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Líderes universitarios

¿Qué vale más, el rating o la ética profesional?

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Ana Lucia Sánchez Flores • Alumna de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación

 

En diciembre de 2005 se transmitió por el noticiero de Televisa Primero Noticias, supuestamente “en vivo” cuando un equipo de la Agencia Federal de Investigación (AFI) llegaba en un operativo de rescate a un rancho en donde se encontraban Florence Cassez, (supuesta esposa de Israel Vallarta) y el mismo Israel, un integrante de una banda de secuestradores. En el operativo se puede ver cómo entran a la propiedad, confiscan dos armas y como el reportero entrevista a los detenidos a punta de maltratos, con ayuda de los oficiales.

Más tarde fue confirmado por el procurador de justicia en ese entonces, Genaro García Luna, que la detención de Israel Vallarta y Florence Cassez había sido un día antes del supuesto operativo transmitido en televisión, que la detención no era un suceso ocurrido en ese momento, y con el pleno conocimiento, Carlos Loret de Mola, conductor del noticiero Primero Noticias, aseguró que se enlazaría en vivo a la transmisión del rescate, que no era más que un montaje hecho por la televisora.

Lo importante aquí, es que en la transmisión se pueden apreciar un par de sucesos que no sólo van directamente en contra de la ética profesional de todos los participantes, sino que incluso hasta son ilegales, cosa que más tarde, intervino en el juicio y fue clave para que Cassez quedara en libertad.

En primer lugar, la manera en que el reportero entrevista a los detenidos es un terrible ejemplo de abuso de poder que comete conjuntamente con los agentes de la AFI; ambos no sólo violan los derechos de los hasta ese momento, presuntos culpables, al grabar sus caras sin protección alguna y sin ser aún juzgados, y al hacer que contestaran sus preguntas a base de maltratos por parte de los policías que se pueden apreciar en el video, sino que también demuestra su poca ética profesional.

En segundo lugar, está el hecho de transmitir un operativo montado, asegurando su veracidad por parte de Loret, cuando él sabía perfectamente que no era más que un montaje planeado por la televisora y teniendo de cómplices a todos los participantes, incluyendo al procurador de aquel entonces, altos mandos en Televisa, el reportero, camarógrafo, los participantes de la AFI y hasta los mismos detenidos, cosa que probó la falta de ética y el poco respeto que sentían por su carrera y sobre todo, por su audiencia.

Se podría decir que este caso hace referencia a una frase comúnmente asociada a Maquiavelo: “El fin justifica los medios”, y en este caso, cada sujeto buscaba su propio fin, creando un medio común: la televisora necesitaba raiting; el conductor del noticiero quizá fue obligado o forzado a leer un telepronter, que es algo común en los conductores; desconozco las razones de los participantes en el operativo o incluso, si realmente eran de la AFI; y los detenidos, seguramente hicieron un trato con el procurador, mismo que de alguna forma a él lo beneficiaba y obstruiría la investigación, cosa conveniente para Florence que debido a eso quedó en libertad.

En conclusión, la ética y la moral son virtudes del ser humano, que no todos pueden tener, o no están dispuestos a conservarlas, pero son dos cosas realmente importantes para la formación tanto en lo personal como en lo profesional y el perderlas o dejarlas de lado puede tener consecuencias tan grandes como lo son el aceptar un trato como el anterior, y el ser juzgado de forma equivocada, ya que quizá todos tenían una razón aceptable para ellos, misma que los hizo prestarse a aquel montaje; aunque también se quedarán por siempre con la marca de haber participado, y aunque en el pasado o futuro, hagan cosas bien vistas ética y moralmente, jamás se olvidará que fueron parte de ello, y su moral jamás volverá hacer la misma.

 

Nuestra lucha en cuarentena

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Mariana Guadalupe Rodríguez Vera • Alumna de 5D HSC Bachillerato UNIVA

 

Ya han sido varios meses los que hemos pasado en confinamiento, acompañados mayormente de nada más que nuestra propia compañía, y es que en esta nueva normalidad es primordial distanciarse y es así que con el aislamiento hubo una forma de encontrarnos a nosotros mismos, pues ¿qué tanto podríamos haber buscado la aprobación social?, ¿cuándo la opinión de los demás se convirtió en la nuestra?

En una búsqueda de formar la identidad y con el peligro que conlleva esta pandemia, nuestras emociones están a flor de piel y eso me lleva a cuestionarme el cómo hemos despertado aquí en este contexto. Es asombroso ver cómo en estos momentos donde la mayoría nos hemos sentido vulnerables, lo hemos logrado sobrellevar; nuestra ira nos ha llevado a luchar por nosotros mismos y a darnos cuenta de que nunca, por poner un ejemplo, debimos de estar con la cabeza agachada, ni por nuestro color de piel, por el hecho de ser mujer y mucho menos por nuestra forma de amar. La pandemia no ha discriminado y ha atacado a muchos por igual.

Construirnos y establecer nuestra personalidad, a mi parecer, es un acto de valentía y amor propio; no todos se atreven a hacerse ese corte de pelo ni a teñir con ese color los mechones, vestir la ropa ya sea holgada o muy ajustada o mostrar aquellas marcas que quizás el pasado cicatrizó sobre la piel e incluso, mostrar hasta la piel misma, que es lo que resalta nuestra belleza.

