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Voces UNIVA

Calentamiento Global

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtro. Alejandro Garza Galicia, Profesor–Investigador Ciencias Exactas e Ingenierías • Plantel UNIVA Guadalajara

Una vez que arrancó la revolución industrial a mediados del siglo XVIII, grandes avances tecnológicos vinieron a transformar la economía y la sociedad, la explotación de los recursos naturales en grandes cantidades provocaron la demanda para satisfacer las necesidades de la época, la máquina de vapor impulsó la movilidad en los ferrocarriles y los barcos, el cambio del uso de la fuerza de los animales por los primeros combustibles hicieron que se formara una nueva sociedad que para fines del siglo XIX veía una electrificación de las ciudades.

Durante el siglo XX la historia mostró la aparición de grandes avances, desde la fabricación en serie del automóvil, el surgimiento de la aviación civil, el florecimiento de la industria petroquímica, la fabricación de utensilios a partir del plástico, la evolución de las comunicaciones que comienzan a unir ciudades, países, personas y continentes, así como el desarrollo de la industria militar que permitió la aparición de avances sustanciales. De esta forma, es que llegamos a la era moderna con la aparición de la primera computadora de escritorio, el teléfono celular, la creación del internet, los robots, nuevos materiales e incluso de compuestos que se hacen molécula a molécula con el uso de la nanotecnología. Este inicio del siglo XXI confirma los grandes inventos y las nuevas formas de vida, ya sea desde viajar cada vez más rápido hasta los revolucionarios tratamientos en la ciencia médica. Sin embargo, toda esta historia tiene un sombrío reflejo, una serie de afectaciones en la naturaleza y la vida humana, que se ponen de manifiesto con el incremento generalizado de la temperatura del planeta, un fenómeno conocido como calentamiento global.

El incremento de la temperatura en los cuerpos provoca una serie de alteraciones físicas, químicas y/o biológicas. En la tierra, vista como un sistema termodinámico, existen conversiones de energía pasiva a energía activa para satisfacer las necesidades de esta nueva sociedad, por ejemplo, la transformación de los combustibles fósiles es aprovechada en una aplica gama de procesos industriales como el cultivo de alimentos, la producción de ganado, la transportación, la producción de energía eléctrica o meramente, la elaboración de productos. La Agencia Internacional de Energía menciona que en la actualidad, se consumen alrededor de 85 billones de kilowatts, una cantidad enorme de energía que además, se incrementa día a día. Un aspecto fundamental es que más del 85% de esta cantidad es producida a partir de fuentes derivadas del petróleo, lo que provoca el aumento de gases tóxicos malignos para la salud humana y que en conjunto, forma una capa estratificada en la atmósfera dando origen al efecto invernadero.

Los gases aparecen al producirse por la combustión de los llamados fósiles, suben a las capas de la troposfera y se estratifican, es decir se estacionan, no se mueven y forman una capa tenue que provoca que los rayos del sol entren y no consigan salir; esto es lo que incrementa la temperatura del globo terráqueo. Los científicos han venido registrando este incremento y presentando los resultados en los organismos internacionales, el más reciente, el Acuerdo de París, es un protocolo ambiental que representa un esfuerzo conjunto de 125 países para reducir la temperatura global 2°C por encima del nivel en que se encontraba durante la época pre-industrial, sin embargo, este esfuerzo no ha fructificado ya que los reportes indican que sigue subiendo la temperatura global y las políticas energéticas siguen orientadas a la explotación de los hidrocarburos en una gran parte de las naciones. Recientemente, los Estados Unidos de Norteamérica, firmaron su salida del acuerdo, con lo que se provoca un desequilibrio en la política ambiental internacional, ya que otros países podrían seguir este ejemplo. El impacto de las acciones a favor del medio ambiente pueden verse disminuidas, así como los fondos financieros que son aportados por los demás países desarrollados.

El panorama para el medio ambiente y sus recursos no vislumbra grandes avances por todas las políticas que pretenden seguir utilizando fósiles y seguir deteniendo la transformación a sistemas energéticos de producción limpia. México por su parte esta adherido al Acuerdo de París, sin embargo, las reformas energéticas federales que se han planteado recientemente, poco estimulan el uso de las energías limpias para desarrollar grandes proyectos de infraestructura en materia de energía, por lo pronto la iniciativa privada ha comenzado en el impulso de proyectos energéticos a base de energía solar y eólica, en gran parte para autoabastecimiento, pero es insuficiente ya que los efectos se ven cada vez más acentuados en la naturaleza y la aparición de más y nuevas enfermedades.

