En este pasaje del evangelio San Lucas nos resalta la humanidad del corazón de Cristo, que se compadece del dolor de una mujer que va a enterrar a su hijo único. Jesús una vez muestra su compasión con autoridad, a través de milagros en situaciones que aparentemente no tienen solución ni respuesta.
Este evangelio es esperanzador para cada uno de nosotros, porque sin dudarlo en nuestra vida ordinaria tenemos situaciones tan complejas que no sabemos a dónde ni con quién acudir. Jesús es la respuesta a todas nuestras dudas, inquietudes y dificultades.
La esperanza en nuestros días ha venido a ser olvidada, pero debemos de saber que Jesús es nuestro consuelo, solamente basta acudir a Él teniendo un corazón dispuesto. Pidamos al Señor la gracia de acudir siempre a Él y que nuestra fe esté siempre cimentada en Él, para que sepamos reconocer los milagros y prodigios en cada uno de nosotros.