Mes tras mes todo fue cobrando forma tanto en mí como en mi círculo cercano, nos vimos crecer y desenvolvernos en lo que éramos conducidos por ese sentimiento acrecentado de hacer justicia y, fuimos alzando nuestras banderas, aquella bandera morada por nuestras hermanas, madres e hijas, por todas aquellas mujeres víctimas de la violencia; también la bandera negra con el puño en alto por nuestros hermanos que han sido oprimidos únicamente por su tono de piel. No olvidemos a los creyentes que son cuestionados por su ideología y su Dios y, por último, la bandera de todos colores, pues el amar no debería ser tampoco una causa de inferioridad o discriminación.

Así que, los invito a que peleemos, sintamos, amemos, tengamos compasión y empatía; permitámonos sentir ese coraje en la sangre que nos impulsa a decir lo que creemos y defendámoslo…

Y tú, ¿quién eres? ¿tú qué defiendes?

 

Otro criterio para evitar el botón de emergencia

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Estrella Aguilar Reyes • Pasante de la Licenciatura en Médico-Cirujano UNIVA

 

En las últimas semanas, hemos vivido en constante alerta desde que nuestro gobernador el Sr. Enrique Alfaro, emitió un comunicado sobre la nueva estrategia para evitar el alza de casos de COVID-19 en la entidad, “el botón de emergencia”; que consta de 2 parámetros: la saturación del sistema hospitalario al 50% y la tasa de incidencia semanal por fecha de inicio de síntomas, que alcance los 400 casos por millón de habitantes. Una vez alcanzados o rebasados alguno de los indicadores, Jalisco se verá obligado a un paro de actividades durante 14 días.

Todos sabemos las consecuencias que implica, pero ¿por qué se opta por una opción tan radical?

Se ha evidenciado el incremento de casos confirmados por el radar Jalisco de manera importante, desde el mes de junio 2020. Lejos de ser una medida sanitaria ejercida únicamente por el gobierno de Jalisco, ésta es un criterio que viene guiado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicando así el 19 marzo de 2020: Considerations for quarantine of individuals in the context of containment for coronavirus disease (COVID-19) donde se explica a quiénes debe ser aplicada la cuarentena y su principal función, retrasar el pico de la enfermedad (lo que evitará el colapso del sistema de salud y ayudará a disminuir el contagio).

Si bien, encontramos debates ante la situación crítica de la economía local y nacional, se buscan alternativas que permitan la reactivación económica sin el incremento de casos de COVID-19 y, efectivamente, la cuarentena sola no es suficiente.

La red global independiente de recopilación e investigación en salud “Cochrane” puso a disponibilidad el 29 de junio 2020 una interesante revisión sistemática llamada ¿Controla la cuarentena sola o en combinación con otras medidas de salud pública el coronavirus (COVID-19)? donde se intenta dar respuesta a esta duda.

A pesar de las dificultades en el análisis de los 29 artículos seleccionados y las limitantes de la información. Se encontró que, en los diversos estudios, la cuarentena evitó entre el 44%-81% del contagio de personas con la enfermedad y entre un 31%-63% la disminución del número de muertes, en comparación con no usar ninguna medida; resaltando que la cuarentena tenía más eficacia en conjunto con otras medias sanitarias (uso de cubrebocas, distanciamiento social, cierre de escuelas, realización de pruebas diagnósticas, etc.).

En el caso particular de Jalisco, en el periodo de cuarentena del mes de abril fue bajo el número de casos confirmados y permaneció así durante el mes de mayo, como se puede observar en los gráficos de radar Jalisco; pero repuntó en junio y se ha seguido incrementando hasta la fecha, encontrándonos simultáneamente que, el índice de movilidad incrementó de 63% en mayo a un 69% a la fecha de corte en junio 2020, llegando casi al límite para el semáforo rojo, por lo que Secretaria de Salud Jalisco se dio a la tarea de publicar el comunicado Evitemos el botón de emergencia, está en nuestras manos -donde menciona textualmente- En medio de la reactivación gradual de nuestra economía, pese a que logramos dar un respiro en este sentido a Jalisco, la actitud relajada y la falta de corresponsabilidad de quienes no tenían por qué estar en las calles, nos llevaron a un punto de mayor desgaste, haciendo un llamado a la población para colaborar de manera activa en todas las medidas que en conjunto con el sector salud, se han establecido. Reglas para el uso de transporte público y apertura de negocios, estornudo de etiqueta, uso correcto de mascarilla, guías para la fabricación de cubrebocas caseros (establecidas por el Centro de Control de Enfermedades (CDC) y la OMS), lavado de manos, sana distancia, cuidados preventivos en el hogar, líneas telefónicas en caso de sospecha de contagio, un centro de aislamiento voluntario, mapa para identificación de zonas de riesgo y en el último de los casos, el botón de emergencia, como parte de la estrategia contra la pandemia.

Evidentemente, es necesaria la participación social de cada jalisciense para su funcionamiento, llamando entonces a esta nueva etapa “fase de la responsabilidad individual”.