El incremento en la demanda de energía por parte los sectores residenciales, comerciales e industriales, ha generado que el calentamiento global propicie el efecto más recrudecido que enfrentará la humanidad, el “cambio climático” una serie de alteraciones en los perfiles térmicos de todo el planeta, que a la vez, causa el desequilibrio de los ciclos naturales a nivel físico, químico y biológico, ya sea con el derretimiento de los polos, las alteraciones del pH de los mares o presentándose con la alteración de los ciclos reproductivos de todo el mundo microscópico, como bacterias, virus, entre otros. Sin duda, ya no podemos revertir todas las consecuencias que enfrentamos en la actualidad, como lo indica el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, estamos en una era en donde tendremos que adaptarnos y establecer los mecanismos para reducir la vulnerabilidad de los grupos desvalidos y promover la explotación de los recursos de una manera sustentable. La humanidad debe de entender que el respeto a los procesos naturales será la clave para convivir en armonía y recuperar el equilibrio biológico de nuestro planeta.

La publicidad no vende mentiras, en sí, nadie las compra

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Lorena Martínez Dueñas • Alumna de la Licenciatura en Publicidad  

 

La publicidad a lo largo del tiempo ha sido tema del que hablar, ya que debido a algunos casos que han hecho mal uso de ella se han creado pensamientos negativos hacia cualquier tipo de publicidad, afectando aun a la que es honesta.

Algunos temas que se abordarán en esta columna son:

¿Realmente qué es la publicidad engañosa?

¿Qué es lo que influye para que los publicistas, comunicólogos, etc., tomen la decisión de dejar a un lado la ética para beneficio de su mensaje?

La ética en la publicidad se ha visto muy ligera y corrompida en estos tiempos ¿Es esto una moda? ¿Se ha vuelto algo normal que la publicidad sea exagerada y que no se diga la verdad?

Antes que nada es importante saber que la ética es un conocimiento de la conducta propia dirigida a orientar nuestra actividad hacia el bien, evitando destruirnos. Parte de la persona humana, se vale del conocimiento de sus actos y termina por elevarla. La ética es la ciencia de las acciones humanas (Hortta). Y en cuanto a la publicidad engañosa, ésta se define como aquella que transmite información falsa de algún producto para generar confusión en los consumidores, su finalidad es, como su nombre lo indica engañar y manipular a las personas.

Al transmitir un mensaje claramente con ello se tiene un objetivo, donde lo más importante tendría que ser “informar” realmente lo que es el producto/servicio/idea de la marca. Sin embargo, esto ha pasado a segundo plano cuando el objetivo más importante es vender a pesar de todo. La publicidad no debería de decir mentiras para que se venda el producto/servicio o idea en cuestión, sino que lo publicando debería ya de ser lo suficientemente bueno para a partir de una publicidad con ética, llegue al segmento ideal y así poder informar respecto a sus beneficios y teniendo como resultado natural su consumo.

Es claro que la publicidad va más allá de informar, sino ¿Qué es lo que la hace emocional? Una buena publicidad en mi opinión es una publicidad que enamora a partir de la idea de campaña, de cómo fue que hizo ese clic con el cliente, el diseño, el mensaje que hizo que el cliente se proyectara, pero todo esto sin mentiras, sin potencializar el producto materialmente.

La buena publicidad no engaña, enamora y esto es algo que se debería de llevar muy presente en todas las personas que estamos en el medio, al final de todo, una publicidad que engaña no sirve porque podrá ser que el público compre una vez pero una segunda no lo creo. El consumo no tiene por objetivo lo efímero, cualquier marca siempre espera ser reconocida.

Es importante que nos demos cuenta que le estamos hablando a personas iguales a nosotros, ponernos en los pies de los usuarios es lo que puede servir al querer separar lo que es ético o no (Serrano, 2018).

¿Me gustaría que me prometieran algo y que al final no vayan a cumplir?

Día a día nos topamos con anuncios exagerados desde la hamburguesa que en el anunció se ve BIG MAC y en el mostrador te dan una LITTLE MAC, hasta la Splenda que promete saber a azúcar y claramente su sabor es distinto.

En conclusión, la ética en la publicidad es un tema relevante que se debería de hablar más al respecto, tanto usuario como creador de publicidad. Es muy importante debido a las consecuencias que se tiene en ambos aspectos, como usuario se debería de exigir veracidad en la publicidad y como creador se debería de pensar en las consecuencias de un usuario inconforme.

 

El fin de los cuentos de hadas

Por Tendencias, Voces UNIVA Sin comentarios

José Alejandro Domínguez Islas • Alumni Preparatoria UNIVA

 

Walt Disney Animation Studios ha tenido varias definiciones por parte del público a lo largo de sus casi 100 años de fundación; desde sus inicios, se podría decir que fue revolucionario, visualmente sorprendente, e innovador para la industria del entretenimiento; con el tiempo, en la década de los 90, se le asoció completamente con el virtuosismo de su música y la presentación de íconos para niños y niñas, como lo fueron Hércules, Bella y Mulán. Posteriormente, a pesar de la decadencia que tuvo en los primeros años del 2000, que podrían ser definidos a grosso modo como mediocres con una experimentación fallida, la productora tuvo destellos de grandeza con La Princesa y El Sapo y Enredados, que recordaban a la esencia de ese Disney que cautivó a finales del siglo pasado; sin embargo, no reflejaron ese éxito que se esperaba, hasta que en 2013 se estrenara una película la cual se definiría como el nuevo clásico instantáneo para las animaciones del ratón: Frozen.

