SEDES
Colima Guadalajara Lagos de Moreno La Piedad León Puerto Vallarta Querétaro Tepic Uruapan Zamora Online
Bolsa de trabajo Bolsa de trabajo Portal de pago Online Biblioteca

English Assistance

Category

Líderes de opinión

Ayúdate que yo te ayudaré

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Laura O. Robles Sahagún • Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo UNIVA Guadalajara

 

Pareciera una frase bíblica, pero no, ni siquiera aparece en la biblia. Esta frase más bien hace referencia al trabajo colaborativo, tan necesario en las organizaciones para el logro de los objetivos y de la misión. Existen conceptos como “trabajo colaborativo” y “trabajo cooperativo”, que solemos confundir o considerar que son lo mismo, pero cada una tiene características diferentes.

El trabajo colaborativo es aquel en el que todos los participantes contribuyen con ideas, conocimientos y de forma simultánea sin importar la jerarquía ya que cada uno aporta con una visión de que el éxito será compartido. En las aulas también es muy conveniente aplicarlo con los estudiantes ya que, al realizar trabajos en equipo, se aprende, se adquieren habilidades y se contribuye con el aprendizaje de los demás integrantes, de manera solidaria. La Real Academia de la Lengua Española (RAE), define colaborar como “trabajar con otra u otras personas en la realización de una obra”.

En el trabajo cooperativo existe un dirigente (que puede ser el jefe o el maestro en el caso de los estudiantes), en el que cada uno de los integrantes, aunque trabajan de forma conjunta en equipo, realiza sus actividades individuales con responsabilidad personal, pero con interdependencia. Es decir, cada uno aporta su parte al cumplimiento del objetivo y son aprovechadas las habilidades particulares de sus integrantes, quienes son dirigidos por alguien más. La RAE define cooperar como “obrar juntamente con otro u otros para la consecución de un fin común” y agrega que “…favorablemente a los propósitos o intereses de alguien”.

Desde mi punto de vista, colaborar tiene que ver con solidaridad y cooperar va más relacionado a la responsabilidad. En ambos casos existe un grande compromiso ligado a valores personales e institucionales. Los directivos y los líderes deberán determinar cuál tipo de trabajo es el más adecuado para sus equipos y fomentarlo, siempre teniendo presente la misión y los objetivos. El saber cómo aplicarlos determinará en un alto grado, la participación decidida y armoniosa de los colaboradores.

¿Quién no se ha molestado alguna vez porque el otro no hace lo que le correspondía y afecta a sus procesos? ¿Quién no ha entendido alguna vez las indicaciones y ha hecho de mala gana su trabajo? El buen liderazgo, sabrá plantear las condiciones favorables de trabajo en el que el sentido de identidad y la intención de cumplir las metas, sean predominantes ante la carga laboral.

Unir esfuerzos depende si de los directivos, pero también de los colaboradores, quien llega con esa voluntad a la organización, es porque es parte de sus habilidades. A quien se le logra desarrollar ya estando dentro del equipo, es porque el líder es hábil. Y en estos tiempos, más que siempre, se requiere sumar y colaborar.

 

Publicado en La Crónica de Hoy Jalisco del Viernes 13 de agosto 2021

 

 

¿Destruir Zapopan?

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Zapopan es un pueblo de origen prehispánico que, por razones estrictamente religiosas, conquistó la capitalidad regional y luego la municipal, ya desde los inicios del siglo XVII. Ha sido el polo espiritual de Guadalajara, que en San Pedro tenía su polo de diversión y descanso veraniego.

Esta dimensión del espíritu será fielmente reflejada en la canción “Guadalajara” de Pepe Guízar, dimensión que no excluyó, sino que incorporó el abundante comercio y los paseos dominicales al “Profundo”, y posteriormente a los “Colomos”. En años recientes este aspecto cultural ha venido a ubicarse bajo la denominación de “turismo religioso”, el cual merece todo el respeto de la ciudadanía y de sus instituciones.

Pero, además, Zapopan, como antigua villa, hoy ciudad, es un conjunto urbano virreinal, cuyo Centro Histórico está protegido por las leyes urbanísticas, de las cuales ha sido constante vigilante el INAH, aunque a causa de la corrupción galopante, no siempre se le haga caso.

La verdad es que pocas poblaciones antiguas han sido tan alteradas en su fisonomía como Zapopan, así ocurrió que las casonas ubicadas al lado sur de la plaza principal fueron demolidas para construir en su lugar el edificio pavoroso que hoy se ve, donde se hallan diversas dependencias municipales. Con mejor gusto se construyeron dos edificios con portales en la parte oriente de la plaza, que, aún siendo nuevos, no desentonaron con el conjunto urbano. De cualquier modo, esa construcción supuso demoler edificaciones antiguas que sólo por ese hecho hubieran merecido mayor consideración.

Tuvo el PAN la mala decisión de postular para Zapopan a un candidato, que ganó, y declaró como parte de su agenda de trabajo el proyecto de “cambiar la vocación de la cabecera municipal”, como si la historia, la tradición y la cultura de una sociedad estuviesen sujetas al capricho o a las ocurrencias del alcalde en turno.

No obstante, pareciera que tal aberración no ha sido abandonada, justamente la manera en que se construyó el paso de la línea tres por Zapopan, da la impresión que no tenía otro fin que aislar el Centro Histórico, pues la amplia avenida que se construyó justamente para conectar Guadalajara con Zapopan en 1952, ahora  vino a dar con enorme paso a desnivel, de modo que hoy día, para llegar al centro, hay que dar todo tipo de forzados rodeos, y por si eso no bastara, se pretendía que la estación ocultara a la vista la imponente basílica, precisamente la joya arquitectónica del municipio; para frustrar esa intención debió trabajar mucho el INAH con algún resultado. Aún así, esa estación de la línea tres se denominó simplemente “Zapopan Centro”, como si esa fuera la referencia dominante para justificar una nomenclatura.

Las noticias más recientes nos hablan de un nuevo proyecto para la explanada de ingreso a Zapopan, la construcción de edificios departamentales que en un inicio pretendían ser torres sin que a los diseñadores les importara acabar de arruinar el paisaje urbano de esta antigua villa, e incluso estrechar el ingreso principal, pues dichos diseñadores en su vida han oído hablar de que hay una romería anual que rebasa ampliamente cualquier aforo. Nuevamente fue el INAH, y no la conciencia ciudadana la que puso los límites, que ojalá sean respetados.