México en otras ocasiones ha demostrado su solidaridad en escenarios catastróficos, uniéndose y colaborando juntos por el bien común, hoy tenemos la misma oportunidad de hacerlo, por los trabajadores de la salud, nuestras familias, los grupos vulnerables y por nosotros mismos.

Sigamos utilizando y promoviendo las prácticas sanitarias correctas, podemos evitar el botón de emergencia y tú lector, eres pieza fundamental para lograrlo.

Aceites comestibles

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Monserrat Zavala Moreno • Pasante de la Licenciatura en Nutrición UNIVA

 

Los principales aceites comestibles están conformados por aceites para ensaladas y para cocinar. Y el principal uso en la cocina es la fritura, donde funciona como medio transmisor de calor, aportando sabor y textura a los alimentos.

Los aceites más saludables son los altos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, pero cuando se trata de cocinar no todos los aceites son iguales, ya que algunos soportan el calor y otros no.

Al cocinar con aceite a altas temperaturas (más de 180° C), se produce un cambio en las estructuras moleculares; el aceite pasa por un proceso de oxidación, donde reacciona con el oxígeno en el aire para formar aldehídos y peróxidos lipídicos. Pero la pregunta sería, ¿cómo y cuál de estos aceites utilizar?, un estudio de la Universidad de Montfort, analizó el aceite de girasol, aceite vegetal, de maíz, de oliva refinado y extra virgen, de colza, mantequilla, de cerdo y de ganso. Lo que encontraron en el estudio fue que los aceites ricos en grasas polinsaturadas (maíz, girasol) generan niveles altos de aldehídos, a éstos es mejor utilizarlos a temperaturas bajas, en cambio, el de oliva, colza, mantequilla y grasa de ganso generan menos aldehídos, el motivo es que éstos contienen ácidos grasos saturados y monoinsaturados y por ello, son más estables al igual que la manteca de cerdo.

El punto de humo es la temperatura en el que el aceite comienza a ahumar y a descomponerse; los aceites con punto de humo alto que son buenos para freír o sofreír a temperaturas más altas, son el de cacahuate, sésamo y soya. Los de punto moderado, para fuego medio son el de aguacate, maíz, canola y oliva. Un aceite ideal sería el de oliva porque tiene el 76% de grasas monoinsaturadas, 14% de grasas saturadas (que son las resistentes al proceso de oxidación) y 10% de poliinsaturadas.

Las recomendaciones serían:

  1. Freír menos, especialmente en temperaturas altas.
  2. Si se fríe que sea con poca cantidad y no a tan alta temperatura.
  3. Utilizar un aceite con alto contenido de grasa monoinsaturada.
  4. No reutilizar el aceite.
  5. No mezclar aceites.
  6. Almacenarlos en un lugar oscuro y fresco para aumentar su vida útil.

 

Referencias

Importancia de la microbiota intestinal

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Claudia Ruiz Ramírez • Pasante de la Licenciatura en Nutrición

 

El término microbiota intestinal se refiere al grupo de microorganismos vivos que se alojan en el tubo digestivo y es indispensable para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro organismo, desarrollar una buena inmunidad y aprovechamiento de nutrientes; es por ello que, cuando existe un desequilibrio microbiano en el tubo digestivo -llamado disbiosis- se le asocia con el desencadenamiento de múltiples enfermedades como asma, obesidad, síndrome metabólico, enfermedades inflamatorias crónicas, esteatohepatitis no alcohólica, entre otras.

Los seres humanos mantenemos una relación mutua con nuestra microbiota intestinal, ya que los organismos que viven en ella nos proporcionan protección contra agentes patógenos, nos permite desarrollar el sistema inmune, ayuda a la digestión de los diversos tipos de alimentos que conforman a nuestra dieta y favorecen la provisión de vitaminas, así como otros nutrientes esenciales para nuestro organismo; en pocas palabras, la función de la microbiota es esencial para nuestra vida.

Cada persona posee una microbiota intestinal muy singular y diferente a la de cualquier otro individuo, ya que ésta se va forjando conforme a la edad y la dieta de cada persona. En los primeros años de vida, los tipos de bacterias que predominan se conocen como bifidobacterias y con el tiempo ésta se conforma en su mayoría de bacteroidetes y firmicutes; se ha demostrado que de acuerdo con el tipo de dieta que tenga cada individuo, ya sea pobre o rica en fibra, muy baja o alta en grasas, con o sin proteína, etc. Será el tipo de microorganismos que se irán desarrollando en su propia microbiota intestinal. Por ello, tanto el exceso como la restricción de ciertos alimentos en cualquier tipo de dieta, puede propiciar efectos adversos sobre la composición y salud de la microbiota intestinal, sobre todo si se mantienen en dietas inapropiadas durante un tiempo prologando y sin asistencia de un nutriólogo.

El cuidado y la buena conservación de la microbiota intestinal a través de una dieta equilibrada y saludable, nos brinda el elemento clave para promover una relación simbiótica entre los microrganismos que se alojan en el intestino y el cuerpo humano; el aumento de la fibra dietética, el consumo de prebióticos y probióticos favorecen la restauración de la microbiota, proporciona una mayor diversidad de bacterias en ella y ayuda en la prevención de un sinfín de enfermedades.

