Dentro de poco tiempo ya no me verán; y dentro de otro poco me volverán a ver
La paciencia es algo que nunca debe de faltarnos, sobre todo cuando esperamos a tomarnos el café de cada día…
Jesús nos viene prometiendo al consolador, al Paráclito, a su santo espíritu y como dicen los alumnos, nos promete a su más real. Pues Él es quien nos recuerda lo que Jesús hizo y dijo, nos impulsa a seguirlo y a permanecer en su amor para que nuestra alegría sea plena. Y especialmente en este día, Jesús nos recuerda que todo nuestro esfuerzo por el Reino, será bien recompensado, pero eso no quiere decir que no disfrutemos de ello, sino de todo lo contrario. Nos invita a vivir en la alegría de ser cristiano, viviendo como Cristo, pero con Cristo a nuestro lado, siendo alegres de servir, de sonreír y también la alegría de ser virtuosos.
Pidamos constantemente la asistencia del Espíritu Santo para que esa alegría no nos falte y que siempre nos ayude a donarnos de una manera más plena.
