Cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron.
Feliz inicio de semana a todos, querida comunidad. Espero que la reflexión de hoy sea de provecho como la hora del cafecito que ahora disfrutan. Hoy Jesús nos enseña como será el juicio final, cuando separará a los que entran en el cielo y los que perecerán en el castigo eterno. Al final seremos juzgados más que por ser buenos, por el amor que practicamos.
Amigos, sé que todos tenemos muy buenas ideas y muy buenas intenciones, pero del pensamiento a la puesta en práctica hay una gran distancia. Por eso, Jesús hoy nos invita a estar atentos, hasta los pequeños detalles, las pequeñas oportunidades de brindar amor a mi prójimo, por insignificante que sea, nos puede ganar o costar el cielo. Y al final no se tratará de mérito, sino de un estilo de vida como el de Jesús, que naturalmente hacía el bien con todos en todo momento.
Pidamos a Dios su ayuda, que nos transforme y que esta Cuaresma pasemos de las buenas intenciones a la práctica de la caridad.
¡Feliz semana!