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La guía (imperfecta e inacabada) de la independencia

By Tendencias, Voces Univa No Comments

Julián Antonio Iturria Ramos • Alumni UNIVA Plantel Guadalajara

 

Hace poco terminé la universidad y con ello vinieron los acontecimientos “normales” de este ciclo: despedidas, conseguir un trabajo y sobre todo, quizá el cambio más drástico, volverme “independiente”. Debido a mi experiencia reciente, es que me auto-erogo las licencias pertinentes para escribir esta guía sobre cómo puede ser (dado que cada experiencia es diferente, desde luego) el proceso de independencia y contar algunas cosas que son importantes tomar en cuenta.

Primero, quisiera mencionar que hace 5 años que no vivo con mis padres, pero no vivir en la misma casa que ellos no significa que tuviera una total independencia, todo lo contrario, porque en el inicio de la emancipación, quizá dependí más de ellos, en un sentido económico y emocional que cuando estuve en casa. No es tan fácil despegarse de la familia, de las costumbres y sobre todo, de las comodidades, pero atención, éstas no necesariamente van relacionadas a los lujos. Me refiero más llana y específicamente a cosas que tenemos en nuestra vida cotidiana y suelen no faltar en casa; cosas que obviamos y hasta cierto punto les restamos importancia, dígase: pasta dental, papel de baño, jabón, detergente, cloro, servilletas, sal para cocinar cosas consideradas “insignificantes”. Tener que costear estos pequeños aspectos de nuestras vidas es incluso frustrante, ya que ves como poco a poco tus ingresos se comienzan a reducir por ese tipo de gastos que no se pueden evitar. Y es justo ahí, cuando comienzas a valorar estos productos y a darte cuenta que a lo mejor ya no puedes mantener ciertos “lujos”, como aquel shampoo de marca que deja el cabello tan hermoso como el de Brad Pitt.

Por otra parte, sí existe una “independencia” parcial, ¿a qué me refiero? Ya no tienes que pedir permisos; tú tienes que aprender a administrar: dinero, energías, alimentos, etc., y no menos importante, a generar una responsabilidad en la toma de decisiones, lo cual es importantísimo para poder “sobrevivir”, pues, aunque no lo parezca, esta es la parte buena, interesante y fructífera de este proceso, porque es de aquí donde se aprende y donde sin duda, uno va a cometer errores.

Pero es probable que el cambio más duro y más difícil de asimilar es el de la “compañía”. Has pasado los últimos 20 años de tu vida conviviendo con las mismas personas que “ya te tienen harto/a” pero, llega el momento en el que esos gritos, peleas, charlas, regaños, se extrañan; esto es algo que se puede “solucionar” provisionalmente con la compañía de un roomie (que por cierto recomiendo), pero, conocer a una persona nueva desde cero, con la que compartirás tu vida, es una adaptación complicada, un reto; hay que acostumbrarse a nuevos comportamientos y costumbres.

Y para terminar, espero mi texto no te desanime. Al contrario, si estás por independizarte o salir de tu casa, ya sea por una oferta laboral o porque comenzarás tu aventura universitaria, lánzate, pues considero preponderante vivir eso. Es algo que debería ser obligatorio para el proceso de maduración de cualquier persona. Aprenderás en el camino, como lo sigo haciendo yo, como lo hicieron tus padres y como lo hacen la mayoría. No todo es malo y estoy seguro que será una experiencia que vas a disfrutar. Te enseñarás a valorar tu espacio y tu privacidad, además sin duda te conocerás mejor a ti mismo y sobre todo, y más importante saberlo: jamás nos independizamos por completo; los vínculos con nuestros padres y hermanos siempre estarán ahí, para apoyar cuando nos haga falta.

Analfabetas del internet: la desapercibida construcción de la ignorancia visual

By Líderes Universitarios, Voces Univa No Comments

Andrea Belén Rendón Ocampo • Alumna de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación

 

Somos la generación pionera en la tecnología digital, dicen algunos. No, nos hemos convertido en seres desechables y eso condenará nuestro futuro, afirman otros. Pero, ¿en qué nos convierten los nuevos paradigmas de interacción en la web? ¿Qué implica migrar a las nuevas formas de comunicación que tanto nos esforzamos por perfeccionar? Yo digo que estamos en una época de analfabetismo visual, cuya principal herramienta es la fotografía.

