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Comunicación Sistema UNIVA

La Seguridad Alimentaria en Pandemia

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dra. Rocío Angélica Salinas Osornio • Docente-Investigadora UNIVA

 

La situación política y económica en México resulta preocupante, ya que en medio de tiempos electorales en donde -para variar- se manifiesta una serie de intereses de los partidos políticos e incluso hasta un tanto personales, el país viene arrastrando una caída económica desde el año pasado con el grave problema entre la oferta y la demanda debido a la presencia de la COVID-19 en donde vimos afectada la empresa, el empleo y los hogares, siendo este último en el que quiero profundizar.

Y es que, es precisamente en los hogares donde se encuentra la población más vulnerable, las niñas, los niños, y mujeres embarazadas, que se quedaron el año 2020 y principios del 2021 en casa, esperando que llegara el alimento, principalmente en los hogares con ingresos más bajos y en los que desgraciadamente antes de la pandemia ya se observaba una mayor prevalencia de malnutrición.

Una buena nutrición, aquella que es suficiente, completa, variada, inocua, y equilibrada, es considerada el elemento indispensable para lograr una buena salud por lo que, una mala nutrición puede ocasionar disminución de la inmunidad incrementando la vulnerabilidad a padecer enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental de quien la padece y hasta reducir la productividad de la población. Y es ahí donde debemos ocuparnos, ya que la crisis económica, a la cual nos enfrentamos el año pasado, con pérdida de empleos y baja en los ingresos familiares, incrementó aún más la vulnerabilidad de los hogares mexicanos, condicionando el estado de salud de los integrantes en cada familia.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce el derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, garantizando así la seguridad alimentaria de la población, lo cual, no sólo implica contar con el abasto suficiente, sino que involucra la capacidad productiva y adecuada distribución, permitiendo la disponibilidad y el acceso a la misma, por lo que es necesario contar con ingresos suficientes para adquirirla.

Ante la crisis económica generada por la pandemia, en la sociedad nos preocupamos por el primer eslabón de la cadena, los productores y empresarios, quienes sufrieron grandes pérdidas económicas, pero sus pérdidas condujeron a que los hogares con menos ingresos, se quedaran con hambre, favoreciendo aún más la vulnerabilidad, a la cual ya se encontraban expuestos.

Pero ¿Cómo tener los ingresos suficientes para adquirir los alimentos? Si pareciera que no hay salario que nos alcance, y es que, en afán de mejorar las condiciones económicas del país, manteniendo viva la cadena de suministros y evitando aparentemente subir los precios de la canasta básica, se ha reducido el gramaje de la mayoría de los productos alimenticios, teniendo entonces, el mismo precio de un producto, pero pesando menos, pegando duro a la seguridad alimentaria de las niñas, niños y mujeres embarazadas, en quienes se aumenta la proporción de inseguridad alimentaria moderada y severa, ya que no logran satisfacer ni sus mínimas necesidades alimentarias durante un periodo prolongado; esto, seguramente dejará huella en la vida adulta de nuestros niños.

Es por ello que resulta necesario la implementación de medidas que favorezcan el empleo, pero sobre todo que aseguren que haya suficientes alimentos nutritivos, con una distribución justa que permita cubrir las necesidades básicas de alimentación de toda la población, pero especialmente de los grupos vulnerables.

Espiritualidad y trascendencia donde todos ven decadencia

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Isela Berenice Jiménez Gómez • Alumna de la Licenciatura en Psicología UNIVA

 

La última etapa de vida, la vejez y la ancianidad son solo algunas formas en las que la adultez mayor es conocida, es una etapa difícil en la cual existen cambios significativos, donde las enfermedades propias de la edad se hacen presentes, el entorno cambia, las relaciones sociales disminuyen, pues, las pérdidas de amigos y la viudez, se hace cada vez más frecuente. Debido a lo anterior, la persona puede comenzar a perder el sentido de algunas cosas que para ellos son relevantes, aquí es donde la espiritualidad juega un papel interesante, pues se convierte en un soporte para el adulto mayor, ya que contribuye a dar un sentido y un propósito a su vida.

¿Por qué es importante hablar de espiritualidad en esta etapa? La espiritualidad es un factor clave en la adultez mayor, es un recurso personal en el que la concepción que tiene la persona acerca de lo que hay más allá de la muerte, del porqué y para qué de la vida, dan origen a muchas conductas, sentimientos y pensamientos que pueden resultar de particular apoyo en la etapa final de la vida.

Existen diversos juicios y creencias acerca de la concepción de la vida y la funcionalidad del adulto mayor, tema que se pone en tela de juicio, pues la sociedad, la historia y muchos factores más se han encargado de alguna manera, de devaluar esta etapa, de catalogarla como una decadencia progresiva que se intensifica con los años, se asignan y restan labores por creer que ser adulto mayor es sinónimo de deterioro.

Cuando se llega a esta etapa, el adulto mayor hace una retrospección sobre cómo ha sido su vida, sobre las cosas que le gustaron o disgustaron, cuando los resultados fueron positivos; es cuando el papel de la trascendencia cobra sentido, pues muchas personas esperan hasta el momento final de su vida, para preguntarse por qué hay más allá, con la esperanza de que sea mejor de lo que viven en esa etapa, esto le genera al individuo sentimientos de tranquilidad, y de esta manera, puede enfrentar todos los cambios desde una perspectiva diferente.

Por medio de la espiritualidad y la transcendía, el adulto mayor puede llegar a disfrutar de esta etapa de la vida con mucha mayor plenitud, pues la fe y las creencias brindan una tranquilidad al ser humano y dan respuesta a los cuestionamientos constantes que nos hacemos conforme va pasando el tiempo.

