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Pokémon: la evolución de un triunfo mediático

José Alejandro Domínguez Islas • Alumni Preparatoria UNIVA

 

Hablar de Pokémon es sumamente nostálgico, pero a la vez intrigante. No sólo es la franquicia con la que muchos crecimos, sea por los videojuegos, el ánime, hasta los populares tazos que tanto éxito tuvieron a inicios del siglo, sino que ha tenido un alcance mediático que ha sabido trascender por distintos caminos. Creada por Satoshi Tajiri, la saga de los monstruos de bolsillo, fue una revolución para Nintendo al nivel de sus propiedades más valiosas como Mario Bros o Zelda.

Que una marca como lo es Pokémon siga vigente llamó mucho mi curiosidad; ahora en su 25 aniversario, volteando al pasado me doy cuenta de que nunca ha dejado de ser relevante, todo lo contrario, a diferencia de muchos productos del entretenimiento, ha sabido crecer a través de las generaciones y expandirse por casi todos los medios posibles.

Todo inicia un 27 de febrero de 1996, cuando vieron la luz en Japón, Pokémon Rojo y Pokémon Azul, las primeras ediciones de los juegos, los cuales gracias al éxito que tuvieron dieran como resultado unas secuelas en 1999 con las versiones Pokémon Oro y Pokémon Plata. Sin mencionar que, en 1998, debido a la popularidad del ánime estrenado un año antes, se lanzaría Pokémon Amarillo, una versión alterna en la que escogerías a Pikachu como tu acompañante, haciendo un guiño a la popular serie protagonizada por Ash Ketchum que atraería a muchos niños y niñas a la saga.

Y Pokémon fácilmente repitió su fórmula desde este punto, con nuevas ediciones dobles cada tres o cuatro años las cuales marcarían el inicio de una nueva generación, lo cual daría material para más temporadas del ánime y venta de mercancía. El plan perfecto para que cualquier compañía triunfe, sin contar que, con cada nueva entrega, se trasladaba la historia de los juegos al manga (historietas japonesas) que incluiría un nuevo mercado. La compañía pudo seguir el esquema indefinidamente, pero sabían que no les duraría demasiado. Y para eso, tenían que trasladarse a más medios.

Transportaron los combates de GameBoy a la vida real, con una mecánica que recuerda a la de ¡Yu Gi Oh! en la que coleccionando cartas podías jugar con tus amigos en un juego de estrategia. La popularidad de esta modalidad provocó que en 2004 se inaugurara la primera edición del Campeonato Mundial Pokémon, en el que jugadores clasificados de todo el mundo se jugaban el título de campeón. Y el mismo éxito del evento estimuló en 2009 el primer torneo VGC (Video Game Championship, o Campeonato de Videojuegos en español) en el que cada año entrenadores Pokémon combaten con su equipo desde su consola para comprobar quién es el mejor.

Hasta este punto, habían logrado involucrar a un público que se mantenía estático en relación a la compañía, ganando fuerza entre los ya fanáticos que podían interactuar más allá de jugar individualmente, sosteniendo el discurso de amistad, compañerismo y conexión entre personas que los caracteriza.

Y cuando parecía que se habían estancado manteniendo los mismos patrones demográficos, para 2013 tendrían un avance en lo que respecta a la representación para las ediciones Pokémon X y Pokémon Y, en las que por primera vez podrías escoger entre protagonistas masculinos o femeninos con distintas tonalidades de piel. Adición que fueron implementando en 2016 con Pokémon Sol y Pokémon Luna, además de Pokémon Espada y Pokémon Escudo en 2019.

Poco a poco fueron diversificándose junto al público que ya tenían ganado desde hace años, habían saltado de un sector homogéneo para abrir las puertas a la diversidad que hay en sus fanáticos y no habían notado. Pero no iban a quedarse solo con la comunidad que tenían segura, tenían que arriesgarse por algo más grande.

Para 2016, en su 20 aniversario, decidieron apostar por lo que a la fecha considero su mayor éxito desde los primeros juegos: Pokémon Go. En serio, ¿quién no recuerda el fenómeno que causó? La manera en la que lograron atraer a los fanáticos que tenían tiempo sin seguir la saga, a los que ya estábamos enganchados y hasta a los que nunca demostraron interés, me parece una de las mejores estrategias que se han visto para volver a posicionar una marca de un modo distinto su medio tradicional. No fueron los torneos, los videojuegos, ni el ánime. La revolución que generó la aplicación fue establecer una conexión directa entre empresa y audiencias, sabiendo que el teléfono móvil es el medio más accesible para generar un vínculo con el público actual, sobre todo el que no tiene como prioridad comprar el juego más reciente o invertir en una consola.

Pokémon generó ese salto de plataforma necesario para seguir vigente; saber cuándo evolucionar y renovarse son conceptos que toda compañía que busque el triunfo mediático tiene que entender y perfeccionar. Y para coronar el recorrido, nada mejor que entrar a la industria del cine hollywoodense con Detective Pikachu en 2019, además de tener una secuela ya confirmada. ¿Será el inicio de su propio universo cinematográfico?

Si algo entiende Pokémon es que a pesar de que su tronco y base siguen siendo sus videojuegos de la familia Nintendo, están obligados a expandir sus historias a nuevos horizontes no solo por supervivencia como empresa, sino por entender a su consumidor, sabiendo innovar cada cierto tiempo atrayendo a una nueva generación que más que estancarse en aquellos primeros 151 pókemon, hoy tienen acceso a distintas narrativas para sentir la experiencia que dejó en aquellos niños y niñas que jugamos por primera vez hace ya varios años.