Actualmente, es inconcebible visibilizar el mundo digital sin la cantidad de imágenes que se publican a diario en las redes sociales. Abarrotados con millones de fotografías publicitarias, periodísticas y documentales, estos espacios de interacción digital se han convertido en una oportunidad para experimentar con el lenguaje; y por lo tanto, el tránsito de información. Se han desplazado los mensajes escritos, optando por la inmediatez y proximidad que ofrece la fotografía.

De acuerdo con el teórico de la imagen Joan Fontcuberta (2016), la fotografía se define en relación con su espacio y tiempo, pues está directamente ligada a la memoria y la realidad de las sociedades en constante evolución. Esa fotografía sometida a las singularidades de la era postmoderna, como la hipermediación y la profusión, se denomina post fotografía. Aun al considerar la rapidez del formato y las posibilidades creativas que ofrece para los creadores de contenido, la post fotografía ha traído como consecuencia la vulnerabilidad en el consumo y producción de fotografías.

Primeramente hablemos de los consumidores y sus particularidades en la web: el prosumidor. Alvin Toffler introdujo por primera vez el término al referirse a los productores que consumen sus propios bienes. Este concepto se adaptó al mundo digital y los usuarios de redes sociales, blogs y streamings, comenzaron a generar contenido a una velocidad desmesurada que convirtió a la web en un territorio de diversas propuestas multimedia. Sin embargo, esto no garantizó la calidad en los mensajes.

Por otro lado tenemos a los fotógrafos, cuya profesión se adaptó al medio digital casi de manera instintiva. Muchos fotógrafos análogos encontraron en la web el remedio que les permitió mejorar con su trabajo: ampliaron su campo de acción, encontraron canales de difusión y experimentaron nuevos soportes narrativos. Las consecuencias positivas de la migración. Pero la post fotografía y la fiebre prosumidora de imágenes no lograron la dignificación de la labor fotográfica. Cada vez aparecen más sitios de divulgación operados por equipos de trabajo que no necesariamente se rigen bajo estándares de calidad y ética.

Como podemos observar, este escenario ha ocasionado una serie de ventajas en los ámbitos académicos, comerciales, políticos y de ocio. Sin embargo, ahora nos enfrentamos a un gran problema de analfabetismo e ignorancia visual. No hemos aprendido a reconocer la fuerza y el poder de las imágenes como lenguaje.

Situaciones como la serie de imágenes falsas de los incendios del Amazonas que transitaron en la web durante el año pasado, nos enseñan que no sólo hace falta educación para utilizar críticamente la tecnología, sino que debemos reflexionar acerca de la fotografía como lenguaje online y las repercusiones que trae a un país sumamente influenciado por sus flujos noticiosos de consumo. Empezar a cuestionar nuestros incesantes esfuerzos para desarrollar propuestas transmedia y extender la red a lo largo del país. ¿Realmente estamos ayudando al óptimo desarrollo de la comunicación online? ¿O únicamente nos estamos condenando a una perfecta incompetencia digital?

 

 

Referencias:

Fontcuberta, J. (2016) La furia de las imágenes. España. Galaxia Gutenberg.

Islas, O. (2010) INTERNET 2.0: EL TERRITORIO DIGITAL DE LOS PROSUMIDORES. Revista

Estudios Culturales. Vol.3 – No.5. Recuperado del sitio web:file:///C:/Users/owner/Downloads/Dialnet-Internet20ElTerritorioDigitalDeLosProsumidores-3739971.pdf

La banalización de la vida cotidiana

By Líderes de opinión, Voces Univa No Comments

Dra. Martina Carlos Arroyo • Coordinadora de Posgrados y Educación Continua UNIVA Plantel Puerto Vallarta

Cuando hablamos de vida cotidiana, hacemos alusión a una(s) forma(s) de vida que incluye aspectos de ser, de estar y convivir; por tanto, al hablar de formas de ser jugamos también con elementos de subjetividad e individualidad. Al referirnos al estar, necesariamente nos situamos en un contexto-espacio-tiempo, que marca las formas y normas de convivencia entre personas, géneros y ambiente.

Además de ello, la vida cotidiana incluye elementos práctico-comportamentales que pueden situarse en niveles de automatización y, por ende, en una baja capacidad de conciencia. Esto deriva en una secuencia de repetición del ser, estar y convivir cotidiano que corre el riesgo de naturalizar la socialización, por tanto, conduce a la banalización.