 

El amor a la vida y la fascinación por la muerte: El ambiente biofílico y necrófilo

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dr. Juan Manuel Madrigal Miranda • Docente UNIVA Uruapan

 

En cierta forma la condición humana es muy simple: el nacimiento de la conciencia como especie y como individuos implica una separación entre sujeto (yo) y objeto (tú, las cosas). Así nace la conciencia, pero también, se conlleva la conciencia de la separatidad, de que estoy solo en cuanto al yo individual; de este darse cuenta nace el impulso más poderoso en el ser humano: el deseo de darle sentido a la existencia, la trascendencia de mi soledad, esto me lleva a relacionarme tratando de encontrar la unión, la comunión, con “ella”, “el mundo”, los objetos o situaciones

Este deseo de unión para trascender mi soledad toma tres formas básicas:

  1. Los estados orgiásticos
  2. El conformismo
  3. La unión creativa benigna

Los estados orgiásticos son usualmente a través de drogas (legales e ilegales), sexo compulsivo, sobrestimulación sensorial, y poder material; se caracterizan por ser intensos, violentos, implican al cuerpo y a la mente, son transitorios y periódicos; pero traen frustración, angustia, confusión, neurosis, agresividad, enfermedades, muerte y destrucción del medio ambiente.

El conformismo implica rutinas, pasividad y convencionalismo; trae mediocridad, destrucción del medio ambiente y del tejido social, así como la posibilidad de poderes políticos opresores y criminales.

La unión creativa o biofilia trata de cuidar a las personas, a otras especies y al medio ambiente, trae equilibrio personal y ecológico. Esta forma de unión considera que la salud mental es la capacidad de amar maduramente (respeto, cuidado, responsabilidad, justicia, ternura y conocimiento).

Estas tres formas de unión, de búsqueda de sentido, de saciar el Deseo Supremo (amor incondicional), por lo general no se dan en forma pura, se presentan en nosotros en forma alterna o mezclada, pero tiende a predominar una de ellas (véase, Erich Fromm, El Arte de Amar, Ed. Paidós, México, 1987).

La muerte de Dios como expresión radical de la necrofilia

Desde la Segunda Guerra Mundial pensadores muy influyentes, intelectuales, filósofos, teólogos, artistas, ateos “militantes” (agresivos contra las religiones), etc., influenciados especialmente por Federico Nietzsche han hablado de “la muerte de Dios”. Esos términos han fascinado a muchos, incluso surgió con Jean Paul Sartre el movimiento cultural “existencialista”, pero ¿qué significa a profundidad la “muerte de Dios”? Para comprender esto es necesario recordar que toda sociedad humana requiere un orden y sentido mínimo, un nomos para poder sobrevivir con sus niños y jóvenes, para reproducirse como comunidad que tiene una identidad que la estructura. Por esto el surgimiento del ser humano siempre ha ido acompañado de expresiones religiosas y simbólicas, como las de las pinturas rupestres y entierros.

Así, vemos que la religión, la aceptemos o no, es la actividad humana que trata de ordenar la vida cotidiana, es una lucha continua por mantener un orden sagrado y/o legal que le da sentido al sufrimiento, a la muerte y a la alegría de vivir; es una lucha constante contra el caos, la desorganización, contra el sufrimiento inútil; es un “escudo” contra el terror del sinsentido.

Entendemos por “religión” a un foco vital de orientación y devoción, así los ateos también son religiosos en el sentido de tener un foco, como la democracia, justicia social, etc., y somos conscientes que las religiones pueden también convertirse en factor de manipulación y enajenación cuando se olvidan de su núcleo: la espiritualidad (amor fraterno, compasión y justicia social).

La falta de orden benigno (nomos) es la anomia, la cual es un peligro contra el individuo pues pierde su sentido de realidad, la razón de vivir, la alegría y paz, se esfuman los vínculos emocionales benignos, la identidad gozosa y el disfrute de la belleza. Sin un orden benigno terrenal y trascendental el ser humano se queda en una absoluta orfandad, sin rumbo ni mundo coherente. La anomia produce anemia espiritual, angustia y sufrimiento sinsentido (“infierno”). La anomia puede ser individual o social y se retroalimentan recíprocamente (véase, Peter Berger, La construcción social de la realidad, Ed. Amorrortu; y del mismo autor, El Dosel sagrado, hacia una teoría sociológica de la religión, Ed. Amorrortu).

Esta noche intensa, absoluta y absurda es la “muerte de Dios”, la negación de todo valor benigno como cimiento de la vida personal y social (necrofilia). Federico Nietzsche se bañó delirante en esta sangre espesa y oscura, y logró alentar al nazismo. Gran parte de la historia de la humanidad es la lucha por sostener al nomos: un orden justo, la justicia, la paz, la belleza, el sentido benigno de vida y de muerte, y la alegría de vivir (biofilia)…

El gran humanista Erich Fromm (1900-1980), sociólogo, filósofo, psicoanalista, pacifista y luchador por el bien social, fue uno de los más importantes pensadores del siglo XX. Fromm desarrolló dos conceptos cruciales para comprender la condición humana actual que se debate entre la esperanza y el pesimismo, entre la injusticia, la violencia y la búsqueda de paz y alegría de vivir. Estos conceptos son el síndrome de Biofilia y el síndrome de Necrofilia.

Esta concepción fue desarrollada por Fromm, especialmente, en su obra El corazón del hombre: su potencia para el bien y para el mal, Ed. FCE, México, 1974.

El síndrome de Crecimiento o Biofilia

Este síndrome consiste esencialmente en el amor a la vida, al ser humano y a la libertad. Implica amor al vecino, al extraño y a la naturaleza. Lo bueno es la reverencia a la vida, todo lo que le sirve y fortalece. La biofilia construye y produce balanceadamente, considerando al Todo; prefiere lo nuevo y la aventura en vez de lo rutinario y repetitivo; elige la alegría en vez de la tristeza, gusta de lo orgánico sobre lo artificial y mecánico. El amor a la vida es el núcleo de las filosofías, piscologías y religiones humanistas. Quiere influir por el amor y la razón, con el ejemplo más que con órdenes. Todo lo ve como algo vivo, lleno de espíritu. Su carácter es genital, quiere compartir con cuidado y respeto más que dominar.

El síndrome de Necrofilia o Decadencia

“Necrofilia”, etimológicamente significa “atracción por la muerte”, a veces se usa el término para designar la fascinación morbosa hacia los cadáveres, pero aquí la usaremos en un sentido más profundo, como una fascinación humana por la destrucción, la muerte, la oscuridad, lo enfermizo, lo marchito, frío, mecánico, gris, la basura, la admiración obsesiva por “la ley y el orden”; los necrófilos admiran al poder sobre otros, la capacidad de matar, desprecian a los débiles y pobres, ven cosas más que valores en sí y personas, prefieren lo pasado y la memoria en lugar de la frescura del presente, del aquí y ahora; quieren dominar, controlar; fácilmente caen en el sadismo y en el masoquismo, son posesivos, buscan compulsivamente seguridad. Esta orientación de carácter es anal, tienen tendencia a retener y a acumular.

