Dra. Karina Pérez Robles ∙ Investigadora X México, CONAHCYT. UAA, UAN
La participación de las mujeres en la ciencia representa un reto para la sociedad actual, la brecha de género en la actividad científica es una realidad que aún no se logra reducir. Las mujeres han abierto espacios y han dado importantes pasos para ser parte de la comunidad científica, en la actualidad participan en las diversas áreas del conocimiento, sin embargo, sólo representan menos del treinta y seis por ciento de la comunidad científica de México.
Las mujeres científicas a la par que muchas otras mujeres profesionistas, en gran medida realizan doble o triple jornada laboral, esto es, sus actividades laborales enfocadas a la investigación científica, que en gran medida rebasan las horas de trabajo por el nivel de exigencia y competitividad que se requiere para consolidarse en su área. A la par, realizan actividades de maternidad y/o cuidados familiares, así como en algunos casos labores paralelos. Este factor de doble o triple jornada afecta su desarrollo en tiempo y forma en comparación con varones dedicados a la ciencia, que sólo desarrollan diariamente su jornada laboral dedicada a la investigación científica.
La brecha de género que enfrentan las mujeres en la ciencia, es el resultado de situaciones que son marcadas por el sistema social que ha predominado en el mundo, esto es el patriarcado. El conjunto de acciones de dominio institucionalizadas para la subordinación e invisibilización de las mujeres, creando una desigualdad estructural.
La participación de las mujeres en la actividad científica es relevante, porque las mujeres representamos el 50 % de la población, por lo tanto, son la mitad del talento y habilidades para el desarrollo científico de la sociedad. Son actoras sociales de acciones y creación de nuevos conocimientos, de nuevas formas de solución de problemas que afectan al mundo como son la pobreza, el hambre, el cambio climático y la afectación por enfermedades, como es la pandemia Covid-19, con una mirada científica particular.
Promover que más mujeres opten y accedan a la formación científica es una responsabilidad de la sociedad en general, desde la base social que representa los círculos familiares, donde es necesario proveer de habilidades y autoestima a las niñas, formarlas promoviendo sus capacidades para descubrir, observar y crear conocimiento. Desde las instituciones es imperante la aplicación de políticas públicas que generen estrategias para promover vocaciones femeninas en la ciencia desde etapas tempranas, así como, en su permanencia y desarrollo científico de las mujeres.
Una sociedad con ciencia es una sociedad con desarrollo, una ciencia con mujeres representa una sociedad desarrollada. Por más mujeres en la ciencia.
