María sufre con su Hijo, porque está íntimamente unida a Él, nos damos cuenta del gran impacto que tiene María hacia toda la Iglesia cuando decide acoger humildemente la Palabra de Dios en su corazón. La escritura dice: “una espada”, que puede ser la Palabra de Dios, es una invitación para todos nosotros para dejar que penetre en nuestras vidas la Palabra de Dios. Pero, ¿Cuánto cuesta dejar entrar en nosotros la Palabra de salvación? Sin duda que mucho.
Pidamos la gracia de aceptar la voz de Dios en nuestras vidas, aunque tengamos que padecer. Que el ejemplo y sufrimiento de María nos ayude a ser valientes para comprometernos con la Palabra que escuchamos.