Entendemos la banalización como una percepción natural y válida de relacionarse tanto a nivel personal como a nivel colectivo que ejerce influencia sobre la subjetividad e identidad con una interdependencia entre lo individual y lo social, entre lo privado y lo público. Pero la banalización como un ejercicio de la naturalización, puede ofrecer al menos dos consecuencias:

  • Por un lado, entendiendo la lógica de una realidad en constante cambio, los procesos de aceptación de la diversidad cultural y de género abonarían a la construcción de una sociedad más libre, más justa. Los contextos y espacios caminarían en torno al tiempo, entendido éste como una construcción social que justifica las interrelaciones sociales.

 

  • Pero, por otro lado, la banalización de la vida cotidiana, puede llevar a la perpetuación de una sociedad carente de empatía, exigente de ritmos, formas de exclusión, de violencia que se vuelve imperceptible al vivirse todos los días, desensibilizando a las personas “que no la viven, que aparentemente no la practican”. La banalización de la vida cotidiana como un ejercicio diario carente de conciencia, puede llevarnos a una sociedad indiferente. La indiferencia sería la antesala de la deshumanización, del egoísmo en su máximo esplendor.

Resulta necesario entonces, que quienes estamos insertos en espacios e instituciones educativas, que quienes somos formadores, facilitadores, líderes o guías educativos, seamos punta de lanza de (auto) conciencias críticas, generadoras de espacios de discusión, de deconstrucción constante, de desafío de formas y pautas rígidas; que busquemos que, a partir de estos espacios socializadores de la educación, se genere una vida cotidiana más humana, más consiente, menos banal y más propositiva.

 

 

¿Refundar Guadalajara?

By Líderes de opinión, Voces Univa No Comments

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Fundar y nacer son términos que se reclaman, de igual manera refundar y renacer, sólo que para que algo se re-funde debe previamente haber muerto, y, en consecuencia, re-nacer. Al igual que la vida de un ser humano, la vida de una ciudad es un continuo que se desarrolla a través del tiempo y en un espacio determinado, con un origen específico que puede alterarse pero nunca negarse, es un asunto tanto histórico como genético. Nadie, en este sentido, puede negar a sus padres hayan sido como hayan sido, porque negarse sería negar su propia naturaleza.

Guadalajara no es solamente una ciudad fundada en 1542, sino sobre todo una sociedad que a partir de ese año comenzó a construir aquí su propia historia, su personalidad, su manera de ser, su cultura. En 18 años logró conquistar su vocación de capital con la alianza de su geografía y de su clima, y a lo largo de los siguientes tres siglos maduró hasta decidir su independencia con respecto a España. Este acontecimiento ocurrido en 1821, no obstante, su enorme trascendencia, no llevó a nadie a pensar en que la ciudad debiera ser refundada, puesto que Guadalajara no sólo se conservaba viva sino extraordinariamente dinámica y propositiva, muy consciente de su antiguo origen y muy orgullosa de su trayecto por los años virreinales, sin los cuales nunca habría desarrollado el ideal emancipador.

La actual crisis de identidad que viven muchos habitantes de Guadalajara no es de origen genético, sino de origen educativo, tiene que ver con la inmigración galopante pero también con la incapacidad de las instituciones para arraigar a los nuevos habitantes, por lo mismo no se resuelve dando por muerta a la ciudad, y refundando otra, porque en primer lugar Guadalajara sigue viva y actuante, y no sería justo ni racional desconocer todo lo que Guadalajara ha sido para inventar una nueva ciudad desde el archipiélago de cotos culturales que hoy existen en nuestra área metropolitana.

A veces puede uno pensar que a Guadalajara le sucede lo que a los conejos de la fábula, hallándose éstos en su madriguera se desató una terrible tormenta, razón por la cual un sapo corrió hasta ellos suplicándoles que lo dejaran entrar para guarecerse; no sin cierta aprensión lo dejaron entrar, pero apenas lo hizo comenzó a inflarse a tal punto que los conejos, propietarios de la madriguera tuvieron que salirse, mientras el sapo, muy a sus anchas se adueñaba del lugar, haciendo y disponiendo todo a su antojo.

Los individuos y los grupos que no logran o ni siquiera desean incorporarse al proyecto de la ciudad, a su historia y a su identidad, actúan muchas veces como el sapo de la fábula, se benefician de Guadalajara pero no aprecian la cultura que la hizo existir y acaban queriendo destruirla, mientras que aquellos inmigrantes que logran incorporarse a la ciudad resultan luego no solamente beneficiarios sino grandes benefactores de nuestro proyecto cultural, afortunadamente la lista de éstos es muy amplia.