Nutrición en el adulto mayor

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Mariela Sandoval Correa • Pasante de la Licenciatura en Nutrición

 

En la mayoría de los países, la población mayor de 60 años de edad se está incrementando más rápido, esto generado por el aumento de la esperanza de vida y por el descenso de la tasa de fecundidad, así como por los avances en la atención médica. Este crecimiento en la población de adultos mayores impone un reto para la sociedad y los sistemas de salud, ya que es en este período del ciclo de la vida cuando se presentan, en mayor medida, las enfermedades crónicas, causadas por el propio deterioro funcional y por las interacciones propias de las dolencias.

Por tal razón, la nutrición vista como el factor más influyente en la salud de los adultos mayores debe ser un aspecto vital a tener en cuenta, desde la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad que tienen su base en la modificación de hábitos y conductas para incorporar otras como: la realización de actividad física regular, disminución del consumo de alcohol o tabaco y la adopción de una dieta saludable adaptada a las necesidades propias del envejecimiento. Estas acciones deben ser parte de un tratamiento conjunto en el mantenimiento integral de la salud y control de las enfermedades crónicas; para proporcionar así una mejor calidad de vida al individuo que se pueda adaptar a su nueva condición.

Las necesidades energéticas disminuyen con la edad al reducirse gradualmente la actividad física y la masa muscular. Estudios recientes demuestran una disminución de un 10% por década a partir de los 60 años.

Es recomendable incluir alimentos ricos en calcio para fortalecer los huesos; hierro y ácido fólico para prevenir anemia y vitamina C, para mejorar las defensas y la absorción de hierro.

Cualquier intervención dietética debe basarse en un adecuado conocimiento de la situación y debe evaluarse periódicamente para comprobar la tolerancia y la adherencia a la misma. Es importante, por tanto, saber qué factores modifican sus necesidades y cuál es el estado nutricional de esta población.

Recomendaciones para la atención y tratamiento de la influenza

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Víctor Manuel Hernández Martínez, Romel López Quiñones • Estudiantes de 8° semestre, grupo 97 de la Licenciatura en Medicina UNIVA Coordinadora: Dra. Ana Karina García Suarez

 

En pacientes sin factores de riesgo la influenza estacional comúnmente es autolimitante y no requiere tratamiento, sin embargo, en presencia de estos factores de riesgo las complicaciones como neumonía suele agravarse peligrosamente el estado de salud de la persona y si a esto sumamos las comorbilidades que se suelen presentar en personas de la tercera edad (uno se los grupos más afectados por esta entidad) encontramos una enfermedad peligrosa que amenaza la salud comunitaria.

Para el tratamiento de la fase activa de la enfermedad encontramos ciertos grupos de antivirales que pueden controlar incluso tratar efectivamente la influenza, sin embargo, el principal factor y el de mayor peso para lograr una disminución en la presentación de casos en la entidad siempre será la prevención.

Los principales antivirales miembros de la familia de inhibidores de la neuraminidasa es el oseltamivir y zanamivir, los que han demostrado tener mayor efectividad, cabe destacar que se debe iniciar el tratamiento antes de las 72 horas presentado el cuadro, ya que se han tenido mejores resultados en este lapso de tiempo. Por ello es importante no automedicarse y acudir con personal médico, ya que ahí se indicará el mejor tratamiento, dosis y tiempo correcto.

Recomendaciones generales

Como se ha mencionado la base del tratamiento y control de la influenza estacional es y será la prevención por ello existen recomendaciones basadas no sólo para evitar el aumento de incidencia sino para evitar las complicaciones una vez que la etapa clínica se haya presentado.

Las principales recomendaciones están encaminadas a las poblaciones con mayor riesgo de contagio en las cuales encontramos a los adultos de la tercera edad, niños, embarazadas, así como pacientes inmunocomprometidos, dentro de las cuales son:

  • Llevar un esquema de vacunación completo y actualizarlo constantemente cada temporada de vacunación.
  • Evitar lugares con excesiva aglomeración de personas.
  • No compartir objetos personales, así como evitar estar en contacto con una persona con signos o síntomas de infección en vías respiratorias.
  • Llevar una adecuada alimentación, actividad física y estilo de vida saludable.
  • Seguir las recomendaciones e información de los medios oficiales.
  • Acudir al centro de salud en caso de presentar síntomas.
  • Lavado de manos frecuente sobre todo al estar en un área pública.

 

Sumado a esto es importante tener en cuenta que una vez presentada la enfermedad existen recomendaciones para prevenir las complicaciones propias, así como evitar el contagiar a más personas, dentro de las cuales se mencionan:

  • Al ser un caso sospechoso acudir al centro de salud con cubrebocas.
  • Si no se presentan complicaciones se recomienda estar en casa.
  • Seguir de manera adecuada el tratamiento indicado por el personal médico.
  • No automedicarse.
  • No utilizar remedios caseros.
  • Tratar las comorbilidades adecuadamente.
  • Tener una lista de números telefónicos de emergencia.
  • Hacer caso de las recomendaciones del personal médico.

