Mtro. Francisco Meza Estrada • Coordinador de la Licenciatura en Derecho UNIVA León
Formalmente ha comenzado el proceso legal que podría llevarnos a la realización de la Revocación de Mandato para el mes de marzo de 2022. En el que, el presidente López Obrador podría dejar el cargo o mantenerse en el mismo para terminar con los seis años de su gobierno.
Es la primera ocasión que se lleva a cabo un ejercicio de esta naturaleza en nuestro país; por lo que, es conveniente revisar el proceso y comentar algunos de sus aspectos más sobresalientes.
REFORMA CONSTITUCIONAL
La Revocación de Mandato fue una promesa de campaña del presidente que llevó a la reforma constitucional del artículo 35, el 20 de diciembre de 2019 en que fue publicada. La propuesta consiste en que, si los ciudadanos no están de acuerdo con su gobierno, él dejaría la presidencia.
Se trata de un mecanismo muy importante que permitiría interrumpir gobiernos con los que la sociedad esté inconforme, pero también es de mucha responsabilidad porque la caída de un gobierno tiene implicaciones relevantes en otros ámbitos. Por esa razón, se prevén requisitos exigentes para seguir adelante.
Uno de los problemas que enfrentó la reforma constitucional fue la aprobación de la Ley Federal de Revocación de Mandato que no lograba aprobarse en el Congreso de la Unión. Finalmente, fue aprobada en septiembre de este año y sus principales etapas son las siguientes:
RECOLECCIÓN DE FIRMAS
El proceso de la revocación de mandato comenzará por la solicitud de los ciudadanos que representen el 3% de la lista nominal, de por lo menos 17 estados del país. Esta solicitud deberá contar con la firma de cada uno de ellos e información adicional (Art. 7).
La recolección de firmas deberá realizarse entre el 1 de noviembre y el 15 de diciembre para ser presentadas ante el INE. Cuando el instituto considere procedente la solicitud emitirá la convocatoria (Art. 9).
El problema que ha tenido la revocación de mandato es que está promovida por el propio presidente y los partidos que lo respaldan, pero no existe el interés por parte de los partidos de oposición ni al parecer de la ciudadanía.
Salvo por algunos grupos políticos como FRENA que buscan aprovechar la revocación de mandato, pero necesitan convencer o movilizar a los ciudadanos.
Estamos hablando de que se requieren aproximadamente 2 millones 800 mil firmas que deben cumplir con los requisitos establecidos por el INE. Es una cantidad alcanzable para dar inicio al proceso, pero que no nace de la intención de revocar el mandato, sino de ratificar al presidente y ahí existe un serio problema.
CONVOCATORIA Y ORGANIZACIÓN
Es muy probable que el INE lance la convocatoria a finales del mes de diciembre y comience con la organización de la revocación de mandato, así como a la promoción para la participación de los ciudadanos (Art. 32).
Durante este periodo se suspende la propaganda gubernamental de cualquier orden de gobierno. Ninguna persona física o moral podrá contratar propaganda en radio o televisión para influir en los ciudadanos. Los partidos políticos podrán promover la participación de los ciudadanos, pero sin usar recursos públicos y privados de sus actividades ordinarias o para la obtención del voto (Arts. 32 y 33).
Como se puede ver, hay varios candados en este sentido y podría darse que hubiera señalamientos por parte de los principales protagonistas políticos de la violación de los mismos.
El INE deberá organizar dos foros de discusión donde se presenten los argumentos a favor y en contra.
Todo lo anterior, podría intensificarse si existe el interés de buscar la revocación del presidente; de lo contrario, se cumplirán con los requisitos sin haber mucha participación.
JORNADA DE REVOCACIÓN Y VINCULATORIEDAD
Para el día de la votación se procederá como normalmente hemos visto durante las elecciones y sobre todo en la Consulta Popular realizada en agosto de este año 2021.
Lo más importante es que para que los resultados de revocación de mandato puedan ser vinculatorios deberá haber una participación del 40% de las personas inscritas en la lista nominal, es decir, aproximadamente de 36 millones 804 mil electores. Además, para que la revocación de mandato procesa deberá ser la mayoría absoluta, lo que quiere decir el 50% más 1 de los votos (Art. 58).
Lo más complicado es que pudiera existir una participación del 40% cuando en la Consulta Popular de este año la participación fue del 7% y no existe en las encuestas una desaprobación del presidente que pudiera llevarnos a concluir que se apoyaría la revocación.
MUCHO POR VER, POCO POR ESPERAR
De esta forma, tenemos mucho por ver en la realización de este primer ejercicio en México por la novedad que implica, por los posibles aciertos y errores de los principales protagonistas y de las mismas autoridades responsables de su realización. Además, del interés y participación de los propios ciudadanos.
Sin embargo, considerando que el presidente tiene una aceptable aprobación, que los partidos de oposición no tienen interés en promover la revocación de mandato y que la ciudadanía no ha mostrado indicios de participación tal vez podamos esperar poco de sus resultados. Además, debemos de considerar los recursos económicos que se irán aplicando. Habremos de seguir el proceso y analizar los puntos más importantes que vayan surgiendo.