La biofilia y la necrofilia son raras en su forma pura, la mayoría somos una mezcla, pero siempre predomina en la personalidad una de estas tendencias. La biofilia y la necrofilia no son un fatalismo mecánico como el Eros (“instinto de vida”) y Thanatos (“instinto de muerte”) de que habla Sigmund Freud, sino tendencias modificables de carácter personal y social. Predomina la tendencia a la biofilia, pero si no se cultiva, predomina la fascinación por lo perverso y el pesimismo.

La necrofilia está vinculada, como síndrome, con el egocentrismo y la fijación al placer. El “narcisismo óptimo” necesario, es decir, el impulso a sobrevivir, poseer y centralizar; el tener un centro de referencia entre los contenidos de conciencia puede inflarse, exagerarse y convertirse en soberbia y adicción a uno mismo, lo cual es una deformación patológica. También existe el narcisismo de grupo, pequeño o grande (nacionalismos fanáticos, trasnacionales imperialistas, etc.).

El placer es medicinal, pero con sustancias o personas inadecuadas (pedofilia, perversiones sexuales, etc.) o en circunstancias no éticas, se transforma en veneno. El narcisismo y la fijación al placer son los dos obstáculos más poderosos para desarrollar el amor maduro, la biofilia. El amor maduro conlleva responsabilidad, cuidado, justicia, respeto, ternura y conocimiento, es diferente al enamoramiento y a la pasión ciega.

¿Qué factores producen a la biofilia y a la necrofilia, en general?

La convivencia con personas biofílicas es muy decisiva, es un ejemplo vivo más allá de reglamentos y órdenes. El cariño, la libertad en vez de autoritarismo o libertinaje; otros factores son el estímulo de la creatividad, el cultivo constante de la ética y la espiritualidad; el contacto con la naturaleza, lecturas de sabiduría, estilos de vida sanos (ejercicio, dietas sanas, etc.), aprecio de la serenidad, la calma, tranquilidad, la respiración correcta, la contemplación estética, etc.

La necrofilia se fomenta en la convivencia con personas admiradoras del poder sobre otros, de la fuerza bruta, con los que desprecian a los débiles y pobres económicamente y a los diferentes, los abusivos, injustos, adictos, rutinarios, fríos, discriminadores, soberbios, obsesivos, que viven en la constante sobreestimulación sensorial, dominados por las emociones destructivas (odio, ira ciega, lujuria, avaricia, gula, pereza, envidia, violencia).

Socialmente, un factor clave para el desarrollo de la biofilia es la justicia social (no se usan a los demás como medio para acumular poder y objetos), esto implica la equidad de bienes y de oportunidades. Otros factores son la no producción de mercancías que dañen a las personas (física, psicológica y espiritualmente) y al medio ambiente; ausencia de manipulación por los medios masivos de información y comunicación (TIC); fomento de las artes; posibilidad de descanso y diseño de sano uso del tiempo libre; conservación e incremento de áreas verdes, parques y jardines; protección de la naturaleza; estimular a las religiones para que vinculen conceptual y prácticamente a la espiritualidad con la ecología.

Lo más importante para la construcción de la Biofilia

Decía Platón desde hace más de 2,500 años que la realidad externa es un espejo de la realidad interna, de nuestra conciencia, a esto se le conoce como “El espejo de Platón”. La experiencia humana se construye a partir de la existencia de algo, para la física ese “algo” es la partícula elemental y primordial de hidrógeno, para las religiones, para el cristianismo, por ejemplo, es la existencia de Dios. En ambas versiones el ser humano viene después de esa creación original a partir de “la nada”.

La conciencia humana es fruto de un proceso previo en ambas narraciones, “cuentos”. Pero aquí está la clave para comprender que la conciencia se forma a partir de “algo” que está allí, la Tierra para la ciencia y el Jardín del Edén para el cristianismo, es decir, lo objetivo se hace algo subjetivo. Esta subjetividad vino a dar los conceptos o ideas, el pensar a partir de impresiones sensoriales, un proceso que va desde hacer una lanza de una rama, afilar una piedra, hasta construir un edificio o una nave espacial, escribir libros sagrados, de poesía y música.

Así, el ser humano ha creado maravillas benignas, pero también, armas mortíferas e instituciones grises como cárceles, organizaciones criminales, manicomios, leyes injustas drogas sintéticas, entre otras más; lo más asombroso es que luego esas cosas creadas por él mismo se convierten en una selva extraña, compleja y destructiva, esto es lo que llamamos “el mundo”, “la realidad”, y pensamos que, “así es la vida” y nos resignamos… Pero no, así no es la vida, así la hacemos. El gran secreto olvidado para desenredar este nudo es revertir el proceso de encadenamiento y confusión, retornar al punto donde se decide entre la conciencia biofílica o necrófila, al origen de la conciencia, es decir, el darse cuenta -raíz de la formación de conciencia- como especie y como individuo.

De esta manera, la posibilidad de una conciencia benigna está en darnos cuenta a cada instante, en el continuo, de qué estamos sintiendo y pensando aquí y ahora pues, de esto depende cómo vamos a actuar y qué mundo estamos haciendo. Este cultivo metódico de la atención dentro del marco de que estamos hechos para el bien es precisamente la Atención Plena (mindfulness).

Este es el núcleo de toda religión humanista, de su espiritualidad más sabia pues de ello depende la calidad ética y la evolución benigna del cerebro humano. La espiritualidad universal, la psicología profunda, la filosofía y la neurociencia coinciden aquí. En términos religiosos es posible decir que la Atención Plena es una forma de oración continua (atención y concentración constantes, centradas en la reverencia a la vida, en la biofilia).

