En este relato del evangelio de San Marcos, podemos ver que se nos hablan de muchos aspectos de Jesús, de las cosas que hacía, cómo es la predicación de la buena nueva del Reino, curar enfermos de muchas enfermedades, expulsar demonios y la vida de oración.
Algo que cabe destacar de este pasaje es que el sábado es el día en que todos descansan, por lo cual ningún hombre y mujer puede realizar alguna actividad, pero Jesús pone ante las leyes, el amor, misericordia y compasión de aquellos que sufren o tienen alguna necesidad, que es el caso de la suegra de Pedro que estaba enferma y es curada por él.
Después de todos las actividades que Jesús realiza podemos rescatar de este mensaje la actitud de Jesús, que después de lo que realiza siempre busca un lugar para estar solo y hacer oración, de entrar en diálogo con El Padre y hablar de su sentir. Hoy este evangelio nos hace la invitación a nosotros a pedir esa gracia de la oración, de sentir la necesidad de entrar en relación con Dios y hoy Jesús nos enseña una forma de hacerlo; entrando a lo más profundo de nuestro corazón y en silencio, en esa intimidad de nuestra soledad, hablar con nuestro Padre para presentar nuestras necesidades y proyectos, sabiendo pues, que todo lo que realicemos dará más fruto si nos apoyamos en nuestro Padre, que seguramente nos dará lo que más nos convenga para nuestra vida y salvación.