Lo que a veces ha fallado y sigue fallando es la participación de los tapatíos de origen, en la defensa de Guadalajara, de su identidad y de su cultura.

 

Publicado en El Informador del domingo 16 de febrero de 2020

¿Y si hablamos honestamente?

By Líderes de opinión, Voces Univa No Comments

Mtra. Laura O. Robles Sahagún • Coordinadora de ALUMNI y Bolsa de Trabajo

 

Se dice que la honestidad es la base de las buenas relaciones y la convivencia, ya que genera confianza.

Para la UNIVA, los valores son imperativos en el educar. Por ello, en la filosofía institucional se enmarca que “antes de aprender a hacer, hay que aprender a ser”, frase íntimamente ligada con la honestidad sobre la cual señala: “Actuamos con rectitud, responsabilidad y legalidad, en congruencia con la búsqueda de la verdad y el respeto a las reglas de convivencia”.

Estuve preguntando a varias personas si conocían la diferencia entre honradez y honestidad y su primera reacción era tratar de buscarlo en Google para responder, en lugar de reflexionarlo. Hace algunos años estos términos tenían diferentes significados, sin embargo, en el uso cotidiano se han combinado sus definiciones, a tal grado que ya se ha generalizado su empleo como palabras sinónimas.

Los estudiosos del tema de valores mencionan que una persona honrada respeta las normas sociales, se comporta de manera justa, recta e íntegra; no roba, no miente, no engaña, no traiciona, respeta las leyes y a los otros seres humanos. Una persona honesta respalda sus acciones con la verdad y justicia, sin anteponer sus propias necesidades o intereses; es honesto primero consigo mismo, con sus gustos, sus pensamientos e intereses y a la vez lo es con el resto de la sociedad tanto en lo laboral como en sus relaciones afectivas como familiares.

Mientras que la honradez es definida por la Real Academia de la Lengua Española como rectitud de ánimo, integridad en el obrar, a la honestidad la señala como el ser decoroso, decente, recatado, pudoroso, razonable, justo, recto, honrado. Se considera a Sócrates como el descubridor de la definición de honestidad y determinaba que una persona honesta, es quien lleva una cualidad o valor humano propio y que se vincula con la justicia, la verdad y la integridad moral y que solamente puede ser honesto internamente con su propio “yo” cuando es razonable con lo que piensa y tiene un nivel de autoconsciencia.

Quisiera saber de alguna persona a la que le gusta que le mientan, que lo traicionen, que le den un mal servicio, que le oculten cosas o hechos; quisiera saber a quién le gusta que le roben, que lo extorsionen, que no le cumplan. Al momento, de verdad, no conozco una sola persona que diga ¡sí, a mí me gusta! Es así como nos empezamos a encontrar con los valores universales, esos que todos deberíamos conocer y practicar; esos que más allá de creencias, nos llevan a convivir en una sociedad en armonía y más justa.

¿Cómo queremos ser reconocidos los egresados UNIVA? Sí como profesionales exitosos, pero recordemos que ya somos muchos, entonces marquemos la diferencia siendo honestos primero con nosotros mismos y así será por añadidura en nuestros ámbitos laboral, familiar, social. Demostremos el por qué somos una familia con valores. Los egresados somos la cara de nuestra Universidad, somos el reflejo de lo que dentro de ella sucede.

Estrellas fugaces

By Líderes Universitarios, Voces Univa No Comments

Abraham Flores • Alumno de la Licenciatura en Producción de Medios Audiovisuales

 

Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz

sino haciendo consciente la oscuridad

-Carl Jung

Siempre me ha llamado la atención la trayectoria de una estrella fugaz, es sencillo recordar cuando uno de estos seres de luz pasa frente a nuestros ojos atravesando de manera casi rebelde la oscuridad del inmenso cielo nocturno que se abalanza sobre nosotros. Me asombra lo efímero de su presencia, aparecen y desaparecen en un latido de corazón. Son breves, bellas e inesperadas, como la vida misma.

