Dr. Enrique Fernández Valadez • Especialista en Cardiología, Medicina Crítica y Terapia Intensiva. Docente de Ciencias de la Salud, UNIVA plantel Guadalajara.
El año 2020 inició prácticamente con una nueva epidemia de un Síndrome Respiratorio Agudo que rápidamente se generalizó y alcanzó proporciones de pandemia, además con la particularidad de tratarse de un nuevo tipo de coronavirus. En estos momentos se trabaja incansablemente en todas las instancias de salud de todos los países, tratando de compartir la presentación de nuevos casos, sus características clínicas y las características propias del virus con la finalidad de limitar su diseminación con medidas precautorias de higiene y/o de proveer tratamientos específicos. Aún no estamos en condiciones de poder saber su comportamiento a mediano o largo plazo. La intención de este artículo de revisión es proveer a la comunidad universitaria y a la población en general información de utilidad y evitar el perjuicio de la propagación de rumores sin fundamento.
Desde hace siglos la humanidad ha sido azotada por diferentes epidemias, la Biblia hace mención de varias de ellas. Se conocían genéricamente entonces como “peste”. Vale la pena aclarar las diferencias entre endemia, epidemia y pandemia. El Diccionario Médico Roche describe la palabra endemia como “la presencia habitual de una enfermedad o agente infeccioso en una determinada zona geográfica o grupo de población”, epidemia como la “aparición masiva de una enfermedad, principalmente de carácter infeccioso, en una región determinada y en un periodo concreto”; pandemia es “aquella epidemia que abarca amplios territorios de un país o un continente”.
La primera epidemia de influenza de la que se tiene conocimiento ocurrió en Europa en 1510 y fue descrita por Willys y Sydenham. En la actualidad las infecciones por virus se han convertido en un verdadero problema de salud pública y uno de los factores que más han contribuido a su diseminación es la movilidad ya sea ésta forzada por personas que huyen de sus localidades y buscan asilo o refugio en otros países o bien por la facilidad para desplazarse de un país a otro por diferentes razones en vuelos trasatlánticos.
Se puede decir que en tiempos más recientes, a partir del año 2004 la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reglamentado la detección e información de un epidemia con fines de controlarla lo más pronto posible aplicando medidas sanitarias adecuadas. Por ello, existe lo que se llaman las “Normas de comunicación de brotes epidémicos de la OMS”, en ellas se menciona que los brotes epidémicos son inevitables y a menudo impredecibles.
La primera noticia sobre el coronavirus apareció a mediados de los sesentas del siglo pasado tras ser encontrado en la secreción nasal de un paciente. Debe su nombre a la forma que tiene semejante a una corona radiada. Se ha asociado con algunas zoonosis como el SARS (Severe Acute Respiratory Sydrome = Síndrome Respiratorio Agudo Severo o Grave) reportado por primera vez en Asia en febrero del 2003 y el MERS (Middle East Respiratory Syndrome = Síndrome Respiratorio del Oriente Medio), que fue reportado por primera vez en Arabia Saudita en el 2012; estos son unos virus comunes con la capacidad de atacar el sistema respiratorio y ocasionar desde un resfriado común hasta una neumonía como fue la epidemia del SARS. Se conocen 39 especies de coronavirus. El coronavirus actual es parecido al SARS y se han separado en cuatro grupos: alfa, beta, gama y delta, solamente los coronavirus alfa y beta están relacionados con infecciones a humanos.
Los coronavirus son viriones (partícula infecciosa) con envoltura que contiene el genoma más largo de ácido ribonucleico (ARN), las glucoproteínas de la superficie de la envoltura tienen el aspecto de proyecciones en forma de bastón que aparece como un halo alrededor del virus. A diferencia de la mayoría de los virus con envoltura, la “corona” formada por las glucoproteínas le permite soportar las condiciones del tubo digestivo y transmitirse por vía fecal-oral.
China es un lugar favorable para la aparición y desarrollo de estos virus, dado su clima cálido, su geografía y la cercanía que tiene su población con animales domesticados y, algunos otros que no lo son, como es el caso de los murciélagos quienes además son una especie migratoria.