 

Publicado en El Informador del domingo 15 de agosto de 2021.

La pobreza por estados

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtro. Francisco Meza Estrada • Coordinador de la Licenciatura en Derecho UNVA León

 

 

El CONEVAL dio a conocer el informe sobre el combate a la pobreza del periodo 2018-2020. La nota principal fue que la pobreza creció en nuestro país, pasó de 51 millones 890 mil a 55 millones 654 mil. Existe mucho análisis sobre las causas de este crecimiento y es positivo porque podemos considerar distintas perspectivas sobre la actuación de los distintos niveles de gobierno.

Este incremento tiene diferencias entre los estados. Algunos estados vieron reducida la pobreza; mientras que, en otros se incrementó. En esta ocasión, se trataría de identificar a estos estados y reconocer las coincidencias y diferencias.

ESTADOS DONDE DISMINUYÓ

Los estados donde la pobreza disminuyó son: Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Zacatecas, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Colima, Chihuahua, Baja California y Durango. La entidad donde la disminución es mayor es Nayarit en donde pasó de 436 mil 500 a 376 mil 600, en términos porcentuales pasó de 35.7% al 30.4%. En cambio, el estado donde menos disminuyó fue en Durango en donde apenas bajó una décima porcentual (38.8%-38.7).

Un número importante de estos estados pertenecen al sur, 6 de 13. Otros 3 pertenecen a la zona del pacífico y del norte aparecen 4 entidades y 2 de ellos son frontera con Estados Unidos. La mayor parte de estas entidades han sido reconocidas como zonas donde el presidente tiene preferencias electorales altas, por lo menos estaríamos hablando de 11 de ellas; por lo que, no es extraño que los programas sociales hayan tenido mayor énfasis ahí.

ENTIDADES DONDE AUMENTÓ

Los estados en donde se incrementó la pobreza fueron: Puebla, Tlaxcala, Morelos, Hidalgo, Campeche, Yucatán, México, Quintana Roo, San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas, Ciudad de México, Jalisco, Querétaro, Sonora, Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila y Nuevo León. Estamos hablando de 19 estados que son la mayoría; por esa razón, a nivel nacional se impone el aumento del número de pobres.

El estado donde más aumentó la pobreza fue Quintana Roo en donde el salto fue de 546 mil 400 a 892 mil 900, es decir, de 30.2% al 47.5%. La entidad donde el aumento fue menor se trató de Coahuila donde pasó de 778 mil 100 a 812 mil 100, que en porcentaje fue de 25.5% a 25.3%. Entre estos estados se encuentra Jalisco en donde el aumento es mayor al nacional porque en el 2018 se tenía contabilizados 2 millones 285 mil 800 y para el 2020 son 2 millones 633 mil 400, del 27.8% al 31.4%.

En menor proporción está Guanajuato, aunque también se registra un aumento de personas en situación de pobreza, de 2 millones 519 mil 700 a 2 millones 649 mil 600. Aproximadamente 130 mil personas más en lapso de 2018 a 2020.

Hay localidades donde el aumento es significativo como Tlaxcala, Yucatán, el Estado de México y Baja California Sur pues se habla de una diferencia en promedio de 7.5 puntos porcentuales. Un caso siempre particular es el del Estado de México por su población tan alta. En este informe está el dato que tuvo más de 1 millón de pobres.

El conjunto de estas entidades es más heterogéneo pues van desde el norte, pasando por el centro del país hasta el extremo sur.

EVALUACIÓN DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

Estos informes tienen como finalidad evaluar las políticas públicas para erradicar la pobreza. Como todos sabemos, con el actual gobierno federal la mayor parte de estas políticas han cambiado y lo que se puede observar a simple vista es que hay algunos resultados en entidades muy concretas, pero no alcanzan al conjunto de estados. Una parte del análisis se va a centrar ahí, buscando respuestas a las diferencias entre los estados donde se redujo la pobreza y en donde esta aumentó.

 

La revolución de la movilidad llegó: El auto eléctrico

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Dr. Alejandro Garza Galicia • Docente-Investigador UNIVA Guadalajara

 

La movilidad en esta década se renueva con una nueva tecnología, el auto eléctrico, el móvil del que su fuente de energía viene completamente de una carga de voltaje e intensidad de corriente, su desplazamiento no produce emisión contaminante directa, por lo que es considerado la solución más viable para el transporte en los siguientes años. Sin embargo, la transformación del automóvil de un motor de combustión interna por gasolina o diésel a uno eléctrico, implica una gran cantidad de cambios en el diseño, adaptaciones a los procesos productivos, nuevos esquemas de abastecimiento de electricidad y la más grande transformación energética en el planeta, que hace que esta migración se vuelva un desafío en todos los contextos.

Aunque se pensaría que es reciente la tecnología, el primer vehículo eléctrico data de 1834, como lo enuncia en su libro La historia del automóvil eléctrico el profesor Francisco Moreno, pero fue comercializado hasta 1852, aunque hay que mencionar que esos autos no contaban con baterías recargables, éstas se empezaron a implementar a finales del siglo XIX gracias a los franceses Gaston Planté y Camille Faure. Históricamente, las baterías han sido el gran problema que han tenido los vehículos eléctricos, los primeros modelos de baterías se fabricaron a base de plomo, un material pesado y denso que hacía muy ineficiente el desplazamiento del auto. Al mismo tiempo, ya se venían desarrollando los principios termodinámicos de la máquina de vapor y del motor a 4 tiempos que usaba un combustible líquido, competitivamente superior contra la batería, y con la entrada del popular Ford T de Henry Ford en 1908, se hizo ver que el vehículo eléctrico no tenía cabida en el desarrollo industrial.