Influenza, una enfermedad que puede prevenirse

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Jalil Sánchez Naranjo, Juan Carlos Curado Medina • Estudiantes de 8° semestre, grupo 97 de la Licenciatura en Medicina UNIVA Plantel Guadalajara. Coordinadora: Dra. Ana Karina García Suarez

 

La influenza es una enfermedad viral respiratoria que afecta principalmente nariz, garganta, bronquios y, ocasionalmente, pulmones; presenta mayor incidencia en los extremos de la vida.

El impacto que ha tenido la influenza en la población a nivel mundial y las modificaciones que se han ido presentando con este virus han sido muy variables, sin embargo, las personas se han ido adaptando con ayuda de vacunas preventivas.

De acuerdo con datos obtenidos en la CDC, las epidemias anuales de influenza generalmente ocurren durante el otoño y el invierno. A nivel mundial, hasta 2017 se tenía una estimación de muertes respiratorias debido a influenza estacional de 290.000 – 650.000 anualmente.

En comparación con el mismo período de los años anteriores, los datos actuales de vigilancia de la influenza deben interpretarse a la luz de la pandemia de COVID-19 en curso.

Durante el 2019 en México se culminó con un registro acumulado de 5,544 casos de influenza, el Estado de Jalisco tuvo 186 casos durante el año. Actualmente, en situación de pandemia, de acuerdo con la semana epidemiológica 35 del Boletín epidemiológico en México, ya se han registrado 4,795 casos, 2,214 en mujeres y 2,581 en hombres, de los cuales en el Estado de Jalisco se han registrado hasta ahora 331 casos de influenza, siendo 152 en mujeres y 179 en hombres.

Las entidades con mayor número de casos confirmados de influenza durante la temporada estacional del 2019-2020 son: Ciudad de México, San Luis Potosí, Coahuila, Estado de México y Jalisco; que en conjunto suman el 38.7% del total de casos confirmados.

En la temporada de influenza estacional 2019-2020, los Estados con mayor número de defunciones por influenza son: Jalisco, Ciudad de México, Hidalgo, Veracruz y Sonora que en conjunto suman el 40.5% de las defunciones.

El virus se transmite de persona a persona a través de las vías respiratorias: las partículas que se generan al toser o estornudar, la saliva o secreciones mucosas de las vías respiratorias y, finalmente, las partículas virales.

Los adultos obesos con antecedentes de vacunación tienen hasta dos veces más riesgo de desarrollar influenza, personas con diabetes mellitus pediátricos, embarazadas y adultos mayores, personas con asma no controlada, otras enfermedades pulmonares crónicas, cardiopatías, VIH, cáncer, hemoglobinopatías (anemia de células falciformes), problemas renales crónicos, artritis y otros tipos de inmunosupresión.

 

Prevención

La vacunación se considera como el pilar fundamental para la prevención del contagio de la influenza. El gobierno del Estado de Jalisco ha creado estrategias para la prevención del contagio de la influenza en todas las comunidades, mediante campañas de promoción de la salud, difundiendo información y fomentando la participación ciudadana.

La principal campaña de prevención contra la influenza del gobierno del Estado es la “Campaña de vacunación intersectorial contra el virus de la influenza”, aunado a esto, las personas tienen que tener una adecuada limpieza personal.

 

 

Referencias

 

  • Kuri P, Díaz G, Castañeda A, Pacheco S. Perfil clínico epidemiológico de las defunciones por influenza con antecedente de vacunación oportuna, México 2010-2018. Gaceta Med. Mex. 2019; 155: 457-463.
  • Organización Panamericana de la Salud. Influenza A (H1N1): Acciones de promoción de salud, compartiendo nuestra experiencia. Secretaría de Salud. 2015: 1-22.
  • GPC: Prevención, diagnóstico y tratamiento de la influenza estacional. Ciudad de México: Secretaría de Salud: 2015. p. 1-57.
  • Organización Panamericana de la Salud. Sistemas de vigilancia de influenza y otros virus respiratorios en las américas. Washington, DC; 2015: p.1-79.
  • Liu M, Deng L, Wang D, Jiang T. Influenza acitivity durng outbreak of coronavirus disease 2019 mindland China. Biosafety and Health. 2020; 08(05): 1-12.
  • Nuño B, Plascencia M, Carrillo J, Sánchez J, Cruces A. Estrategia multidisciplinaria para la reducción de daños a la salud por influenza, temporada invernal en Jalisco 2015-2016. Salud Jalisco. 2017; 1(4): 10-25.
  • Panvoska J, Griego L, Van E, Baguelin M, Pebodi R, Utlei M. Are we prepare for the next influenza pandemic? Lessons from modelling different prepardeness policies against four pandemic scenarios. J Theorical Biol. 2019: 223-232.
  • Salto J, Rivera G, Sánchez E, Gómez A, Noyola D.Post´pandemic influenza-associated mortality in Mexico. Pathogens Global Health. 2019: 1-9.
  • Jiang C, Yao X, Zhao Y, Wu J, Huang P, Pan C, et al. comparative review of reiratory diseases caused by coronaviruses and influenza. A viruses during epidemic season. Microbes Infection. 2020; 78(22): 236-244.
  • Guía de Referencia Rápida: Prevención, diagnóstico y tratamiento de la influenza estacional. Ciudad de México: Secretaría de Salud: 2015. p. 1-22.