Si te detuvieras unos minutos a analizar a profundidad la vida de estos entes cósmicos te darías cuenta que nuestro periodo de vida por este mundo es absurdamente más escurridizo que el de ellos, por una diferencia de bastantes millones años. Nuestra vida pasa ante los ojos de alguien más como una estrella fugaz, claro está el ejemplo de nuestros padres y abuelos, que un día nos están abrazando y mimando, cuidando de nosotros; y en un lapso de tiempo, que pareciese dura lo que un pestañeo, sus pequeños ya no son sus pequeños ni ellos conservan el rigor que les han cobrado los años. Es el ciclo de las cosas, el constante pase de antorcha de una generación a otra se convierte en el sustento que de alguna manera (siempre de alguna) asegura la adaptabilidad al cambio de la humanidad.

Algo similar sucede en la bóveda celeste, miles de estrellas mueren noche con noche, pero otros miles de ellas también nacen para hacer lo que mejor saben hacer, su principal cualidad: portar consigo la luz a través del negro infinito. El objetivo de vida de estos astros es tan evidente como poético, también es complejo, algún escéptico las tacharía de dementes si pudieran escuchar, y es que hay que admitir que utilizar luz propia para hacer frente a la eterna oscuridad parece un acto (si se le pudiese llamar así) que requiere valentía de sobra, algo a lo que nosotros seguramente llamaríamos un esfuerzo inútil (claro, como si a los astros le importase lo que es útil o inútil para la humanidad). No obstante, el esfuerzo de ninguna estrella por si sola será equiparable jamás al deleitante espectáculo cósmico que nos regalan cuando brillan todas juntas en el firmamento, es el brillo de todas ellas, el que realmente consigue el propósito de traer una bocanada de luz al vasto universo. Es la suma de todos los resplandores individuales lo que realmente genera una diferencia dentro del abismo; dando como resultado constelaciones, galaxias y planetas.

Es aquí cuando se hacen un poco más evidentes las similitudes que hay entre ellas y nosotros; partiendo del hecho de que el cuerpo humano está conformado por los mismos elementos químicos que cuerpos celestes que colapsaron lanzaron al espacio millones de años atrás es difícil no llegar a la misma conclusión que Carl Sagan planteo décadas atrás: somos polvo intergaláctico. Nosotros los humanos estamos hechos de los mismos materiales con los cuales una estrella brillaba hace cientos de siglos, y al igual que ellas siempre hemos requerido del trabajo colectivo para sobrevivir y solo así es como se han creado las maravillas más grandes de la historia, se han poblado continentes enteros y hasta se ha terminado con las guerras más sangrientas. Es en la toma de consciencia colectiva cuando logramos trascender más allá de nosotros mismos y nos encausamos a algo más trascendental que sólo seguir nuestros instintos o proteger nuestras ambiciones.

Nuestra visión se expande hacía lo infinito cuando volteamos a ver a los que tenemos al lado y logramos darnos cuenta que quizá solos brillamos, sí, pero en conjunto con ellos somos como un sol, o mejor aún, como una lluvia de estrellas, tan luminosa y alucinante, donde cada uno de sus pequeños componentes es indispensable para hacer posible ese espectáculo, pero donde también cada uno de ellos ha decidido ver más allá de sí para hacerlo realidad. En esta lluvia podemos ver pasar tantas sensaciones, tantas historias… tantas vidas. Vidas tan breves y efímeras, como la nuestra, como la de una estrella fugaz pasando frente a nuestros ojos…

Me es increíble pensar que gran parte de las estrellas que vemos regadas a lo largo del cielo ya no existen más, y que lo que contemplamos allá arriba no es más que un fulgor fantasma. Se vuelve difícil contener el sinfín de pensamientos que surgen a raíz de estas reflexiones, pero hay algo que me ha gustado como conclusión de ellos: nosotros somos la vida después de las estrellas.

Estamos hechos para brillar, para combatir con nuestra luz la oscuridad en la que se puede convertir la existencia, al igual que lo hacían nuestras antepasadas, pero eso solo se logra si trascendemos más allá de nosotros mismos y tendemos la mano al prójimo. Sólo trabajando todos juntos seremos una fascinante y necesaria lluvia de estrellas.

Debes permanecer borracho de literatura para que la realidad no pueda destruirte

-Ray Bradbury

Biutiful: radiografía de un mundo desbocado

By Tendencias No Comments

Daniel Pedroza Galeana • Alumno de Maestría en Fiscal UNIVA Plantel Puerto Vallarta

 

Alejandro González Iñárritu a través de su filme de Biutiful ha sabido evidenciar de manera cruda y real, la condición enferma y degradada en la que se encuentra una sociedad carente de sensibilidad, empatía, amor por el prójimo y por su entorno. La película se centra en las relaciones e interacciones que un individuo tiene de cotidiano y le afectan constantemente para bien o para mal, tal y como lo expone Anthony Giddens en su libro Un Mundo Desbocado: De todos los cambios que ocurren en el mundo, ninguno supera en importancia a los que tienen lugar en nuestra vida privada, en la sexualidad, las relaciones, el matrimonio y la familia.