El siglo XX estuvo plagado de desarrollo sobre el auto a gasolina por el auge de la industria petroquímica hasta que, en 1973 con el inicio de la crisis del petróleo y el reconocimiento formal de los primeros impactos al medio ambiente por el uso de los combustibles fósiles, se volvió a tener en mente la posibilidad del auto eléctrico como medio de transporte; con el pasar de los años, ya en el siglo XXI comenzaron las mejoras a los sistemas eléctricos, así como el gran desarrollo de materiales compuestos y a base de estructuras nanotecnológicas, las cuales hicieron que el peso del vehículo eléctrico fuera muy ligero y la eficiencia de su motor llegara a ser de hasta el 90 % o más, mientras que el motor a gasolina maneja un rango de entre 3 a 25 % variable, para el eléctrico se tiene la posibilidad de recuperar energía en el frenado y la ventaja más importante, es que su funcionamiento no genera emisiones letales como el monóxido de carbono CO, óxidos de nitrógeno NOx y bióxido de carbono CO2, emisión de efecto invernadero. Sin embargo, no se tiene solucionado todo el problema, hasta el momento la batería sigue siendo un inconveniente para recorrer grandes distancias ya que la electricidad necesaria para el funcionamiento no se genera y hasta ahora, no hay suficientes plantas generadoras de electricidad para abastecer el número de automóviles que estarían en circulación, ni siquiera poniendo a funcionar todas las plantas de combustibles fósiles, nucleares y de energías renovables existentes. En la actualidad, se está planteando la transformación energética del planeta para suministrar de suficiente electricidad al parque vehicular con nuevos campos solares, parques de sistemas eólicos, la explotación de biocombustibles y el potencial de la energía mareomotriz como lo indica la Agencia Internacional de Energía.

Las automotrices como TESLA, Rivian, las alemanas BMW, Mercedes-Benz, VW, ya sentenciaron la salida del motor de combustión interna en próximos años, se suman los gobiernos de Noruega, Suecia, Francia, Alemania, inclusive China que comprometieron sus políticas ambientales para dejar de utilizar la combustión interna en los autos entre 2025 a 2040, estimando que al final de este periodo se alcance el 57% de los autos eléctricos que circulen a nivel mundial como lo pronostica en su portal Bloomberg New Energy Finance (BNEF), una firma de consultoría especializada en investigación de energías limpias, planteando la revolución de la movilidad bajo nuevos esquemas productivos, integrando la tecnología de la 5G, control satelital, computación cuántica, inteligencia artificial, materiales y baterías completamente sustentables y reutilizables, haciendo uso de energías 100% libres de emisiones de CO2.

Una de las interrogantes que se han planteado sobre la nueva llegada del auto eléctrico es la batería, el elemento que lo hace independiente en su desplazamiento o dependiente de las recargas, su construcción, dimensión, reciclaje y tiempo de vida, constituyen una serie de preguntas que hasta el momento no se han resuelto, por ahora el planteamiento es el litio, el nuevo oro mineral, del que desafortunadamente su explotación es poco sustentable por la necesidad de altos flujos de agua. A pesar de esta condicionante, las expectativas para solucionar este problema son muy positivas en el sentido de encontrar materiales alternativos sustentables y de alta rentabilidad.

Tras múltiples análisis técnicos y financieros que se han planteado, la transformación mundial de la movilidad hacia el auto eléctrico es un hecho, México no se puede quedar atrás y aunque el número de unidades de autos eléctricos registradas apenas rebasaron las 24 mil en el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 2020 -que no se compara con las más de 564 mil que se vendieron en la Unión Americana en el mismo año- desde luego, nuestro país no está exento de este movimiento global que sin duda, marcará una nueva era en los procesos industriales, ambientales, económicos, políticos y sociales.

La ecoteología y el padre Thomas Berry. Ecología y Cristianismo en el Siglo XXI

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtro. Juan Manuel Madrigal Miranda Docente UNIVA Uruapan

 

El sacerdote católico Thomas Berry (1914-2009), nació en EUA, perteneció a la congregación Pasionista (www.passiochristi.org) fundada en Italia en 1720. El padre Berry fue un extraordinario erudito pues, fue doctor en historia, experto en las civilizaciones madre, en las culturas indígenas, geólogo, filósofo, teólogo y cosmólogo, aprendió chino y sánscrito. Vivió en Estados Unidos, China y Europa, viajó mucho estudiando la relación de las religiones con la naturaleza. Berry recibió varios premios internacionales y reconocimiento de universidades por sus libros e investigaciones. Algunas de sus obras son: El Sueño de la Tierra (1988), La Historia del Universo (1992), Amistad con la Tierra (1991) y La Gran Obra: nuestro camino hacia el futuro (1999).

Berry fue influenciado profundamente por la Biblia, la filosofía y teología católica, San Pablo, San Agustín, Santo Tomás de Aquino, Giambattista Vico, Teilhard de Chardin, Carl Jung y Mircea Eliade. Berry tomó de Jung la importancia de los símbolos, los mitos y los arquetipos. Los símbolos son fuentes de energía y a la vez, medios de transformación psíquica. Berry coincide con Eliade: los símbolos penetran en la realidad más que las palabras y conceptos. Los símbolos llevan hacia la unión y armonía de contrarios en la conciencia, para así, vivenciar al misterio de Dios, a su creación y su sentido último.

De Vico, tomó la idea de dividir la historia en grandes periodos con el fin de comprenderla mejor, así Berry propusó cuatro periodos de la humanidad: el Chamánico, el Civilizatorio Tradicional, el Tecnológico y el Ecológico (“Era Ecozoica”) en el que actualmente estamos entrando. Esta era se caracteriza por su racionalismo patológico, autista, pues el ser humano usa a la Tierra y su biodiversidad como simples objetos de consumo, produciendo así un modelo de vida bárbaro, consumista de objetos y personas, enfermizo, creador masivo de basura y contaminación, aislado de la sana comunidad con otras especies (plantas y animales) y de sí mismo, pero al mismo tiempo, está surgiendo una nueva y sabia comprensión de la relación del ser humano con este planeta y el universo.

Berry fue presidente de la “Asociación Norteamericana Teilhard de Chardin”. Chardin fue sacerdote católico jesuita, francés, gran científico paleontólogo, hizo varios descubrimientos sobre la evolución del ser humano. Berry tomó de Teilhard la concepción de que el universo y la vida no es algo estático y ya dado sino, que es una maravillosa cosmogénesis, es decir, que la creación es un proceso infinito hasta que Dios lo culmine y que si no percibimos toda experiencia y fenómeno como un proceso en transformación hacia algo cada vez mejor, entonces no podemos ser objetivos y veraces.