Antes del estreno de su secuela, la comunidad de fanáticos por años ha especulado sobre el interés amoroso de la princesa Elsa, algunos incluso han sugerido una relación homosexual para reforzar el discurso de inclusión que se ha vivido en todos los medios de entretenimiento. No obstante, Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez, compositores de la primera entrega que retomaron sus puestos para la segunda parte, respondieron a este cuestionamiento para IGN, diciendo que “el personaje no se define por sus amoríos, si no que será un personaje independiente, con un objetivo muy distinto”, palabras que me llevaron a la reflexión a partir de cómo ha cambiado el desarrollo de los protagonistas para los filmes animados del estudio.

Mientras que, en aquellos días de gloria, historias como La Sirenita, La Bella y la Bestia, Hércules, y Aladdín eran éxitos de crítica y taquilla, se notaba un patrón que le encantaba al estudio, el “vivieron felices por siempre”, haciendo alusión a los finales de los cuentos donde el príncipe se casaba con la princesa y terminaba la historia, siempre con un romance de por medio. Sin importar los obstáculos, nuestros héroes vencían al villano de turno y encontraban el amor en una pareja, una fórmula que hoy es contraria a lo que presentan en sus producciones, donde en ocasiones ni siquiera existe un villano, y a la fecha no se ha presentado un romance para los protagonistas.

Esto ha formado los nuevos modelos aspiracionales para la nueva generación, donde Ralph, Elsa, Hiro Hamada, Judy Hopps y Moana, ya no están en la búsqueda de una pareja que los complemente; en la actualidad, se le ha dado un mayor peso al amor filial, a la búsqueda de identidad y la independencia, temas que, si bien eran abordados bajo la superficie de otras animaciones, ahora el reflector brilla completamente para estos discursos. Las nuevas películas del estudio están bajo una constante de transmitir mensajes que esta nueva generación requiere, cambiando el romanticismo que se ve plasmado en un sinfín de historias de todos los medios posibles, por otras maneras en la que se ve reflejado el amor, que no solía ser el foco principal de sus otras producciones. La compañía se ha responsabilizado no solo del entretenimiento, sino del adoctrinamiento que siempre han tenido en los niños, cambiando los discursos idealistas y fantasiosos de varias princesas por un realista “no puedes casarte con alguien que acabas de conocer”, dándole a estos personajes una fuerza única de independencia que no había tenido ningún protagonista en el pasado.

La aventura congelada no le dio popularidad y reconocimiento a Disney de manera gratuita, no fue escuchar a los niños cantar horas la misma canción como si no tuvieran botón de pausa, o decir que la cinta solo brilla por lo visual; considero que hubo un fenómeno como los que ya pocas veces se vive en el mundo de la animación, existía un discurso sobre como los niños de la nueva generación podrían aprender sobre hermandad y amor propio como nunca se había hecho a la fecha por la productora. Y eso, es lo que de verdad se le reconoce a Disney con Frozen, ser el primer paso para contar nuevas historias con temáticas que deberían ser importantes para su principal audiencia, lo que llevaría a una nueva etapa para su industria animada la cual podría tener un brillo único, donde Grandes Héroes, Zootopia y Moana podrían darle una conclusión a la fórmula donde parecía una norma que el protagonista se enamorara al final del típico cuento de hadas.

Estrategias para hacer que tu negocio permanezca en el mercado

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dra. María Guadalupe Moyano Martínez • Docente UNIVA Plantel Guadalajara

 

La administración sigue evolucionando, y con ello, las herramientas y técnicas que las empresas adaptan para seguir su crecimiento y desarrollo, o bien que eligen para sobrevivir en el mercado. La competencia es cada vez más aguerrida, más directa y más fuerte y las organizaciones se encuentran frente a un mercado altamente competido, lo que provoca la necesidad de formular estrategias claras, contundentes, e incluso hasta agresivas para continuar en la preferencia del consumidor.

Las estrategias han cambiado de manera exponencial, tanto en su diseño como en su implementación, ya que también se ha modificado el mercado por la gran cantidad de industrias emergentes, (que son aquellas que se encuentran en etapa de formación o arranque y que quedan enmarcadas dentro de la así denominada: “economía emergente”), y que por tanto, su labor diaria debe actualizarse implementando nuevas formas de acercarse al cliente para lograr no sólo su compra, sino también una posible recompra y su fidelización para garantizar se existencia en el mercado.

De acuerdo con la EAE Business School de España (2019), Los mercados denominados “emergentes” tienen como factor común que “…suman una importante parte de la población mundial, lo que los convierte en un gigantesco mercado con un tremendo potencial de consumo gracias al rápido desarrollo económico que experimentan.” Lo anterior, lleva tanto a los empresarios como a los inversionistas a poner la mira en estas empresas y en el mercado que representan en el mundo entero, pues es un fenómeno global que bien puede aprovecharse para hacerlas crecer.

