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Tendencias

El idioma náhuatl corre por tus venas

Por Tendencias, Voces Univa Sin comentarios

Zeferino Mixcaltepetl Tancuayalab del Ángel • Alumni UNIVA Guadalajara

 

El idioma náhuatl es un lazo de hermandad entre el pueblo mestizo e indígena, entre la zona rural y urbana, por decirlo con humildad, porque debemos de saber que la cultura mexica se metió como la humedad en todos los rincones de nuestro país y más allá: gastronomía, topónimos, música, rituales, vestuario, hierbas, frutas… literatura.

Los mexicanos a diario utilizamos palabras provenientes del náhuatl, tales como caldo michi, popote, mitote, chahuistle, aguacate, tomate, jitomate, Jalisco, Tuxpan, ocelote, chípil, achichincle, apachurrado, chipichipi, atole, tamal, elote, huapango, huipil, epazote, ocote…apapachar. Los términos náhuatl corren por nuestras venas sin importar el color de la piel, clase social o nivel de estudios. “Todos somos mexicas”, hijos de Nezahualcóyotl, de Macuilxochitzin, de Moctezuma y de Cuauhtémoc, velis nolis.

En nuestro México escuchamos infinidad de topónimos sin saber en realidad su significado, sin embargo, en castellano también usamos términos que en sentido estricto desconocemos su carga semántica. Toda vez que pronunciamos la palabra “papá”, suponemos que todos sabemos su significado, aunque si preguntamos al emisor sobre el desglose del concepto es posible, que se quede mudo. Por esa razón, no nos preocupemos por desconocer el significado profundo de cada palabra náhuatl que evocamos; lo que si debemos hacer es ocuparnos de asimilar cada palabra heredada por los tlamatinime, pues desde el lenguaje podemos ingresar a la realidad mexica; si no eres mexica por herencia, lo serás por adopción.

El propósito de mi escrito es empaparlos de la riqueza lexicológica y posteriormente comprender el fondo de la riqueza cultural en general; porque una palabra nos arrastra a buscar que hay detrás de ella.

Ahora menciono algunas comidas típicas del pueblo mexica:

Pozole: del náhuatl posoni “Que hierve generando burbujas, que hace espuma”.

Tastihuile: comida de Sinaloa, 100% autóctono. Del náhuatl tastihuile, de Tixtli Sopa espesada con masa de maíz; atole de camarón.

Caldo michi: caldo de pescado.

Y si quieres conocer los significados de los pueblos conurbados de Guadalajara, Jalisco; ahí dejo algunos, sólo como una probadita. Empecemos con el nombre del Estado.

Jalisco: de Xali arena y co: lugar.

Zapopan: Tsapotl zapote y pan: sobre, en.

Tlajomulco: tlali tierra, xomuli rincón/montón y co, lugar.

Tonalá: tonalan, donde sale el sol.

Tlaquepaque: tlaki abundancia/cultivo paki que se alegra. También puede significar tlalipan: sobre la tierra/barro.

El hambre: Un problema mundial que debemos combatir como sociedad

Por Tendencias, Voces Univa Sin comentarios

Yuliana Bañuelos Espinoza • Alumni Licenciatura en Nutrición UNIVA Plantel Guadalajara

 

“Nuestras acciones son nuestro futuro, hambre cero para el año 2030” este lema se menciona y se establece como objetivo por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para el Día Mundial de la Alimentación, el cual se conmemora el 16 de octubre desde el año 1979, con el objetivo de concientizar a la sociedad sobre el problema alimentario mundial al que nos enfrentamos y así ser solidarios en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.

En el planeta contamos con recursos suficientes para alimentar a toda la población y aun así más de 821 millones de personas padecen hambre. A nivel mundial se desperdician 1,300 millones de toneladas de alimentos. Simplemente el desperdicio de alimentos en México serviría para evitar el hambre que padecen 7 millones de mexicanos.

Es importante recalcar también el cambio climático como principal factor al afectar la producción de alimentos. El aumento de temperaturas, las sequías o inundaciones da como resultado una menor producción de alimentos y por lo tanto una elevación al costo para el consumidor.

La ONU tiene tres roles en esta problemática; el primero es reunir a quienes redactan las leyes con académicos y la sociedad civil para discutir el asunto al respecto. El segundo será documentar lo que está pasando y crear un intercambio de soluciones, porque se trata de un desafío universal. El tercero es la agenda normativa, el poner presión a los gobiernos sobre sostenibilidad y crear modelos económicos que sean menos dañinos para el planeta y el desperdicio de alimentos.

Pero nosotros como sociedad y consumidores ¿Qué podemos hacer para evitar que el problema vaya en aumento? Empecemos con cambiar nuestros hábitos de consumo actuales; comenzar a consumir más productos locales, planificar y comprar sólo lo que se necesite realmente, para evitar el mayor número de desperdicios; aprender el manejo seguro de alimentos, tener un almacenamiento adecuado en los hogares y así mismo comprender las fechas de consumo preferente para prevenir y reducir el desperdicio de alimentos. Acciones sencillas como no tirar la comida que sobre en casa y congelarla para consumirla más tarde, pedir para llevar la medias porciones en restaurantes si no se tiene mucha hambre y comerla en casa; contribuyen de manera positiva al problema. También tenemos que ser conscientes de que, como sociedad, debemos exigir a nuestros representantes políticos el invertir en acciones y políticas sostenibles que apoyen en el combate de los problemas climáticos y alimentarios.