Chardin y Berry remarcan que desde el inicio de la creación, antes del ser humano sobre la Tierra, cierta forma de conciencia (interioridad, espiritualidad) ya estaba presente en los elementos básicos de la naturaleza (átomos), es decir, toda forma natural es una unidad psico-física. La conciencia es una forma íntima en todo lo que existe y es el hilo que vincula a todas las formas de vida, desde la unicelular hasta la conciencia humana, y de ésta a la mente crística: la Cristogénesis o Punto Omega -como la llamó Teilhard- el cual, es lo máximo de la evolución de la unidad ser humano-universo: amor, justicia, paz y belleza.

El increíble desarrollo actual de la ingeniería genética es un claro signo de la Era Ecozoica, podemos intervenir en los procesos más íntimos de la materia viva, se pueden fecundar óvulos humanos en probeta; producir transgénicos, clonar, hacer vacas del tamaño de un elefante, etc. Esto nos evidencia como co-creadores de la vida, podemos darle dirección a procesos vitales, para bien o para mal. Es una responsabilidad enorme, ¿qué cuento nos vamos a contar como humanidad?

Dice el Padre Berry que la esencia de toda comunicación es una narración, un cuento, una historia pequeña o inmensa. Nuestras tendencias sanas o insanas se condensan en la historia que nos contamos a nosotros mismos, entonces hay que contarnos un buen cuento, el cual se convierte en nuestra propia programación.

Berry se alió con Brian Swimme (doctor en filosofía y cosmólogo matemático), escribieron el libro Historia del Universo, en donde por vez primera se narra científica y espiritualmente la evolución del universo desde el Big Bang hasta la posibilidad de culminar conscientemente el gran sueño de los profetas hebreos: la armonía de los seres humanos entre sí y de la humanidad con el agua, aire, suelos, energía, flora y fauna, es decir, el Reino de Dios anunciado por el carpintero de Nazaret.

El padre Berry es un verdadero profeta de nuestro tiempo, de la Era en que los hielos permanentes de los polos desde hace millones de años (“permafrost”) se están derritiendo a gran velocidad debido a las actividades humanas irracionales y patológicas, con la consecuente alteración del clima mundial y con esto la producción de alimentos, seguridad de la población, extinción masiva de especies animales y vegetales, la biodinámica de la Tierra está disfuncionando y produciendo tsunamis, huracanes super violentos y otros fenómenos destructivos.

Esta es la evidencia aplastante de que la filosofía, teología, dogmas religiosos, modelos educativos y psicológicos, las ciencias sociales de Occidente y Oriente, necesitan una reorientación revolucionaria que garantice la salud de los ecosistemas de este planeta y su maravillosa biodiversidad para que continúe por siempre la alegría de vivir de los seres humanos, en armonía con el canto de las aves, el brotar del agua cristalina y el vaivén de las palmeras frente al mar azul y cristalino donde saltan de regocijo los delfines.

La redención, salvación del ser humano con su alegría y sufrimientos, sin los campos sanos de trigo, viñedos y agua pura, es una fantasía alienante y negadora del Dios vivo, del Cuerpo de Cristo sobre el cual pisamos, nos movemos y existimos (Hch 28,17).

Esta unión comprometida absolutamente entre la teología, la espiritualidad y el agua, suelos, flora, fauna y energía natural, es precisamente la Ecoteología, la nueva ciencia revolucionaria que nos ha dejado de herencia el sabio y santo sacerdote católico Thomas Berry. La imaginación religiosa de todos los credos está siendo retada y rebasada por el calentamiento global de la Tierra y su cambio climático, al igual que la teología, espiritualidad, psicología, ciencias y sistemas educativos.

Requieren urgentemente una reorientación empezando por una nueva forma de conciencia: la atención plena, darse cuenta (oración continua), la cual parte del ideal de la buena voluntad y el amor incondicional a la vida, y que se puede actualizar sentados, acostados, comiendo, caminando o en cualquier actividad cotidiana: dándonos cuenta de lo que estamos haciendo con nuestro cuerpo, sensaciones, pensamientos y emociones en cada momento, en el continum.

Parte de la esencia del cristianismo es la defensa de la vida, de sus fuentes vitales y biodiversidad, lo cual, es un modo inmanente del gran viaje de la vida, del misterio del universo; la trascendencia está en la fe inquebrantable de que la semilla del universo y la vida es benigna, en la alegría de vivir pese a todas las imágenes transitorias que nos den los sentidos y sus emociones. El mysterium tremendum y fascinosum es la fuente de donde reciben su luz todas las estrellas, nuestro sol que a cada mañana nos invita a contemplar a las formas, de rodillas, como la primera mañana del mundo…

 

El arte de incubar

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtra. Laura Ofelia Robles Sahagún • Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo UNIVA Guadalajara

 

La Real Academia de la Lengua Española define incubar como “hacer que algo comience a desarrollarse antes de su primera manifestación”, aplicando esta al ámbito empresarial, por ello se ha vuelto un término muy utilizado al momento de emprender.

Incubar consiste en brindar al emprendedor, herramientas que, en conjunto con ciertas habilidades, le ayuden a impulsar el crecimiento de su empresa de una manera eficiente, disminuyendo con ello el riesgo de fracaso y los costos que conlleva la curva de aprendizaje, además aporta elementos que permitan el incremento de las oportunidades de supervivencia y posicionamiento en el mercado.

Actualmente, es común ver que las universidades de prestigio cuentan con incubadoras exitosas que ya tienen asesores experimentados en áreas para gestar un plan de negocios, evaluar la viabilidad técnica, financiera y de mercado. Se conjuga el talento de administradores, mercadólogos, diseñadores, ingenieros, contadores, abogados, gestores de talento humano, comunicólogos y publicistas, entre otros especialistas.

Para los emprendedores es sumamente útil acudir a las incubadoras de las universidades porque se cuenta con el talento consultor, los costos son sumamente accesibles y el beneficio es mayor.

De igual manera, la incubadora universitaria, permite a los estudiantes con el perfil adecuado y los conocimientos necesarios, participar en el desarrollo de los negocios en ciernes, un espacio más de aprendizaje en ambientes reales. Esto puede darse a través de la realización de prácticas profesionales o la prestación del servicio social.

