Karla Quiroga Zárate • Alumna de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación
Los humanos, al ser actores sociales, es imposible que se puedan desarrollar o desenvolver en la vida sin comunicación en ella y, el aprender a comunicarse de la manera en la que se pretende, con buenas o malas intenciones tendrá impacto en el desarrollo de las personas que recibieron dicho mensaje; es así como las redes sociales han tomado tanta fuerza, y las personas han encontrado nuevas formas de comunicarse, sin embargo, la libertad de hacerlo no siempre puede llegar a ser beneficiosa o agradable para todos.
El estudio de la comunicación es tan importante para todos, que, si las personas leyeran más sobre ella, que parece ser algo tan simple, la manera de comunicarse en cualquier ámbito y medio, mejoraría significativamente. Las redes sociales se han vuelto un arma de doble filo, con tanto poder para hacer el bien y tan peligroso como para dañar a otros.
Así como cita el periodista José Salvador Murgui (2015), en una crónica para el periódico De Aquí: «Si con una buena educación y un natural recto [el hombre] llega a ser de ordinario el más divino y el más dulce de los seres, cuando le falta una educación buena y bien llevada se convierte en el ser más salvaje de todos los seres que produce la tierra» (Las Leyes, 766 a).
La sociedad con el paso del tiempo ha ido aprendiendo a comunicarse en las redes sociales, cada vez hay más personas mejor informadas sobre lo que pasa a su alrededor y se cuestionan dos veces si es prudente el hacer un comentario hacia la imagen o mentalidad de alguien. Por esta misma razón es que de acuerdo a Suzzete Alcántara (2017) para una nota de El Universal, informó un cambio en el Código Civil Federal que ahora establece: “Se presumirá que hubo daño moral cuando se vulnere o menoscabe ilegítimamente la libertad o la integridad física o psíquica de las personas”.
Es necesario aprender a comunicarse y ser responsable con la manera en que se hace, no se puede seguir criticando en las redes sociales el físico de una mujer o un hombre solo por no cumplir con los estereotipos de belleza, por tener una mentalidad que no va de acuerdo a lo tradicional o conservador, por no llevar un estilo de vida que concuerde con los estándares establecidos. La sociedad cambia y la comunicación al igual que ella debe evolucionar, convertirse en una herramienta y no un arma.