Y mientras tanto, ¿Qué pueden hacer estas empresas al respecto? ¿Cómo deben reaccionar para seguir en el juego competitivo del mercado?

Deben emprender acciones para hacer que su negocio permanezca “vivo” en el mercado en el que está inmerso, utilizando estrategias como las siguientes:

Considerar seriamente una revisión de su ventaja competitiva, o bien, delinearla con claridad para que lleguen de forma contundente a los consumidores. Cuando no se sabe a ciencia cierta qué distingue a la empresa del resto, se está ante un problema importante, porque se diluyen en el mercado, haciendo lo mismo que las otras empresas, de ahí que buscar una ventaja competitiva que los afiance, es un primer paso y quizá el más relevante para poderse distinguir de la competencia.

Identificar y estudiar a su competencia real, buscando la mayor cantidad de datos e información en general de quiénes son los principales competidores, qué los caracteriza, dónde están ubicados, qué ofrecen y por qué los clientes los siguen y se quedan con ellos; aquí es recomendable no sólo saber quiénes son, sino conocer lo que hacen diferente, cuál es el “plus” que le aportan a sus clientes, (el trato, el producto, el servicio, la presencia en redes sociales, las promociones, la comunicación permanente con el cliente, etc.), cualquier factor que haga la diferencia de las demás empresas, pudiendo incluso visitar como cliente a la competencia para identificar esas características que le dan valor a la compra del cliente.

Hacer benchmarking, y detectar y analizar las buenas prácticas de las organizaciones con las que se está compitiendo, para imitarlas sin hacer un plagio burdo y sin razón del cual se daría cuenta el usuario, pudiendo causar el efecto contrario, por el contrario, conocer esas prácticas que se pueden adaptar con estilo propio en beneficio de los consumidores.

Revisar la tecnología que se tiene implementada y analizar los resultados obtenidos a la fecha con ella, y pensar en la posibilidad de adquirir otras tecnologías que permitan la cercanía con el cliente para conocer sus necesidades actuales, esto llevará a la empresa a verificar la calidad de los procesos, el equipo disponible, la fuerza de ventas con la que se cuenta, etc.; en sí, cuestionarse si la manera en la que se está utilizando la tecnología realmente ha acercado y favorecido la relación empresa-consumidor, o si es momento de plantearse la inversión en nuevas tecnologías.

Generar alianzas con otras empresas cuando el financiamiento está representando un problema para crecer cuando se está iniciando el negocio, o reinvertir si ya está en evolución, de forma tal que la empresa siga teniendo presencia en su segmento de mercado o sector.

Darse a la tarea de buscar nuevos clientes, innovando en el producto o servicio que se ofrece para atraerlos, pensando e investigando sobre las necesidades del consumidor actual.

Y finalmente, entre otras estrategias y recomendaciones, prepararse concienzudamente para la entrada de nuevos competidores, los emprendedores vienen pisando fuerte con sus propuestas de negocios, sobre todo emprendimientos realizados por jóvenes, lo cual representará un nuevo reto para quienes ya tienen su empresa establecida.

Formular e implementar estrategias no es complicado, lo interesante está en que las empresas focalicen su atención en aquellos aspectos relevantes para el cliente, y en los que se deben centrar dichas estrategias, para que el consumidor sienta que se tiene un interés genuino en darle la mejor opción del mercado.

En diez años tu trabajo no existirá

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Arturo González Corona • Alumno de Ingeniería en Sistemas Computacionales

 

El mundo actual cambia velozmente, ya que en cada momento surgen nuevas necesidades en la sociedad. La tecnología está ganando terreno y abriéndose paso en los ámbitos laborales generando así un miedo colectivo a la pérdida de empleos.

Un sistema de automatización es un conjunto de componentes lógicos y operacionales relacionados entre sí con el fin de sustituir una actividad humana. Con ello, cualquier empleo es propenso a ser reemplazado por máquinas y simultáneamente se originen nuevas posiciones para el funcionamiento y programación de dichos trabajos.

Desde hace casi un año, un estudio de McKinsey Global Institute (MGI), con la participación de expertos del departamento de Economía de Oxford y el Banco Mundial, pronosticó que entre 400 y 800 millones de personas serán desplazadas de sus puestos de trabajo en 2030 debido a la automatización. Pero a su vez, nuevos roles de trabajo y empleos serán creados debido a estas tecnologías, con una cifra de 133 millones y 58 millones, respectivamente.

Muchas personas se encuentran aferradas a su actual puesto y tienen inseguridad de un cambio imprescindible, la adaptación es necesaria. Una decisión óptima será reformarse y estar sujetos a la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos con el fin de no permanecer estancados en una forma de vida que quedará en el olvido.

Estos cambios deben someterse a la prudencia, como decía Aristóteles “la prudencia es la virtud clave que se centra en hacer uso de la razón en la vida cotidiana”, por lo que pueden surgir dos vertientes: que estas nuevas tecnologías prometan una mejor calidad de vida o que afecten de manera negativa cuestiones como el medio ambiente, política y religión.

