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Escoge tu equipo: Godzilla o King Kong. El enfrentamiento entre un titánico dios radiactivo y un descomunal rey de la selva

Dr. Fabián Acosta Rico • Docente Investigador UNIVA

 

Y tú, ¿a qué equipo perteneces? Al team Godzilla o al team King Kong. Las redes sociales arden con esta polarización entre los respectivos partidarios de estos dos monstruos de ficción. Los memes abundan igual que las notificaciones en las que se discute quien merece o debe vencer en esta muy friki pelea del año. Hagan sus apuestas quien saldrá vencedor.

Muchos celebraron el tráiler que nos muestra a Kong asestarle un derechazo al dinosaurio radiactivo. Y de allí saltaron las especulaciones acerca de que el gorila ciclópeo es el héroe de la película, el salvador de la humanidad y, por tanto, por un elemental asunto de argumentación y narrativa él saldrá ganador; y tiene, además, los argumentos para hacerlo: es más inteligente, ágil y quizás hasta más fuerte que su contrincante.

Se dice que el internet se ha convertido en el sistema nervioso central de la humanidad, por él estamos interconectados y a través de sus redes sociales circulan las inquietudes e ideas de millones de usuarios. La discusión del momento en un resonante segmento de la red ya no son las elecciones en los Estados Unidos, con sus dos antitéticos candidatos Trump y Biden, los dos personajes de moda y en confrontación son Kong y Godzilla. Pero ¿qué nos representan estas dos creaturas; qué simbolizan al grado de que dividan opiniones y se formen en tordo a ellos bandos en apasionada confrontación?

El análisis tiene varias aristas; está primeramente el asunto chovinista de las nacionalidades: uno, el dinosaurio o dragón atómico, él es una orgullosa hechura de la imaginería pop japonesa; este robusto y consolidado monstruo tiene en su haber más de una treintena de películas y hasta una serie animada. El otro, el Gorila sobrealimentado, es de manufactura intelectual estadounidense; el cual, poniéndonos marxistoides o izquierdosos puede ser interpretado como una expresión del imperialismo yanqui en su afán de dominar a la naturaleza. Me explico. Las dos culturas pop o frikis dominantes en el mundo son precisamente esta dos: la del Tío Sam y el Ratón Miguelito y el Superboy y Mi vecino Totoro. Kong es el monstruo atávico de una jungla virgen y remota de algún país tercermundista listo para ser saqueado por el imperialismo yanqui. Igual que los recursos naturales de estas naciones rezagadas tecnológicamente, el gorila descomunal es extraído de su hogar para ser explotado circensemente; de rey nativo; termina convirtiéndose en el protagonista de un espectáculo exotista para públicos alienados y ociosos.

Haciendo de lado las connotaciones ideológicas del personaje, el trasfondo metáfora de Kong, lo vuelve tan atractivo, gravita en el anhelo humano por dominar las fuerzas y poderes de una naturaleza que insiste en mantenerse indómita y primigenia; y de cómo esta, muchas veces, revira contra nosotros dejando en claro que nuestro músculo tecnológico también suele fracasar en su intento de someterla a su ley y voluntad.

De allí que el punto romántico con el héroe de esta confrontación, el gorila, es su vinculación con un mundo salvaje, natural, que muchos aman y en ese amor reclaman su respeto y preservación; en el entendido de que no todas las creaturas deben terminar siendo domesticadas o enclaustradas en una granja para su engorda y procesamiento. El animal libre, imponente y poderoso que no se doblega ante la tecno-modernidad: eso representa Kong y estos significados se los hace extensivos, como personaje metafórico, a toda la inhóspita y exuberante naturaleza.

Por el otro lado, tenemos al nuevo dios, a Godzilla; el hijo más representativo de los miedos más conscientes o epidérmicos del pueblo nipón. Sólo Japón ha sufrido el holocausto deliberado de las armas atómicas. El dragón de ficción que tantas veces en maqueta ha destruido Tokio, también es un ser metafórico. Siendo una creatura con un poder nuclear, personifica a las armas de destrucción masiva surgidas del dominio del átomo. Las simpatías que despierta Godzilla en ciertos públicos opera en la lógica de que los nuevos “monstruos” surgidos de nuestra tecnología son más avasallantes y poderoso que los nacidos de la naturaleza. Por eso, para sus partidarios, es más que evidente que los puñetazos de Kong no son nada comparados con el fuego radiactivo exhalado por Godzilla.

Igual que Batman y Superman, Kong y Godzilla son también creaturas arquetípicas de la cultura pop, capaces de despertar en los grandes públicos el interés y la toma de partido dependiendo de las afinidades y fobias, latentes o despiertas, de cada quien. El volverlos a enfrentar en estos tiempos del internet, es un total acierto que tiene garantizada la taquilla o las vistas en plataforma por toda esta polarización entre el team Godzilla y el team Kong.

Habrá que esperar hasta el 31 de marzo de este segundo año de la pandemia del Covid-19 para ver quién será el ganador de esta arquetípica y friki pelea: si vencerá el macho alfa y el rey de selva, Kong, o el dragón o dinosaurio radiactivo, Godzilla. En un escenario factible puede que, en paridad de fuerzas, mueran los dos. Fin de la controversia. Guionistas y director tuvieron, al final, la última palabra.