Adriana González Escoto · Pasante de la Licenciatura en Nutrición
En la actualidad el uso del internet se ha convertido en una actividad cotidiana importante, recurrimos a esta herramienta para comunicarnos con otras personas y para obtener información de todo tipo, como la nutrición humana. Por lo que es común que al momento de buscar algo relacionado con alimentación saludable nos encontramos con cerca de 19, 000,000 de resultados obtenidos en 0.68 segundos aproximadamente, es demasiada información de la cual podemos elegir la que nos parezca más atractiva, pero ¿realmente es confiable todo lo que encontramos en internet? En respuesta a esta pregunta, podríamos decir que no todo lo que aparece en redes es información veraz, aunque podemos encontrar recomendaciones generales de cómo llevar un estilo de vida saludable basado en el plato del bien comer o información con sustento científico, también podemos encontrar dietas o productos “milagrosos” que prometen bajar de peso de una forma más fácil y con menos esfuerzo. No es sorpresa que algunas personas prefieran métodos más sencillos para cumplir sus metas en lugar de acudir al nutriólogo o dietista, el problema de las dietas que encontramos en blogs de internet o dietas que son recomendadas por influencers que no siempre son profesionales de la salud, es que no suelen cumplir con los criterios de la alimentación saludable, siendo deficientes en el aporte de nutrientes lo que puede llevar a problemas de salud o trastornos de la conducta alimentaria en personas susceptibles.
La información más solicitada es la perdida rápida de peso, un estilo de vida saludable o fitness e incluso curar o tratar alguna enfermedad (diabetes mellitus, cáncer, hígado graso, dislipidemia, entre otros). Dentro de las recomendaciones que se suelen ser más comunes van desde la prohibición de alimentos hasta el uso de productos como: los tés adelgazantes, píldoras, geles quemadores de grasa, hierbas e inclusive terapias alternativas, que en su mayoría no hay estudios sobre su efectividad o en el caso de las hierbas, no existe evidencia científica o aún no se han realizado los estudios suficientes para especificar la dosis a consumir, sus efectos adversos o toxicidad. Este tipo de recomendaciones además de suponer un riesgo a la salud también pueden llegar a afectar la economía del consumidor.
La alimentación correcta debe ser individualizada y debe cubrir las necesidades específicas en las diferentes etapas de la vida, además debe cumplir los criterios de la dieta correcta la cual debe ser completa, equilibrada, inocua, suficiente, variada y adecuada, como lo menciona la Norma Oficial Mexicana 043-SSA2-2012.
En definitiva, cuando se busca modificar hábitos alimenticios para un fin específico es mejor acudir con profesionales de la salud con amplios conocimientos en el área de nutrición, como lo son los nutriólogos, ya que ellos se encargan de brindar orientación alimentaria y prescripción de dietas individualizadas. No obstante, podemos encontrar información confiable en el apartado de consejos de nutrición en la página web del IMSS, estas recomendaciones son generales y prácticas para la población mexicana, aun así, es importante entender que no son personalizadas para las necesidades de todos.