Recapitulando, la automatización es un cambio inevitable que ya ha comenzado a aplicarse en el sistema laboral actual pero el negativo revuelo que ha generado no es del todo adecuado, y lo que está transformación aporte solo puede ser predicho sin llegar a ser una afirmación concreta. Los sistemas de automatización son lo mejor o lo peor que le puede pasar al mundo.

Adviento: La certeza de Su presencia

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dra. María Cristina Martínez Arrona • Jefa de Universidad a Distancia

 

“Cristo no vino a iluminar nuestros diciembres,

sino a transformar nuestras vidas” (Rich Miller)

 

Del 1 al 22 de diciembre celebramos el tiempo de Adviento, periodo de preparación para la Navidad. El propósito de estas cuatro semanas es exhortar a los creyentes a preparar el camino (el corazón, la familia, las relaciones, el contexto en el que nos desenvolvemos) ante una certeza: el Señor llega, Dios está y sigue presente en nuestra vida.

Cada espacio litúrgico lo acompaña una pedagogía propia, signos y símbolos relacionados con el sentido de la celebración, el objetivo de la Navidad es conmemorar uno de los grandes misterios de nuestra fe: Dios se revela a Sí mismo, es el ‘Emmanuel’, Dios con nosotros. A partir de ese acontecimiento histórico, se subraya el valor y lugar que tiene la dignidad de la persona humana, centro y culmen de la creación, la cual podemos vivir a plenitud si tomamos a Jesús como camino, verdad y vida (Jn 14,6).

Este año que estamos despidiendo, el 2019, se ha declarado como el más violento de la historia de México, de ahí el preguntarnos ¿en realidad Dios está en nuestro cotidiano, en nuestras decisiones, opciones y relaciones? La finalidad última de los tiempos litúrgicos es dar sentido y razón de ser a nuestro día, a lo frecuente, a lo habitual; esto implica orientar nuestra motivación y actividad al servicio de la dignidad de la persona humana y de la casa común, a trabajar por crear un ambiente de estabilidad y de paz, ofreciendo nuestro Ser como expresión de amor, “son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida” (Von Humboldt, 1767-1835). El Amor es la fuerza que recrea la vida.

Adviento significa que Dios viene al hombre y lo hace porque el ser humano es capaz de acogerlo. Es común, observar personas cuyo centro y motivación no son las personas, sino el poder adquisitivo a través de cosas materiales y placeres personales; el afecto se alimenta a través de seres vivos como las mascotas, convertidas en los amigos incondicionales, estamos ante una cultura que alimenta el amor del eros, que mueve las emociones, pero no fomenta, ni cuida las relaciones. Crear un ambiente de miedo, desconfianza, amenaza ante la presencia y llegada del otro es todo lo contrario al sentido propio de la Navidad, de ahí la necesidad de este tiempo de preparación.

Navidad busca despertar la presencia del otro y fortalecer así nuestras relaciones, conectar con el Espíritu y trascender desarrollando una actitud de gratitud, alegría, y esperanza. Tiempo de alimentar el amor de philia y de agape, y junto con ello, un ambiente de armonía y sana convivencia. La apertura a un «tú» capaz de conocer, amar y dialogar sigue siendo la gran nobleza de la persona humana (LS 119).

 

Publicado en El Seminario Arquidiocesano de Guadalajara del domingo, 1 de diciembre de 2019.

Códigos éticos para un buen publicista

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Mariana Fournier Aguilera • Alumna de la Licenciatura en Publicidad

 

Vivimos en una sociedad en la que tristemente en muchas ocasiones importa más vender a través de un anuncio que no cumple con los códigos éticos. La veracidad es un valor que se ha ido perdiendo y la publicidad cada vez es menos creíble, ¿por qué?

De acuerdo con la definición de Philip Kotler (1999) la publicidad se define “como una comunicación no personal y onerosa de promoción de ideas, bienes o servicios”; así pues, la publicidad es la forma más omnipresente de comunicación que hay, es capaz de influir a todo aquel que tenga contacto con ella, muchas veces sin darse cuenta, es por eso que la responsabilidad del publicista es enorme.

La publicidad debe dejar de verse como una molestia ya que la persuasión comercial puede resultar algo agresiva si no se realiza correctamente, de ahí la importancia que la ética funge en ella, para lograr esto, El Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria CONAR A.C (2014) establece que un buen publicista debe aportar un valor real: entretenimiento e información útil, debe ser capaz de observar el medio que lo rodea y transformarlo en un mensaje que apele a actitudes y sentimientos positivos (art. 3º), debe publicar información veraz y comprobable en lo que afirme y en lo que omita (art. 2º), un buen publicista sabe hacer cumplir los principios de la justa competencia y evitar engañar al consumidor (art. 5º), estos entre otros criterios éticos deben imperar en la publicidad.

