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Dr. Efraín López Molina · Coordinador de la Licenciatura en Psicología UNIVA Guadalajara

 

Almas muertas en cuerpos vivos

 

Algunos buenos amigos, un día me hicieron el comentario de que los psicólogos frecuentemente le poníamos el apellido psicológico a muchos fenómenos para poder describir cosas que suceden en la vida cotidiana, y en cierta parte es correcto, es más, el fenómeno del que les hablaré hoy tiene algo de eso.

Pero ¿qué es la renuncia psicológica? Una simple pero clara definición pudiera ser: “Cuerpo presente en el trabajo, pero mente ausente”. La renuncia psicológica o evasión del trabajo hace referencia a comportamientos que tienen algunos colaboradores que no contribuyen a los objetivos organizacionales, tales como: la impuntualidad, ausentismo, fingimiento de trabajo o de enfermedades, dedicación a actividades no relacionadas con el trabajo, como pláticas frecuentes y prolongadas con los compañeros de trabajo, abuso en el uso de las redes sociales, el celular y las computadoras, en general, es la dedicación del tiempo a actividades no relacionadas con el puesto. Incluso, en situaciones graves, utilizan el tiempo laboral para realizar actividades de otro trabajo. Cabe mencionar que de una manera sutil y no provocadora estarán haciendo lo mínimo para que no sean despedidos, que además, es algo que no quieren que suceda.

Suelen ser personas que no están conformes con el trabajo, con el trato, o simplemente con lo manifestado por parte de la organización, pero no renuncian al trabajo (de manera literal) porque tienen responsabilidades o necesidades económicas; lo paradójico es que posiblemente terminen fuera de la organización por dicha conducta, pero por increíble que parezca, en muchas ocasiones se les permite tener estos comportamientos, así es, el líder en ocasiones está enterado de esto y prefiere hacerse de la “vista gorda”, ya sea para no generar conflictos o porque puede sentir que le debe algo a ese colaborador o también, porque el propio líder experimenta la renuncia psicológica.

¿Por qué adoptan esta postura?

Normalmente, todo nace con la percepción de injusticia hacia la persona por parte de los jefes, compañeros o la organización misma, también por diferencias entre colaboradores, pero a su vez puede que esta persona ya se encuentre desalineado con los valores o propuestas de la organización, es decir, una desilusión con la propia empresa. Lo que sí resulta indudable, es que se estará iniciando el cultivo de una cultura organizacional pésima, inestable y caótica, lo cual, terminará mermando y dañando a la organización, al colaborador cercano y hasta al propio trabajador que presenta la renuncia psicológica.

¿Quién es responsable?

Indudablemente cada persona es responsable de sus actos y comportamientos, pero también valdría la pena agregar que en cierta medida los líderes tienen una gran responsabilidad, ya que la exigencia actual de los nuevos líderes en las organizaciones implica estar calibrando -por así decirlo- el comportamiento de sus colaboradores y colegas.

La evasión del trabajo o renuncia psicológica es un fenómeno que cada vez está ocurriendo con mayor frecuencia en las organizaciones y en diversos trabajos, por lo que valdría la pena reflexionar más sobre este fenómeno y no descartar que las empresas tienen en la actualidad, más retos que atender para ser organizaciones equilibradas y productivas.

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