Los alumnos de UNIVA Querétaro vivieron las misiones de Semana Santa 2024 en 19 comunidades del municipio de Atarjea, Guanajuato. Una experiencia que les dio la oportunidad de sumergirse en un ambiente de oración y servicio, y de tener el encuentro con el hermano al compartir la fe con otros jóvenes, niños y adultos.
Confiados en Jesús, y en mamá María, emprendieron el viaje para descubrir un contexto diferente después de haber recibido la preparación necesaria de parte de las hermanas Hijas de Santa Ana, un espacio previo en donde reconocieron su fe en Jesús y tomaron conciencia de las celebraciones que estaban por vivir. Así, durante la misión, pudieron compartir diferentes temas con quienes no conocen el Amor de Dios.
La jornada de los misioneros empezaba a las cinco de la mañana con el Rosario de Aurora, para después trabajar con niños, y por la tarde con mujeres y ancianos, a los cuales se les enseñó el significado, signos y símbolos de la Semana Santa.
Aunque terminaban las jornadas cansados, sedientos y asoleados, permanecían contentos por la alegría del Evangelio, por lograr el objetivo de conocer y dar a conocer el Amor más grande que tuvo Dios al entregar a su hijo.
Conmovidos, los misioneros UNIVA demostraron y compartieron la fe en Jesús. Hablaron de las promesas de Jesús al vivir en el amor y al procurar la paz.
A mitad de semana, el Evangelio les recordó el momento en que Jesús lloró por su amigo Lázaro y cómo, ya con tres días muerto, olía muy mal, igual que los misioneros. Así lo menciono el párroco Rafael López, quien pidió a la comunidad cuidar a los misioneros en su recorrido.
Después de visitar alrededor de 19 comunidades, divididos en siete brigadas, en donde repartieron ropa, despensas y dulces, los misioneros experimentaron la cercanía, la gratitud y la hermandad de los pobladores.
El Triduo Pascual: pasión, muerte y Resurrección de Jesucristo, fue vivido con intensidad en un estado de oración y con el corazón abierto a la acción del Espíritu Santo. Finalmente, todas las brigadas se reunieron en la Exhacienda de la comunidad de La Peñita para celebrar el primer domingo de Resurrección en medio de cantos de agradecimiento y la santa Eucaristía.
Renovados, los misioneros tomaron el camino de regreso a casa llenos de gozo por la Resurrección de Nuestros Señor Jesús, fortalecidos en la fe y agradecidos porque el proyecto de misión que prepararon con tanto tiempo fue posible.