Uxbal el personaje principal de la cinta, se encuentra envuelto en una serie de conflictos emocionales, producto de una situación personal, familiar y social, bastante compleja, donde convergen elementos como: la enfermedad, la droga, el alcoholismo, una familia disfuncional, negocios con la mafia, comercio ilegal, explotación laboral, etc. Todo esto aunado a un contexto donde la empatía por el sufrimiento y el dolor ajeno, se encuentra en un basurero.

La atmosfera de la película es cenagosa en casi toda su extensión excepto por uno pocos y breves pasajes. En todos los personajes se puede percibir un abandono emocional y físico, el cual se extiende hasta los objetos y los lugares, con la única excepción, quizás, por un breve lapso donde aparecen Las Ramblas de Barcelona. Pero en general, paredes despintadas, trastes sucios, cosas amontonadas sin ton ni son, electrodomésticos que no sirven, espacios pequeños, calles grises. No por algo Giddens escribió que solo una minoría de gente vive ahora en lo que podríamos llamar la familia (o civilización)… Una buena relación es una de iguales en la que cada parte tiene los mismos derechos y obligaciones, en la que cada persona tiene respeto y quiere lo mejor para el otro. Es evidente que el entorno familiar de Uxbal no pertenece a esa minoría descrita por Giddens y no está en las intenciones de ninguno de los personajes producirla. Por el contrario, la desesperanza es agobiante conforme avanza la historia y se piensa en la situación que viven Ana y Mateo los dos hijos de Uxbal: ambos están en medio de dos adultos enfermos, en una sociedad con una enfermedad crónica donde las instituciones tradicionales están corrompidas, fragmentadas y desdibujadas miserablemente.

No obstante, lo único bello en Biutiful, paradójicamente, se manifiesta en el amor que Uxbal profesa a sus hijos, representado en todos los esfuerzos hechos para dejarles una posibilidad de vida sin necesidades. Pareciera como si Inárritu nos quisiera decir que la inminencia de la muerte nos hace buenos o nos hace sentir culpables.

Pero desde mi apreciación Uxbal, su esposa, los niños, su hermano Tito, los chinos, los africanos, el policía, etc., no son culpables del todo, sino al contrario, son víctimas de una sociedad en decadencia, de una sociedad quebrantada profundamente, de una cadena alimenticia, de un mundo desbocado, como lo expresó Anthony Giddens. Son víctimas de un mundo lleno de incertidumbres, donde no sabemos quiénes son los buenos y los malos porque viven donde mismo, trabajan en los mismos lugares, van a las mismas escuelas, a las mismas plazas. Donde el infierno de unos es el paraíso de otros y la dignidad depende del clima.

Considero que González Iñárritu tuvo la capacidad de presentarnos la frustración, la melancolía, la desesperanza, la tristeza, la confusión y el vacío, de una manera lúgubre y poética; sin dejar de lado la esperanza y la luchar por la familia, la justicia económica, política y social.

Es necesario sensibilizarnos ante el dolor y la necesidad ajena. Todo lo que hacemos bien o mal, impacta de manera positiva o negativa en nuestro entorno, en nuestro prójimo y en nuestra familia.

Es necesario fortalecer los tejidos sociales, ser más conscientes del daño que les estamos haciendo a otros, a nuestro entorno inmediato y, hacer de este mundo desbocado, uno enfocado y equilibrado; para que nuestro mundo no sea Biutiful, sino, Beautiful.

Cuando el arte no quiere ser arte

By Tendencias, Voces Univa No Comments

Claudia Paola López Murillo • Alumni Plantel Guadalajara

 

La palabra “arte” se ha convertido en un sinónimo de maestría, se articula para referenciar cualidades de alta calidad, y aunque las definiciones sobre arte pretenden descubrir la diferencia entre cualquier actividad o creación del hombre; definir los rasgos que convierten a algunas de estas creaciones en obras de arte, es algo en lo que los expertos no han tenido un acuerdo.

