No he venido a abolirlos, sino a darles plenitud.
Llegamos al miércoles, ombligo de semana, aun faltan algunos días para finalizar está semana. Por ello, calma, respira, toma tu café y te invito a reflexionar un momento. Hoy Jesús nos enseña que no ha venido a quitar nada de la ley, sino a dar plenitud. Eso también aplica en nuestra vida: no ha venido a quitar todas las buenas intenciones que tenemos, todas las virtudes y talentos. Más bien, Él los quiere tomar y hacer que rindan fruto al ciento por uno. Pero también nos dice “cuidado”. Nos previene porque quizá esos buenos modales que admira la gente de ti, te pueden envilecer si están cargados de egoísmo y amor propio desordenado. Por ejemplo, el chico o la chica de universidad que siempre saca diez en las materias y el día que saca un 9.5 se le cae el mundo y se deprime. Conviene pensar, ¿a qué ha venido Cristo? Él ha venido a plenificarnos, a tomar lo bueno de nosotros y hacernos infinitamente mejores. Amigos aprovechemos este tiempo de gracia que es la Cuaresma para dejar que Jesús nos tome y nos llene; y si descubro que algo debe ser extirpado de mi vida, tener la esperanza de que es necesario hacer espacio para algo mucho mejor.
¡Feliz café!