 

 

Influenza, una enfermedad con potencial pandémico

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Estudiantes de 8° semestre, grupo 97 de la Licenciatura en Medicina UNIVA Coordinadora: Dra. Ana Karina García Suarez

 

La influenza es una enfermedad viral respiratoria que afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios, ocasionalmente, a los pulmones y presenta mayor incidencia en los extremos de la vida. Los virus de la influenza pertenecen a la familia Othomyxoviridae, se conocen tres tipos: A, B y C, estos tienen la capacidad de producir epidemias y pandemias debido a la constante mutación y a la capacidad que tienen para producir nuevas cepas que logran evadir al sistema inmune y desde la aparición del virus porcino A (H1N1) los países están en alerta por temor a una nueva pandemia. Por ello, es importante conocer la forma de transición e implementar medidas de prevención desde el contexto clínico y epidemiológico, así como realizar las pruebas de laboratorio como PCR para establecer un diagnóstico y brindar tratamiento oportuno para evitar la mayor diseminación y disminuir su potencial pandémico con las terribles consecuencias en el ámbito de salud, económico y social.

Como parte de un estudio realizado por el grupo 97 de estudiantes de medicina, se realizó una revisión descriptiva de 25 artículos obtenidos de las bases de datos Elsevier y Pubmed, con las palabras clave: influenza, epidemiología, diagnóstico, tratamiento, vacuna, prevención; para conocer los aspectos que han evolucionado respecto al comportamiento epidemiológico, así como en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la influenza estacional.

 

Epidemiología

El impacto que ha tenido la influenza en la población a nivel mundial y las modificaciones que se han ido presentando con este virus han sido muy variables, sin embargo, las personas se han logrado adaptar con ayuda de las vacunas preventivas (1, 2).

De acuerdo con datos obtenidos en la CDC, las epidemias anuales de influenza generalmente ocurren durante el otoño y el invierno. La actividad de la influenza a menudo comienza a aumentar durante el mes de octubre y puede prolongarse hasta mayo. El pico de la actividad ocurre comúnmente durante el invierno. Durante las 36 temporadas desde 1982-83 hasta 2017-18, el pico de la actividad ocurrió con mayor frecuencia durante febrero (en 15 [42 %] temporadas); sin embargo, el pico de la actividad se observó durante diciembre (en 7 [19 %] temporadas), enero (en 6 [17 %] temporadas) y marzo (en 6 [17 %] temporadas) (1,2).

En México no se sabe con exactitud cuándo se presentó el “caso índice” o primer enfermo de influenza A (H1N1). El análisis retrospectivo de los casos con síntomas de influenza, posteriormente confirmados con la prueba PCR en tiempo real, permite ubicar el primer caso sintomático el 11 de marzo de 2009. Hasta el 9 de julio de 2009 se habían confirmado 12,645 casos por influenza A (H1N1) (3). El mayor porcentaje de casos se presentó en el grupo de 10 a 19 años con 33.9% del total, seguido del grupo de 0 a 9 años con 27.9%. A partir del grupo de 20 a 29 años, el porcentaje por grupo de edad desciende en forma constante hasta llegar a ser de solo 1.5% en el de 60 años y más. El total de casos confirmados entre el 11 de marzo y el 9 de julio corresponde a 0.012% de la población nacional y en ese periodo la tasa de ataque general fue de 11.8 casos por 100, 000 habitantes (4).

En mortalidad hasta el 2017 se tenía una estimación de muertes respiratorias debido a influenza estacional de 290,000 – 650,000 fallecimientos anualmente a nivel mundial. En el 2009, año de la pandemia, se registraron 45.1% defunciones en personas de 20 a 39 años, es decir, jóvenes y adultos jóvenes (4,5). La tasa de mortalidad por influenza A (H1N1) en el periodo mencionado fue de 1.1 defunciones por millón de habitantes, en el grupo de 10 a 19 años se encontró la tasa más baja con 0.2 defunciones por millón y en el grupo de 50 a 59 años la tasa más alta con 1.9 defunciones por millón lo que equivale a una y 10 defunciones por cada cinco millones de personas.

Durante la temporada invernal 2015-2016, en el estado de Jalisco la circulación del virus de la influenza fue atípica, su inicio se presentó 4 a 6 semanas posteriores al promedio de los últimos 5 años, no hubo un subtipo ampliamente predominante durante la temporada; la influenza AH3N2, AH1N1 y el tipo B presentaron picos en diferentes momentos (6).

Después de la semana 21 de 2020, permanecen prácticamente en cero, notablemente por debajo de lo observado en años anteriores, aun considerando que en la semana 21, y las inmediatamente siguientes, el número de casos suele ser pequeño. Existen varias explicaciones para el decremento de casos confirmados de influenza y el incremento en casos probables (6,7).

