Haciendo de lo ordinario, algo extraordinario.
Feliz último día del mes y también día de la fiesta de san Juan Bosco. Hoy me gustaría platicarte un poco de este santo sacerdote italiano. Él tenía un sueño: que todos seamos santos. De hecho, lo logró, fue un santo en vida y, con su presencia, sus actos, su trato personal, especialmente con los jóvenes, consiguió que también las personas que lo rodeaban transformarán su vida. Y normalmente los santos se dan en racimos, por ello junto a don Bosco encontramos al niño santo domingo Savio y a su amiga María Mazzarelli.
Ahora, él cómo consiguió cumplir su sueño. Él no era un hombre adinerado, con talentos espectaculares, pero sabía que lo poco que le había dado el Señor bastaba para lograr cosas grandes. Porque un santo es aquel que hace de lo ordinario algo extraordinario. En lo ordinario del trabajo, de la convivencia, de la oración, del deporte, ahí se pueden lograr cosas extraordinarias cuando se hace con amor y de la mano de Dios, a ejemplo de Jesucristo que vino a llenar de vida al mundo.
Les invito a conocer la vida y obra de este gran santo que no se guardó para sí el tesoro que le dio Dios, y nos enseña de esta forma que con mucha pasión y confianza en Dios se pueden lograr cosas extraordinarias.