“Dietas saludables para un mundo sin hambre” es el objetivo y lema de este año. A lo largo de las últimas décadas, el patrón alimentario y las dietas han cambiado de una forma drástica, siendo el resultado de la globalización alimentaria, la urbanización y el aumento de los ingresos económicos, se ha pasado de platos tradicionales donde predominaban los alimentos vegetales y ricos en fibra, a dietas con alimentos cargados en azúcares, almidones refinados, grasas y sal, se abusa de los alimentos preparados y procesados, de la carne y de otros alimentos de origen animal. Por lo tanto, otra acción que debemos tomar en cuenta es volver a las dietas saludables. Una dieta saludable es la que proporciona las necesidades nutricionales de los individuos ofreciendo alimentos suficientes, inocuos, nutritivos y diversos para llevar una vida activa y reducir el riesgo de contraer enfermedades. Incluye, entre otros, frutas, verduras, legumbres, nueces, semillas y granos integrales y alimentos con un bajo contenido de grasas (sobre todo grasas saturadas), azúcar y sal. Se debe buscar un espacio y tiempo para la preparación de las comidas saludables y nutritivas; las comidas saludables no tienen que ser elaboradas, en realidad, los alimentos saludables se pueden cocinar de manera rápida, sencilla y deliciosa utilizando solo unos pocos ingredientes. Dentro de esto se puede considerar tener un huerto urbano en casa, adaptar un espacio y empezar a cultivar nosotros mismos parte de nuestra comida. Es importante concientizar en escuelas con clases y talleres sobre la importancia de una dieta saludable y no desperdiciar comida.

Educar a las siguientes generaciones y enseñar a nuestros hijos a ser consumidores responsables y ser conscientes de lo que estamos consumiendo, para así llevar una dieta saludable, evitar los desperdicios y problemas como el sobrepeso, la obesidad y la desnutrición, son de las cosas que nos quedan por hacer para lograr un cambio significativo en el mundo.

Decisiones y punto

Por Tendencias, Voces Univa Sin comentarios

José Ángel Rodríguez Romero • Alumni Ciencias y Técnicas de la Comunicación

 

Haciendo alusión a la tercera ley de Newton, mejor conocida como principio de acción y reacción, decidí realizar el siguiente planteamiento que comprende el peso del mazo del juicio social y la toma de decisiones a la que nos enfrentamos durante nuestra estadía en esta corta vida.

Dependiendo del contexto o etapa de la vida en que nos encontremos, las decisiones, según nuestro entorno social, adquieren un peso subjetivo que se vuelve inversamente proporcional al peso del mazo del juicio que nos procesará, es decir, antes de nacer fuimos parte de la decisión de alguien más, sin entrar en detalles de planeación y considerando solo el hecho, sea como sea, llegamos a este mundo.

Durante los primeros 2 años de vida somos receptores y prácticamente nos dedicamos a recolectar información en todos los sentidos posibles, sean de nuestro agrado o no, queramos o no. A partir de los 3 años hasta los 6 años somos capaces de asimilar información y decidir ante dos escenarios simples, ¿Quieres ver Mascotas o Frozen? ¿Quieres chocolate o paleta?, ¿Azul o Verde? entre miles de opciones, pero siempre condicionadas en pares. Al cumplir 7 años y hasta los 11, nuestro razonamiento lógico (con ciertas limitantes) se hace presente, y entonces comenzamos a percibir la vida de una manera distinta, nuestras decisiones tienen un peso, un impacto de ida y vuelta, que para entonces, el mazo del juicio, que se ha vuelto cada vez más pesado, nos asecha. -¿Hijo que quieres de comer?, ¿a dónde quieres ir?, ¿por qué hiciste eso? – dice nuestra Madre. –

¿Por qué te gusta el color azul? ¿Por qué no te gustan estas galletas?, ¿Por qué no tienes un Iphone? ¿Qué te regalaron en tu cumpleaños? -Dicen nuestros compañeros de clase- y así podríamos continuar con una larga lista, en donde cada decisión y cada respuesta se irá por dos o hasta tres vertientes, si bien nos va, los demás estarán de acuerdo con nuestra respuesta, un acuerdo efímero, sin precedente, nadie abrió el buzón de sugerencias, pero ellos lo creen implícito en tu respuesta. Como segunda opción podríamos recibir una objeción con su debida justificación de algo que es mejor o peor a lo que decidimos, y la tercera respuesta lamentablemente podría definirnos como personas, es decir según la repuesta recibiremos una etiqueta impuesta por los demás. Imagínense que pasa después de los 11 años, la presión social está presente a cada momento.

Según Jean Piaget en su Teoría del aprendizaje, los niños tienen la capacidad de utilizar una lógica que les permite llegar a conclusiones abstractas que no están ligadas a casos concretos que se han experimentado de primera mano. Es a partir de los 11 años en adelante que nuestras decisiones son totalmente conscientes, por decirlo de alguna manera, y estas comienzan a definir el rumbo de nuestras vidas.

Considero que no es necesario que nuestro entorno social genere eco de nuestros pensamientos y elecciones de vida. Bastante complicado es asimilar los cambios hormonales-emocionales que surgen de forma natural por el simple hecho de ser, humanos; aunado a las decisiones circunstanciales según nuestro contexto de vida, para además, filtrar juicios y cumplir expectativas de nuestro entorno social.

Decisiones y punto, eso es lo que son: no tienen peso, no tienen dirección, muchas son tomadas con el corazón, otras son tomadas por la ocasión, pero ninguna de ellas te invita a recordarme lo desacertado que a veces soy.

 

Lo que puedas hacer o sueñes poder hacer, comiénzalo.

La audacia lleva genio, poder y magia en sí misma.

¡Comiénzalo; ahora!

Goethe