Cómo diferenciar arte de otras actividades y creaciones del hombre sin que ninguno de los hacedores del oficio se ofendan; porque al igual que existen matemáticos que hacen matemáticas y artistas que hacen arte, realmente qué o quién les convierte u otorga esos títulos; y aunque los nobles aritméticos tienen su pasión por los números, ¿realmente se pondría en duda hablar de las matemáticas como un arte?, al igual que sucede con los panaderos, caricaturistas, diseñadores o youtubers… ¿realmente cualquier actividad puede considerarse arte sólo por ser creación del hombre o conllevar una dedicación exhaustiva y una aparente creatividad?

La palabra arte tiene diferentes connotaciones y una de ellas es la desgastada acepción griega de “técnica”. Ejemplo de lo anterior es el tremendo conflicto y ofensa que causa en las audiencias el encontrarse con obras de arte tan baratas, tanto en presupuesto, como en técnica, trabajo e ingenio, y en todos aquellos principios que se le adjudica a la actividad artística. Desde luego, es bastante cuestionable una obra o performance donde hay un plátano pegado con cinta a la pared y alguien llega y lo come. Muchos mencionan ante estas obras, “Yo podría hacer lo mismo, incluso podría hacerlo mejor”, lo cual es un reflejo de la crítica y el juicio al valor que estos productos tienen. Es interesante como ese tipo de creadores han llamado la atención y han llevado en detrimento la clásica idea de los artistas celestiales, tocados por la musa de la inspiración y las buenas habilidades; y más si tomamos en cuenta la apertura y la facilidad que las nuevas tecnologías han otorgado a casi todos para crear expresiones de cualquier tipo.

Replantear el arte no es una tarea que consista simplemente en limitarlo a ciertos estándares, sino, de diferenciarlo de cualquier otra actividad, ¿realmente la actividad artística tiene algo de especial que sólo corresponde a su quehacer? ¿O simplemente cualquiera puede ser artista y hacer de todo, un arte?

Actualmente, el arte no puede condicionarse a un movimiento, no podemos decir que hay un sólo estilo, ya no es moderno, contemporáneo, vanguardista o digital; es simplemente una explosión de creación imparable, e independientemente de las galerías, exposiciones, museos, teatros, festivales, salas de cine o esculturas titánicas de figuras amorfas a la mitad de las avenidas.

Nos guste o no, las expresiones de nuestra sociedad se están llevando a cabo y habrá algunas que nos representen más que otras; de igual manera, el tiempo y la madurez de la sociedad serán quienes decidirán cuáles obras y piezas podrán trascender a esta primera parte del siglo XXI.

A veces comprendemos que…

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Mtro. Miguel Camarena Agudo • Encargado de Corrección y Estilo UNIVA

 

Uno vive, acumula para asimilar después.

Luis Jorge Boone

 

Sucede que a veces nos damos cuenta del significado de las cosas tardíamente. Nos enteramos con los años del amor profesado por alguna tímida compañera de secundaria o preparatoria. Descubrimos las triquiñuelas cometidas por algunos de nuestros pares, gracias a un encuentro fortuito con un retrasado mensajero. Inclusive alguna canción cobra sentido después de mucho tiempo. Hace no tanto, me sucedió con Noche de ronda de Agustín Lara, se reprodujo gracias a esas listas aleatorias de YouTube. Y así, una noche insomne, se reveló un significado nunca antes percibido por mí. También esto nos sucede con las palabras; en un tiempo son etiquetas vacías, lejanas. Pero lo nombrado por ellas terminan un día por alcanzarnos, por ocupar cada una de esas palabras.

No por nada Gabriel García Márquez recomendaba la relectura. Pues no se tiene la misma experiencia de la lectura de Los amorosos de Jaime Sabines a los quince años que a los treinta. No podemos ser ni sentirnos los mismos, y si así fuera, seríamos unos nefandos. Con el tiempo nos vamos llenando de un número mayor de experiencias, ganando bagaje a fuerza de vivir. Cada experiencia nos va dejando una especie de sedimento, capa o cimiento; pero no siempre con una función de armadura o sostén, sino de loza para ciertos temples. Un experto de la vida en el precipicio, José Alfredo Jiménez, lo expresó en una canción sin velos ni atavíos: Nada me han enseñado los años/ siempre caigo en los mismos errores/ otra vez a brindar con extraños/ y a llorar por los mismos dolores.