Un profesional debe saber aplicar las normas éticas de acuerdo con el contexto en que se encuentre, debe querer estar constantemente informado y sediento de conocimiento a fin de proyectarlo en su trabajo, estar dispuesto a escuchar y a recibir críticas para mejorar, debe ser creativo e innovador y atreverse a explorar nuevos caminos, pues el objetivo de un buen publicista es inspirar para ser recordado; provocar una reacción emocional en aquel que observa su trabajo.

Un buen publicista es aquel que se apasiona e involucra con cada proyecto para lograr causar emociones, es quien logra enamorar al consumidor de manera justa y sin engaños siguiendo siempre el código de ética. Como publicistas se debe tener un compromiso consigo mismo y con la audiencia a crear contenido real para no fomentar la percepción negativa que se pueda tener, sino transformarla, pues una publicidad ética es regida por la verdad.

Un año tachado

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Tachar no es borrar sino garabatear sobre algo escrito, y sin lugar a dudas, hacía muchos inicios de sexenio que no se tachaba tanto sobre la realidad, al punto de volverla confusa e indescifrable.

Los candidatos que triunfan en un proceso electoral, lo hacen con base a un proyecto, a una propuesta, aún si en ese triunfo muchas veces operen otros factores, como sería el desempeño del presidente saliente o del partido que lo patrocinaba, la situación del país, de la sociedad, de la economía, etc.

El actual gobierno federal triunfó en las elecciones y desde hace un año tiene el poder, actuando todo el tiempo en orden a aplicar su proyecto de nación y de administración, y no obstante las cotidianas ruedas de prensa del presidente o en parte a causa de ellas mismas, el conjunto de la población no parece que tengan una visión clara de la realidad nacional a estas fechas.

Y es que esa realidad ha sido constantemente tachada por millones de “memes”, reportajes, editoriales, análisis, manejos informativos y todo cuanto conforma la comunicación ofrecida por los amantes apasionados y los enemigos acérrimos del actual gobierno, logrando reunir una increíble montaña de desinformación, donde los pronósticos de futuro van de los más alarmistas a los más venturosos, y esa misma oscilación se da a la hora de exponerse la percepción del presente. En lo que mira al pasado el presidente del país ha exhibido su personal concepto y tal vez sea lo más claro dentro de esta maraña informática, lástima que la verdadera claridad que la gente requiere es la del momento que vive y del mañana que le espera, espacios donde, como digo, todo acaba siendo una perfecta confusión muy bien armada por todos.

Para poder sacar el hilo que desenreda esta maraña y poder ver la realidad tal cual es, se requiere sin duda de muchos recursos, pero sobre todo de honestidad, que es lo que más ha faltado lo mismo a unos que a otros.

A un año de gobierno se advierte una gran frustración entre aquellos que auguraban la catástrofe final y a la vez la expectativa perversa de que dicha catástrofe ahora sí ya esté por llegar, puesto que aún no llega como sin duda lo esperaban, e incluso se han valido de lo que sea para favorecer un semejante escenario.

Pero si pese a las muy criticadas acciones del gobierno federal el fin del mundo se hace esperar, deberíamos buscar cuáles son los aspectos que se nos escapan y que explican este hecho.

No deberíamos pasar por alto que los graves acontecimientos ocurridos en Chile, Ecuador y Colombia se dieron justamente en contra de gobiernos señalados por su política económica neoliberal ¿no sería el caso de analizar el punto, a propósito del discurso que ha mantenido Andrés Manuel?

Para evaluar la realidad del país y del gobierno federal a un año de ejercicio es fundamental situarse más allá del resentimiento o la gratitud, de los futurismos mesiánicos o apocalípticos, de cualquier tipo de parcialidad, ateniéndose exactamente a los hechos reales ocurridos, a su situación dentro de los procesos iniciados, a los conjuntos sin excluir los detalles ¿habrá quién lo haga sin nuevas tachaduras?

 

Publicado en El Informador del domingo 1 de diciembre de 2019

Volvió la Feria a la ciudad

Por Tendencias, Voces UNIVA Sin comentarios

José Daniel Meza Real • Coordinador de Calidad Académica UNIVA Plantel Guadalajara

 

 

Se acerca el final de noviembre, el frío empieza a hacer sus primeras apariciones y poco a poco los adornos navideños van apareciendo en las calles, anunciando la venida de las fiestas decembrinas. Pero conforme pasan los días se empieza a sentir un murmullo entre la gente de la ciudad, una expectativa comienza que lleva tiempo tachando recuadros del calendario; mientras otros, aquellos más ocupados, o más organizados, revisan una vez más su agenda para liberar los dos últimos fines de semana del mes. Ya vemos como se preparan las calles, las lonas se montan y los parabuses nos anuncian la llegada tan esperada de la gran fiesta, el evento que convocará a miles de personas de todas las partes del mundo para compartir una sola lengua: ¡La de las letras!

Así es, después de una larga espera vuelve la feria a la ciudad, la fiesta de los libros, la única e inigualable Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), el evento cultural más grande de Latinoamérica que año con año alberga a más de 800 mil asistentes, que participan en mil horas de actividades.

