Dra. María de los Ángeles Aldana Hernández · Docente UNIVA Online
Las familias mexicanas optan por la educación no formal para sanar las deficiencias del Sistema Educativo.
La Educación, más que ser una satisfacción y un camino para el Desarrollo Humano, se ha convertido en el dolor de cabeza y el punto de quiebre de la economía familiar. Asistir a clases particulares para lograr la “regularización” es un común denominador en más del 47 % de los escolares en México, además de considerar que la educación formal le representa al padre de familia entre el 21 y el 40 % del ingreso familiar, sin considerar que esto puede no ser la solución para que un futuro mexicano tenga un empleo, logre el éxito e incluso obtenga una ventaja competitiva.
Más del 21 % del ingreso familiar es destinado a cubrir gastos para la educación de los hijos que estudian en escuelas públicas en México, esos son los datos oficiales en el 2021 emitidos por el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2021/2. Mientras que muchos hogares en México pagan por una enseñanza privada complementaria que llega a más del 40 % del ingreso familiar.
Más allá de los costos fijos que las familias realizan, están los costos agregados de clases particulares para sanar las deficiencias y no se trata de actividades extraescolares, se trata de educación añadida impartida por un colegio, un instituto o un profesor particular. Más del 47 % de los escolares en las etapas de primaria, secundaria y preparatoria acuden a “regularización”.
Asistir a clases particulares es un denominador común tanto en el alumnado de la red pública como la privada, el objetivo de los padres de familia es distinto. Los hogares de mayores ingresos buscan ofrecer a sus hijos ventajas competitivas para lograr el éxito laboral y económico en un futuro próximo. Mientras que en los hogares más modestos los padres centran su empeño en contratar academias o profesores privados para que sus hijos no se queden atrás y no repitan el curso, su objetivo no es triunfar o destacar, sino recuperar. El éxito académico y educativo no puede depender de los bolsillos del padre de familia.
¿Está fallando la escuela? ¿Es el padre de familia demasiado exigente con la educación de sus hijos? Estas u otras preguntas pueden ofrecer una respuesta anticipada. El verdadero tema de atención está centrado en un debate antiguo.
Hablar de los currículos tan amplios y quizá ambiguos y fuera de contexto, poner atención en la falta de recursos públicos o la ausencia de una educación personalizada, sin olvidar la ansiedad que muchas familias viven en oportunidad de ser selectivos en la educación, es una tarea interminable y hoy día no soluciona el problema. En México tenemos un largo camino que recorrer para mejorar las habilidades, mientras el mundo se conecta más y más con el comercio, los viajes y la cultura. Los sectores educativos buscan sin éxito una fórmula para los procesos de enseñanza-aprendizaje que cubra las expectativas y redunde en una sociedad futura más competitiva.
Todo apunta a que cuanto más altos son los gastos asociados a la educación (pública, gratuita e incluso privada y de paga), más posibilidades se presentan de que las familias pobres decidan no educar a sus hijos o que se vean forzados a decidir a cuál hijo educar y algunos niños, pueden no recibir educación.
Pero, volvamos al punto central. Las escuelas han sido creadoras de una imagen grande, nueva y magnífica: Enseñan. Son las protagonistas de una revolución, pues han descubierto nuevas formas de aprender y enseñar. Y en esta búsqueda de nuevas formas han olvidado para que han de servir los contenidos educativos. Aquí retomo algunos de esos datos que Gregorio Luri en su libro La Escuela no es un parque de atracciones, comparte:
- Los niños tienen que desarrollar competencias para la vida, no adquirir conocimientos en forma preventiva.
- Los alumnos que memorizan menos sacan mejores notas.
- Habrá sesiones de neurotrading para que te resulte más fácil la parte emocional y tengas menos dificultades para controlar tus emociones.
- El estudiante del siglo XXI construye el significado.
- Si el niño crea lenguaje y pensamiento propio, es que ha aprendido.
- Los libros de texto son un refrito de la realidad.
- No importan los contenidos, lo que importa es que el estudiante tenga pensamiento crítico.
- Uno de los estándares que se les pide a los profesores es dominar la materia. Yo quiero que me presenten a un premio nobel que se atreva a decirme que domina la materia.
La Escuela no se concreta con mirar el futuro, quiere contribuir con la creación de los futuros y está convencida que la forma en que lo puede hacer es, desafiando lo que la escuela ha sido hasta ahora.
La búsqueda de conocimientos nos guste o no, requiere de conocimientos, no basta con abrir el Google, en la actualidad la facilidad de acceso a la información es la misma causa de necesitar un conocimiento, el verdadero conocimiento se hará tangible cuando esa información es inteligible.
Los pasillos de las escuelas, las redes sociales y la publicidad boca a boca, se encuentran inundadas de información y propuestas de recuperación académica. Este es un mensaje de alerta: “La educación en la sombra” la base del sistema educativo está minando, las familias buscan fuera lo que no encuentran dentro de los centros educativos.
La educación mínima que una persona en México puede obtener le ofrece la oportunidad de lograr un empleo, si carece de capacitación en un oficio no podrá ejercer un trabajo por su cuenta, es decir, quedará a la deriva y con grandes dificultades para lograr un bienestar, lo que puede propiciar que enfrente el riesgo de pobreza en algún momento de su vida, lo que suma mayores problemas.
La ampliación de oportunidades de educación es sin lugar a dudas la ruta más equitativa y dinámica hacia el mundo globalizado. El conocimiento, las habilidades y los valores cultivados son el hilo conductor del avance y el desarrollo humano.
Hoy en día, la tarea está en la vigilancia y la seguridad de una ruta formativa, así como la regulación de esos espacios tanto en las instituciones formales, públicas, privadas y en la educación sombra.