Pero, saber lo correcto no implica hacer lo correcto automáticamente (esto es un autoengaño), para desarrollar la Atención Plena, se requiere entrenar a la propia conciencia (mente). Nuestra conciencia ingenua u ordinaria, enajenada, vive presa de la libre asociación y el azar de las huellas mnémicas, de los recuerdos (ruido interno), y de las impresiones sensoriales ambientales (ruido externo), es decir, siente, piensa y actúa a base de ocurrencias, por esto está el mundo líquido, violento, gris y caótico. La Atención Plena es un estado óptimo de conciencia sana y una puerta hacia la evolución benigna de la conciencia humana.

Comprometidos con la educación

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios
Dra. Ma. Cristina Martínez Arrona • Directora de UNIVA Online

 

Si queremos un mundo de paz y de justicia

hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor.

(Antoine de Saint-Exupéry)

 

Este tiempo de contingencia nos ha dado una perspectiva global gracias a la comunicación a través de la tecnología, hemos tomado conciencia de la interdependencia mundial que vivimos, y del cuidado que debemos tener en la dignidad humana y nuestra casa común. Estamos ante una crisis de salud, social, cultural y económica. El Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (Oxfam, 2021) entrevistó a 295 economistas de 79 países donde el 78% considera que la desigualdad de ingresos aumentará y el 67% de ellos opina que sus gobiernos no han buscado ningún plan para mitigarlo. En México, el CONEVAL (2021) estima que tenemos 9,8 millones de nuevos pobres.

El pasado mes de octubre, el papa Francisco (2020) convocó a todas las instancias responsables de la educación, a realizar un Pacto Educativo Global ante la ‘catástrofe educativa’ que tenemos. Millones de estudiantes, a consecuencia de la pandemia, se han visto en la necesidad de abandonar sus estudios. El papa nos invita a no olvidar el papel transformador que tiene la educación, ya que es uno de los espacios más eficaces para humanizar el mundo y la historia, es ante todo “una cuestión de amor y responsabilidad”, por lo que no podemos permitir el empobrecimiento del pensamiento y la imaginación, ya que lo que realmente está en crisis, es la forma de entender la realidad y de relacionarnos.

No debemos descuidar nuestra misión educativa, el buscar estrategias para que todos tengan acceso a la educación, preparación, desarrollo de competencias, fomento a la lectura y el estudio. Nelson Mandela decía que “la educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el mundo”, la verdadera riqueza de un país, de una empresa, de una sociedad, está en su gente, de ahí la importancia de trabajar en pro de la dignidad de la persona, de enriquecernos a través de una información –formación- de calidad que promueva la reflexión crítica y la imaginación, una educación humanista que forme ciudadanos, profesionales comprometidos, libres, responsables y solidarios.

Ante un contexto de elecciones políticas, en el que vemos y escuchamos campañas que dejan mucho que desear en su propuesta, con personas que cuidan más su prestigio y poder, debemos ser críticos y optar –votar– por la mejor opción, por aquella que muestre interés por la dignidad de la persona y el bien de la sociedad en general, que apueste por una educación de calidad desde la que busquemos nuevos paradigmas capaces de responder a los desafíos y exigencias que tenemos a nivel mundial desde nuestra realidad como país, que ponga al centro de sus estrategias promover el desarrollo integral sostenible. Tenemos el compromiso de ofrecer, a las nuevas generaciones, un futuro lleno de esperanza.

La emoción del momento

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtro. Juan José Iglesias Núñez • Director de UNIVA Plantel Colima

 

Este próximo mes de junio se llevará a cabo una de las elecciones más importantes en la historia de México. En una somera revisión de la historia de las elecciones y sus modos, es posible trazar la evolución de la política y principalmente la forma de hacer campañas. Desde acartonados discursos demagógicos apoyados por el monopolio de medios de los años setenta y ochenta hasta los bailes de segundos que parecen una eternidad en TikTok. En una elección democrática, uno de los principios básicos debería ser que la población conozca los postulados de los partidos en contienda, así como la propuesta de gobierno de sus candidatos. La persona que elijamos, trabajará -en teoría- por los intereses comunes de la población representada, por lo tanto, para poder elegir, necesitamos conocer sus proyectos de gobierno y la forma en que pretende resolver las problemáticas más acuciantes de sus representados.

Sin embargo, en esta elección en particular, algunos de las y los candidatos han relegado el contenido para centrarse en la forma, es decir, priorizan los videos, las actitudes y discursos que nada tienen que ver con una gobernanza y si con un afán de ganar popularidad a la más pura forma de un entertainer. Es de suponer que los candidatos -o sus asesores- al optar por este tipo de propaganda, tienen muy claro que las personas eligen principalmente con la emoción y no con la razón.

La estrategia de estar cerca de las personas visitando barrios y plazas en donde a través de saludos y sonrisas (o llevándoles cumbias y jingles pegajosos) se pretende ganar el voto se acerca más a esta idea que cualquier otra acción, porque, si el ser humano fuera un ser “objetivo” bastaría con acceder a las propuestas por escrito de todos los candidatos para saber cuál es el mejor de todos. Sin embargo, el candidato -o sus asesores- sabe que la emoción está involucrada y decidirá en gran medida la elección de la persona, por lo tanto, bajo esta lógica, se debe trabajar en este aspecto para que el candidato “se gane” la simpatía del elector y, por ende, su voto.

El lector atento a este pequeño escrito estará pensando a estas alturas que lo que se acaba de describir ha sido la mecánica perenne de cada elección. Sin embargo, otra novedad en esta en particular es el rompimiento absoluto de las formas, inspirados probablemente, por los gobernantes populistas no solo en México, sino en otros países. Actualmente, hay actitudes, palabras o acciones de las y los candidatos que en el pasado hubieran provocado que perdiera el respeto y la credibilidad de sus electores. Sin embargo, no necesariamente es así.

Por todo esto, en estas próximas elecciones, antes de acudir a la casilla a depositar nuestro voto, debemos tomarnos el tiempo para razonar, analizar y contrastar las propuestas para no dejarnos llevar por la emoción del momento.

 

 

Impacto ambiental de la moda

Por Tendencias, Voces UNIVA Sin comentarios

Andrea Tamayo Cerda • Licenciada en Negocios de la Moda y Consultora de Imagen

 

Vestir a la moda, tener los mejores looks, comprar ropa para renovar nuestro guardarropa cada temporada y dejarse llevar por las rebajas, sin duda genera ilusión y emoción en la mayoría de personas, sin embargo, no siempre se habla de todo lo que hay detrás de ello.

