Dra. Leslie Becerril Serna · Docente Investigadora, UNIVA Guadalajara
En México algunos rellenos sanitarios tratan sus residuos mediante procesos de separación para reciclar o degradar los materiales. Sin embargo, la mayoría de estos residuos terminan al aire libre, generando focos infecciosos, malos olores, contaminación del medio ambiente, y la proliferación de fauna nociva que propaga enfermedades. Además, actividades como la minería, la deforestación y la industria agravan esta situación ambiental. Se estima que el 40 % de los residuos generados son orgánicos, y en México se producen en promedio 1 kilogramo de basura por persona al día (Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial [SEMADET]).
En la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), se generan aproximadamente 4,000 toneladas diarias de basura, pero solo entre el 5 % y el 7 % de la población clasifica sus residuos. Desde el 2008, la SEMADET enfatizó la obligatoriedad de la separación de residuos según la normatividad del estado de Jalisco, clasificándolos en orgánicos (color verde), inorgánicos (color azul) y sanitarios (color naranja), pese a los esfuerzos normativos y reglamentarios, aún no se logra un manejo adecuado de los residuos, convirtiéndose en un problema urgente que requiere cambios culturales y legales.
¿Qué si podemos hacer con los residuos orgánicos?
Dado que el 40 % de los residuos en México son orgánicos, existen procesos como el compostaje para aprovecharlos. Este proceso puede ser aeróbico (con oxígeno) o anaeróbico (sin oxígeno) y dura entre 3 y 9 meses, dependiendo de las condiciones climáticas. Sin embargo, el tiempo prolongado hace que se pierda el interés y constancia.
Una alternativa más rápida y beneficiosa es la lombricultura, que utiliza la lombriz roja californiana (Eisenia foetida) para convertir los desechos orgánicos en biofertilizante (humus). Este humus mejora la permeabilidad del suelo, retiene agua, almacena y libera nutrientes, regula el pH y recupera la fertilidad de suelos áridos. Además, reduce el uso de fertilizantes químicos, principales causantes de la erosión del suelo.
La lombricultura es fácil de manejar, no requiere mucho espacio ni tiempo completo, y es ideal para implementarse en el hogar controlando factores como la humedad y la temperatura. Las lombrices deben estar protegidas de la luz solar, la lluvia y depredadores.
Impacto y Beneficios
Implementar la lombricultura puede reducir significativamente la generación de basura. Se estima que una familia podría reducir aproximadamente 2.8 kilogramos de residuos orgánicos por semana. Esta alternativa, combinada con otras propuestas de la SEMADET y otras dependencias, podría negociarse con el Gobierno del Estado para obtener incentivos como descuentos en el pago del Predial, similar a los programas de Techos y Muros Verdes en la ciudad de México. Esta práctica podría ser una solución viable al creciente problema de generación de basura en la ZMG.