El apoyo en consultoría especializada y personalizada que brindan las incubadoras, ha demostrado que contribuyen con el desarrollo de las regiones por su alta efectividad ya que incluso, permite adentrarse en el mundo de las importaciones y las exportaciones o tener acceso a capital de riesgo u otras formas de financiamiento. Las incubadoras tienen, por lo general, contacto con instancias de gobierno o privadas que cuentan con recursos de apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas.

El periodo de incubación consiste en diagnosticar el proyecto para que, en caso de que sea viable, se asigne un consultor especializado. Posteriormente, se entra a la fase de preincubación en la que se confecciona el plan de negocios; la fase de incubación, en la que se echa a andar la empresa y por último, la fase de postincubación que consiste en acompañamiento, ya que todos sabemos que los primeros años son los más difíciles.

Así que, si quieres emprender de una manera más segura y con bases más firmes, pregunta en tu Alma Mater o universidad más cercana, acerca de las incubadoras y aprovecha sus servicios. Todos tenemos grandiosas ideas, solo las que son bien planificadas son las que prosperan.

 

 

Publicado en La Crónica de Hoy Jalisco del viernes, 06 de agosto de 2021.

A propósito de una consulta

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

El pasado primero de agosto tuvo lugar la consulta ciudadana. Se trata de un paso de enorme importancia que nos puede hacer transitar de una democracia excesivamente representativa, a una democracia más participativa. En esta edición, se ha debido mover toda la maquinaria establecida del INE, pero debemos pugnar para que existan otros mecanismos menos costosos y más prácticos para favorecer estas consultas, por ejemplo, a la hora de generarse nuevas leyes o reformas a las existentes, pues hasta el momento los legisladores se manejan siempre por la libre, y de pronto la ciudadanía se topa con leyes que ni pidió, ni sobre las cuales fue informada.

Lamentablemente quien falló en esta consulta fue precisamente la comunidad, lo cual puede explicarse por varias razones. No se logró crear la suficiente conciencia acerca de la importancia de este ejercicio, pesa enormemente el lastre de dos siglos de democracia simulada y fracasada que ha generado apatía y desánimo, pero también es probable que la baja participación se deba a lo insólito de la consulta, a propósito de si se debe o no enjuiciar el ejercicio de los funcionarios públicos.

En ninguna sociedad que aspire a progresar por vía de la democracia, el ejercicio de la justicia puede estar sometido a la opinión popular, eso desautorizaría el llamado estado de derecho, pues la justicia, al igual que la verdad, no se definen por mayoría de votos. Lo que urge hacer en este país es cerciorarse de que tenemos las leyes adecuadas para que todo funcionario público dé cuentas claras de su gestión, normas concretas que castiguen las infracciones, y una entidad neutral que se encargue de aplicarlas, esto debe incluir poner fin a la prescripción de cualquier delito que tenga que ver con la función pública, así como se ha empezado a trabajar por la abolición de los fueros, eso sí sería adelanto.

 

De cualquier modo, la mayoría de los participantes votó por el sí, y con ello expresó lo que es sin duda, el sentir de la enorme mayoría de los ciudadanos, pero ¿qué pasaría si la mayoría hubiese optado por votar el no? En acato al voto popular ¿se optaría por la impunidad?, ¿no es precisamente la impunidad una de las mayores lacras que vivimos y lo que ha permitido que el sistema político que tenemos se siga perpetuando sin que pase absolutamente nada?

Afortunadamente, de momento, triunfó el sentido común de los votantes, y su decisión, aunque no vinculante, fue por el sí. Pero resulta que los votantes apenas si rebasaron los siete millones, entonces ¿seguirá su marcha triunfal la prepotencia de los gobernantes, muy seguros de que la sociedad seguirá sin pedirles cuentas al término de su gestión o durante ella, si hace falta? Naciones latinoamericanas con menos recursos que la nuestra, pero con más educación política, han logrado notables metas en esta lucha.

Dejando aparte el tema específico de la consulta, es un hecho que este recurso como tal es un instrumento que debe seguirse perfeccionando en su forma y en su fondo, y que todas las instituciones, públicas y privadas, incluidas las familias, deben trabajar intensamente por tomar conciencia de lo que significa vivir y hacer vida un sistema democrático.

 

 

Publicado en El Informador del domingo 8 de agosto de 2021

Millennials y centennials: una radiografía antropológica y religiosa

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Dr. Fabián Acosta Rico Docente-Investigador UNIVA Guadalajara

 

Hay cambios generacionales que marcan la entrada en vigor de nuevas actitudes y posturas colectivas e individuales que definen agendas culturales cada vez más globales, que determinan un rompimiento con los viejos paradigmas y modelos que, por su incapacidad de adecuarse a las transformaciones de los contextos socio-culturales, declinan y entran en desuso. Puede que lo viejo persista en el gusto e inclinaciones de un grupo generacional; pero, se verá obligado soportando el estigma de ser revalorado como anacrónico o pasado de moda.

Como nunca antes en la historia de la humanidad, el vértigo del cambio y las transformaciones socioculturales, inducidas por los avances tecnológicos y los eventos globales, han troquelado el gusto y las actitudes de generaciones enteras, delineando inter-generacionalmente una frontera idiosincrática entre una humanidad pretérita, una contemporánea y una futura, todas en perfecto deslinde e incluso antagonizando. Entiéndase, entonces, que hay marcadas diferencias idiosincráticas que se reflejan en los consumos culturales entre los migrantes-digitales de ayer y los nativo-digitales, de hoy y del mañana.

Hay usos del lenguaje y códigos simbólicos que regulan la comunicación de cada generación, influyendo poderosamente en su forma de describir y confrontar su realidad; es muy posible que, como en la torre de Babel, entre las generaciones haya dificultad para comunicarse entre sí; es casi emblemático los gritos de desahogo, reclamo y a veces casi de rabia del adolescente que exclama ante los adultos: “ustedes no me comprenden”; “son de otra época”; “el mundo ya cambio y no se han dado cuenta”; “son obsoletas y pasadas de moda sus ideas”… Pero ¿cómo puede haber entendimiento entre individuos de generaciones distintas que tiñen semántica y semióticamente su mundo con tonos y matices?

