Dichosos los pobres – Ay de ustedes los ricos.
Querida comunidad, les pido se detengan en el último sorbo a su café y pongan atención a este Café con Dios. En el evangelio de hoy, Jesús relaciona la dicha o la alegría con la pobreza, y la pena con la riqueza. Esta es una verdad que es difícil de aceptar, pero les invito a verla desde un sentido muy cercano a nosotros.
Actualmente, se piensa que la libertad se logra con la autonomía, con el poder hacer lo que yo quiero, con la no dependencia de los demás. Nada más falso. Y esta es la situación de los ricos a los que se refiere Jesús, cuya experiencia es muy cercana a la nuestra, pues nos encanta que se haga nuestra voluntad siempre, y muy fácil le encontramos “peros” para trabajar con esta o aquella persona. Dice el papa Francisco: “Si quieres llegar rápido, ve solo; pero si quieres llegar lejos, anda acompañado”. Por eso Jesús dice que la alegría se da en los pobres, en quienes no se satisfacen consigo mismos, se abren a la experiencia de la relación y encuentran una riqueza en el otro, principalmente en Dios. Amigos, esa es la experiencia de la universidad: el enriquecimiento en la diversidad de ideas y de personas. Seamos Universidad, seamos más. Feliz café.