Mtra. Cecilia de los Ángeles Sandoval Mex • Docente UNIVA Online
Ante contextos que presentan retos y desafían el planteamiento de la situación y el quehacer actual, generalmente la primera reacción es de miedo y de resistencia, dado que se enfrenta a algo desconocido. Pasado el primer impacto, se camina por un proceso de duelo frente a lo que ya no formará parte del statu quo, aquello que antes formó parte de nuestra vida. Y una vez reconocidas y asimiladas las razones del reto o cambio a enfrentar, se acepta y se avanza a una etapa de pensar, planear y ejecutar la transición a un nuevo estilo: se encuentra una nueva forma de ser y hacer.
Hoy, dada la crisis sanitaria generada por el COVID-19, estamos ante una situación que ha venido a cambiar nuestro entorno social, familiar, laboral, educativo y económico; por lo que debemos buscar desarrollar habilidades, actitudes y valores que nos ayuden a enfrentar este gran desafío. Considero que, ante un entorno que requiere nuevas alternativas y soluciones, es fundamental desarrollar y aplicar la creatividad en propuestas innovadoras que permitan a los negocios seguir creciendo y operando, y como seres humanos lograr nuestros objetivos.
La creatividad es una habilidad cognitiva inherente al pensamiento humano por lo que cada uno puede practicar para incrementarla. Registrar, desarrollar, relacionar y procesar sistemáticamente ideas, hechos, pensamientos y preguntas, facilitan su desarrollo, así como el pensamiento fluido, flexible y divergente.
Las etapas de un ciclo de creatividad e innovación son: 1) Evaluar la situación (el proceso cognitivo es el insumo más valioso; 2) Clarificar, identificar los desafíos para encontrar propuestas; 3) Explorar ideas y formular soluciones; 4) Aceptación de la exploración, de manera ágil y focalizada para resolver la lista de retos. Se analizan las opciones con lo que se logra implementar un prototipo para confirmar la validez de la propuesta o alternativa; 5) y finalmente se formula un plan de acción sostenido por las lecciones aprendidas en las etapas metodológicas previas y con el potencial de negocio clarificado.
La creatividad aplicada a los problemas cotidianos busca nuevos modos de vida que faciliten la superación de los conflictos y afronte los nuevos desafíos. Es nuestra oportunidad de ejercitarnos en ello: cuestionando, investigando y proponiendo soluciones flexibles, teniendo apertura a nuevas experiencias y expectativas. Hoy debemos agilizar nuestros procesos de aprendizaje y la puesta en marcha de las nuevas competencias, pues con ellas nos habremos fortalecido al enfrentar este reto.