En comparación con el mismo período de los años anteriores, los datos actuales de vigilancia de la influenza deben interpretarse a la luz de la pandemia de COVID-19 en curso, que puede tener influencia en diferentes grados, comportamientos de búsqueda de salud, personal / rutinas en sitios centinela y capacidades de prueba en los Estados miembros. Las diversas medidas de distanciamiento social y físico implementadas por los Estados miembros para reducir la transmisión del virus SARS-CoV2 también pueden haber desempeñado un papel en la reducción sustancial o incluso completa, en la transmisión del virus de la influenza (8).

Durante el 2019 en México se culminó con un registro acumulado de 5,544 casos de influenza y Jalisco con 186 casos durante el año. Actualmente, en situación de pandemia, de acuerdo con la semana epidemiológica 35 del Boletín epidemiológico en México, ya se han registrado 4,795 casos, 2,214 en mujeres y 2,581 en hombres, de los cuales en el estado de Jalisco se han registrado hasta ahora 331 casos de influenza, siendo 152 en mujeres y 179 en hombres (7).

Las entidades con mayor número de casos confirmados de influenza durante la temporada estacional 2019-2020 son: Ciudad de México, San Luis Potosí, Coahuila, Estado de México y Jalisco que en conjunto suman el 38.7% del total de casos confirmados.

En la temporada de influenza estacional 2019-2020, los estados con mayor número de defunciones por influenza son: Jalisco, Ciudad de México, Hidalgo, Veracruz y Sonora que en conjunto suman el 40.5% de las defunciones (8).

Transmisión

El virus se transmite de persona a persona a través de las vías respiratorias, según los artículos que se revisaron la mayoría concluyen con 3 posibles métodos de transmisión: las partículas que se generan al toser o estornudar pueden permanecer suspendidas durante horas y podrían transmitir la infección a distancias considerables. La saliva o las secreciones mucosas de las vías respiratorias pueden infectar directamente a otra persona y, finalmente, las partículas virales podrían aterrizar en superficies donde los virus de la influenza pueden seguir siendo infeccioso lo que conocemos como fómites, y aunque no se ha demostrado que las partículas generadas por estornudos tengan cantidades significativas para infectar al humano, se sabe que aproximadamente 5 partículas sí podrían ser infecciosas para nuestro organismo (9,10).

Factores de riesgo

En un estudio al cual se sometieron 3,089 personas, 83% de ellos presentaron al menos una comorbilidad, como sobrepeso, obesidad, diabetes o insuficiencia cardiaca congestiva, probablemente como consecuencia desencadenó una baja respuesta en el sistema inmune del hospedero.

  • Los adultos obesos con antecedentes de vacunación tienen hasta dos veces más riesgo de desarrollar influenza dada la pobre función de las células T.
  • Las personas que viven con diabetes son más susceptibles a contraer la infección por influenza, siendo el factor que más causó defunciones en el lapso de 2010-2018.
  • En cuestión de la población pediátrica. En un estudio de 1,308 hospitalizaciones de niños, 80% eran menores de 5 años, 27% eran de las edades menores de 6 meses (9).
  • Ser adulto mayor también es un factor de riesgo frecuente, al igual que las mujeres embarazadas, quienes pueden contraer la infección hasta después de 2 semanas del parto.

Diagnósticos diferenciales

Aunque existen varios tipos de virus respiratorios con la misma sintomatología, es muy importante identificar las características esenciales de la influenza para poder realizar un seguimiento de la enfermedad adecuado, ya que las estrategias terapéuticas para abordar al paciente con influenza son diferentes.

Conclusiones

El virus de la influenza ha sido un problema de salud mundial constante y por ello, los diferentes gobiernos han trabajado en reforzar los sistemas de vigilancia epidemiológica, ya que estos permiten identificar con oportunidad la propagación del virus, los grupos vulnerables y las estrategias que se pueden implementar para la intervención y tratamiento de este problema de salud. Sobre todo, en los grupos que presentan más morbimortalidad, en particular los mayores de 40 años, sin embargo, cabe resaltar que el grupo de jóvenes entre los 20 y 39 años registraron una mortalidad del 54.1% en el mismo año, con lo cual se expone que la influenza no es una enfermedad que sólo afecte directamente a los extremos de la vida y es importante que la población conozca los riesgos que se tienen, independientemente de la edad.

En cuanto al Estado de Jalisco para el periodo 2019-2020 nos posicionamos como primer lugar en defunciones a causa de la influenza con 31 decesos y el impacto de la actual pandemia ha desplazado a la población con síntomas sugestivos de influenza de las unidades médicas con el miedo de contagio por COVID-19.

Como se ve la clínica que presentan los pacientes con influenza no es específica y no existe dato patognomónico por lo que debe ser sospechada en todo paciente y cada grupo de riesgo que presente una sintomatología sugerente con los antecedentes de la exposición al agente. En cuanto al tratamiento, la prevención es el primer escalón, el cual debe ser guiada sobre todo a la población en riesgo y con factores de riesgo que puedan desencadenar complicaciones como lo son diabetes, obesidad, etc., y donde la vacunación en cada temporada de influenza tiene un impacto positivo como fue presentado en el artículo de Kuri P. et. al. donde las defunciones por influenza en pacientes vacunados presentaron un bajo porcentaje de mortalidad aún con complicaciones, sin embargo, existen antivirales que pueden ayudar en la disminución de los síntomas, pero cabe destacar que su mayor impacto lo tienen antes de las 72 horas de presentado el cuadro.

