Olivia Mortis · Escritora, Educadora social y Diseñadora de vestuario en Santiago de Chile
El feminismo es un movimiento que cada día crece más en la sociedad, y es necesario develar desde su mirada lo que ha escondido el patriarcado a lo largo de la historia y, en esta cuarta ola de feminismo, vislumbrar algunas aristas por las que seguimos luchando, principalmente agrupadas bajo las consignas «que nos dejen de matar, de violar y de maltratar». Resulta indignante que en pleno siglo XXI estemos hablando de detener un genocidio que aún se perpetra a vista de todes, que ha llegado a su normalización social, avalada por la cultura de la violación y el sometimiento del poder femenino, fundido en la historia del arte e incluso en la mitología, como es el caso del mito de Medusa.
Este mito puede ser uno de los íconos feministas más significativos que podemos estudiar, al punto de percatarnos de que la cultura de la violación ha existido desde siempre para someter a las mujeres poderosas o de gran belleza, por el gran miedo del hombre según Helene Cixous «el hombre crea a medusa a través de su miedo al deseo por las mujeres», así dirigir su cerco sexista de justificar el Patriarcado, expresados en la creencia de superioridad y necesidad de dominación masculina sobre el género femenino, hacen empleo del abuso de poder y su camuflaje retorico.
Medusa significa guardiana o protectora en griego, y según Ovidio, poeta romano la describe como «una hermosa doncella, la única mortal de tres hermanas conocidas como gorgonas» (Su belleza cautivó la mirada del dios del mar, Poseidón, quien la violó en el templo sagrado de Atenas. Furiosa por la profanación de su templo, Atenas transformó a Medusa en un monstruo con la capacidad mortal de convertir en piedra a cualquiera que la mirara a la cara.» ss VIII a.c.) En el templo de Atenea, Medusa servía como sacerdotisa, pero aún así Atenea le dió el favor al patriarcado convirtiéndola así en una bestia del inframundo, y Atenea pasó a convertirse en aliada de la cultura de la violación, primera traición de género, dando paso a la normalización de cosificar a las mujeres, de criminalizar a las victimas de una violación, y demostrar que el poder es cosa de hombres y una mujer bella y poderosa es peligrosa para el sistema patriarcal.
Luego de esta violación Medusa quedó embarazada y esto desató la ira y celos de Atenea, quién no contenta con haber convertido en un mounstruo a Medusa, mandó a Perseo a matar a Medusa, Perseo como buen heroico valiente va en esta misión y logra decapitar a Medusa cuando esta dormía, si el valiente héroe que mata a una mujer durmiendo, es vanagloriado y no conforme además, varios artistas se inspiraron como Celini por ejemplo, quien crea una escultura en 1554 donde representa a Perseo triunfante sobre el cuerpo decapitado de medusa, en la mano de Perseo flamea en lo alto la cabeza de ella, forma de representar el poder de la familia «Medici» sobre el pueblo Florentino en esa época, sin embargo otros artistas para ganar la admiración de estos, hicieron lo mismo en el arte de la pintura como fueron las representaciones de Bernini, Rubbens y la maás famosa de Caravaggio como una de las medusas mas sangrientas. Impactante es ver como a lo largo de la historia las mujeres han sido sometidas, deslegitimadas sexualizando su poder, nada que tenga que ver con quitar esa cuota de poder de este hombre tacaño que se creo una torre con posters de porno de barrio, es hora de pisar con el tacón las revistas de mala muerte, escribir nuevamente la historia con mujeres valientes como medusa que en textos prehelenicos indican que fué una Reina de Libia encarnación de la sexualidad y de la madre tierra, en el renacimiento fué simbolo de poder después saltarnos a los 70´s donde el mito fue releido por las filosofas feministas María zambrano, Julia Kristeva, Maria Stark y Helene Cixous, reivindicando a medusa como una mujer icono feminista, rebelde, que no de deja someter al poder del hombre, diosa primaria dadora de vida y muerte.
Solo agregaría una frase para terminar: “Agradezcan que el feminismo busca igualdad y no venganza”.