SEDES
Colima Guadalajara Lagos de Moreno La Piedad León Puerto Vallarta Querétaro Tepic Uruapan Zamora Online
Bolsa de trabajo Bolsa de trabajo Portal de pago Online Biblioteca

English Assistance

YO HE VENIDO EN NOMBRE DE MI PADRE Y USTEDES NO ME HAN RECIBIDO (JN. 5, 31:47)

Cada uno de nosotros tenemos una concepción de Dios distinta, pero, ciertamente, se muestra como Padre amoroso que no es ajeno o indiferente a nuestros sufrimientos, aunque también podemos tener una concepción de Dios como juez, castigador o un dictador que gobierna cielos y tierra. A Dios no le podemos conocer en su totalidad y cada quien dará razón de su existencia según la relación que tengamos con Él, y de cuánto en realidad creemos que Dios interviene en nuestra vida, en nuestros acontecimientos del día a día.

Es difícil poder hablar de Dios cuando no aceptamos su voluntad y cuando nos escandalizamos de la historia personal en la cual más que ver su presencia, sentimos abandono o incomprensión. Jesús ha venido al mundo y nos ha dado a conocer al Padre, pero la incredulidad y dureza de corazón les ha impedido poder reconocer en este hombre al Mesías y Salvador, y es por eso que reprocha por no entender su mensaje y dar mayor relevancia a las escrituras y no a su palabra. Este evangelio nos invita a reflexionar sobre nuestra fe y como es nuestra relación con Dios, ya que podemos caer en el error de pensar que amamos a Dios y creemos en Él porque vamos a misa, pero con nuestra vida reflejemos la poca confianza y duda de su existencia. Pidamos al Señor la gracia de nuestra conversión, para que con nuestro obrar, actuar y hablar, digamos al mundo que Dios existe, que está vivo y habita en nosotros.