El último día del año 2019 se desató en la provincia china de Wuhan un clúster de 27 casos de neumonía, una nueva epidemia relacionada con un mercado de comida y animales vivos de la ciudad, al parecer en condiciones precarias de higiene, que rápidamente tomó el camino de una pandemia.
Se le ha designado como COVID-19 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y como SARS-CoV-2 por el Comité Internacional de Taxonomía de los Virus. Este virus es un nuevo betacoronavirus que infecta a los humanos emparentado genéticamente con los coronavirus semejantes al del SARS derivado de murciélagos, principalmente, el murciélago crisantemo, serpientes, algunos roedores o aves.
Por lo general el virus se transmite de persona a persona por el contacto cercano con alguien infectado ya sea por el habla, la tos o los estornudos; hay que considerar que con la tos o el estornudo se expulsa aire a una velocidad de 120 a 160 km/hora lo que favorece la dispersión de un aerosol de gotitas microscópicas de saliva o “flügge” que pueden alcanzar las vías respiratorias de otra persona si se está a menos de un metro de distancia. En casos donde el virus se hospeda en un animal, entonces puede transmitirse por el contacto cercano con el espécimen, ya sea que se ingiera la carne o la leche del animal, o este cause alguna lesión en el cuerpo (ej: mordida o rasguño). Hay informes recientes de algunos casos en los que se ha aislado el virus en las heces fecales, lo cual implica otras precauciones por diferentes formas posibles de transmisión.
El virus usa una proteína (S) para entrar a las células del hospedero y unirse a receptores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA2), ésta se encuentra en las células alveolares tipo II, y no tanto en la vía respiratoria superior, lo cual podría explicar el ataque pulmonar importante; las mismas condiciones que se producen en personas con una alta adicción al tabaco. Las enfermedades cardiovasculares o respiratorias, enfermedades oncológicas, diabetes e hipertensión arterial son algunas condiciones de los pacientes en riesgo.
Por lo tanto, resulta fácil comprender que los grupos de riesgo son personas que están en contacto con animales, en mercados o rastros, personal sanitario que atiende a personas infectadas o familiares cercanos de pacientes infectados. En esta era de globalización la diseminación de algunas infecciones evoluciona demasiado rápido, finalmente la OMS declaró el pasado día 11 de marzo el brote inicialmente epidémico como una verdadera pandemia. Si bien es cierto lo anterior, también es verdad que se ha desarrollado un sistema de intercambio de información y recursos tendentes a un mejor control de la enfermedad.
Se tiene, incluso, un método para medir la capacidad de infección entre personas, se le denomina Tasa de contagio, conocida como R0 y corresponde al número de casos secundarios producidos por una sola persona infectada en una población susceptible; para el SARS-CoV-2 se estima que este número está entre 2 y 3. En otras enfermedades virales el R0 es muy variable. Se ha visto que algunas mujeres embarazadas no han transmitido la infección a sus hijos, de tal forma la transmisión vertical es poco probable.
Los reportes del CCDC mencionan que las infecciones leves representan el mayor porcentaje (0.9%) de los casos afectados, los casos graves un 13.8% y las infecciones críticas con insuficiencia respiratoria, falla orgánica múltiple y shock séptico se presentan en el 4.7%.
Al día de hoy se informa que el coronavirus se ha presentado en más de 972,000 casos, la mayoría de ellas en Estados Unidos. En los Estados Unidos se reportaban hasta el día de ayer, más de 232,000 casos y alrededor de 5,500 muertes.
En México, el día 1 de abril se informó por el Subsecretario de Salud, Dr. Hugo López Gatell la presencia de 1,378 casos confirmados en nuestro territorio y 3,827 casos sospechosos. La diseminación actual de la enfermedad tiene un carácter de Pandemia a todas luces pues afecta a más 175 países.
Por su parte, el Coronavirus Resource Center de la Universidad Johns Hopkins habla de 998,047 casos confirmados, 51,335 muertes y 208,630 pacientes recuperados en 181 países o regiones, hasta el día de hoy.
En Jalisco, el número de casos reportados es de 99 con 3 fallecimientos. Deben extremarse las medidas de seguridad, ya que se ha dictado la Emergencia Sanitaria en todo el país, destacando como la principal medida de prevención de contagio “quedarse en casa” por el tiempo que sea necesario (el cual se ha extendido); además de otras medidas ya conocidas.