«He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!”
Seguramente al leer el título del café de hoy, viene a tu mente el momento cuando Dios se haya cansado de esperarnos y entonces comenzará todo un espectáculo de drama y caos… pero la realidad es que no. La realidad es que Jesús no ha llegado a tu vida para que permanezcas estático en el mismo sitio, sino todo lo contrario, debemos de estar siempre de camino, disponernos siempre en su seguimiento y esforzarnos en trabajar, la fe que hemos recibido es un regalo, que no por eso debemos desaprovecharlo, sino todo lo contrario, debemos de ser agradecidos con nuestras acciones siempre poniéndonos al servicio de nuestros hermanos especialmente los más necesitados para ayudarlos a vivir como hijos muy amados de Dios.
Pidamos la intercesión de María, que nos ayude a permanecer en la verdad y el amor, que son la fuerza de todo aquel que se llama cristiano.
