A veces, en la vida cotidiana, diversas situaciones pueden alejarnos de la presencia de Dios: puede ser la tentación de algún pecado, dificultades familiares, escolares, entre otras. Sin embargo, ten la certeza de que Dios siempre encontrará la manera de acercarnos nuevamente a Él.
El evangelio de hoy nos habla sobre la inmensa misericordia de Dios, quien sale en busca de la oveja perdida. Él, que nos ha creado, sabe bien cuánto lo necesitamos. Podrás apartarte de Dios muchas veces, pero Él siempre estará allí para salir a tu encuentro. ¡Qué triste sería que nosotros no correspondamos a ese amor tan grande que Él nos tiene!
Te invito a reflexionar sobre las cosas en tu vida que te alejan de Dios. Date cuenta del inmenso regalo que nos ha dado: dejó en lugar seguro a las noventa y nueve ovejas para ir en busca de ti; encendió una luz para encontrarte en medio de la oscuridad del pecado, y al hallarte, ha celebrado una gran fiesta porque has vuelto a sus brazos.
En tu oración de hoy, pide a Dios por las personas que amas y deseas que se encuentren con Él, para que pronto experimenten que nunca se ha apartado de ellos. Y ora también por ti, para que descubras cuánto necesitas a Dios cada día.
Señor, quiero volver a ti. Dame la gracia de reconocer cada día mi necesidad de tu misericordia. Quiero regresar al redil del que me he alejado, buscando en vano lo que solo puedo hallar en ti.