Actualmente estamos viviendo momentos críticos en cuestión ambiental y sabemos que de no tomar acciones inmediatas los daños podrían ser irreversibles; sin embargo, cuando hablamos de cuidar el medio ambiente y los recursos naturales regularmente pensamos en otros ámbitos y no precisamente en la industria de la moda.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta: produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y transportes marítimos internacionales juntos, es considerada como una de las industrias más dañinas y contaminantes para el medio ambiente.

La producción textil es responsable del 20% de las aguas residuales globales y del 10% de las emisiones globales de carbono.

El modelo dominante en el sector es el de la “moda rápida”, que ofrece a los consumidores cambios constantes de colecciones a bajos precios y alienta a comprar y desechar ropa frecuentemente. De hecho, el consumidor compra por término medio un 60% más de ropa que hace una década y una pieza se utiliza solo diez veces antes de ser desechada. Entre otros datos alarmantes tenemos que:

  • Se requieren 7,500 litros de agua para producir unos jeans.
  • El sector del vestido utiliza 93,000 millones de metros cúbicos de agua cada año; una cantidad suficiente para que sobrevivieran 5 millones de personas.
  • La industria de la moda es responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel mundial.
  • La producción de ropa y calzado produce el 8% de los gases de efecto invernadero.
  • Cada segundo se entierra o quema una cantidad de textiles equivalente a un camión de basura.
  • La producción de ropa se duplicó entre los años 2000 y 2014.

A pesar del panorama tan desfavorable, cada día diferentes marcas de moda comienzan a tomar acciones en beneficio del medio ambiente, sin embargo, el mayor beneficio y cambio está en nuestras manos: los consumidores.

La mayoría de los problemas surgen por la falta de conocimiento; los consumidores solamente pasan por el proceso de llegar a una tienda y adquirir su prenda para vestirla, o en ocasiones es hasta más simple, comprar en línea, con un solo click se limitan a esperarla en la puerta de su casa.

Por lo que, tener conocimiento sobre todo el impacto social y ambiental que puede ocasionar una simple prenda es el primer paso para crear conciencia y poder actuar diferente.

Interesarnos en conocer los textiles que se usan y los procesos que se emplean para la fabricación de nuestra ropa nos permitirá realizar compras con conciencia y con ello, lograremos invertir en prendas funcionales que nos brinden versatilidad para darles mayor uso, evitando así prendas desechables y eligiendo marcas que tengan un compromiso real con el medio ambiente.

Aprendamos a comprar con conciencia, adquiere calidad no cantidad, ten los cuidados necesarios con tus prendas para alargar su ciclo de vida, revisa las etiquetas interiores para conocer su composición y crea un armario inteligente para que evites comprar con tanta frecuencia.

La responsabilidad y el cambio está en nosotros.

Si al lector le interesa conocer un poco más del tema, recomiendo la siguiente bibliografía:

 

 

Gestión colaborativa con la Coordinación de Responsabilidad Social UNIVA.

 

 

 

 

El Caballito Arrogante

Por Tendencias, Voces UNIVA Sin comentarios

Maricarmen de la Lastra García • Alumni de la Licenciatura en Administración de Empresas, UNIVA Plantel Uruapan

 

En un lejano lugar, donde nacen los caballos más finos del mundo, nació el más hermoso y sano potrillo de color dorado… Era un caballito juguetón y risueño.

En un lejano lugar, donde nacen los caballos más finos del mundo, nació el más hermoso y sano potrillo de color dorado. Era un caballito juguetón y risueño.

Sus padres: un finísimo caballo de color marrón; y su madre: una yegua también muy fina de color blanco, eran los más felices del lugar, pues sabían que tenían el potrillo más hermoso de todas las familias de caballos.

El caballito comenzó a crecer… sabiéndose tan hermoso, empezó a convertirse en un potrillo malcriado, grosero y arrogante; pues tantos comentarios sobre su color tan particular y su hermosura, le habían hecho daño, ocasionando que se sintiera superior a todos.

Todas las mañanas iba a beber agua a la orilla del lago, lo primero que hacía era ir a contemplar su imagen. El sol intensificaba su bello color, haciéndolo resplandeciente. Brillaba como brillan las monedas nuevas de oro; su dócil cabellera dorada se movía al capricho del viento. Parecía que brotaban de él destellos fulgurantes, su hermosa y graciosa silueta estaba llena de gallardía.

El potrillo siguió creciendo, convirtiéndose en un bello garañón…

Una mañana en que fue a beber agua a la orilla del río, el caballito se encontró con un raro ejemplar; era un feo animal de carga: orejón, peludo, tosco de facciones, panzón, con patas cortas y un horrible color gris opaco.

Sintió mucha repulsión al ver a aquel animal. Le parecía tan feo y muy poca cosa.

El animalito se dio cuenta de la presencia del caballo, pero no se preocupó. Continuó bebiendo agua, hasta satisfacer su enorme sed.

El caballo esperó impaciente para ver si el animal se retiraba al ver su presencia, pero al ver que no lo hacía, se dignó a preguntarle con voz muy altanera:

—¡¿Quién eres tú, no sabes que debo ser el primero en beber el agua del lago cada mañana?!

El animalito continuó bebiendo el agua, sin preocuparse por la pregunta del caballo.

Furioso el caballo le reclamó:

—¡¿Qué no te das cuenta que te está hablando el más hermoso ejemplar equino de toda la comarca?!

El animalito volteó, mirándolo con sencillez y le contestó:

—Sólo veo a un caballo que viene a cubrir su necesidad de tomar agua.

—¡Esto es inaudito! Gritó furioso el caballo, relinchando con gran enojo; mientras lo hacía, los destellos de su cabellera le seguían en cada movimiento, resplandeciendo como el mismo sol al amanecer.

Tratando de contener su ira, volvió a preguntar al animalito:

—¡¿Puedes decirme quién eres?!

—Soy un asno. Vengo acompañando a mi amo en un largo viaje. Por ello cargo en este morral algunas cosas que nos servirán para el viaje.