Los más nuevos pueden argumentar que su versión de la realidad es la más actual y por tanto, vigente; esa lógica sería la que debe prevalecer. En este ejercicio de darle significación generacional al mundo, también entran en juego las ideas y creencias religiosas; estas, como ya hemos tenido oportunidad de explicar, ya no sólo se transmiten o difunden en los espacios sacralizados y por los medios e instrumentos tradicionales; hay un esoterismo de masas presente en un sinfín de productos culturales que es consumido por todos los públicos, pero en especial por las nuevas generaciones. ¿Cuáles son estas nuevas generaciones que, inducidas por su exposición al esoterismo de masas, han redefinido el sentido y muchas veces también la presentación de lo sagrado y lo divino?

Se les conoce como nativo-digitales y de momento, el interés antropológico, sociológico y mercadológico, está puesto en dos: los millennials o los nacidos después de 1980 y antes de 1995; y los centennials o los nacidos después de 1995 y antes del 2006; estamos hablando en el caso de los primeros, de jóvenes adultos y de adultos jóvenes; en el caso de los segundos, de jóvenes y adolescentes.

Deteniéndonos en los millennials estos han demostrado ser una generación poco convencional en los asuntos religiosos; a su manera y por nuevas vías, buscan experiencias personales con lo sagrado que no impliquen comprometer su fidelidad y permanencia a una religión en particular. Seguir y asumir un dogma no es lo suyo, al menos no entre los millennials occidentales dado que, tenemos en contra punto, el caso del mundo islámico con sus juventudes fundamentalistas que abrazan con cierto fanatismo el credo musulmán y se someten a las estrictas leyes de la sharia.

En lo político, igual como ocurre con lo religioso, los millennials rechazan la militancia directa; pero son bastante proactivos con causas como la no discriminación, la defensa del medio ambiente, la igualdad de género, la justicia social… los totalitarismos y las dictaduras no son lo suyo: les agradan más las democracias, en especial las de índole participativa. Muchos manifiestan una seria adicción por el Internet, las redes sociales y los videojuegos, llegándole a dedicar a estos medios un promedio de 6.5 horas diarias. Muy presentes en Facebook, Instagram, WhatsApp, Twitter… las redes sociales son un mundo que conocen bien y en el que gustan expresar con o sin apasionamientos, sus puntos de vista sobre los tópicos más variados. Por lo mismo, defienden la libre manifestación de las ideas aunque tienen cierta proclividad a no tolerar la crítica y la discrepancia en la narcisista y egocéntrica creencia de que sus ideas y apreciaciones son las más acertadas o correctas. Cada quien su verdad y todas muy respetables, reza su credo subjetivista.

En lo laboral, al típico millennial le agradan los horarios flexibles y el trabajo en casa; no responden bien a mandos rígidos y verticales; prefieren actividades que no sean rutinarias y que les permitan explayar su creatividad y originalidad. Necesitan la oportuna gratificación emocional y reconocimiento de sus jefes y colegas; tómese en cuenta que muchos fueron hijos únicos o provienen de familias poco numerosas que fueron criados por padres protectores y consecuentes.

Están habituados a ser escuchados y premiados por ínfimos o pequeños que sean sus logros; esto les generó una baja tolerancia a la frustración. Crecieron asumiéndose como únicos y especiales y en muchos casos, para afianzarles esa autovaloración, sus padres los mantuvieron de pequeños realizando muchas actividades extracurriculares: clases de piano, ballet, de artes marciales, natación…  Su movilidad laboral es alta; la lealtad a una empresa o una institución no es tan férrea como la que profesaron las anteriores generaciones. El trabajo no es su religión y quieren tener tiempo para su esparcimiento y recreo: para estar con su familia, convivir con sus amigos, pasear, viajar y estudiar.

En este último punto se puede decir que, gracias a los avances de las tecnologías de la información, es de las generaciones más instruidas y preparadas; desde su temprana edad los millennials tuvieron acceso a información de manera rápida y global; están enterados y versados en todo, aunque muchas veces de manera superficial, suelen prestarle un interés volátil a los datos que obtienen de la web; no son de lecturas largas y profundas sino de textos breves y cargados de imágenes e incluso de videos.

Dada su constante exposición a los medios de información global (superaron el consumo de la televisión local) los millennials tienen una mentalidad más cosmopolita y abierta: toleran y encuentran enriquecedora la diversidad, en todas sus expresiones: cultural, étnica, religiosa, lingüística, sexual…; nuevamente, el millennial típico de occidente está más allá de los chovinismos y localismos de sus antecesores, no encajan en el modelo del patriota que al ver amenazada su nación, raudo va a reclutarse para defenderla; son ciudadanos del mundo hermanados por un sentido de pertenencia a la humanidad.

Muchos millennials por elección o necesidad se han casado pasado sus treinta años. Por miedo al compromiso y en defensa de su libertad, llegada su temprana mayoría de edad, no se fijan como meta tener una familia y procrear hijos; antes está la realización y la felicidad personal.

Por su parte, los centennials son la generación cien por ciento nativo-digital; por su rango de edad, son adolescentes y jóvenes que aún están por completar su maduración física, mental y emocional; no obstante, ya se pueden delinear sobre ellos algunas tendencias o inclinaciones culturales que los caracterizan y diferencian de las demás generaciones.

Para empezar, desde muy pequeños han sufrido de una sobre-exposición a la tecnología; en muchos de ellos, guiados por el lenguaje iconológico, aprendieron antes a manejar un smartphone que a leer. Les toco un Internet más avanzado e interactivo que, además de dispensar todo tipo de contenidos textuales, visuales y auditivos, también es receptivo con sus usuarios, es decir, les permite a estos subir su información y convivir virtualmente con otras personas conectadas. Repartidas sus vivencias y socialización entre la realidad de facto y virtual, los centennials tienen lo que podríamos llamar una “doble ciudadanía”; para ellos lo que ocurre en sus redes sociales es tan importante y trascendente como lo que les acaece en su mundo concreto o material. En su día a día, para el centennial ambas realidades interactúan entre sí y se influencian mutuamente; la Internet refleja y recrea los acontecimientos y experiencias del ámbito exterior y este a su vez, se re-significa y cobra sentido gracias a la realidad virtual.

Fenómenos como el de la Ballena Azul, que puso en tensión a miles de usuarios en todo el mundo por la manipulación ejercida para realizar acciones suicidas, son un claro ejemplo de cómo la Internet puede trastocar las conciencias de sus usuarios, extorsionándolos psicológicamente para incluso atentar contra su propia vida; hay que destacar que muchas de las víctimas de este reto de Internet eran centennials.

