Jesús se ha desvivido por decir, hacer y estar con sus apóstoles con la finalidad de que cada día lo conozcan un poco más y su corazón se vaya llenando más de un profundo amor. Sin embargo, Jesús se da cuenta de que, aunque no se ha estado reservando nada y se ha donado sobreabundantemente a ellos, aún no logran acertar quien es realmente él. Jesús se muestra como el Camino, la Verdad y la Vida, no de una manera abstracta sino real, se muestra en nuestro día a día, como un Dios cercano. Es momento oportuno de hacernos la siguiente pregunta: ¿Cuánto tiempo llevamos con Jesús y aún no sabemos quién es? Seguramente llevamos ya buen tiempo y no terminamos por saber quién es en su totalidad, esforcémonos cada vez más en conocerlo en todo lo que nos rodea.