Alégrense y salten de contentos porque su premio será grande en los cielos.
Buenos días, queridos hermanos a esta mini sección Café con Dios. Hoy celebramos la solemnidad de todos los santos, hoy recordamos a aquellos de los que estamos seguros de que ya están en el cielo. Puedes pensar en el santo de tu preferencia, san Antonio de Padua, san Pedro, san Pablo, san Judas Tadeo; y puedes felicitarlo. Y así como estamos seguros de que están en el cielo, también estamos seguros de que están felices en el cielo y, ojo, estamos seguros de que han sido felices en la tierra. Por eso los santos son un ejemplo para nosotros, ejemplo de vida, de que es posible ser felices al lado de Dios en la vida terrena de una manera tan radical que se rechace el pecado y todo lo que nos aparta de Dios. Amigos, en este día, que todos los santos nos ayuden con su intercesión para que todos respondamos a nuestra vocación de ser santos y, por lo tanto, disfrutar desde ya de la felicidad eterna.