Al que mucho se le da, se le exigirá mucho.
Les deseo un buen día a todos, esperando que estén todos disfrutando de un delicioso café, té o la bebida matinal de su preferencia. En la reflexión de hoy el Señor Jesús nos dice: “Al que mucho se le da, se le exigirá mucho”. Esto nos puede llevar a pensar, como quizá hemos aprendido, en un Dios exigente, vigilante, castigador. Sin embargo, poco nos ponemos a pensar en que, dentro de la exigencia, Él nos tiene la confianza de compartirnos sus dones, sus deseos y hasta su vida, además que Él nunca nos propone algo con que no podamos, si confiamos en Él. Le decía San Agustín a Dios: “Dame lo que necesito, pídeme lo que quieras”.
Poco pensamos que aquel que mucho da y mucho exige, es también quien ama al extremo. Queridos hermanos de la comunidad de la UNIVA, les invito a que dejemos de hacer prejuicios a Dios y lo conozcamos tal cual es por medio de su palabra, dejémonos sorprender por su amor que siempre será más grande que su exigencia.