Mtro. José Luis Ríos Rodríguez • Coordinador de Desarrollo Integral UNIVA Plantel Vallarta
Puede pensarse que siempre hemos vivido en un sistema como el actual, y que sería inimaginable concebirlo de una manera diferente de cómo lo vemos ahora; sin embargo, apenas estamos alcanzando los treinta años del inicio de ese período de la globalización, que marcará el parteaguas de ese bum tecnológico y que ha revolucionado la vida de los pueblos a nivel mundial.
Hemos escuchado que “el hombre nunca antes ha estado más comunicado, pero al mismo tiempo es cuando más aislado se ha encontrado”; pero también, es cuando ha alcanzado un desarrollo que cada día lo encamina a realizar nuevos descubrimientos y los avances más sorprendentes con pasos agigantados.
Este corto tiempo nos ha enseñado que, si hemos de continuar con un consumo desenfrenado, una actitud individualista, un rechazo de lo social/comunitario, un desinterés de la dignidad humana y de los derechos de las personas, pero sobre todo perder de vista el rumbo y la dirección de nuestras vidas; estamos en camino de nuestra propia destrucción.
Nada parece hacernos reaccionar, y los pocos esfuerzos que hacen algunos, apenas si alcanzan a ser mínimas luces que brillan en una inmensa oscuridad; sin embargo, todavía estamos a tiempo de hacer con nuestra vida un cambio y con nuestra actitud un aliciente para todo el que esté a nuestro alrededor. Los grandes problemas que ahora están aquejando a la humanidad sólo serán solucionados en la medida en que dejemos el egoísmo a un lado, convirtamos el desinterés en participación y nuestra incredulidad en fe.
Debemos ser verdaderos promotores de cambio, pero no sólo de una manera romántica que muchas veces nos lleva a la inacción; tampoco como eruditos y estudiosos que al final nos lleva a dar ideas sin materializarlas o como soberbios gerentes que sólo nos esmeramos en dar las órdenes sin saber cómo cumplirlas.
Tenemos que retomar nuevamente el rumbo y empezar a generar el cambio no sólo haciendo, sino, siendo la diferencia, transformando la incertidumbre en esperanza, convenciendo a los demás de que, juntos podemos lograrlo, siendo este el único camino que debemos seguir para juntos, lograr revertir los efectos de unas causas que sólo nosotros podemos cambiar, finalmente será está nuestra responsabilidad local.