La FIL es un evento que ha vuelto a la ciudad de Guadalajara un punto de encuentro para intelectuales, artistas, escritores y lectores, no sólo de México sino del mundo entero y, aunque es importante mencionar que la derrama económica que deja el evento, está estimada en 330 mil millones de dólares anuales, se vuelve realmente incalculable la derrama de la riqueza cultural que ésta deja a los tapatíos y asistentes extranjeros, a través de conferencias de escritores, periodistas, académicos, artistas etc… pues en eso también contribuye el encuentro de las más de dos mil casas editoriales de 47 países que se presentan en sus largos y abarrotados pasillos; teniendo de esta manera, un encuentro cercano del tercer tipo con las letras.

Ahora bien, lo anterior se puede decir desde la perspectiva de un lector regular, que gusta y espera un evento de esta magnitud, pero desde otra posición más lejana a este contexto, supongo hay cabida a la siguiente pregunta ¿Para qué ir a la feria del libro si no me considero un lector?

Es importante destacar que, aunque si bien es cierto, por obvias razones el eje principal de la feria son los libros, esta categorización se queda bastante corta, pues seas o no lector, la FIL te da la oportunidad de tener un encuentro con la lengua, con las ideas, las diferentes expresiones artísticas y culturales que nos nutren de cualquier manera como seres humanos.

Es verdad, quizá usted es un lector en pañales que ve a la FIL, como una oportunidad de engentarse y luchar contra las adversidades del colapso de la avenida Mariano Otero y sus calles aledañas. Pero no por eso hay que desanimarse, tal vez a su visita no salga con sus manos llenas de libros, pero usted puede disfrutar de una plática muy amena con algún intelectual que, justo puede hablar de ese tema que le ha está rondando por la cabeza desde hace meses y que sólo había podido ver en redes sociales de manera superflua; quizá no sepa como analizar la métrica de un poema pero se encontró con una sala donde le leyeron algunos y su corazón se agitó involuntariamente; o tal vez pudo sentir esa inocencia y felicidad de la infancia mientras compartía risas con un grupo de pequeñines que igual que usted están asombrados escuchando como unos títeres les dramatizan un cuento en la zona de FIL Niños; o quién sabe, tal vez simplemente se quedó a disfrutar de un gran concierto en el Auditorio de la Expo Guadalajara.

También es cierto, que usted sea un lector empedernido y esté contando con ansias los días y las horas para sentir esa emoción de cruzar las puertas del recinto y encontrarse con una gran fiesta que le hace justicia a su nombre porque como niños, visitamos la feria asombrados por la majestuosidad, emocionados por la extensa variedad de atracciones, personajes impresionantes y centenares de puestos de comida literaria, que no sacian el hambre del estómago, sino del corazón y el espíritu.

A usted que se identificó con cada una de estas palabras, no necesito darle recomendaciones ni explicarle nada, porque puede revisar vía electrónica con un app o internet, la programación de todos los eventos. O quizá ya lo tienen contemplado y ha revisado una y otra vez los horarios y las fechas para reacomodar su rutina diaria, decidiendo entre una presentación de libro y una conferencia que se presentará a la misma hora; sé que ya tiene preparado ese guardadito que escondía debajo del colchón para la venta nocturna del viernes y que, sin duda alguna, sabrá cuál será su ruta e itinerario de viaje entre los pasillos de la gran zona de stands que año con año recorre expectante para conocer nuevos autores y claro nuevos momentos mágicos literarios.

Sea cual sea el tipo de lector con el que se identifica, le aseguro que no saldrá de la FIL con las manos vacías, ya sea porque agregó a su biblioteca personal algunas nuevas joyas, porque se llenó de nuevas experiencias culturales y artísticas, ideas, conoció gente o por qué no, quizá hasta se encontró con alguna persona especial que le cambió la vida y, algún día al pasar de los años se sentarán juntos frente al fuego y con un libro en la mano recordarán con cariño aquel día en que se encontraron en esa feria, entre toda esa gente, como dos extranjeros que no se conocían pero que pudieron hablar y compartir un mismo idioma… el de las letras.

 

Joker, el caos es una broma

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtro. Carlos David Campos González, Encargado de Difusión Institucional UNIVA Plantel Querétaro

 

Antes de Joker (2019), las películas más representativas de Todd Phillips (Nueva York, 1970) eran la trilogía de The Hangover (2009, 2011 y 2013) y Project X (2012). La referencia, que en otro caso habría resultado baladí, es necesaria no solamente para comprender el rango de este director, guionista y productor, sino también para establecer que, en el sentido estricto del género, Joker se trata de una comedia, acaso una broma cuya temática central es el caos

La reciente cinta de Phillips fue premiada con el León de Oro en la pasada edición del Festival de Venecia. Se trata de la primera de la serie de películas separadas que se extraerán subsecuentemente del universo de DC Comics. Con el guion adaptado de Scott Silver, es el actor Joaquin Phoenix quien destaca con un soberbio trabajo actoral que lo ha colocado entre los favoritos a alzarse con el Oscar a Mejor Actor.

