Ante las situaciones que nos enfrentamos en la vida que nos hacen perder la paz, debemos acudir a las cosas y acciones que realmente nos la brindan. Jesús en el evangelio de hoy usa una expresión muy fuerte: ¡Si este día comprendieras tú lo que puede conducirte a la paz! Y efectivamente, debemos preguntarnos: ¿Sabemos lo que da paz a nuestra vida? Es necesario tener bien en claro cuales son las cosas, personas y acciones que abonan paz en nuestra vida. Cuando no sabemos o conocemos aquello que nos hace bien, corremos el peligro de perdernos en cosas sin sentido. Jesús llora ante su ciudad porque no supo reconocer la presencia divina en su persona y en su mensaje.
Esforcémonos por aceptar la paz que Jesús puede darnos, acogiendo su mensaje y viviendo según sus mandatos.