A diferencia de otras generaciones que padecieron el anonimato sentenciado por una modernidad enamorada del concreto, que insistió en la edificación de megalópolis donde el individuo se perdía entre millones de habitantes; los centennials, por el contrario, conviven todo el tiempo en esa realidad virtual de las redes sociales en las que pueden, a través de sus publicaciones, dar detalles de su vida privada, talentos, aspiraciones e ideas en búsqueda de seguidores y de likes.

Antes la fama estaba condicionada a una ocasional o constante aparición de televisión y en menor medida en la radio o la prensa; el estrellato social era para unos pocos privilegiados o afortunados. Ahora, el ser reconocido, el romper el anonimato y convertirse en una figura pública o influencer está al alcance de cualquiera que tenga acceso a una red social como YouTube, Instagram o TikTok…

Si en los millennials es una aspiración válida el ser único y especial; en muchos de los centennials es prácticamente una necesidad, dado que su vida social depende en buena medida, de que tan carismáticos y creativos sean en la generación de contenidos subidos a Internet, ya sea a través de un smartphone, tablet, computadora o de cualquier otro gadget. La tecnología es parte de ellos al permitirles entretenerse, socializar, trabajar, comprar y proyectar en el mundo virtual ese “yo” ideal, que construyen con la intención de convertirse en un youtuber o un tiktoker con millones de vistas y de seguidores. En las redes sociales, los centennials se reafirman constantemente y estas los obligan, dada la exigencia de la novedad como foco de atracción, a estarse renovando y redefiniendo constantemente.

El centennial ha crecido en ámbitos familiares menos religiosos que sus antecesores; además el tipo de sociedad que lo ha acogido es una donde la diversidad y libertad religiosa se han vuelto parte de la cotidianidad; pero sobre todo, se ha familiarizado con ideas y creencias distintas a las judeo-cristianas sobre lo sagrado y divino, manteniendo un consumo constante de productos culturales dispensados por el esoterismo de masas: los hombres lobos, los vampiros, los duendes, los elfos, los demonios y con ellos, superhéroes, los viajeros interdimensionales, los extraterrestres… ya no son solo seres fantásticos o de ficción, ahora son también personajes de series, videojuegos, películas, mangas, animes que habitan esa realidad virtual a la que son tan susceptibles. Como ninguna otra generación, los centennials resultan influenciables por el esoterismo en la construcción de su propio imaginario religioso.

Centennials y millennials califican como las generaciones del hoy y del mañana; si habrá religión y religiosidad en un futuro, serán ellas quienes tendrán que decidirlo; lo que parece un hecho inevitable y casi normal, es que su manera de entender lo sagrado y lo divino, dadas sus influencias culturales, será una muy distinta a la que sus padres y abuelos tenían. Los nativo-digitales están gestando un nuevo tipo de religiosidad que habrá que explorar en un esoterismo de masas que juega y recrea viejas ideas, creencias mágicas, mitológicas y religiosas, en general.

El bien común, como factor de desarrollo del sentido de identidad y pertenencia de los colaboradores en las organizaciones actuales

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Dr. Juan Manuel Sotelo Vaca • Sub-director Académico del Plantel UNIVA Querétaro

 

El término de “bien común”, tiene diferentes interpretaciones, ya que su conceptualización puede ir desde el aspecto económico; por ejemplo, se puede aplicar a aquel bien que ya sea pertenece, o es de usufructo a una comunidad o la sociedad en su conjunto. O también desde el aspecto social, se puede entender el bien común como la suma de las condiciones de la vida social que permiten que los individuos libremente den forma a sus vidas.

En el aspecto filosófico, el bien común, abarca el conjunto de aquellas condiciones de la vida social, con las cuales los hombres, las familias y las organizaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección.

El bien común es un concepto que en general puede ser entendido como aquello que nos influye para bien a todos los ciudadanos o como los sistemas sociales, instituciones y medios socioeconómicos de los que ellos dependen.

En esta concepción el bien común, solo con la colaboración de todos puede ser alcanzado, aumentado y protegido. Afecta a la vida de todos. Exige la prudencia por parte de cada uno, y más aún por la de aquellos que ejercen la responsabilidad de tener autoridad con sus colaboradores en las organizaciones.

Es por ello que, en las organizaciones, independientemente de su giro o actividad, tamaño y número de colaboradores, tienen que establecer acciones dirigidas a que se alcance ese beneficio del bien común, ya que éstas; son las que tienen más ventajas desde su punto de vista de identidad y pertenencia, pero las que menos esfuerzos implementan con esa finalidad.

Las organizaciones deben estar diseñadas para garantizar que sus trabajadores tengan la posibilidad de usar plenamente su inteligencia y libertad para alcanzar objetivos compartidos, así como para crear y mantener relaciones adecuadas entre ellos. Un lugar de trabajo participativo, en el que se fomentan valores como la iniciativa, la innovación, la creatividad y la responsabilidad compartida, refleja una empresa que aplica el principio de subsidiariedad, pues se reconoce en la práctica la dignidad de cada colaborador. Estas son ya acciones que ayudan a desarrollar en ellos, el sentido de identidad y pertenencia, dando lugar a la lealtad.

Para ello, es importante que el líder de la organización establezca como parte de sus premisas, llevar a cabo estas otras acciones necesarias para esta finalidad:

Establecimiento de la Filosofía Organizacional: Es la estructura conceptual que la organización define para orientar o inspirar todo comportamiento, ya que una Filosofía Organizacional es una serie de ideas y creencias compartidas por todos los miembros de la organización, “la cual da sentido al propósito común en que se trabaja”.

La Filosofía le da sentido a la existencia de cualquier organización y el trabajo de todas y cada una de las personas que colaboran en el logro de sus propósitos establecidos.

La cual se complementa con la Misión, en donde todas las organizaciones tienen un propósito – implícito o explícito – relacionado con “su razón de ser”. Es una expresión o declaración conceptual de lo que es y lo que hace una organización destacando su identidad institucional como un todo.

