo pésimamente mal preparados que estábamos para una emergencia semejante en el campo de las nuevas tecnologías de la comunicación, y nuestro aferramiento a no hacer las cosas sino a la antigüita, así el mundo se acabe. Pero cuantos intentaron hacer las cosas de otro modo, es decir, “en línea”, se encontraron con que fallaron los sistemas que se tenían, se saturaron las redes, los anchos de banda no fueron suficientes, la fibra óptica no llega a todas partes, ni siquiera en la misma ciudad, y además se notó nuestra grave elitización, es decir, en una emergencia de este tipo, las nuevas soluciones de la tecnología solamente operan en favor de los que más dinero tienen.

Aprendimos también hasta dónde puede llegar el fracaso de la educación cívica, y poner en riesgo la salud y la vida de todos por esa irresponsable forma de enfrentar un problema común, haciendo cada quién lo que le dé la gana, un caso ejemplar, el uso del cubrebocas, que algunos entendieron que bastaba con traerlo colgado del cuello en el mejor de los casos, en parte debido a que las mismas autoridades de salud no se ponían de acuerdo sobre su utilidad o inutilidad, cuando al fin dijeron que sí era importante usarlo, les creyeron los que quisieron. La “sana distancia” topó inevitablemente con el indispensable uso del transporte público y sus medidas de higiene “formales” y rara vez vigiladas, total que el asunto de contagiarse o no, se le dejó a la buena o mala fortuna de cada quien.

Lamentable pero previsible la actuación de la clase política que hasta la fecha no ha logrado convencer a la ciudadanía de su genuino interés por la salud de todos; para variar muchos de sus integrantes han actuado con su incurable oportunismo partidista o personalista, lo cual ha llevado a confrontaciones entre federación y Estado, descalificaciones mutuas, ocultamiento de datos sobre enfermos y fallecidos, maquillamiento de recursos que nos hacía sentir en el primer mundo, opacidad informativa para los familiares de pacientes, disimulos de todo tipo, usurpación de funciones donde tal o cuál político acabó siendo el sábelo todo, dimes y diretes de aquí y de allá, y claro, arranque de nuevas campañas, a destiempo oficial, mientras la gente asolada por la epidemia y por la crisis económica trata de sobrevivir como Dios le da a entender, porque la ayuda prometida no llegó o no era para todos, o las redes se saturaron y ya no fue posible hacer los trámites, o porque reabrir un negocio se hizo mucho más difícil y complicado que abrirlo por primera vez. En este tipo de escenarios, hasta las cosas correctas y oportunas que la autoridad ha hecho acaban por confundirse.

¿Feliz día del padre?

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo UNIVA Plantel Guadalara

 

Vi hoy un comentario en una red social que decía “Este 21 de junio será el primer día del padre que no se celebrará por la pandemia…los otros años han sido porque se les olvida” y me quedé reflexionando acerca del valor que le damos a los padres de familia y concluí que lo consideramos desde la relación que tenemos con ellos.

En muchas ocasiones se les valora por lo que proveen, otras por lo que no proveen y esa podría ser una de las cargas más fuertes que traen sobre los hombros los padres. Claro que no olvido la historia de tantas mujeres que solas han sacado adelante a sus hijos y que lo han hecho como cabeza de familia.

Los hombres desde chicos, saben que tienen que estudiar y/o tener un buen trabajo porque serán el sostén de una familia y con ello ser buenos padres, como si esa fuera la manera de decir si cumplen bien o no ese rol. Ser padre no solo es proveer, es contribuir con la educación, con la preparación académica, con los valores y la formación integral de hombres y mujeres de bien.

Dicen que nadie nació enseñado para ser padre, pero tampoco estamos calificados para evaluar a uno de ellos. La subjetividad de los sentimientos hacia esa persona nos hace ponderar desde excelente hasta pésimo; las circunstancias propias y del entorno (hasta las de pareja), cambian a cada segundo y eso también influye en las evaluaciones.

En estos tiempos de confinamiento, muchas familias han podido pasar más tiempo con los papás en casa, han visto, quizá, cosas diferentes como su forma de trabajar, hacer labores de hogar y ellos también han tenido oportunidad de conocer más a sus propios hijos.

Los papás pueden proveer bienes, pero también afecto, buen ejemplo, disciplina, conocimientos. No se les puede catalogar en casa solo por sus logros laborales, son el cúmulo de muchas facetas, pero se tiene que dar la oportunidad y darles a ellos la oportunidad de mostrarlas.

Valorar a los padres (hombres), en su justa medida, es símbolo de equidad y de justicia. Y así como hay madres que cometen errores, también hay padres que los cometen. Pero ¿quién, que haya convivido con su papá, no tiene un buen recuerdo que le haga sonreír?

Feliz día del padre a los que siguen dando su mejor esfuerzo y a los que ya descansan en paz.

 

Publicado en La Crónica de Hoy Jalisco del viernes, 19 de junio de 2020.

 

¿Qué hace un psicólogo de la salud en tiempos de COVID-19?

Por Líderes Universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Horacio Luque Badillo • Alumno de la Licenciatura en Psicología

 

Las emociones se definen como las respuestas psicofisiológicas que experimentamos todos los seres humanos y son: alegría, sorpresa, asco, ira, miedo y tristeza. Partiendo de ello, me surge la siguiente curiosidad, ¿qué sucede con las emociones de las personas con COVID-19 en este momento?

Me gustaría informarte sobre un especialista al cual se le conoce como psicólogo de la salud. La psicología de la salud es una rama de la psicología que pocos conocen: ésta se encarga de estudiar las enfermedades a través de su prevención y tratamiento, con el objetivo de que el paciente acepte su situación y afronte los problemas derivados de ella, con una actitud responsable y positiva.

Estos profesionales están, en su día a día, trabajando con personas que padecen un sinfín de enfermedades tanto terminales, como crónicas de manera conjunta con los doctores y la familia del paciente para que este proceso no sea desgastante para ninguno de los involucrados.

Por eso, es de suma importancia crear conciencia sobre la labor que tienen los psicólogos de la salud, desde el momento en que el paciente recibe su diagnóstico, porque tanto él como su familia, pasan por un proceso de negación, y es aquí donde pueden aparecer las emociones de ira y tristeza en los contagiados, por la sensación de incapacidad para poder afrontar la situación. En este punto es donde psicólogos de la salud entran en acción, buscando restablecer el estado de ánimo de los implicados.

El psicólogo, en esta etapa, va en búsqueda de explorar los miedos que estén aquejando a la persona para darle un apoyo emocional de acuerdo con sus necesidades y, ayudarle a crear metas a corto plazo que se vayan consumando, para así, lograr la homeostasis emocional.

En este acompañamiento es fundamental no negar al paciente la información de su estado de salud, así como saber contextualizar de forma sencilla y comprensiva a sus familiares y amigos.

A pesar de este delicado y valioso trabajo, a los psicólogos de la salud no se les da la importancia suficiente, al igual que a los mismos médicos y enfermeras que están en plena lucha contra el virus.

Por eso, no solo en este momento debemos agradecer el trabajo de todo el sector salud, que está dispuesto a salvar nuestra vida sin importar el poner en riesgo la de ellos y sus familias. Ellos nos están protegiendo, no hay porque lastimarlos, ¡valorémoslos!

#CuidémonosEntreTodos #QuédateEnCasa