En Cinema Paradiso (1988) el personaje de Toto o Salvatore, quien se enamora de Elena durante su adolescencia, no se desprende de ese sentimiento de amor durante treinta años. El fantasma de esa rubia joven no le permite conseguir un amor duradero en Roma, cosa que su propia madre le reprocha. Pero a veces el amor puede ser una pesada lápida, un muerto con el cual cargamos y no nos permite andar ligeros de equipaje. Porque se puede amar sin ser correspondido. Para muestra está el bolero ranchero de Cien años, famoso por la interpretación de Pedro Infante.

¿Cuántas estatuas y mausoleos se han edificado en honor de la desdicha amorosa? Desde luego, hay sus excepciones, El amor en tiempos del cólera, por ejemplo. Pero todas estas representaciones de un sentimiento a ultranza no son, sino algo que no permite ver la cosas en su justa dimensión. Son anteojos que usan durante un largo periodo de vida. Con los cuales no vamos a poder ver ni a poder captar muchos significados con claridad.

Pero, ahí mismo, en el filme de Cinema Paradiso el viejo Alfredo le cuenta un relato a Salvatore sobre un soldado que se enamora de una mujer, la cual le pide a éste que espere por ella cien días fuera de su ventana en la intemperie y, justo un día antes de cumplir la petición y condición de amor, el soldado se levanta y se va. Alfredo no quería el mismo destino para él, por eso manipuló las cosas de tal manera y Salvatore terminó en Roma siendo otra cosa distinta a la que hubiera sido quedándose incluso con Elena ¿Cuántas cosa si hubieran permanecido con nosotros, nos hubieran apresado, anquilosado? ¿Cuántas cosas tienen que irse para que podamos movernos? ¿Cuántos significados importantes de la vida se pierden o se ganan cuando permanecemos siendo los mismos? O como preguntaría Luis Jorge Boone en uno de sus cuentos ¿Para qué atesorar lo que con toda seguridad nos hará daño? ¿Para qué fotografías de quien en un futuro empezaremos a olvidar (si es que nos atrevemos a ello)?

El amor se hace viejo, como la amistad y la alegría, pero el temor la reticencia, la duda, se mantienen intactas en los callejones del corazón, te cobran cada vez como si se tratara de la primera vez en los experimentaste.

                                                                                                                                          Luis Jorge Boone

¿Es la competencia desleal un mal necesario?

By Líderes Universitarios, Voces Univa No Comments

Valeria Anahí Ramos Villegas • Alumna Mercadotecnia Integral

 

Hoy en día esta práctica es realizada muchas veces de manera automática por empresas que no reconocen la falta de ética y honestidad que hay en ella y el cómo puede afectar la percepción de un consumidor respecto a otra marca, siendo la mayoría de las ocasiones únicamente datos denigrantes acerca de la misma, que pueden no sólo afectar, sino, desacreditar la imagen de ésta.

Es preocupante para la mercadotecnia, lo efectivo que es este comportamiento para influir al mercado a tomar ciertas decisiones de compra; por medio primordialmente de la promoción de las 4p’s de la mercadotecnia se logra un acto completamente desleal que no busca más que un bien propio, en una realidad, en la que como comunidad se necesita una convivencia armónica entre la población pero principalmente entre marcas. Se está viviendo en un mundo lleno de consumismo, el mercado está expuesto a miles de fenómenos de este estilo como lo es la contaminación visual, que no permiten al consumidor analizar su compra por lo que verdaderamente necesita o requiere, dejándolo guiarse por emociones momentáneas.

En el caso de la competencia desleal un simple comercial, que puede estar repleto de falsedades, es muy probable que tenga algún tipo de influencia en un consumidor que está decidido a realizar una compra a una marca que se está difamando.

Existen muchas alternativas para lograr la lealtad del mercado, alternativas que no implican el desprestigio de una compañía; es cuestión de interesarse por querer tener una relación más sana con la competencia. En el mundo hay 7680 millones de personas, las suficientes para que a pesar de la rivalidad que debe haber en el comercio, exista la posibilidad de que todos logren atraer a un segmento o a un tipo de consumidor específico.

Los mercadólogos deben crear estrategias para poder generar esta atracción y estas ventas sin necesidad de afectar a otros, logrando resaltar las ventajas que su producto o servicio, o en sí, su marca en general tiene; así como todos los aspectos que la hacen sobresalir de otras, sin hacer ese acto algo personal o irrespetuoso entre empresas, sino una acción individual que no busca involucrar a terceros para lograr su fin.