Y no es para menos. Desde el 2014, Phoenix ya estaba interesado en participar en una película de bajo presupuesto que estuviera basada en un villano de algún cómic.

La trama se centra en el convulso 1981. Arthur Fleck, un cuarentón famélico que vive con su madre (Frances Conroy), trabaja como payaso en Ciudad Gótica (la metonimia para Nueva York) al borde del abismo: desempleo, ruina financiera y crimen (recordemos que, en aquellos años, Nueva York era la ciudad más peligrosa del mundo).

Una serie de eventos llevan irremediablemente a Arthur a la pérdida del sentido social, en donde cada suceso corresponde con una anticipación de la disolución social inminente e implacable: la adquisición casi azarosa de un arma de fuego, la cual provocará eventualmente que lo despidan de su trabajo; una fallida presentación en un show de comedia (los ahora tan conocidos stand-ups), en donde Arthur ríe de manera incontrolable a causa de un trastorno neurológico y de su incapacidad para conectar bromas; y una riña en la que se ve envuelto con tres sujetos en el metro.

En cada uno de estos eventos, Arthur es víctima de su condición de alteridad que lo coloca en el punto límite de su entorno cotidiano. Esta alteridad se traduce en una disfunción determinada por el padecimiento neurológico, por una condición traumática arraigada y por las propias condiciones que impone el contexto urbano. A esta disfunción, de manera obcecada solemos referirnos como una discapacidad, es decir, un padecimiento que implica una disminución física, sensorial o psíquica que incapacita a la persona total o parcialmente para su trabajo o para las tareas cotidianas de la vida.

Tanto en La división del trabajo en la sociedad (1893) como en El Suicidio (1897), el sociólogo funcionalista Emile Durkheim utilizó el término de anomia para referirse a la falta de normas o incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos de lo necesario para lograr las metas de la sociedad. A la condición de discapacidad de Arthur se habrá de sumar las causas y tipologías propias de una anomia individual que lo lleva a la supresión del sentido de los valores morales, religiosos y cívicos, en conjunción con los sentimientos asociados a la alienación e indecisión. De acuerdo con Durkheim, esta condición conducirá al individuo a la destrucción y la reducción del orden social, ya que las leyes y normas no pueden garantizar una regulación social. Una ruta posible por la que conduce la anomia es el suicidio. En el caso de Arthur el camino será la broma del caos.

Sin ánimos de esgrimir un diagnóstico (creo que de psicologismos aficionados exacerbados ya tuvimos suficiente), considero que es precisamente esa tentación por psicologizar lo que ha permitido mantenerse a Joker en el espectro de la opinión pública.

Definitivamente, en la realidad no podemos recurrir al maniqueísmo de la causa-efecto que está tan marcadamente presente en la película. En un contexto político-social convulso, con brotes de violencia en Chile, Bolivia, Hong Kong, México…, en un panorama que, desde la inefable postura política, se ha decantado por la polarización ideológica, una película como la última entrega de Phillips ha sido recibida para relativizar la realidad en favor de una u otra postura ideológica. No obstante, al arte no le interesa aportar argumentos para las explicaciones de lo social, del mismo modo que a las Ciencias Sociales no le atañe ocuparse de la ficción. En las múltiples posibilidades de la interpretación y del uso del arte, una película puede funcionar como el crisol para fundir las emociones de las audiencias, sin que esto signifique en absoluto una responsabilidad para la producción.

El trabajo actoral de Phoenix toca el cénit de su carrera, aunque quizás el obstáculo mayor sea que se trata de una película de cómics. Lo que inicia como un circunloquio del patetismo autodestructivo, acaba como una mera transición en función del villano creado por Bill Finger, Bob Kane y Jerry Robinson. Se propone una soberbia actuación, para enseguida acabar siendo una versión más del Guasón. Aunque Phillips lo niegue, los guiños obvios hacia Taxi Driver y Toro Salvaje cobran relevancia y mayor fuerza si tomamos en cuenta la inclusión de Robert de Niro en el reparto.

Acaso la explicación del origen de Joker era innecesaria, ésta convierte a la película en un afiche maniqueo y aderezado de drama y comedia. El caos no tiene explicación; si se explica, es inteligible y, por ende, eventualmente evitable. El caos es caótico, pues. Quizás por el enigma de su origen insondable, el Guasón de Heath Ledger se mantenga intocado respecto a la versión de Phoenix.

El caos es peligroso y puede devenir en broma macabra a través de la relativización. En un espectro sin barreras, el caos relativista del léxico político, económico y médico acarrearía graves consecuencias para las personas que viven una realidad sin filtros ni ficciones. Más allá de un manual de cine violento (una especie de Tarantino for Dummies), Joker no es más que una película con una soberbia actuación, basada en un cómic, pero película al fin. La realidad mata a la ficción, pero eso a la ficción no le interesa.