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Efectos a corto plazo de una dieta vegetariana baja en grasa en dislipidemias

Cinthya Guadalupe Mora Torres · Pasante de la Licenciatura en Nutrición

 

En la actualidad, las dislipidemias se ubican entre los principales factores de riesgo para presentar enfermedades cardiovasculares, las cuales se encuentran entre las primeras cuatro causas de mortalidad en México. La tendencia a la adaptación de estilos de vida que propician el sedentarismo y las pautas alimentarias inadecuadas, han influido en el crecimiento de la prevalencia de las dislipidemias, el sobrepeso y la obesidad.

La dislipidemia es una concentración elevada de lípidos en la sangre (colesterol, triglicéridos o ambos) o una concentración baja de colesterol rico en lipoproteínas (HDL), las principales causas que desencadenan esta patología son sobrepeso, obesidad, hipertensión, hipotiroidismo, sedentarismo, diabetes y la alta ingesta de grasas, comidas hipercalóricas y alimentos ricos en harinas refinadas.

Estudios realizados en Valencia, España han demostrado que la intervención dietética lacto-vegetariana y baja en grasa hipocalórica, en la cual se incluyeron frutas y verduras como base de la dieta, cereales integrales y tubérculos como carbohidratos de bajo índice glucémico y en menor proporción las leguminosas, los frutos secos y el yogur desnatado como fuentes de proteínas, por último, como aporte de lípidos al aceite de oliva extra virgen en frío, aceitunas y aguacate; predominaron el consumo de alimentos hervidos, al vapor y al horno. Fueron excluidos el consumo de azúcares, edulcorantes artificiales, café, té, refrescos y alcohol. Dicha intervención incluyó a mujeres y hombres, entre 20 y 80 años cuyo índice de masa corporal (IMC) se situará entre 18.5 y 34.9 kg/m2, perfil lipídico alterado (colesterol total, colesterol LDL y triglicéridos elevados y colesterol HDL disminuido) sin ningún tipo de tratamiento farmacológico. Durante 15 días los pacientes se sometieron a este régimen alimenticio, al terminar se llevó a cabo un análisis de todos los parámetros lipídicos de los cuales se obtuvo un cambio estadísticamente significativo: colesterol total, colesterol LDL y triglicéridos disminuyeron significativamente, también se observó un descenso en el colesterol HDL, lo cual, se esperaba por la dieta baja en grasa.

Esta alternativa como tratamiento nutricio en dislipidemias leves a corto plazo podría ser útil, ya que en general las dietas ricas en fibra y bajas en ácidos grasos saturados (AGS), los cuales son elevados en alimentos de origen animal, ayudan a controlar los niveles de lípidos en sangre, predominando el consumo de alimentos ricos en fibra, vitaminas, minerales, de menor densidad calórica y más saciantes. Sin embargo, el apego a este tipo de dietas es muy bajo, ya que la población actual está acostumbrada al consumo de proteína animal.