—¡Pues que te quede claro, que nadie bebe agua del lago, hasta que no lo haga yo!, dijo el caballo déspotamente.

El burrito sin inquietarse, movió su cabeza dándose por enterado del comentario del caballo, pero sin darle importancia.

El caballo continuó su camino. Paseaba plácidamente por los verdes campos llenos de flores. Le gustaba mucho trotar con elegancia para buscar la admiración de todos los animales que habitaban en el lugar. Se recostaba sobre las flores lilas que brotaban entre el pasto, tratando de esconderse; sabía que mientras hubiera sol, su color lo delataría y como una llamarada intensa se destacaría en cualquier lugar, aún oculto entre las flores del campo. Comía con mucha paciencia, creyéndose admirado por todos los de su raza y en general por todos los animales.

Los padres del caballito se sentían muy culpables del comportamiento de su hijo. Comentaban con profunda tristeza el gran error que habían cometido por haberlo hecho sentir tan especial y superior a los demás animales.

Una mañana, el caballito galopaba con toda su potencia por los verdes campos, corría con gran agilidad y destreza. Sabía que nadie era mejor que él. Que mientras más rápido corriera, a lo lejos se apreciaría el halo de luz dorada que iba dejando a su paso. De pronto, para su gran sorpresa tropezó cayendo estrepitosamente, golpeándose muy fuerte en la cabeza y lastimándose terriblemente una de sus patas delanteras. Cayó con todo su peso en un charco de lodo, perdiendo el sentido por completo a consecuencia del golpe.

Despertó al comenzar la tarde, mareado y con un fuerte dolor de pata. ¿Qué pasa?, se preguntó: ¿por qué no han venido a recogerme?

Pasaron los minutos y nadie se acercaba. ¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué no me ayudan? Se sintió muy triste y por primera vez se dio cuenta que no contaba con ningún amigo. Nunca se dignaba a saludar a nadie, había sido grosero con todos y se sintió avergonzado de sí mismo. No podía pararse, el dolor en la pata era insoportable y tenía mucha sed. Nadie se acercaba para auxiliarle. Tuvo mucho tiempo para recapacitar y darse cuenta que no era tan distinto a los demás y que también necesitaba de ellos. En eso, sintió la presencia de alguien. Tenía los rayos del sol frente a sí y no pudo darse cuenta de quién era. Sintió que vendaban con mucho cuidado su pata lastimada. Y después, en un recipiente le ofrecieron agua fresca del lago. Sediento bebió desesperadamente hasta saciarse.

Avergonzado y con la mirada baja, preguntó tímidamente:

—¿Quién eres? El sol no me deja verte, ¿por qué me has ayudado?

—Soy el asno viajero. Pasaba cerca de aquí y el resplandor de tus rayos me hicieron voltear. Al principio    creí que comenzaba un incendio, pero cuando me acerqué me di cuenta que eras tú. Te vi desmayado y fui por ayuda… Sólo que…  Hizo un largo silencio y el caballito inquirió:

—¿Qué pasó? ¿Nadie quiso venir a ayudarme, verdad? —Dijo con profunda tristeza.

—Bueno… es que los demás animales se encontraban demasiado ocupados, dijo el burrito, tratando de no lastimar los sentimientos del caballo.

—No… No fue eso… he sido tan arrogante que nadie quiso venir a ayudarme. Dijo al borde del llanto el pobre caballo.

—Ven, dijo dulcemente y con compasión el burro. Te he vendado lo mejor que he podido con una sábana que traía en mi morral. Trata de levantarte. Te ayudaré a volver a tu casa.

El caballo intentó pararse y después de mucho rato, logró hacerlo. Cojeaba dolorosamente, pero el burrito trató de ayudarle lo más que pudo y le sirvió de apoyo. Con gran esfuerzo caminaron por la vereda más corta que los haría llegar más pronto. En el camino, el caballo pudo ver la forma en que lo veían los animales:

La hiena, lo veía con mucho odio. En eso recordó que alguna vez se había burlado de las grandes orejas de sus hijos y agacho la cabeza.

Pasaron por donde estaba el gran oso. Éste lo miró desafiante, pues el caballo le había dicho con mofa que era torpe y tosco para correr. De nuevo el caballo volteó la mirada hacia otro lado.

Encontraron a su paso a un cuervo, quien se acercó para reclamarle al caballo:

—Y bueno… ¿No habías dicho que todos caeríamos rendidos ante tu majestuoso color dorado? ¿Recuerdas tus palabras, hermoso corcel?— dijo con un tono muy burlón, pues el caballo se encontraba lleno de tierra y lodo, su reluciente color estaba opacado.

—¿Recuerdas que me dijiste que mi color negro aunque brilloso siempre sería el color de la muerte? ja, ja, ja… rió el cuervo con todo el descaro que pudo y se fue aleteando gustoso, alegrándose por la desgracia del caballito.

Ya casi para llegar, la noche se había presentado. El caballito se sentía rendido y muy triste. El dolor de su pata era insoportable, pero no tanto como el que sentía en su corazón. Se había dado cuenta que ser arrogante y engreído sólo le había servido para ganarse el odio de los demás. Pensó que se merecía el desprecio de todos. Recordó avergonzado el incidente que tuvo con el asno apenas hacía unos días y dijo para sí: “Este burrito me ha dado una gran lección: me enseñó que no importa la condición que tengamos, sino las acciones que realizamos en la vida“.

 

El caballito sanó de sus heridas. Y sanó también su corazón, al volverse sencillo y gentil con todos los animales del bosque.

 

FIN

 

Ilustraciones de Maricarmen de la Lastra García.

