El pasado miércoles 28 de septiembre, la UNIVA Guadalajara abrió sus puertas a la comunidad universitaria, sus familias y amigos, para celebrar la tradicional Elotiza en su edición 2022, cuyo objetivo es conmemorar la fundación de esta casa de estudios, mientras se disfruta de una noche mexicana, en un ambiente de convivencia familiar y actividades recreativas.
Bajo el lema “Corazón de Maíz”, el evento fue el foro perfecto para el reencuentro presencial entre la familia UNIVA, después de dos ediciones virtuales por la pandemia de COVID-19.
Las actividades comenzaron en el interior del Salón de Usos Múltiples (SUM); las personas que se dieron cita pudieron atestiguar el trabajo de los alumnos de Pintura de nuestro campus, quienes expusieron 24 obras de su autoría, las cuales componen la galería “Yólotl” (palabra de origen náhuatl cuyo significado es “corazón”).
Una vez que los asistentes ingresaron al recinto, se proyectó un video con la historia de esta significativa celebración, posteriormente el Pbro. Lic. Francisco Ramírez Yáñez, rector de la Universidad del Valle de Atemajac subió al escenario.
“Hay que distinguir a las tradiciones del tradicionalismo… la tradición ayuda para que el pasado nos sostenga de cara a los años venideros. Agradezco a los organizadores, particularmente a los antecesores históricos. Gracias y bienvenidos”, mencionó el padre Francisco en su discurso de bienvenida al evento
Enseguida, se contó una leyenda náhuatl acompañada de participaciones culturales de los grupos de Danzas Polinesias (interpretando la Danza del Corazón), Representativo Folclórico (interpretando la Danza Azteca) y Ballet Folclórico (representando la canción Te Soñé). Al finalizar el relato tradicional, los representativos de Salsa y Ballet Folclórico, bailaron al ritmo de distintas melodías populares.
En punto de las 19:00 horas se llegó el momento cumbre del evento: la degustación del elote; la explanada del SUM fue tomada por filas de cientos de personas que esperaron para disfrutar un elote preparado al gusto, mientras escuchaban música tradicional mexicana en vivo. En medio de risas, gritos, aplausos, concursos, juegos mecánicos, muchos antojitos y artesanías, la comunidad UNIVA logró reencontrarse en una gran convivencia.