 

 

Referencias

 

  • Kuri P, Díaz G, Castañeda A, Pacheco S. Perfil clínico epidemiológico de las defunciones por influenza con antecedente de vacunación oportuna, México 2010-2018. Gaceta Med. Mex. 2019; 155: 457-463.
  • Organización Panamericana de la Salud. Influenza A (H1N1): Acciones de promoción de salud, compartiendo nuestra experiencia. Secretaría de Salud. 2015: 1-22.
  • GPC: Prevención, diagnóstico y tratamiento de la influenza estacional. Ciudad de México: Secretaría de Salud: 2015. p. 1-57.
  • Organización Panamericana de la Salud. Sistemas de vigilancia de influenza y otros virus respiratorios en las américas. Washington, DC; 2015: p.1-79.
  • Liu M, Deng L, Wang D, Jiang T. Influenza acitivity durng outbreak of coronavirus disease 2019 mindland China. Biosafety and Health. 2020; 08(05): 1-12.
  • Nuño B, Plascencia M, Carrillo J, Sánchez J, Cruces A. Estrategia multidisciplinaria para la reducción de daños a la salud por influenza, temporada invernal en Jalisco 2015-2016. Salud Jalisco. 2017; 1(4): 10-25.
  • Panvoska J, Griego L, Van E, Baguelin M, Pebodi R, Utlei M. Are we prepare for the next influenza pandemic? Lessons from modelling different prepardeness policies against four pandemic scenarios. J Theorical Biol. 2019: 223-232.
  • Salto J, Rivera G, Sánchez E, Gómez A, Noyola D.Post´pandemic influenza-associated mortality in Mexico. Pathogens Global Health. 2019: 1-9.
  • Jiang C, Yao X, Zhao Y, Wu J, Huang P, Pan C, et al. comparative review of reiratory diseases caused by coronaviruses and influenza. A viruses during epidemic season. Microbes Infection. 2020; 78(22): 236-244.
  • Guía de Referencia Rápida: Prevención, diagnóstico y tratamiento de la influenza estacional. Ciudad de México: Secretaría de Salud: 2015. p. 1-22.

Ciclo menstrual y alimentación

Por Líderes universitarios, Voces UNIVA Sin comentarios

Ximena Cruz • Pasante de la Licenciatura en Nutrición UNIVA Plantel Guadalajara

 

La alimentación se ha convertido en un factor importante en el ciclo menstrual de la mujer, ya que puede impactar de una forma positiva o negativa en su estado de salud. A lo largo del ciclo menstrual se presentan cambios fisiológicos y psicológicos, con lo que es natural, el preferir ciertos grupos de alimentos para satisfacer las necesidades del organismo.

Para hablar de alimentación y ciclo menstrual, debemos conocer sus 4 fases, que son: la primera, que es la fase folicular; la segunda es la periovulatoria, cuando el óvulo ya está listo para su fecundación; la tercera fase es la lútea (premenstrual) que es cuando el endometrio se prepara para la implantación, y por último, se presenta la menstruación.

Los cambios en el estado de ánimo se han asociado con la actividad serotoninérgica y de las hormonas esteroideas sobre el sistema nervioso central, lo que explica las variaciones en la ingesta alimentaria que se presentan a lo largo del ciclo menstrual. Al evaluar el consumo de alimentos en las mujeres entre la fase lútea y folicular, se encontró que un consumo alto en hidratos de carbono y bajo en proteínas, mejoraba el estado de ánimo de la mujer.

Alberti-Fidanza y algunos colaboradores, informaron que conforme aumenta la concentración de estradiol a lo largo del ciclo menstrual, aumenta la sensibilidad al sabor dulce, mientras que conforme se incrementa la producción de progesterona, aumenta la sensibilidad al sabor amargo.

En varios estudios se han descrito los cambios en el apetito y gustos por los alimentos durante el ciclo menstrual, así como algunas características que pueden favorecer el estado de salud de la mujer y se mencionarán enseguida:

En la fase de la menstruación se describen síntomas como dolor, cansancio e irritabilidad, por lo que resulta beneficioso introducir alimentos ricos en calcio, magnesio y potasio. Por otro lado, conviene aumentar alimentos con acción antiinflamatoria como la cúrcuma, el jengibre, frutos rojos y algunos vegetales verdes.

Durante la fase ovulatoria ocurre un aumento en el nivel de estrógenos, lo que hace que el metabolismo empiece a elevarse y como resultado, el apetito y la sensibilidad a la insulina comienzan a disminuir. Esto puede favorecer a llevar una alimentación más saludable basada en vegetales y algunos alimentos proteicos bajos en grasa, que puedan facilitar el metabolismo de los lípidos y establecer una homeostasis interna.

En fin, el ciclo menstrual es todo un tema del cual hay bastantes estudios relacionados con los cambios físicos y emocionales que presentan las mujeres, lo que demuestra que el cuerpo humano tiene ajustes de acuerdo con las necesidades de cada mujer y es indispensable cuidar de la alimentación.