El muerto que vivió 96 años

Por Líderes de opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtro. Miguel Camarena Agudo · Encargado de Corrección y Estilo del Sistema UNIVA

 

En algún momento de la preparatoria estuve trabajando en una bodega de papel y cartón para reciclaje. Bueno decir bodega es un eufemismo, en realidad era una casa vieja cerca de la prepa uno, muy espaciosa y derruida. En uno de sus costados tenía señales de haber sufrido un incendio. En el baño había una bañera cuya exuberancia en el pasado debió alojar a los propietarios de ese lugar, quienes seguramente ya habían muerto para esas instancias. Era de dos pisos, pero por su tenebroso aspecto a mí me cabreaba explorar otros rincones. Me limitaba a la gran sala donde separábamos y ordenábamos el papel y el cartón. Espacio que no estaba exento de sustos, porque pasaban unas ratas del tamaño de un pug. Al principio sentía repulsión, pero después me daba la impresión de que eran una especie de prisioneras, junto con los fantasmas que hacían ruidos o tiraban cosas, estaban cansadas y aburridas de la monotonía de sus vidas. Y se les notaba porque salían sin ningún empacho, si había gente o no, su paso era lento, no trataban de evadir a nadie, incluyendo a la muerte.

Pero bueno, más allá de las ratas el interés de escribir esto es porque hace unos días soñé a don Marín, como le decían al viejo de 94 años que me había dado empleo en ese lugar. Un tipo locuaz a sus casi cien años de edad. Vivía solo en un departamento y no perdía la ilusión de volverse rico, como alguna vez lo había sido. Don Marín era un rico venido a menos, el alcohol y las mujeres se habían encargado de ello. Admiraba la belleza femenina y me prometía cada que veíamos a un de esas musas, que iríamos los dos a ver los toros con una mujer para cada quien y con vino, paella y puros. Yo me reía de sus ocurrencias, sin dejar de admirar su ímpetu de vida. Obviamente hablando de eso, le encantaba hacerle mofa a los viejos que estaban en silla de ruedas o estaban más desvencijados que él, orgulloso de su condición. Yo pensaba, que sí, que era un fenómeno y que seguramente si hubiera llegado a los 120 años se burlaría de mí de la misma manera.

Don Marín me pagaba 50 pesos por medio tiempo y me daba todos los libros o revistas que me interesaran, los cuales se compraban a 3 pesos el kilo, si mal no recuerdo. Ahí me encontré con más escritores que en toda mi educación preparatoriana, Flaubert, La Fontaine, Ricardo Garibay, Félix Vargas, Maupassant, Erasmo, Cicerón, Stevenson, entre otros. También tuve la fortuna de rescatar del reciclaje algunos números de la revista LIFE donde aparecían Fidel Castro y el Che Guevara, todas del mismo año en que la Revolución Cubana había triunfado. Sin embargo, la mejor paga que recibía eran todas las historias que el dueño del negocio me contaba sobre su vida.

Él había nacido en Oaxaca, producto del matrimonio forzado entre un hacendado de 40 años y una jovencita de algunos 16 años, a inicios del siglo XX. A los 6 años su madre enferma y él se toma el caldo con el cual la estaban tratando, contrayendo la enfermedad y muriendo. Justo la noche anterior al día de su entierro, se levanta del ataúd vomitando y sacándoles el corazón del susto a los presentes –conocí la vida y la muerte en una misma vida- me decía carcajeándose.

Me contó que cuando creció y heredó las tierras de su padre hizo negocios con los nazis antes de la Segunda Guerra Mundial, vendiéndoles hierro. Y que los indígenas que trabajaban en las minas eran tipos recios y de poca palabra –estaban resentidos los huehuenches, por eso no hablaban con los blancos- me confesaba don Marín, quien, además, era un racista sin escrúpulos. Para él todos los morenos eran “huehuenches”, sin importar si eran indígenas o no. Curiosamente en ese tiempo tuvo una relación muy cercana con uno de ellos, Juan era su nombre y según su historia los indígenas de la región en la que tenía las minas tenían la creencia del “tonal”. Esa creencia consiste en que cuando un niño nace alrededor de la casa dibujan un círculo de cal y el primer animal que pise se convierte en el protector del recién nacido. Juan una tarde después de trabajar, fue con don Marín a platicar y mientras hacían planes para el día siguiente, Juan vio un halcón que se posó en la rama de un árbol justo frente de ellos. Se quedó callado y se despidió abruptamente de su patrón, diciéndole que lo disculpara, que tenía que preparar sus cosas. Pasaron los días y Juan no se aparecía por la mina. El aprecio que don Marín le tenía lo hizo irlo a buscar, y ahí, en su jacal, le dijo su esposa que había muerto el día en que habían platicado la última vez –Juan llegó esa tarde y me dijo que había visto a su tonal y que venía por él- le dijo la mujer.

Muchas cosas más le escuché hablar a ese viejo eterno, que en estos días me visitó en sueños. Lo último que supe de él es que lo habían internado en un asilo en Reynosa, donde paso sus últimos días haciendo padecer a todo el personal y compañeros de residencia. Según me platicó su nieto, se hizo fanático de una boina parecida a la de los combatientes cubanos, la cual ni para bañarse quería que le quitaran. El viejo vivió sus últimos años emulando a un guerrillero, supongo así es que como se debe vivir y morir: luchando.

Qué extraño es que a veces los muertos nos visiten en sueños, cuando quizá el olvido ya los había enterrado. Pareciera es una forma de rebelarse a la tumba y seguir latiendo en el corazón y la memoria de los otros.

Una vez más se sigue hablando de los muertos…

Presentación del libro “Distanciamiento físico-social. Estudio sobre sus efectos en la vida de las personas durante la pandemia por COVID-19”, a nivel Sistema UNIVA

Por Noticias Sin comentarios

En un entorno virtual, al medio día del 20 de mayo se llevó a cabo la presentación del libro titulado “Distanciamiento físico-social. Estudio sobre sus efectos en la vida de las personas durante la pandemia por COVID-19”. Dicha obra es el resultado de dos investigaciones realizadas por integrantes de la Universidad del Valle de Atemajac, elaboradas durante la pandemia por la COVID-19 en el año 2020, y cuya edición e impresión fue auspiciada por el gobierno del Estado de Jalisco, a través de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología y el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Jalisco, por sus siglas COECYTJAL.

La coordinación y autoría de esta obra fue realizada por la doctora Irma Livier De Regil Sánchez, jefa de Investigación del Sistema UNIVA y la doctora Laura González López, profesora investigadora. Como coautores participaron la doctora Martina Carlos Arroyo y la maestra María de los Ángeles Cristina Villalobos Martínez, de la UNIVA plantel Puerto Vallarta; del plantel UNIVA Zamora-Jacona, el doctor Juan José Rojas Delgado y la maestra Celia Salceda Contreras; finalmente, maestra María Guadalupe Ayala Romero, maestra Zulema Martínez Ramírez y el maestro Luis Eduardo Ayala Salazar de UNIVA plantel La Piedad.