Y se convierte en una oportunidad para la organización de alcanzar entre sus colaboradores el sentido de pertenencia. Y se da continuación con estas otras acciones:

Valores socioculturales: Respeto absoluto a la dignidad humana y los derechos humanos, libertad, seguridad, paz y justicia. Estos permiten la convivencia pacífica y respetuosa y promueven un sentido de tolerancia y colaboración. A través de acciones de “buen vecino”, realizando limpieza de las calles alrededor de la organización, colaborar con el mantenimiento de lugares públicos, no contaminado a través de ruidos molestos, cuidar también el no arrojar residuos al aire y por debajo de la tierra que provoquen diferentes tipos de contaminación, apoyar campañas de salud y bienestar de la comunidad.

Condiciones estructurales: Que garanticen acceso a bienes de salud, educación, cultura y formación continua, capacitar a los trabajadores para garantizar que tengan los recursos suficientes para desempeñar sus deberes. Así́ mismo darles la seguridad de empleo y crecimiento dentro de las posibilidades de desarrollo individual y también organizacional.

Condiciones económicas: Favorecer el crecimiento humano para promover que todos disfruten de un nivel razonable de bienestar. El crecimiento económico siempre se subordina a las personas, y no viceversa. Dándoles a los colaboradores la oportunidad de recibir salarios justos y equitativos al desempeño que tengan en el cumplimiento de sus labores, acompañándolo de las prestaciones legales y las adicionales que se puedan otorgar; no escatimar si se puede hacer por parte de la organización y siempre buscar hacerlo de esa manera.

Así mismo, con la sociedad ofreciéndole ser una fuente de empleos que contribuya al bienestar social y económico de la comunidad en donde se encuentra ubicada esa organización. Por otro lado, también se debe de contribuir con todos los niveles de gobierno, cumpliendo con las obligaciones exigidas, vía impuestos, licencias, derechos, etc. 

Condiciones ambientales: Asegurar un ambiente apropiado para el desarrollo humano, confiar plenamente en los colaboradores asignados para cada tarea y responsabilidad, sin interferir en su autonomía ni asumir una actitud paternalista. El colaborador así asume el riesgo de sus propias decisiones y es capaz de reconocer las consecuencias buenas o malas de su comportamiento.

Sin duda, con estas series de acciones que no son las únicas, un colaborador que ve que en su organización, tienen la preocupación de buscar ofrecerle por diferentes vías un bien común, tanto a él como a sus compañeros, a la comunidad vecinal, a la sociedad en general; debe sentirse orgulloso de pertenecer a esa organización y habla de ella con mucho orgullo y buscará ser un buen elemento, con un buen desempeño y con un alto compromiso de trabajo y se identificará con todas las decisiones y acciones que se emprendan en su organización.

 

 

 

Las lecciones de la consulta popular

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtro. Francisco Meza Estrada • Coordinador de la Licenciatura en Derecho UNVA León

 

Finalmente, se llevó a cabo la primera Consulta Popular en nuestro país, como el primer ejercicio de democracia participativa. Es verdad, que se trata de un hecho histórico porque es la primera ejecución en México de esta naturaleza.

Solemos enfocarnos en la democracia representativa, precisamente en la elección de cargos de representación, pero olvidamos que podemos profundizar en nuestra democracia con algunos de estos instrumentos que implican un mayor involucramiento por parte de los ciudadanos.

La primera Consulta Popular dejó varias lecciones que deseamos exponer para que se pueda madurar en estas prácticas de democracia participativa.

PARTICIPACIÓN

Uno de los principales criterios para evaluarla es la participación, sobre todo, considerando que para ser vinculante se requiere el 40% de participación de electores de la lista nominal.

En esta ocasión, el porcentaje de participación fue del 7.09%, muy lejos del 40%. Estamos hablando de 6 millones 650 mil personas que decidieron acudir a las urnas.

En algunos de los estados donde se registró mayor participación fueron Tlaxcala donde se tuvo 11.66%, Tabasco con el 11.26%, Ciudad de México con 10.38% y Oaxaca con el 10.27%. En donde hubo más baja participación fue en Chihuahua 3.07%, Zacatecas 3.38%, Nuevo León 3.47%, Aguascalientes 3.76%, Guanajuato con 3.88% y Jalisco 4.01%.

Mucho se discute sobre las causas de la participación, pero la realidad es que para que este ejercicio sea significativo, en específico vinculante, no debería rondar en estos porcentajes.

Tal vez el presidente pueda capitalizar políticamente esos 6.5 millones de votos, pero realmente lo que se requiere es que los ciudadanos puedan participar las decisiones importantes de este país y con una participación tan baja no es posible.

LA PREGUNTA

Gran parte del debate sobre la Consulta Popular se centró sobre la pregunta que quedará como una importante lección. Para el presidente y sus simpatizantes se trataba del juicio a los expresidentes, para los opositores y críticos la pregunta era ambigua y poco concreta.

La realidad es que la redacción que le dio la Suprema Corte de Justicia modificó todo y abrió un abanico de interpretaciones que dejó a todo mundo insatisfecho.

Sin duda, la redacción de la pregunta influyó en la poca participación porque si habría que estar interpretando sus posibles efectos, de la misma forma podrían existir muchas salidas para evitar su aplicación.

Con toda seguridad, esta primera Consulta Popular quedará en la memoria por la redacción de la pregunta porque se tratará de evitar caer en lo mismo.

LAS VÍCTIMAS

Las dos anteriores lecciones, aunque importantes quedarán como parte del juego político, pero existe una lección muy sensible que se refiere a las víctimas de violación a sus derechos humanos.

Como habíamos compartido en otra ocasión, algunas organizaciones civiles consideraron esta Consulta Popular una oportunidad para que el gobierno de la República creara Comisiones de la Verdad sobre todo de aquellos acontecimientos dolorosos como Acteal, Aguas Blancas, San Fernando, por mencionar algunos.

Lo que pudimos ver es que prevaleció el interés por enjuiciar a los expresidentes, pero no por estas comisiones en busca de la verdad y la justicia. Nuevamente se sobrepuso el interés político del grupo en el poder por encima de la deuda que tenemos con las víctimas.

Con todo lo anterior, el hecho histórico de la Consulta Popular nos deja importantes lecciones, pero no para sentirnos orgullosos sino para comprometernos en algo más serio por nuestro país. No es posible que desgastemos estos instrumentos de democracia participativa al puro contentillo de la grilla de los políticos. Si los ciudadanos habremos de ser consultados, aquí ya hay lecciones de lo que debemos evitar.