Durante la inauguración, se contó con la asistencia y participación del presbítero licenciado Francisco Ramírez Yáñez, rector del Sistema UNIVA, quien brindó un mensaje de bienvenida a los asistentes. Se contó también con la presentación de la maestra Beatriz Echeveste García de Alba, directora del plantel Guadalajara y con el doctor Francisco Medina Gómez, director general del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Jalisco, quien, a su vez, fue el encargado de realizar los comentarios del libro.

De acuerdo con los comentarios realizados por el doctor Francisco Medina, a lo largo de las 166 páginas de la obra se relatan las circunstancias actuales: 38% de la muestra plasmada en el libro cuenta con estudios de posgrados y pertenecen a un estatus social de medio a alto. Comenta que es un libro que da la sensación de optimismo y tranquilidad y logra volver a creer en la humanidad.

El objeto de estudio de esta obra abarca distintas generaciones, desde los Baby boomers, hasta la generación de los Millenials y generación Z. El doctor Francisco afirmó que los jóvenes fueron quienes resintieron el distanciamiento social. El 60% de contagios fue en lugares de ocio, los jóvenes han actuado como vectores de transmisión del virus. De acuerdo con el estudio, los adultos mayores están más acostumbrados a quedarse solos y han sido quienes se tomaron más en serio el distanciamiento social, sin caer en la sensación del abandono. En cuanto a la Generación Z, el alumnado de las universidades y bachilleratos fueron más positivos, logrando la adaptación y aceptación de las nuevas modalidades de clases virtuales.

En la zona de Jalisco y Michoacán, la población logró adaptarse a las circunstancias y estragos de la pandemia, gracias a la resiliencia humana y el buen humor del mexicano. La gente se preocupó por la salud y el autocuidado, realizando ejercicio en casa, cuidando su alimentación.

Recalca que el papel de las TIC ha sido bastante notorio y lo que ayudó a estar, de cierta manera, más cercanos y conectados. El teletrabajo comenzó a crecer, empresas que no creían en el home office, se adaptaron a hacerlo. Afirma que ahora el reto es equilibrar la vida laboral y personal desde el trabajo en el hogar. El formato de compra de bienes en línea incrementó, logrando cambiar las costumbres de consumo del mexicano promedio.

El internet pasó de ser un lujo a una necesidad. El uso de plataformas como WhatsApp, Zoom y Teams se convirtieron en esenciales. La brecha digital se rompió gracias a que los adultos mayores lograron adaptarse a las nuevas tecnologías por la necesidad de seguir en contacto con sus seres queridos.

Los sentimientos de miedo, incertidumbre y preocupación se volvieron comunes y cotidianos. La gente que tiene educación e información a la mano es más propensa a salir adelante ante esos sentimientos negativos. Las redes de apoyo, tanto familiares como amistosas fueron esenciales para salir adelante. La empatía por los más necesitados y vulnerables ante esta pandemia fue lo que ayudó a superar las adversidades.

Afirmó que este tipo de estudios ayudan a la generación de nuevas políticas públicas para abordar puntos importantes, en los cuales, habrá que trabajar para poder tener un regreso a la “normalidad” de la mejor manera posible.

Al final de los comentarios del Dr. Francisco Medina, las autoras del libro, la doctora Irma Livier De Regil Sánchez, y la doctora Laura González López, afirmaron que se tendría que hacer otro estudio enfocado a los grupos vulnerables de la sociedad, como mujeres, adultos mayores y niños, quienes enfrentarán nuevos retos ante esta nueva normalidad, recalcando que la mujer desempeñó un papel muy importante durante la pandemia, al tener un doble e incluso triple rol, tanto de manera laboral como familiar y personal.

Esta obra se encuentra disponible en el repositorio de la Biblioteca Digital UNIVA.

 

Alumni UNIVA realiza la conferencia “Lo que nadie nos enseña para encontrar empleo”, a nivel Sistema UNIVA

Por Noticias Sin comentarios

En el marco de las charlas de actualización organizadas por el Departamento de Alumni UNIVA e impartidas a los egresados de la Universidad del Valle de Atemajac, el 20 de mayo se llevó a cabo la conferencia titulada “Lo que nadie nos enseña para encontrar empleo”, impartida por el licenciado Fernando Rizo, orgulloso egresado de la Licenciatura de Administración de Empresas por la Universidad del Valle de Atemajac, plantel Guadalajara.

A lo largo de la plática, el ponente abordó distintos temas relacionados con la búsqueda de empleo, reclutamiento de personal y elaboración de un buen curriculum vitae. Puntualmente, dialogó con los asistentes acerca de los mitos y realidades sobre la información adecuada que se debe incluir en el C.V. como el teléfono de contacto y correo electrónico correctos, para ser contactado de manera fácil, pasatiempos y gustos que, preferentemente no sean inventados, lo cual, el ponente afirma, puede llegar a generar empatía con el reclutador. También recomendó que se plasmen los logros realizados en las empresas que se ha desempeñado el postulante, referencias laborales de los jefes anteriores, y recalcó en mantener la información actualizada constantemente. Compartió las plataformas más populares para encontrar trabajo: Indeed, OCC Mundial, CompuTrabajo, LinkedIn, entre otras, y aconsejó que se suba el C.V. en formato PDF por cuestiones de seguridad personal, con el objetivo de que no se pueda modificar la información por terceros. Otros temas vistos durante la conferencia fueron la regla del 70/30 para postularse a una vacante, brindó consejos para corregir los errores más comunes durante una entrevista de trabajo y compartió cómo es, desde su experiencia, el proceso de selección de un candidato.

Finalmente, el licenciado Fernando Rizo interactuó con los asistentes en un espacio de preguntas y respuestas en el que se resolvieron las distintas dudas que tuvieron los participantes a lo largo de la charla.

En el evento se contó con la participación de la maestra Laura Robles Sahagún, coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo.